En un momento en que las tropas ucranianas están retrocediendo en casi todos los sectores del frente, el anuncio de Washington el domingo 17 de noviembre de que levanta las restricciones al uso de misiles estadounidenses de largo alcance es una señal positiva para Kiev. Según varias fuentes oficiales, la principal razón de este cambio de opinión fue la llegada de soldados norcoreanos al frente de Kursk 1.

¿De qué estamos hablando exactamente?

  • La Casa Blanca ha autorizado formalmente al ejército ucraniano a utilizar sus misiles ATACMS —cuyas versiones Block 1A tienen un alcance máximo de 300 km— para atacar objetivos en territorio ruso.
  • Kiev utilizó estas armas por primera vez en octubre de 2023 para atacar dos aeródromos en Berdiansk y Luhansk, en la Ucrania ocupada. Aunque son disparadas por las fuerzas ucranianas, Estados Unidos mantiene el control sobre su uso.
  • Francia y el Reino Unido podrían seguir la decisión estadounidense autorizando el uso de sus misiles SCALP/Storm Shadow en Rusia. Sin embargo, su alcance es ligeramente inferior (250 km).

El levantamiento de la mayoría de las restricciones estadounidenses debería dar a Ucrania más opciones para repeler los contraataques rusos en Kursk. Moscú ha movilizado allí una fuerza de unos 50.000 combatientes, incluidos entre 8.000 y 10.000 soldados norcoreanos, para retomar los 550 km² ocupados actualmente por las fuerzas ucranianas. El objetivo del Estado Mayor ruso es hacerse con el control total de esta provincia fronteriza antes de la investidura de Donald Trump, el 20 de enero.

Concretamente, ¿qué cambios podemos esperar?

  • Los depósitos de municiones, centros de mando, baterías antiaéreas y rutas logísticas (carreteras, ferrocarriles, etc.) en territorio ruso se convertirán en objetivos potenciales de los ATACMS operados por el ejército ucraniano. Sin embargo, Estados Unidos seguirá aprobando los objetivos y deberá limitar los ataques a objetivos militares.
  • En marzo, Washington instó a Kiev a poner fin a sus ataques con drones contra refinerías rusas ante el temor de repercusiones en los precios del petróleo. Ucrania sigue limitada por sus reservas de misiles, que no son inmunes a las defensas antiaéreas rusas.
  • El ejército ruso también ha desplazado un gran número de sus activos militares en los últimos meses. A principios de septiembre, el Pentágono estimó que «el 90% de los aviones que lanzan bombas planeadoras y ataques con misiles contra Ucrania se encuentran en aeródromos situados a 300 km del territorio controlado por Ucrania. Estos aeródromos están, por tanto, fuera del alcance del ATACMS» 2.

La autorización por parte de Washington del uso de sus misiles ATACMS en el interior del territorio ruso no cambiará fundamentalmente el equilibrio del conflicto. Sin embargo, envía una importante señal a Ucrania y a sus partidarios europeos. En enero de 2023, Olaf Scholz había acordado con Joe Biden el anuncio simultáneo del envío de carros de combate estadounidenses Abrams y alemanes Leopard 2 para proporcionar a Berlín una «cobertura política» 3.

Notas al pie
  1. Adam Entous, Eric Schmitt y Julian E. Barnes, « Biden Allows Ukraine to Strike Russia With Long-Range U.S. Missiles », The New York Times, 17 de noviembre de 2024.
  2. Deputy Pentagon Press Secretary Sabrina Singh Holds a Press Briefing, U.S. Department of Defense, 5 de septiembre de 2024.
  3. Bob Woodward, War, Simon & Schuster, Londres, 2024, p. 149.