Fue hace nueve días cuando Volodímir Zelenski anunció por primera vez que un informe de los servicios de inteligencia ucranianos mostraba que Corea del Norte se estaba preparando para «implicarse de verdad» en la guerra de Rusia contra Ucrania1. Cuatro días más tarde, la agencia de inteligencia surcoreana confirmó que unos 10.000 soldados norcoreanos ya habían comenzado a ser enviados a Rusia.

  • Según Seúl, 3.000 de estos combatientes ya están en Rusia, y 7.000 deberían ser enviados al país antes de diciembre2. El lunes 21 de octubre, Pyongyang desmintió estos «rumores estereotipados sin fundamento destinados a empañar la imagen de Corea del Norte».
  • Se trata de una de las escaladas más significativas desde el lanzamiento de la invasión a gran escala en febrero de 2022. Hasta ahora, ningún país había enviado combatientes al frente para apoyar a Moscú o Kiev.
  • El jefe de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano espera que los primeros elementos norcoreanos se desplieguen en el óblast ruso de Kursk a partir de hoy, miércoles 23 de octubre3.

El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur publicó la semana pasada imágenes por satélite que mostraban a fuerzas especiales norcoreanas transportadas por buques militares rusos desde Chongjin, Hamheung y Musudan hasta Vladivostok. Era la primera vez desde 1990 que una flota naval rusa entraba en aguas norcoreanas4.

Preocupado por la posibilidad de que las tropas norcoreanas adquieran experiencia de combate, Seúl ha puesto en marcha una serie de medidas que habrían sido impensables hace unos meses.

  • El martes 22 de octubre, Corea del Sur anunció que estaba considerando enviar «un equipo» de oficiales de inteligencia militar a Ucrania para «analizar las tácticas norcoreanas en el campo de batalla o participar en el interrogatorio de norcoreanos capturados»5.
  • El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, declaró el lunes que intensificará el intercambio de información con la OTAN. El nuevo Secretario General de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, ha solicitado una delegación para ayudar a «revitalizar la cooperación en materia de seguridad entre Corea, Ucrania y la OTAN», según Suk-yeol6.

Seúl también está considerando enviar armas a Ucrania de forma indirecta, principalmente con fines defensivos, en un histórico giro de 180 grados respecto a su anterior política hacia el conflicto. Desde febrero de 2022, la ayuda surcoreana a Kiev se ha limitado a envíos de equipamiento (cascos, chalecos antibalas, máscaras antigás, uniformes, etc.) y vehículos para la retirada de minas7.

El envío de miles de militares a Rusia por parte de Pyongyang refleja el acercamiento militar entre ambos países desde 2022, que hasta entonces se había materializado en el envío de millones de proyectiles de artillería norcoreanos a partir de agosto de 2023. La petición de ayuda de Moscú también refleja la dificultad del ejército ruso para hacer retroceder a las fuerzas ucranianas en el óblast de Kursk, que Putin quiere expulsar antes de finales de octubre.