Tras el ataque en los Altos del Golán, ¿es inevitable una guerra abierta entre Israel y Hezbolá?

Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, los enfrentamientos que se han intensificado considerablemente entre Tsahal y Hezbolá en la frontera entre Líbano e Israel han obligado a 98.750 libaneses a huir de sus hogares, principalmente en el sur del país¹. Ante la creciente perspectiva de un conflicto abierto entre Israel y Hezbolá, esta tendencia podría acelerarse en los próximos días.

• El sábado 27 de julio, el impacto de un cohete mató a 12 niños israelíes que se encontraban en un campo de fútbol en la localidad de Majdal Shams, en los Altos del Golán, región ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
• El ejército israelí atribuye el ataque a Hezbolá, que habría disparado un cohete desde la frontera, cerca de la localidad libanesa de Shebaa². Esta acusación está corroborada por la información de que dispone la Casa Blanca³.

Ayer por la mañana, domingo 28 de julio, Tsahal llevó a cabo ataques aéreos contra siete objetivos asociados con Hezbolá «muy dentro del territorio libanés». Por la noche, el gabinete de seguridad israelí autorizó a Benjamin Netanyahu a responder al ataque de Hezbolá «de la manera y en el momento» que el primer ministro israelí considerase oportuno⁴.

Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de factores clave.

• Los combates entre Tsahal y Hamás y el resto de milicias palestinas en Gaza continúan en el enclave y están movilizando gran parte de los recursos militares de Israel.
• Al parecer, un funcionario israelí declaró al medio de comunicación emiratí Sky News Arabia que la respuesta de Tsahal «sería contundente, pero no tenemos intención de iniciar una guerra»⁵.
• Por último, varios informes indican que Hezbolá abandonó el domingo ciertos lugares de operaciones en el sur del Líbano y en el valle oriental de la Bekaa, lo que podría sugerir que es ahí donde Tsahal concentrará su respuesta⁶.
• Los suburbios del sur de Beirut, donde el ejército israelí ya asesinó el 2 de enero a Saleh el-Arouri, miembro del buró político de Hamás, también podrían ser objetivo de Tsahal⁷.

A pesar de todos estos factores, Benjamin Netanyahu podría estar tratando de utilizar este ataque para intentar debilitar al máximo la amenaza que supone Hezbolá para el Estado judío. En un estudio publicado en nuestras páginas, el especialista de Hezbolá Christophe Ayad señala que el grupo constituye «el mejor ejército estratégico de Irán contra Israel, la frontera avanzada de la República Islámica en la región».

Con un arsenal de 150.000 cohetes y misiles de diverso alcance dirigidos contra Israel, «Hezbolá es el elemento de disuasión más masivo de que dispone Irán en su enfrentamiento con Israel» y tiene «la capacidad de saturar las defensas antiaéreas israelíes disparando varios miles de misiles al día».

Sin embargo, la respuesta de Israel al ataque de Irán en abril sugiere que Tel Aviv no desea un conflicto generalizado que pueda contribuir a una conflagración regional. Si, a pesar de todo, Netanyahu decidiera tomar represalias masivas, Kamala Harris tendría que gestionar políticamente la situación junto al presidente Joe Biden, como futura candidata del Partido Demócrata y potencial futura presidenta de Estados Unidos.