¿Qué nos dice la ofensiva hacia Járkov sobre el estado del ejército ruso?

Aparte de las dos zonas rusas adquiridos al lanzarse la ofensiva en el óblast de Járkov en la segunda semana de mayo, el control establecido (es decir, las zonas no disputadas activamente) del territorio ucraniano por el ejército ruso aumentó en 0 km² entre el 10 de mayo y el 23 de junio de 2024.

• Esta cifra confunde las dudas expresadas por los analistas occidentales, que temían que Kiev no fuera capaz de hacer retroceder a las fuerzas rusas hacia Járkov manteniendo sus posiciones en el resto de la línea del frente.
• Aunque el ejército ruso todavía mantiene un punto de apoyo en la ciudad de Vovchansk, a menos de 10 km de la frontera rusa, los informes ucranianos indican que está intentando retirar algunas de sus unidades que han sufrido graves daños¹.

La valoración global de Kiev sobre la ofensiva rusa en el óblast de Járkov es positiva: el frente resistió, el avance ruso se detuvo en cuestión de semanas y las unidades rusas en primera línea durante la ofensiva sufrieron pérdidas de hasta casi el 90% de sus efectivos². Como en Bajmut, el estado mayor ruso sacrificó oleadas enteras de hombres. Algunos de ellos eran refusniks, hombres movilizados que se negaron a luchar y que, en lugar de ser juzgados, fueron enviados a la fuerza al frente³.

Hay varias razones por las que esta ofensiva fue —al menos en parte— un fracaso.

• El mando ucraniano decidió con bastante rapidez trasladar algunas unidades experimentadas del frente a la provincia de Járkov.
• Las deficiencias del mando ruso y del adiestramiento de las fuerzas de Moscú limitaron las posibilidades de transformar este avance en una ofensiva a gran escala⁴.
• La llegada de munición y proyectiles estadounidenses sobre el terreno ha contribuido a reducir la diferencia de potencia de fuego a 1 proyectil ucraniano disparado por cada 5 proyectiles rusos, frente a los aproximadamente 7 a 1 de principios de año⁵.

El ejército ruso sigue teniendo una ventaja numérica significativa y las perspectivas para Ucrania a medio y largo plazo siguen siendo inciertas. Sin embargo, como indican la reciente visita de Putin a Kim Jong-un en Corea del Norte y el acuerdo de asociación entre ambos líderes, la industria rusa por sí sola es incapaz de sostener las necesidades de su ejército a largo plazo.