A pesar del relativo éxito de la primera cumbre, el Reino Unido prosigue sus esfuerzos para situarse a la cabeza de los debates sobre la regulación de la inteligencia artificial (IA), entre Estados Unidos y China, y sigue soñando con «un remedio al enfoque autoritario unilateral de la Unión Europea».

  • Según el Gobierno británico, el principal objetivo de la cumbre es reunir a países y líderes del sector en torno a tres prioridades clave: seguridad, innovación e inclusión1.
  • Se ha invitado a líderes del G7, así como de Singapur y Australia. Está previsto que China participe en la sesión ministerial de la cumbre mañana miércoles 22 de mayo.
  • Francia también ha entrado en la carrera por el liderazgo en la regulación de la IA con los preparativos de su propia cumbre «para la gobernanza global» de la IA, que tendrá lugar a principios de 2025.
  • China también está organizando una conferencia mundial en 2024. La semana pasada también se celebró en Ginebra una reunión entre delegaciones chinas y estadounidenses sobre el tema.
  • El 17 de mayo, el Consejo de Europa adoptó el «primer tratado internacional vinculante» sobre inteligencia artificial2.

En Silicon Valley, dos altos cargos del departamento de riesgos de OpenAI, que abogaban por una ralentización y un análisis en profundidad antes del desarrollo de las próximas generaciones de IA generativa, dimitieron la semana pasada.

  • «Deberíamos dedicar más tiempo a armarnos para las próximas generaciones de modelos, seguridad, control, preparación, seguridad, resiliencia, (super)alineación [de los modelos hacia objetivos definidos y éticos], privacidad, impacto socioeconómico», dijo uno de ellos, Jan Leike, en X.
  • Scarlett Johansson ha acusado hoy al director de OpenAI, Sam Altman, de programar su chatbot con una voz «inquietantemente parecida» a la suya, sin su permiso.
  • En abril, ocho periódicos estadounidenses —entre ellos el New York Times— presentaron una denuncia contra OpenAI y Microsoft por utilizar varios millones de artículos protegidos por derechos de autor para entrenar sus modelos de inteligencia artificial.