Anoche se cerró el espacio aéreo de Níger. En un comunicado, el Conseil national pour la sauvegarde de la patrie (Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria) afirmó que «el despliegue previo para la preparación de la intervención [se había] iniciado en dos países centroafricanos» y que «cualquier Estado implicado será considerado como cobeligerante». El viernes, cuando se definían los contornos de una posible intervención militar, los ejércitos de Senegal y Costa de Marfil se declararon dispuestos a participar.

  • El riesgo de una conflagración regional. Aunque Nigeria es fundamental para cualquier posible intervención militar, ya que cuenta con el mayor ejército de la CEDEAO y comparte 1.500 km de frontera con Níger, el Senado del país pidió el sábado que se siguiera la vía diplomática en lugar de la militar. El Presidente de Argelia afirmó que cualquier intervención sería «una amenaza directa» para su país. Mali y Burkina Faso, ambos gobernados por juntas, firmaron conjuntamente un comunicado publicado el lunes en el que advertían de que «cualquier intervención militar contra Níger equivaldría a una declaración de guerra» contra ambos países1.
  • Recordatorio. El general Abdourahamane Tiani se autoproclamó nuevo líder del país el 28 de julio, dos días después de la detención de Bazoum por la guardia presidencial. El 30 de julio, la CEDEAO cerró las fronteras con Níger.
  • Consecuencias. Níger es un aliado clave en la lucha contra los grupos yihadistas en el Sahel. Si el golpe triunfa, los países dirigidos por los militares se extenderán desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo. Son mucho más proclives a colaborar con Rusia a través del grupo Wagner que con los países occidentales. El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Tajani, ha declarado que «debemos seguir ayudando a Níger o corremos el riesgo de que se incline del lado ruso».