La emisión en el mercado interno ruso de bonos del Estado denominados en yuanes —que podrán adquirirse utilizando la moneda china o rublos— es una idea que lleva gestándose al menos una década. 1 Se está estudiando más seriamente desde 2022, cuando las sanciones y la exclusión de Rusia de muchos mercados occidentales llevaron a sus empresas a comerciar más con China.

  • El volumen del comercio bilateral entre Pekín y Moscú se ha más que duplicado en cinco años, pasando de 620.000 millones de yuanes (75.000 millones de euros) en los primeros diez meses de 2020 a 1,31 billones este año (160.000 millones de euros), según las aduanas chinas.
  • El déficit comercial, que ya existía antes de la invasión de 2022, se ha agravado a favor de Rusia, alimentado por las elevadas exportaciones de productos energéticos y la disminución de las importaciones de automóviles provocada por los aranceles chinos. 2
  • En consecuencia, los exportadores rusos disponen de importantes cantidades de yuanes que el Estado quiere aprovechar para contribuir a la financiación del déficit.

Para Moscú, el interés es doble: estos bonos permitirán obtener liquidez para financiar su déficit presupuestario —que podría alcanzar el 3,5 % del PIB a finales de año, es decir, siete veces más que la cifra estimada a finales de 2024, del 0,5 %— y, al mismo tiempo, reducir su dependencia del dólar y aumentar el uso del yuan en su economía. Al 1 de noviembre, la moneda china representaba el 57 % de los activos del fondo soberano ruso, frente al 31 % en enero de 2022, antes de la invasión a gran escala de Ucrania.

El volumen de las emisiones y las tasas de interés se determinarán «en función de los resultados del proceso de constitución del libro de órdenes», que se abre mañana, martes 2 de diciembre, según el Ministerio de Finanzas. 3 La colocación técnica está prevista para el lunes 8 de diciembre.

  • El anuncio realizado por Moscú el mes pasado sobre la emisión de bonos del Estado en yuanes se produjo después de que el propio ministro de Finanzas, Anton Siluánov, declarara en mayo que «no había ningún proyecto en marcha». 4
  • Esta decisión pudo verse precipitada por la imposición a finales de octubre de sanciones estadounidenses a los gigantes energéticos rusos Rosneft y Lukoil, que entraron en vigor el 21 de noviembre.
  • Fuentes citadas por Reuters estiman que el Ministerio de Finanzas prevé hasta cuatro emisiones por un importe total de hasta 400.000 millones de rublos (4.500 millones de euros), con vencimientos de entre tres y diez años. 5

Para Pekín, esta decisión respalda sus esfuerzos por ampliar el uso del yuan con el fin de convertir su moneda en una alternativa al dólar estadounidense. En octubre, el yuan era la segunda moneda más utilizada del mundo (después del dólar) en los mercados de financiación del comercio, con un volumen de liquidación que representaba el 8,5 % del total de las transacciones. 6