Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara Montaño lograron quedar en cabeza en la primera vuelta de las elecciones presidenciales bolivianas, celebradas el 17 de agosto, gracias a su capacidad para convencer a los votantes que históricamente votaban al Movimiento al Socialismo (MAS).

Esa misma capacidad contribuyó a su victoria ayer, domingo 19 de octubre, tras la segunda vuelta.

  • La distribución de los resultados electorales es similar a la de las elecciones de 2020, en las que resultó elegido Luis Arce.
  • Paz y Arce ganaron seis de los nueve departamentos (La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro, Potosí y Pando) y perdieron tres en los que el MAS solo había podido imponerse en el apogeo de su hegemonía, en 2014: Santa Cruz, Tarija y Beni.
  • Estos resultados también ponen de relieve la persistencia de la división política entre el este y el oeste del país.
  • La ausencia de un llamamiento al boicot por parte de Evo Morales en la segunda vuelta desempeñó un papel decisivo: permitió que el voto nulo volviera a su nivel habitual (4%) y llevó a los votantes que habían votado en blanco en la primera vuelta —el 16% del total de votos— a decantarse por los dos candidatos que seguían en liza, en particular por Rodrigo Paz.
  • Si bien el expresidente sigue contando con un apoyo electoral significativo, parece haber alcanzado su techo.

La campaña para la segunda vuelta se hizo larga y tediosa. Con la composición de la Asamblea Legislativa ya definida, las campañas se enfrascó en disputas personales.

  • Aunque ambos candidatos declararon que pondrían a disposición sus grupos parlamentarios para trabajar en proyectos destinados a responder a la crisis económica, los dos meses que separaron la primera y la segunda vuelta no fueron más que una sucesión de disputas electorales.

Sin embargo, existe un amplio consenso en materia económica, y la composición de la Asamblea da ventaja a Rodrigo Paz.

  • Su partido cuenta con 70 de los 130 diputados y 16 de los 30 senadores.
  • Para la segunda vuelta, Paz se benefició de la experiencia del equipo económico de su antiguo adversario, Samuel Doria Medina: José Gabriel Espinoza se encargó de dar coherencia a la candidatura de Paz.
  • En su primer discurso como presidente, declaró que quería conceder una autonomía sin precedentes al poder legislativo y pidió «tener las manos extendidas al interior de la patria, pero abriendo Bolivia al mundo».
  • Sin embargo, la gobernanza parlamentaria no será su única preocupación y los sectores sociales que le prestaron su apoyo condicional seguramente buscarán formar parte del nuevo Gobierno, al tiempo que exigirán resultados rápidos ante los problemas más urgentes, en particular en lo que respecta a los subsidios a los combustibles.