Vladimir Putin llegó el domingo 31 de agosto a China para una visita inusualmente larga: cuatro días. Hacía casi dos décadas que el presidente ruso no realizaba un viaje tan importante, desde que visitó Estados Unidos en septiembre de 2005 para dirigirse a la tribuna de las Naciones Unidas y reunirse con George W. Bush.

  • Si bien el viaje de Putin a Tianjin y luego a Pekín demuestra la importancia que el Kremlin concede a la asociación entre China y Rusia, también pone de relieve el aislamiento al que se ve sometido Putin desde 2022.
  • Tras participar en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, que finalizó ayer, lunes 1 de septiembre, el líder ruso participará hoy en una reunión trilateral con sus homólogos mongol y chino.
  • Mañana miércoles 3 asistirá al desfile militar organizado por Xi Jinping en la plaza de Tian’anmen para celebrar el fin de la Segunda Guerra Mundial, tras la capitulación de Japón.

Putin es un presidente que viaja mucho al extranjero. En 2001, poco después de su llegada al poder, pasó 67 días fuera del país, lo que supone casi una quinta parte del año. Sin embargo, desde 2022, Putin pasa más tiempo en Rusia. Sus desplazamientos también se ven limitados por la orden emitida en marzo de 2023 por la Corte Penal Internacional (CPI), que le obligó a cancelar su participación en la cumbre de los BRICS en Johannesburgo.

Desde febrero de 2022, Putin no ha visitado ningún país occidental, salvo Estados Unidos para la cumbre de Anchorage.

  • Sin embargo, sigue viajando una vez al año a China y viaja regularmente a Bielorrusia, así como a las antiguas repúblicas comunistas de Asia Central y al Golfo (Arabia Saudí y Emiratos).
  • De una media de 16 viajes al año entre 2012 y 2021, Putin sólo realiza una media de 7 viajes al año desde 2022.
  • La duración media de estas visitas ha aumentado desde la invasión a gran escala de Ucrania. Ha pasado de una media de un día por visita en 2021 a 2,3 este año.

Putin se reúne hoy con muchos menos líderes que en sus dos primeras décadas en el poder. Sin embargo, ha desarrollado relaciones de proximidad con varios líderes, como Xi, con quien se reúne en Tianjin por 55ª vez, o Lukashenko, en el poder desde 1994, con quien ha participado en un centenar de reuniones públicas.