Los BRICS+ muestran una división entre dos bloques frente a la operación estadounidense en Irán, lanzada en la noche del 21 al 22 de junio: uno que condena firmemente el ataque (Irán, China, Rusia y Brasil) y otro que pide la desescalada sin tomar claramente partido por Washington o Teherán (India, Sudáfrica, Egipto y Emiratos Árabes Unidos).

  • Etiopía e Indonesia, dos países con algunas de las poblaciones musulmanas más importantes del mundo, aún no han reaccionado a través de los canales oficiales.
  • Yakarta había condenado los ataques israelíes contra Irán en el marco de la operación Am Kalavi, y el ministro de Asuntos Exteriores, Sugiono, había denunciado el «desprecio israelí por la paz y la estabilidad regional».
  • El Gobierno indonesio había iniciado el viernes 20 de junio, pocas horas antes de los ataques estadounidenses, la repatriación de sus ciudadanos residentes en Irán.

La posición de Rusia, que «condenó firmemente los ataques estadounidenses» y denunció una «flagrante violación del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de las resoluciones pertinentes de su Consejo de Seguridad», se traduce en un apoyo retórico que, sin embargo, parece presagiar un abandono de Teherán, a pesar del acuerdo estratégico bilateral firmado en enero, pocos días antes de la toma de posesión de Trump.

  • En un discurso pronunciado el viernes 20 de junio en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Putin ofreció una lectura «realista» de la posición estratégica rusa.
  • Por lo tanto, no cabe esperar ningún apoyo militar a Teherán, ya que Moscú no puede permitirse abrir un nuevo frente contra Israel y Estados Unidos debido al enorme compromiso de su ejército en Ucrania y a su fragilidad económica.

Por temor a ser atacados por Trump y a las posibles consecuencias para sus relaciones bilaterales, en particular en materia de aranceles, Egipto, los Emiratos, la India y Sudáfrica han publicado comunicados o transmitido comentarios a través de la prensa en los que expresan su «profunda preocupación» por la intervención militar estadounidense en Irán. Pretoria, en particular, «tomó nota con gran inquietud» de la decisión de Trump y pidió, como es habitual, una «resolución pacífica».

  • Irán es miembro de los BRICS+ desde el 1 de enero de 2024.
  • Teherán se unió así al grupo —que representa el 36% del PIB y el 45% de la población mundial— durante la primera ampliación decidida en la Cumbre de Johannesburgo, en el verano de 2023.
  • Esta ampliación, que inicialmente debía incluir a Argentina y Arabia Saudí, reforzaba la dimensión antioccidental de los BRICS y recordaba el papel cada vez más importante que China desea desempeñar en la diplomacia de Oriente Medio.
  • Al incluir en este grupo, que pretende rivalizar con el G7, a un país sancionado y condenado al ostracismo por la comunidad internacional, los miembros de los BRICS refuerzan su oposición al sistema internacional dominado por Estados Unidos y al orden surgido tras la Segunda Guerra Mundial.