Los servicios y el ejército israelíes han llevado a cabo una operación coordinada sin precedentes, bautizada como «Im KeLavi», dirigida contra infraestructuras estratégicas iraníes en el corazón mismo del territorio.

Según una fuente de seguridad publicada por un medio de comunicación israelí serio que respeta la censura militar, la operación «Im KeLavi» requirió «un pensamiento innovador, una planificación audaz y una ejecución quirúrgica con ayuda de tecnologías avanzadas, fuerzas especiales y agentes que operaban en pleno corazón de Irán, eludiendo por completo a los servicios de inteligencia locales» 1.

En el centro de la operación: una estrecha cooperación entre el Mossad y Tsahal que permitió preparar expedientes de inteligencia que condujeron a la eliminación selectiva de altos responsables del sistema de seguridad iraní y de científicos nucleares clave.

  • Una lista de asesinatos elaborada por los servicios de inteligencia permitió atacar, casi simultáneamente, a decenas de responsables de seguridad y científicos iraníes.
  • Según la fuente israelí, todos ellos fueron atacados desde el aire.

Paralelamente, se llevó a cabo una campaña secreta para atacar la capacidad de misiles estratégicos de Irán y sus sistemas de defensa aérea, lo que permitió a la aviación israelí atacar en profundidad el territorio iraní, tras una incursión sin precedentes en suelo iraní.

Esta campaña, planeada desde hace mucho tiempo, se habría desarrollado según tres ejes operativos:

  • Despliegue de armamento de precisión en territorio iraní. Comandos del Mossad desplegaron con antelación sistemas de armas de alta precisión en zonas accesibles cercanas a baterías de misiles tierra-aire iraníes. Tan pronto como se inició la operación, estos sistemas se activaron y lanzaron misiles simultáneamente con la máxima precisión.
  • Neutralización de las defensas aéreas desde territorio iraní. Paralelamente, se utilizaron sistemas de ataque ocultos a bordo de vehículos introducidos clandestinamente en Irán para atacar las defensas antiaéreas iraníes. Según las autoridades israelíes, estos ataques las neutralizaron por completo, abriendo así el espacio aéreo a los aviones de combate israelíes.
  • Al igual que en la operación ucraniana «Telaraña», el Mossad reivindica los ataques con drones lanzados desde el interior del país. Varios meses antes del asalto, el Mossad había establecido una base secreta de drones explosivos cerca de Teherán. Estos drones se activaron durante la noche de la operación y apuntaron a rampas de lanzamiento de misiles tierra-tierra situadas, en particular, en la base de Asfajabad, considerada una de las principales amenazas estratégicas para Israel.

Cabe señalar que, si bien el programa nuclear y las instituciones militares iraníes han sido blanco de ataques al más alto nivel, las instituciones políticas se han salvado por el momento.

  • Según la fuente de seguridad, Israel ha perdonado a los líderes políticos iraníes en esta fase, pero se estaría preparando para otras oleadas de ataques, en particular contra milicias proiraníes en Siria e Irak, con el fin de reducir aún más todas las palancas regionales de un régimen cada vez más acorralado.