La moneda rusa alcanzó ayer, lunes 21 de abril, el umbral de los 81 rublos por dólar, su nivel más alto desde mayo de 2023.

  • Desde principios de año, el rublo se ha apreciado un 38% frente al dólar, superando incluso al oro (+23%).

Este aumento refleja en parte las expectativas de los inversores sobre una posible flexibilización de las sanciones contra Moscú.

  • De hecho, Estados Unidos se mostraría favorable a levantar las medidas restrictivas en caso de un alto el fuego duradero.
  • Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos se alinea sistemáticamente con Rusia en las votaciones de las Naciones Unidas.

Sin embargo, si la moneda rusa se fortalece, varios fundamentos económicos se debilitan, lo que contribuye a la inestabilidad de la economía del país.

  • La apreciación del rublo, muy por encima del tipo de cambio previsto en el presupuesto de 2025 (96,5 ₽/$), aumenta el déficit.
  • Junto con la caída del precio del petróleo, la apreciación de la moneda reduce los ingresos por exportaciones, lo que debilita la capacidad del Estado para financiar sus gastos militares y sociales.
  • El presupuesto ruso preveía un precio del crudo Urals de 69,7 dólares por barril. A principios de abril, este alcanzó su nivel más bajo desde 2023, en torno a los 53 dólares por barril.
  • En febrero, el Ministerio de Finanzas ya indicaba que revisaba a la baja sus previsiones y esperaba que el precio medio del petróleo en 2025 se situara más cerca de los 60 dólares, lo que supondría un aumento del déficit del 1%.
  • Según las estimaciones del Raiffeisenbank, el presupuesto perdería así 1.900 millones de rublos en ingresos relacionados con las materias primas y, si el precio del Brent cayera a 45 dólares, cerca de 3.000 millones 1.
  • Si el precio del petróleo se mantuviera por debajo de los 50 dólares, el Ministerio de Finanzas tendría que empezar a congelar el presupuesto, limitando sus gastos 2.
  • Cabe señalar que un rublo demasiado fuerte perjudica la competitividad de los exportadores rusos, cuyos ingresos en divisas se erosionan al convertirse, lo que debilita especialmente al sector energético.

Este tenso contexto reaviva los desacuerdos entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central sobre la prórroga de la obligación de convertir los ingresos en divisas por parte de los exportadores, una medida que expira el 30 de abril.

  • Mientras que el Gobierno lo ve como una palanca para estabilizar el rublo, el Banco Central considera que su impacto sigue siendo limitado frente a los efectos de la política monetaria 3.

A pesar de la nueva subida del rublo y de los elevados tipos de interés, la inflación en Rusia aumentó un 0,65% en términos intermensuales (frente al 0,81% en febrero y el 1,23% en enero) y un 10,3% en términos interanuales, muy por encima del objetivo del 4%.

  • Este viernes 25 de abril, se espera que el Banco Central de Rusia mantenga sus tipos de interés oficiales sin cambios en el 21%.