El 1 de noviembre de 2024, el alero de la estación de tren de Novi Sad, la segunda ciudad de Serbia situada a unos cincuenta kilómetros al noroeste de Belgrado, se derrumbó, provocando la muerte de 15 personas. Esta catástrofe dio lugar al inicio de una masiva ola de manifestaciones que denunciaban la corrupción del gobierno, su negligencia en el cumplimiento de las normas de seguridad y la concesión preferencial de contratos de obras públicas, en este caso otorgados sin licitación a un consorcio chino.
- Según datos de ACLED, el movimiento ha organizado más de 1.160 manifestaciones en Serbia desde noviembre de 2024, y no ha dejado de crecer desde entonces. A principios de febrero, se habían producido concentraciones en más de 200 ciudades del país.
- Así, la movilización ha adquirido sin duda una dimensión nacional, afectando tanto a nueve de las diez ciudades más grandes del país —que agrupan al 46% de la población total— como a localidades de unos pocos miles o incluso cientos de habitantes.
Los organizadores presentan la manifestación prevista para hoy, sábado 15 de marzo, como la más importante organizada hasta la fecha, y podría convertirse en la más importante de la historia del país. Desde principios de semana, los medios de comunicación cercanos al poder intentan presentar la protesta como una búsqueda de «guerra civil» y la destitución de Vučić. Por su parte, el presidente denunció una «estrategia orquestada por Occidente» para derrocarlo.
Los organizadores ya han anunciado que se prevén nuevas manifestaciones después de las del 15 de marzo, lo que demuestra tanto la resistencia de la protesta como la incapacidad de Vučić para satisfacer las demandas de los manifestantes.
- El presidente serbio se ha negado a dimitir, declarando que sólo abandonará el poder «si [los manifestantes] me matan». También se ha opuesto a la formación de un gobierno de transición que tendría la responsabilidad de organizar elecciones en los próximos seis meses.
- Si bien el gobierno ha indicado que está dispuesto a hacer ciertas concesiones, en particular un aumento del presupuesto dedicado a la educación, así como un proyecto de ley para ratificar los préstamos garantizados por el Estado para proyectos de infraestructura, su implementación ha sido bloqueada por los diputados de la oposición, que interrumpieron una sesión parlamentaria el 4 de marzo lanzando granadas de humo al hemiciclo.
- Estos denunciaron el intento de aprobación de nuevas leyes por parte de un gobierno cuyo primer ministro, Miloš Vučević, ha dimitido. El parlamento debía votar ese mismo día para confirmar su dimisión, anunciada el 28 de enero.
Los riesgos de desbordamiento y violencia parecen ser mayores hoy que en los movimientos anteriores. Desde hace varios días, partidarios leales al presidente acampan en la capital antes de la manifestación, entre los que se encuentran exparamilitares acusados de haber cometido crímenes de guerra en la década de 1990.