Desde el lunes 20 de enero, Trump ha ampliado considerablemente los poderes de que disponen las autoridades federales para arrestar, detener y deportar a inmigrantes ilegales. En la última semana, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (ICE) anunció que había detenido a más de 3.500 personas, una media diaria un 64% superior a la de 2024, bajo la administración Biden 1.
- En los últimos días se han producido redadas llevadas a cabo por diversas agencias (ICE, DEA, FBI, etc.) en al menos diez grandes ciudades estadounidenses, entre ellas Chicago, Miami y Nueva York, supervisadas por el nuevo «zar de la frontera» Tom Homan.
- El 20 de enero, Trump declaró una «emergencia nacional» en la frontera sur con el fin de utilizar los fondos asignados a las actividades del Departamento de Defensa para construir nuevas infraestructuras, en particular el «muro», en la frontera con México.
- Al día siguiente, el Departamento de Seguridad Nacional puso fin a las directrices vigentes bajo el mandato de Biden, que impedían a las autoridades efectuar detenciones en lugares «sensibles» y sus alrededores, como iglesias y escuelas 2.
Durante la campaña, Trump prometió llevar a cabo la «mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos» deportando a millones de inmigrantes ilegales —es decir, hasta 11 millones de personas—. Además de los obstáculos materiales, financieros y jurídicos que complicarían la deportación de todas estas personas, es probable que el plan de Trump y sus aliados también perjudique a la economía estadounidense y contribuya a un aumento de la inflación.
- Los trabajadores ilegales son esenciales para varios sectores económicos, como la agricultura: en 2022, casi la mitad de los trabajadores agrícolas del país no tenían la ciudadanía estadounidense ni autorización para trabajar legalmente.
- Casi un tercio de quienes trabajan en la construcción de edificios son también trabajadores inmigrantes. Su deportación podría provocar una caída del número de viviendas que salen al mercado —que se ha reducido a la mitad desde 2006— y sostener así el encarecimiento de la compra y el alquiler que Trump ha prometido atajar.
- Según datos del Pew Research Center, más de 8 millones de estos inmigrantes irregulares tienen un empleo o lo buscan activamente, lo que representa casi el 5% de la mano de obra total del país 3.
Más allá del carácter inflacionista de una operación de este tipo, el plan de Trump también podría toparse con problemas logísticos y financieros. Según el Consejo Americano de Inmigración, incluso a un ritmo de deportación de un millón de personas al año —lo que parece imposible en la actualidad—, llevaría más de diez años y costaría 88.000 millones de dólares al año (casi cuatro veces el presupuesto de la NASA), lo que supondría un coste total de 967.900 millones de dólares 4. En 2019, bajo la administración Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos había deportado a un total de 267.000 inmigrantes indocumentados, un máximo para su primer mandato. En el año 2024, para la administración demócrata esta cifra se sitúa en 271.484.
Notas al pie
- U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) Fiscal Year 2024 Annual Report, 19 de diciembre de 2024.
- Statement from a DHS Spokesperson on Directives Expanding Law Enforcement and Ending the Abuse of Humanitarian Parole, U.S. Department of Homeland Security, 21 de enero de 2025.
- effrey S. Passel y Jens Manuel Krogstad, What we know about unauthorized immigrants living in the U.S., Pew Research Center, 22 de julio de 2024.
- American Immigration Council, Mass Deportation Devastating Costs to America, Its Budget and Economy, 2 de octubre de 2024.