Con vientos de más de 220 kilómetros por hora, el ciclón Chido, que atravesó la isla de Mayotte el sábado 14 de diciembre, fue el más potente medido en más de 90 años. Una semana después del paso del ciclón, el balance oficial es de 31 muertos y más de 1.400 heridos. Sin embargo, esta cifra podría aumentar a medida que se retiren los escombros.

  • Un reportaje de Réunion la 1re difundido el jueves 19 cifraba el número de muertos en 60.000, «una estimación que circula actualmente entre los socorristas desplegados en Mayotte». Desde entonces se ha suprimido.

Emmanuel Macron llegó a la isla ayer, jueves 19 de diciembre.

  • Ayer se declaró el estado de «catástrofe natural excepcional» en toda Mayotte. Un decreto también ha congelado los precios del agua, los bienes de consumo y otros productos a sus niveles del 13 de diciembre 1.
  • Los análisis de imágenes por satélite realizados por el servicio europeo de emergencias Copernicus indican que casi el 56% de los edificios de la costa noreste de la isla, que estaba en la trayectoria del ciclón, quedaron destruidos o dañados por Chido 2.
  • Más de dos tercios de los supermercados de Mamoudzou, capital del departamento con más de 70.000 habitantes, quedaron destruidos, al igual que un tercio de las escuelas 3.

El Jefe de Estado anunció que prolongaría un día su visita a la isla para visitar pueblos aislados del interior, también afectados por el ciclón. El Presidente francés anunció que el restablecimiento del suministro de agua y electricidad figuraba entre las prioridades del Elíseo: el 80% de la red eléctrica está cortada.

  • La trayectoria este-oeste de Chido fue el principal factor que hizo que el ciclón fuera especialmente destructivo. El servicio Météo-France señala que en la cuenca de Mayotte se observan de media cada año tres fenómenos de intensidad equivalente a Chido 4.
  • El Ministerio del Interior francés estima que más del 70% de los habitantes de la isla se vieron «gravemente afectados» por el ciclón. El gran número de personas que viven ilegalmente en la isla también dificulta la identificación de las víctimas. La mayoría vive en los barrios de chabolas de la isla, completamente destruidos por el ciclón.