De toda la longitud de la línea del frente (unos 1.000 kilómetros), el óblast de Jersón, en el oeste del país, ha sido sin duda la menos activa desde finales de 2022, tras la retirada de las tropas rusas de la capital regional en noviembre. Desde hace casi dos años, los dos ejércitos están separados por el río Dniéper, al sur de la ciudad de Zaporiyia.

  • El Dniéper actúa como línea divisoria natural. La mayor parte de las orillas del río son difíciles de cruzar, o incluso pantanosas, lo que hace muy difícil lanzar asaltos sin exponerse al fuego.
  • El pasado mes de julio, tras haber logrado establecer una cabeza de puente en otoño de 2023, el ejército ucraniano se vio obligado a retirarse de la orilla oriental del Dniéper, en torno a la ciudad de Krynky, al noreste de Jersón.
  • Los dos ejércitos también disponen de amplios recursos de vigilancia y reconocimiento, lo que limita cualquier intento de ruptura.

Sin embargo, desde hace más de una semana, las fuerzas rusas han intensificado sus operaciones, lanzando asaltos contra las islas controladas por los ucranianos en el cauce del río desde pequeños grupos. Según el portavoz ucraniano de las Fuerzas de Defensa del Sur, Vladislav Volochyn, ahora se producen entre 5 y 7 enfrentamientos diarios, una cifra muy baja en comparación con el frente de Donetsk, pero que marca una ruptura con respecto a meses anteriores1.

En una escala más macro, en las últimas semanas se han visto lo que parecen ser intentos del ejército ruso de reactivar ciertos sectores del frente.

  • En el óblast de Zaporiyia, al este de Jersón, fuentes militares ucranianas advierten de una concentración de tropas rusas cerca de Robotyne que podría dar lugar a un nuevo esfuerzo ofensivo en el frente sur.
  • Más al oeste, las infraestructuras portuarias parecen ser cada vez más el blanco de los ataques rusos destinados a dañar la economía ucraniana y su capacidad de exportación. El 11 de septiembre, un mercante civil fue alcanzado por un misil ruso mientras navegaba por el Mar Negro, por primera vez desde febrero de 2022.
  • Por último, Moscú está concentrando equipos —en particular embarcaciones fluviales— en el Kimburn Spit, un brazo de tierra de unas decenas de metros de ancho en su extremo situado frente a Ochakiv, una pequeña ciudad controlada por Ucrania en el sur del óblast de Mykolayev2.

Es poco probable que la aparente intensificación de la actividad rusa en la península de Kimburn y en los alrededores del Dniéper se traduzca en una operación ofensiva de envergadura a corto plazo.

  • Sin embargo, Moscú podría poner a prueba las defensas ucranianas para encontrar puntos débiles que explotar en las próximas semanas y meses.
  • Kiev y Moscú están empeñados en una guerra de desgaste y en alargar el frente para obligar al enemigo a dividir sus recursos: en Járkov para los rusos, en Kursk para los ucranianos.