¿Qué puede hacer todavía Ucrania en Kursk?

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Cuando Kiev decidió lanzar su invasión del óblast fronterizo ruso de Kursk a principios de agosto, la situación en el frente era desfavorable para el ejército ucraniano. Unos meses antes, se había retirado de Avdivka, en el óblast de Donetsk, y en julio se vio obligado a abandonar una cabeza de puente establecida durante nueve meses en la orilla oriental del Dniéper. Hacia Pokrovsk y Toretsk, las líneas ucranianas retrocedían día a día.

Dos meses después del lanzamiento de la incursión de Kursk, el ejército ucraniano sigue en una mala posición, potencialmente agravada por la asignación de importantes recursos para seguir defendiendo su enclave en territorio ruso.

• Aunque hay pocas pruebas que sugieran que la incursión ucraniana en Kursk condujera directamente a la aceleración del desmantelamiento del frente ucraniano en el este del país, las evidencias sugieren que Moscú realizó sus avances más significativos en el periodo comprendido entre mediados de agosto y mediados de septiembre.
• En septiembre, el ejército ruso avanzó 468 km² en Ucrania, lo que supone una aceleración del 33% respecto a agosto (351 km²). Moscú no había experimentado un avance tan rápido desde hacía dos años y medio, y ahora ocupa el 17,87% de Ucrania (+10,82% desde el lanzamiento de la invasión en febrero de 2022).
• Al mismo tiempo, la bolsa controlada por Kiev en Kursk se ha reducido en más de un 40% desde el final del verano, pasando de 1.320 km² controlados por el ejército ucraniano el 23 de agosto a 775,46 km² el domingo 6 de octubre.

Volodímir Zelenski sigue describiendo las operaciones de Kursk como «una fase muy importante de la guerra [que] ha ayudado y sigue ayudando mucho a nuestro país»¹. El Presidente ucraniano cree que, al haber logrado lanzar una gran ofensiva a pesar de las dificultades a las que se enfrentó su ejército, los partidarios internacionales de Kiev recuperarán la confianza en la capacidad de Ucrania para hacer frente a Rusia y, posiblemente, hacer retroceder a sus tropas. El establecimiento de una «zona tampón» en territorio ruso tiene también por objeto impedir futuros ataques rusos contra Sumy.

Al invadir Rusia —por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial— Ucrania ha hecho añicos el «ingenuo e ilusorio concepto de las llamadas líneas rojas en relación con Rusia», según Zelenski. Sin embargo, su ejército se ve ahora obligado a luchar en un nuevo frente, ya que lleva meses retrocediendo en el Donbass.

• A finales de agosto, la inteligencia ucraniana estimó que el mando ruso se había visto obligado a transferir unos 30.000 combatientes del frente al óblast de Kursk². Esta cifra se acerca ahora a los 40.000.
• La magnitud del choque parece haber sido tal para Moscú que el ejército lituano también ha observado una «reducción perceptible de las fuerzas terrestres rusas en Kaliningrado»³.

• Para el ejército ucraniano, los costes también son muy significativos. El analista que contribuye al proyecto Oryx, Naalsio, contabilizó el 1 de octubre la pérdida de 202 piezas de material ucraniano (tanques, vehículos blindados, artillería, etc.) en Kursk, frente a las 134 de Rusia⁴.
• El Ministerio de Defensa ruso estima que 20.800 combatientes ucranianos han resultado heridos o muertos en el oblast desde principios de agosto (aunque esta cifra es sin duda una sobreestimación)⁵.

Las fuerzas ucranianas han resistido en Kursk desde la contraofensiva lanzada por Moscú en septiembre, y ahora parece improbable que el ejército ruso consiga expulsar completamente a los ucranianos del óblast para finales de octubre, de acuerdo con sus objetivos. Kiev parece enfrentarse ahora a una disyuntiva: mantener una presencia militar en Kursk, a riesgo de permitir un avance ruso más rápido a lo largo de la línea del frente, o reorientar sus recursos hacia la defensa de las líneas de defensa en torno a Pokrovsk, Chassiv Yar y Toretsk.