Moscú quiere expulsar a las fuerzas ucranianas de Kursk de aquí a finales de octubre

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El martes 10 de septiembre, el ejército ruso lanzó una operación para recuperar el territorio que había perdido en favor de Ucrania tras su avance a principios de agosto. En el espacio de una semana, Moscú ha reconquistado 370 km² de su territorio y ha hecho retroceder a las fuerzas ucranianas varios kilómetros hasta la orilla oriental del río Seim.

El portavoz de la administración militar ucraniana en la región de Járkov, Oleksiy Dmitrashkivskyi, declaró el miércoles 18 de septiembre que el mando ucraniano había logrado detener la contraofensiva rusa en Kursk¹.

• En el frente, la situación sigue siendo muy dinámica. Las fuerzas rusas han ganado terreno al este de Snagost y Viktorovka en los últimos días, mientras que los ucranianos avanzaron ayer hacia Glushkovsky.
• El Institute for the Study of War aún no ha observado ninguna «operación a gran escala» que pueda indicar que Moscú ha «iniciado una contraofensiva concertada a gran escala destinada a expulsar completamente a las fuerzas ucranianas del óblast de Kursk»².
• Los combates reflejan la composición de las fuerzas rusas enviadas a Kursk para hacer retroceder a las fuerzas ucranianas: unidades en su mayoría inexpertas formadas principalmente por reclutas e irregulares apoyadas por unos pocos elementos de unidades más curtidas en combate.

Kiev cree que el mando ruso pretende duplicar el número de combatientes que tiene en Kursk —de unos 35-40.000 a 60-70.000— antes de lanzar su contraofensiva para expulsar a las fuerzas ucranianas del territorio ruso. Según fuentes militares rusas, esta concentración debería tener lugar en las próximas semanas, con el objetivo de capturar toda la región a mediados de octubre³.

• El hecho de que el ejército ruso haya reducido el ritmo de construcción de fortificaciones (vallas y trincheras en particular) desde principios de mes puede sugerir que Moscú no espera que Kiev intente avanzar más profundamente en el óblast.
• La extensión del dispositivo ucraniano supondría un alto riesgo de cortar o al menos interrumpir las líneas de suministro ucranianas y de quedar atrapados en un movimiento de pinza.
• Además, la llegada del otoño y luego del invierno dificultará la capacidad de Kiev para ocultar la posición de sus tropas y equipos. Para el mando ucraniano, la ausencia de la red de satélites Starlink en territorio ruso es también una desventaja.

En este momento es difícil determinar si Kiev podrá desplazar suficientes tropas de otras partes del frente para reforzar su ejército y repeler una ofensiva rusa en las próximas semanas. Volodímir Zelenski considera que la presencia militar ucraniana en territorio ruso es fundamental tanto por razones políticas como militares. Según el Presidente ucraniano, la incursión de Kursk ha llevado al ejército ruso a reducir considerablemente sus disparos de artillería en el Donbass: de 12 a 1, la proporción se ha reducido ahora a 2,5 a 1 a favor de Rusia⁴.