El miércoles 11 de septiembre, un carguero mercante turco con bandera de San Cristóbal y Nieves, el MV Aya, fue alcanzado por un misil de crucero antibuque ruso Kh-22 disparado desde un bombardero estratégico Tu-22M1. En ese momento, el buque se encontraba en la zona económica exclusiva de Rumanía, a unos treinta kilómetros de la costa.

  • Es la primera vez desde febrero de 2022 que un mercante civil es alcanzado por un misil ruso mientras navega por el Mar Negro.
  • En noviembre de 2023, un carguero liberiano fue alcanzado por un misil antirradar X-31P mientras estaba atracado en el puerto de Pivdenny. Sin embargo, el disparo probablemente iba dirigido contra la infraestructura portuaria, que suele ser objetivo de ataques rusos.
  • Según Volodímir Zelenski, el ataque no causó víctimas. El barco sufrió graves daños, pero no se hundió2.

Aunque varios buques que transportaban grano ucraniano en el Mar Negro han sido alcanzados por minas marinas rusas desde febrero de 2022, un ataque directo contra un buque civil es la primera vez que ocurre en dos años y medio. Moscú no ha dado este paso desde el inicio de la invasión, presumiblemente para evitar una mayor escalada.

  • Este ataque forma parte claramente de un esfuerzo más amplio por disuadir a los armadores de utilizar el corredor de cereales, que hasta ahora se consideraba seguro3.
  • Las exportaciones de grano son vitales para la economía ucraniana. En abril, finalmente volvieron a los niveles de antes de la guerra.
  • En aquel momento, el gobierno ucraniano atribuyó la reanudación del comercio en el Mar Negro a cuatro factores: la apertura de un corredor alternativo en el verano de 2023, la reducción del coste de los seguros de carga, el plan de acción «Solidarity Lanes» lanzado en mayo de 2022 y la mejora de las condiciones de exportación por ferrocarril a los puertos del Danubio.

Rumanía condenó el ataque ruso, describiéndolo como «una escalada sin precedentes de las acciones de Rusia en su guerra ilegal e injustificada contra Ucrania»4. Sin embargo, es poco probable que el ataque provoque una reacción enérgica de la Unión Europea o de la OTAN: drones o restos de proyectiles rusos ya se han estrellado en territorio rumano y, más recientemente, en Letonia, violando el territorio de países miembros de la Alianza Atlántica.

En el frente, el ejército ucraniano sigue retrocediendo en el Donbass y ahora en el óblast ruso de Kursk, donde Moscú lanzó un contraataque a principios de esta semana. El Ministerio de Defensa ruso afirma haber recuperado el control de una decena de ciudades capturadas por las fuerzas ucranianas en agosto.

Notas al pie
  1. HI Sutton, « Civilian Grain Ship Hit By Russian Kh-22 Missile In Black Sea », Naval News, 12 de septiembre de 2024.
  2. Publicación de Volodímir Zelenski en X (Twitter), 12 de septiembre de 2024.
  3. Angelica Evans, Riley Bailey, Davit Gasparyan, Grace Mappes, Haley Zehrung, Katherine Wells y Karolina Hird, Russian Offensive Campaign Assessment, September 12, 2024, Institute for the Study of War.
  4. Comunicado de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores rumano, 13 de septiembre de 2024.