Esta mañana, los mercados reaccionaron inicialmente de forma ligeramente negativa a los resultados de las elecciones legislativas francesas, que dieron el primer puesto a la coalición de izquierdas, el Nouveau Front populaire (NFP), cuya primera fuerza es La France insoumise (LFI), por delante de Ensemble y sobre todo por delante de Rassemblement national.

Por lo que se refiere al CAC 40, la apertura registró:

  • Una caída general del 0,5%, con respecto al cierre del viernes. Esta caída en París contrastó, por ejemplo, con el crecimiento relativo del DAX alemán (+0,2%). Sin embargo, fue mucho menor que la caída de casi el 2% observada tras el anuncio de la disolución el 9 de junio1.
  • Descenso en el sector bancario: las acciones de BNP Paribas cayeron un 1,0% en la apertura, las de Crédit Agricole un 0,8% y las de Société Générale un 0,9%.
  • El descenso en la apertura afectó en general a la mayoría de las grandes empresas francesas, como Total Energies (-0,8%) y LVMH (-0,7%).

Sin embargo, el CAC 40 ya parece recuperarse. A las 10.00 horas, se situaba en 7.711 puntos, un 0,5% más que los 7.668 del viernes a las 17.30 horas.

Estas reacciones negativas iniciales son bastante típicas de los mercados cuando la izquierda vence a la derecha en las elecciones, pero no parecen ser tan masivas, sobre todo porque la tendencia alcista parece estar volviendo.

  • Recordemos que en 1981, al día siguiente de que François Mitterrand ganara las elecciones presidenciales, la Bolsa de París tuvo que abrir con media hora de retraso: había tantas órdenes de venta de activos que no se podían mostrar los valores de las acciones de varias empresas. Los pocos valores que cotizaban cayeron entre un 7% y un 12%, antes de una segunda caída del 12% al día siguiente.
  • Más recientemente, en España, en junio de 2018, el Ibex 35 (principal índice de la Bolsa de Madrid) cayó un 1,76% tras la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, que llevó al poder al socialista Pedro Sánchez2.

Tampoco ha habido grandes novedades macroeconómicas en el diferencial, es decir, la diferencia entre los rendimientos de la deuda pública francesa y alemana a 10 años, indicador clave del riesgo de crédito de Francia. Este lunes por la mañana se mantiene en 67,9 puntos básicos, al igual que el viernes.

¿Cómo interpretarlo? Desde el inicio de esta campaña electoral, los mercados han preferido a Bardella frente a Mélenchon. El Grand Continent pudo consultar los escenarios previstos por varias de las principales instituciones financieras, que convergían casi siempre hacia la misma conclusión:

  • El peor escenario era el de una mayoría —absoluta o relativa— con los colores del Nouveau Front populaire (NFP).
  • Le siguen los escenarios con mayoría de Rassemblement National (RN).
  • Por último, los escenarios preferidos parecían ser una mayoría absoluta de Ensemble o un bloqueo político.

La reacción negativa pero muy moderada de los mercados en la apertura mostró su preocupación por la victoria (relativa) de la izquierda. Pero como no saben quién será el Primer Ministro, qué lugar ocupará France insoumise en los acuerdos y si realmente habrá una mayoría de coalición, su reacción sigue siendo tímida y atenta, y parece que la confianza está volviendo.

Reuters estudió varias reacciones de analistas de mercado el domingo por la noche, que iban desde «tenemos que esperar y ver qué pasa en cuanto a los intentos de formar gobierno y las negociaciones que intentarán tener lugar en las próximas semanas» (Lee Hardman) hasta «otras opciones podrían ser menos negativas para los activos franceses. En primer lugar, un primer ministro socialista, que tendría la oportunidad de trabajar en cooperación con el presidente Macron» (Kathleen Brooks)3.

Si las fuerzas políticas no logran sugerir un Primer Ministro creíble al Presidente de la República y luego a la representación nacional, y si como resultado las próximas semanas exponen más explícitamente una Cámara Baja muy dividida, hay muchas posibilidades de que los mercados repunten ligeramente.

  • La inestabilidad es su escenario preferido porque obliga a los partidos a transigir y evita grandes reformas económicas, pero es una visión muy cortoplacista, casi insostenible, que con el tiempo podría desencadenar más incertidumbre a medio plazo.
  • Si no ha habido clarificación política en la Asamblea, tampoco parece que la haya habido en los mercados.