Andrei Nastasin, director adjunto del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, declaró en rueda de prensa el miércoles 3 de julio que «el pueblo francés quiere una política exterior soberana que sirva a sus intereses nacionales y rompa con el dictado de Washington y Bruselas»1.

  • Su declaración iba acompañada en el post del Ministerio de Asuntos Exteriores en X de una foto de Marine Le Pen la noche de la primera vuelta de las elecciones legislativas y de la frase: «Los dirigentes franceses no podrán ignorar estos cambios profundos en la actitud de la gran mayoría de los ciudadanos».
  • Vinculando el voto a la postura francesa y europea sobre la guerra de Rusia en Ucrania, Nastasin añade que «la primera vuelta, así como las elecciones europeas de junio, no pueden considerarse otra cosa que un voto de desconfianza de los franceses en las autoridades actuales, incluida la política exterior oficial de París».

Desde hace varias semanas, estudiamos los mensajes enviados en las redes rusas como VKontakte y Telegram por los principales productores de doctrina del dispositivo Putin, constatando una doble dinámica.

  • Una tendencia general a la discreción, que parecía ser fruto de una estrategia bien pensada: el actual ascenso de Reagrupación Nacional implica una estrategia para ganarse a las élites administrativas y económicas.
  • Dado que una relación demasiado estrecha con Rusia podría frenar su impulso, cabía esperar que Moscú se contuviera hasta después de la votación y la eventual formación de un gobierno.
  • Sin embargo, hubo señales débiles de un alejamiento de la línea adoptada por Jordan Bardella, que ha llegado a apoyar a Ucrania en varias ocasiones en las últimas semanas, rompiendo con la línea histórica de Marine Le Pen.
  • Antes de la declaración de hoy, había una relativa neutralidad sin apoyo directo de Reagrupación Nacional. El 11 de junio, el portavoz del Kremlin declaró: «Primero debemos esperar a los resultados de las elecciones, y luego intentar analizar la situación de una forma u otra»2.
  • A principios de junio, las declaraciones de Vladimir Putin, difundidas por sus propagandistas, eran más vagas, aunque sugerían una voluntad de cooperación con Francia: «Siempre tenemos las puertas abiertas para negociar»3.

Esta posición oficial destinada a circular en Francia —la publicación del Ministerio sobre X está dirigida con un tag a la Embajada de Rusia en París— puede tener que ser interpretada de forma no lineal.

Los vínculos entre la familia Le Pen y el sistema Putin son profundos y antiguos, tanto ideológicos como materiales.

  • La revista ha dedicado una investigación iconográfica al tema.
  • Aunque Marine Le Pen ha afirmado a menudo que el préstamo de 9 millones de euros concedido en 2014 a Reagrupación Nacional (entonces Frente Nacional) por un banco checo-ruso4 no comprometía en absoluto al partido y que había sido prestado sin contrapartida alguna, una investigación de Mediapart5 demuestra que Jean-Luc Schaffhauser, eurodiputado de 2014 a 2019 y negociador del préstamo, tiene una fundación que recibió cientos de miles de euros a cambio de intervenciones a favor de Moscú en el Parlamento Europeo.
  • La investigación muestra precisamente que la fundación de Jean-Luc Schaffhauser —la «Academia Europea»— recibió 255.998 euros a raíz de intercambios de correos electrónicos entre el miembro de Reagrupación Nacional y el jefe de gabinete de Alexandre Babakov —asesor de Vladimir Putin en materia de cooperación internacional y responsable de liberar el préstamo para RN—.
  • El eurodiputado ha viajado regularmente a Donbass para denunciar la «desinformación de los medios de comunicación occidentales» y organizó un foro en Donetsk para partidarios europeos de los separatistas. También se ha posicionado regularmente en el Parlamento Europeo y en actos privados en Bruselas y otros lugares para defender la narrativa rusa sobre la anexión de Crimea.