Legislativas francesas: «Je partira pas»: la viralidad de una canción racista

En los últimos días, una pequeña música xenófoba se ha convertido en la banda sonora de la extrema derecha francesa en las elecciones legislativas. De Mila a Zemmour, ¿cómo comprender el éxito de «Je partira pas» («No me irá» sic), un himno abiertamente racista que aboga por la «remigración», dopado con IA generativa y regularmente borrado y luego descargado de nuevo en las plataformas?

Introducir el extremismo por la ventana de la burla. Como ocurre a menudo en las redes sociales transformadas por la era Tik Tok, la fórmula para captar la atención es bastante sencilla: una melodía pegadiza, casi sacada de una nana infantil o de una película de Disney, sobre la que se coloca despreocupadamente una letra ultraviolenta. Todo ello producido por una inteligencia artificial barata, con imágenes sintéticas.

Este modus operandi, típico de la fachosfera, rara vez penetra más allá de la burbuja de las cuentas que difunden contenidos abiertamente racistas o antisemitas a través del trolling en las redes sociales. Pero al menos desde el 21 de junio en Francia, una de estas melodías acumula millones de escuchas en las plataformas de las que se borra regularmente antes de reaparecer bajo otras formas. Su título: «Je partira pas».

Según el diario Le Monde, «la autora —o autor— original parece ser ClaudiaMariani2a, que tiene 16.000 suscriptores en TikTok y publica contenidos racistas, a veces utilizando herramientas de inteligencia artificial generativa». Esta cuenta también tiene un nombre artístico —GrazyGirl— que ya ha sido fuente de otros «éxitos del verano» con contenido racista y una obsesión con el Islam.

Hay muchas razones para creer que tanto la voz como la melodía utilizadas fueron producidas artificialmente, y no es imposible que la propia letra fuera escrita por ChatGPT. Una de las últimas versiones aún disponibles en YouTube —las demás han sido retiradas, unas veces por infringir los derechos de autor de las imágenes mostradas, otras por violar las condiciones de la plataforma sobre incitación al odio— utiliza los códigos de la edición de vídeos conspirativos de aficionados: alinea visuales que muestran a cuadros de RN como Marine Le Pen o Jordan Bardella bailando, o a Eric Ciotti, el nuevo héroe de la derecha radical, representado como un bad boy con gafas negras Aviator o en una cocina de Niza frente a una olla de bacalao. La IA, el ecosistema Musk y Google Images no están muy lejos.

A pesar de su carácter explícitamente xenófobo —la asociación SOS Racisme ha anunciado que ha presentado una denuncia—, esta música sigue disponible en las plataformas para quien quiera escucharla. Retirada de TikTok, donde había acumulado millones de escuchas, resurge episódicamente; en X (antes Twitter) es fácil encontrarla. Su carácter viral, en medio de unas elecciones dominadas por Reagrupación Nacional, parece haberse convertido en un grito de guerra para la extrema derecha, y ha penetrado mucho más allá de la fachosfera, donde ya circulan este tipo de contenidos, aunque de forma más confidencial.

Dos acciones masivas contribuyeron a acelerar y dar a conocer su difusión más allá de las esferas más radicales de Internet —Éric Zemmour y Mila—. 

Primero lo apoyó y difundió Mila Orriols. Víctima de amenazas y acoso masivo en las redes sociales en 2020, Mila Orriols se ha convertido desde entonces en una referente del discurso antimusulmán de un sector de la extrema derecha, redes a las que ella misma se ha asociado desde entonces de forma cada vez más explícita. En un vídeo visto más de 1,6 millones de veces pocos días antes de la primera vuelta electoral, anunció que quería lanzar su propia versión del hit.

La semana pasada, Éric Zemmour, antiguo comentarista de televisión y líder del partido caído en desgracia Reconquête!, también difundió la canción racista a través de su cuenta oficial X (492.000 followers). En un videoclip de pocos segundos, visto más de 7 millones de veces, se le ve tamborileando sobre una mesa como un jugador de derbake al son de «No me irá»(sic)1.

¿Basta esto para explicar tanta viralidad?

Utilizando un ritornello muy simple y un estribillo corto y repetitivo perfectamente adaptado al formato TikTok, la canción desarrolla tópicos racistas y conspiracionistas basados en un tema muy querido por la fachosfera, no nombrado como tal en la canción pero cuya referencia es bastante transparente: la emigración. 

Este tema, tomado prestado por la derecha radical francesa del partido nacionalista flamenco Vlaams Belang, que lo utiliza desde 2014 (remigratie), ha sido popularizado en las redes sociales sobre todo por Henri de Lesquen. Este último, fundador del Club de l’horloge y otrora presidente de Radio Courtoisie, adquirió cierta notoriedad cuando anunció su candidatura a la presidencia de la República en 2017, multiplicando los ultrajes y las condenas por comentarios racistas. En aquel momento, entre otras muchas declaraciones xenófobas hechas bajo apariencia de burla, declaró que quería «prohibir la música negra […] es decir, la expresión del alma de la raza congoïde». Gracias a su dominio de los códigos de Internet, se convirtió durante unos meses en el punto de convergencia y de referencia de la juventud de extrema derecha en Internet, en torno a un muy trabajado personaje de católico racista versallesco. Pero este tema tuvo un éxito tan rotundo que Zemmour, candidato a la presidencia en 2022, propuso en su programa la creación de un «Ministerio de la Remigración».

Con el éxito de «No me irá» en plenas elecciones legislativas, se ha alcanzado una nueva etapa. A través de las redes sociales y dirigiéndose a un público joven, la burla funciona como una normalización —como en el pasado lo hicieron las «bromas» racistas de Jean-Marie Le Pen o las canciones de Jean-Pax Méfret—.

«No me irá»

Sí sí te irás

Y antes de lo que piensas

Ya te hemos dado bastante

Ahora puedes largarte

Por fin y no vuelvas más (x2)2

El primer verso, que da título a la canción, hace referencia a un vídeo ampliamente compartido y escarnecido por la extrema derecha en el que se ve a un hombre en un avión, representado como un argelino expulsado de Francia, gritando repetidamente «je partira pas» (literalmente «no me irá»).

«No me irá»

Sí sí te irás

Y antes de lo que piensas

Ya te hemos dado bastante

Ahora puedes largarte

Por fin y no vuelvas más

«No me irá»

Sí, sí te irás

Por donde viniste te irás

«No me irá»

Sí, sí te irás

El énfasis en un estribillo sencillo y pegadizo que pueda cantarse, repetirse o silbarse recuerda el revuelo que rodeó en mayo a la «versión» de un grupo de jóvenes alemanes de la letra de Auslander raus (Fuera los extranjeros) con la melodía de L’Amour toujours de Gigi d’Agostino.

Desde entonces, la música se ha hecho viral en Internet y en varios países europeos. En particular, se canta habitualmente durante la Eurocopa de fútbol, que este año se celebra en Alemania. Han circulado numerosos vídeos en los que se ve a hinchas cantando la melodía original, sin letra, en lo que puede interpretarse como un grito de guerra. Jugando con los mismos códigos, pero utilizando la IA de forma más explícita, «Je partira pas» amplía esta estrategia de subversión y viralidad.

Te irás

Te irás

Con tu Fatma

Para ti, no más RSA3 

El barco no esperará

Créeme, te irás

Cuando llegue Bardella

Volverás a casa

Te pondrás tu chilaba

Puedes rezar todo el día

A cabrearnos ahora empiezas 

Jordan Bardella se menciona explícitamente en la canción. A diferencia de Zemmour, y siguiendo la estrategia de normalización iniciada por Marine Le Pen, Bardella se cuidó de no comentar ni repetir el vídeo.

«No me irá»

Sí sí te irás

Y antes de lo que piensas

Ya te hemos dado bastante

Ahora puedes largarte

Por fin y no vuelvas más (x2)

«No me irá»

Sí sí te irás

Y antes de lo que piensas

Ya te hemos dado bastante

Ahora puedes largarte

Por fin y no vuelvas más (x2)

Notas al pie
  1. El título de la canción en francés es “Je ne partira pas” que significa “no me iré” pero con un error de conjugación en francés (debería ser “je ne partirai pas”) que proponemos traducir “no me irá” para restituir el paralelismo “Je ne partira pas / Si tu partiras”).
  2. «Je partira pas»

    Si si tu partiras

    Et plus tôt que tu crois

    On t’a assez donné

    Maintenant tu peux te casser

    Bon débarras et ne reviens pas (x2)

  3. Renta de solidaridad activa francesa
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