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La situación en estos momentos en Bolivia es un poco confusa. Evo Morales ha dicho que “se gesta un golpe de Estado”. El presidente Arce ha denunciado “movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano”. ¿Tiene más información sobre lo que está pasando?
El día de ayer, el general y jefe del Ejército Juan José Zúñiga amenazó con meter preso al ex presidente Morales. Lo dijo durante una entrevista en la televisión en la que le preguntaron qué pasaría si Evo Morales volviera a ser candidato a la elección presidencial. Zúñiga dijo que lo impidería, afirmando que ellos, los militares, son “un brazo armado de la Patria”.
En reacción, el actual gobierno del presidente Arce le pidió su renuncia y fue relevado de su cargo. Y ahora está esta situación que estamos siguiendo con mucha atención y preocupación. Zúñiga ha penetrado por la fuerza con soldados fuertemente armados dentro del palacio presidencial.
Es evidente que después de una grave crisis institucional en 2019, Bolivia enfrenta nuevamente a los demonios de golpistas.
¿Cómo se pueden explicar las maniobras de Zúñiga?
El general Zúñiga ha declarado ser el garante de la paz y la prosperidad —mediante un golpe de Estado—. Ha hablado de “enemigos internos y externos” y dice que quiere cambiar al Gabinete.
No se entiende todavía bien si responde a una facción política. Y si el caso, a cuál.
¿Cuáles son los riesgos ahora mismo? ¿Cuál podría ser una salida de crisis?
El principal riesgo es, por supuesto, la interrupción democrática de un país que se estaba normalizando. Esta nueva crisis institucional volverá a afectar a las bolivianas y los bolivianos.
Pero Zúñiga, al parecer, no cuenta con un respaldo mayoritario del Ejército. El presidente Arce lo ha hecho retroceder y, junto con sus ministros, ha llamado a la población para que se movilice y evite un golpe de Estado.
Esta secuencia se inscribe en un contexto de grave crisis económica y social en el país. Había incluso manifestaciones que estaban programadas próximamente. ¿Cuál será el papel de la población?
Esto no va a solucionar nada, al contrario. Han reportado que hay manifestantes en la calle para apoyar el gobierno legítimo de Luis Arce y condenar el golpe. De hecho, habría incluso enfrentamientos entre soldados y manifestantes.
Por ello desde el Grupo de Puebla hacemos un llamado a que se respete el derecho.
¿Usted ha podido hablar con el presidente Arce? ¿Con Evo Morales?
Desde ayer estoy en contacto permanente con el presidente Morales. Y le he escrito hoy al presidente Arce, expresándole toda nuestra solidaridad y lo alerta que estamos frente a los acontecimientos. Le he dicho que estamos avisando a la comunidad internacional lo que está pasando en Bolivia para impedir el golpe de Estado.
Respetando el derecho, hemos llamado a su vez a respetar la voluntad democrática.
¿Qué habría que hacer ahora para garantizar una mayor estabilidad política?
Se requiere un pacto de todas las fuerzas políticas a favor de la democracia. Fuera de la democracia, nada; dentro de la democracia, todo. Ese pacto es esencial.
Incluso la OEA —que promovió el golpe hace pocos años, en 2019—, ha cambiado de comportamiento mediante su secretario general Luis Almagro. Quizás ya aprendió la lección. Y vemos también por ahora la falta total de apoyo que recibe Zúñiga por ahora. Incluso la golpista de 2019 Jeanine Añez —que está actualmente en la cárcel por ello— ha denunciado el golpe en X (antes Twitter).
La gente ha entendido que, al igual que en todos los golpes de Estado, si los militares logran tomar el control del Estado por la vía de la fuerza ocurrirá un mayor aislamiento para el país y su institucionalidad. Creo que incluso los militares lo han entendido. Por eso han empezado a replegarse tras el nombramiento de un nuevo responsable militar por el presidente Arce.
¿Qué nos puede decir el apoyo total que ha recibido Luis Arce?
El apoyo total demuestra que solamente el presidente argentino guarda silencio. Es la excepción a un comportamiento de defensa de los valores democráticos en América Latina, que vive una pesadilla —que vive el eterno retorno a la crisis institucional y democrática.
¿Qué va a pasar ahora?
Creo que lo que plantea el presidente Evo Morales es importante: hay que sancionar a los militares golpistas. Después, hay que ver si en el mundo del Gobierno, el oficialismo puede recomponerse, si puede encontrar un cierto punto de acuerdo o si puede construirse un punto de acuerdo para que Evo Morales y Luis Arce retomen el diálogo.
Ya veremos si este golpe fortalece o no el proceso.