En diciembre de 2019, Rusia y China celebraron el lanzamiento del gasoducto «Poder de Siberia». El gasoducto de casi 4.000 kilómetros une el yacimiento de gas ruso de Chaiandina, en Yakutia, con la ciudad fronteriza china de Heihe.

  • En aquel momento, el gasoducto suponía la culminación de un contrato firmado entre Gazprom y China National Petroleum Corp (CNPC) para suministrar a China 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año durante un periodo de 30 años, el mayor contrato de la historia del gigante energético ruso1.
  • Más allá de los volúmenes en juego, la construcción de la Fuerza Siberiana forma parte de un desplazamiento hacia el Este de las infraestructuras energéticas rusas construidas durante el siglo XX para el mercado europeo.

Como muestra el mapa siguiente, el yacimiento de gas explotado para el Poder de Siberia, situado a varios miles de kilómetros de Europa, habría sido más difícil de conectar al mercado europeo que a China.

  • Con el nuevo proyecto de gasoducto «Poder de Siberia 2», Moscú pretende conectar los yacimientos que en su día se explotaron masivamente para el mercado europeo y redirigirlos hacia el este.

A pesar de la firma de un memorando de entendimiento entre Rusia y Mongolia —cuyo territorio será parcialmente atravesado por el gasoducto— en 2019, las obras de construcción, que deberían haber comenzado a principios de año, aún no han comenzado.

  • La razón es que, mientras Moscú está impaciente por poder suministrar a China el gas que antes se destinaba a Europa, Pekín no parece tener prisa por acceder a los deseos de Rusia, ni parece necesitar de momento ninguna importación adicional de gas ruso.
  • En diciembre, el primer ministro chino, Li Qiang, y el primer ministro ruso, Mijaíl Mishutin, «pidieron conjuntamente que se concluyan cuanto antes los acuerdos sobre la construcción del gasoducto Power of Siberia 2»2.
  • Sin embargo, Xi se ha mostrado especialmente silencioso sobre el tema en los últimos meses3.

En su artículo de opinión publicado en las páginas de la agencia de noticias oficial china Xinhua, el presidente ruso señaló que los dos países están trabajando «sistemática y consistentemente» para desarrollar la cooperación estratégica en el sector energético, en particular en nuevos proyectos a gran escala4.

En Pekín, Putin intentará probablemente convencer a Xi de que acepte el inicio de las obras. A diferencia del petróleo y el carbón, Moscú no ha podido reorientar sus exportaciones de gas natural a China por falta de infraestructuras5. Sin embargo, estas exportaciones representan una importante ganancia financiera para la economía de guerra que Putin pretende desarrollar.

Notas al pie
  1. Power of Siberia : A Natural Gas Pipeline Brings Russia and China Closer, Congressional Research Service, 21 de abril de 2020.
  2. « Russian, Chinese premiers call for agreements on Power of Siberia 2 gas pipeline to be reached as quickly as possible – Novak », Interfax, 19 de diciembre de 2023.
  3. Tom Wilson, « ​​Russia’s planned gas pipeline to China hit by construction delay », Financial Times, 28 de enero de 2024.
  4. « Full text of Xinhua’s interview with Putin », Xinhua, 15 de mayo de 2024.
  5. Erica Downs, Akos Losz et Tatiana Mitrova, The Future of the Power of Siberia 2 Pipeline, Columbia Center on Global Energy Policy, 15 de mayo de 2024.