Con el paso de los años, Cataluña se ha convertido en la clave de las mayorías parlamentarias en España. En el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez no puede gobernar sin el apoyo de los parlamentarios catalanes del centro izquierda Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de Junts per Catalunya (JxC), el grupo secesionista de Carles Puigdemont.
Estas elecciones son, por tanto, decisivas para el futuro equilibrio de la mayoría parlamentaria española. Nuestro estudio, realizado entre el 3 y el 4 de mayo, revela una serie de dinámicas para el final de esta campaña electoral.
En primer lugar, la campaña del Partido Socialista Catalán parece estar funcionando. No sólo es aclamada como la mejor campaña por el 17% de los votantes, muy por delante de Junts, cuya campaña es vista como la mejor por el 9% de los votantes, sino que la intención de voto del PSC ha subido 1,7 puntos desde nuestra anterior encuesta.
Este aumento forma parte de una dinámica de voto útil y se produce a costa de las otras fuerzas de izquierda, independentistas y no independentistas: ERC, CUP y Sumar.
ERC cayó otros 0,3 puntos hasta el 16,1%, un resultado que sería decepcionante para el partido liderado por el presidente de la Generalitat si se confirma el domingo. CUP cae 0,8 puntos hasta el 3,9%, acercándose al umbral del 3%. Sumar, por su parte, pierde 0,3 puntos y cae en un 5,7%.
Estas elecciones anuncian, por tanto, un retroceso bastante acusado de los partidos independentistas tradicionales, que podrían obtener, según nuestras estimaciones, entre 57 y 66 escaños, es decir, menos de los 68 escaños necesarios para obtener la mayoría absoluta —a menos que se incluya a la ultraderechista independentista Aliança Catalana, percibida como muy extremista por estos partidos—.
Junts, el partido de Carles Puigdemont que domina electoralmente el campo independentista, obtendría un 21,2% (-0,2), es decir un resultado insuficiente para compensar las pérdidas de sus potenciales aliados.
Entre los independentistas, la sorpresa podría venir de la mano de la extrema derecha Aliança Catalana, que sube 1,1 puntos hasta el 3,8% y podría entrar en el Parlamento regional con entre 2 y 5 diputados electos. La irrupción de esta fuerza en el Parlamento catalán podría convertirse en un verdadero problema en el espacio independentista.
Parece casi imposible imaginar una alianza entre la CUP y Aliança Catalana. Aliança Catalana también complica la futura formación de coaliciones independentistas con mayoría en el Parlamento catalán.
En las derechas, Vox se mantendría estable y el PP caería ligeramente 0,3 puntos respecto a nuestra anterior encuesta. Por tanto, la única coalición posible parecería ser entre el PSC, ERC y potencialmente Comuns-Sumar, para obtener una mayoría estable de 68 escaños.