En la región tradicionalmente dominada por su partido, la CSU (Unión Socialcristiana), Markus Söder mantiene su ventaja en los sondeos de opinión de cara a las elecciones legislativas regionales del 8 de octubre, que va camino de ganar. A nivel interno, parece contar con un apoyo unánime, tras haber sido reelegido presidente del partido conservador hace apenas quince días con nada menos que el 96,5% de los votos.
Aunque las encuestas sitúan a la CSU en cabeza, las elecciones del domingo se producen en un contexto en el que el reinado (casi) indiviso de la CSU sobre Baviera parece más frágil que en el pasado. En las últimas elecciones generales de 2018, la CSU sí ganó, pero con un 37,2%, su resultado más bajo desde 1950, el único año en el que la CSU no había quedado primera en unas elecciones legislativas regionales desde su creación en 1946. Actualmente se le atribuye un 36% de los votos en las encuestas.
Para colmo, en plena campaña electoral, Söder tuvo que lidiar con un escándalo en el que estaba implicado su socio de coalición y número dos del Gobierno bávaro, Hubert Aiwanger. A finales de agosto, el presidente del partido Votantes Libres (Freie Wähler), que ganó el Gobierno por primera vez en 2018 en coalición con la CSU, protagonizó un gran escándalo tras el redescubrimiento de un panfleto antisemita que había distribuido cuando era escolar. Söder decidió mantenerlo en el cargo, al ver en el partido conservador, de fuerte arraigo rural, un seguro adicional contra un nuevo ascenso en el poder del partido ultraderechista AfD -segundo en las encuestas nacionales-.
Por último, las elecciones regionales del domingo son cruciales para las ambiciones personales de Söder, esta vez a nivel federal, en un momento en que los partidos de la coalición de Scholz caen en las encuestas. Las próximas elecciones federales están previstas para 2025. Entre los conservadores -que quedaron segundos en las elecciones generales de 2021 y ahora se han visto obligados a abandonar el Gobierno- algunos ya se imaginan como líder y canciller. No es el primer intento de Söder: ya se lanzó a la batalla por la candidatura en las últimas elecciones generales de 2021, cuando el presidente de la CDU, Armin Laschet, fue preferido a él. Una cosa es segura: su resultado del domingo y el transcurso de su próxima legislatura en Baviera serán decisivos para su futuro como líder del partido conservador y, quién sabe, como próximo canciller de Alemania.