El pasado domingo, la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) dio un ultimátum a la Junta de Níger (CNSP) tras su toma del poder y la destitución del Presidente Mohamed Bazoum. Sin «el pleno restablecimiento del orden constitucional» – lo que implicaría la liberación de Bazoum, que actualmente se encuentra retenido como rehén – la organización regional «tomará todas las medidas necesarias, que pueden incluir el uso de la fuerza»1.

En el pasado, la CEDEAO ha intervenido militarmente en varios países miembros tras golpes de Estado.

  • Quince años después de su creación, fuerzas de seis Estados miembros de la CEDEAO -bajo la bandera del ECOMOG (Grupo de Supervisión del Alto al Fuego de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental)- intervinieron en Liberia después de que Charles Taylor se hiciera con el poder.
  • Entre 1997 y 2013, las tropas de la CEDEAO intervinieron en Sierra Leona, Guinea-Bisáu, Costa de Marfil, Liberia y Mali bajo el estandarte de MISMA («Mission internationale de soutien au Mali sous conduite africaine» en francés, en castellano «Misión de apoyo internacional en Mali bajo liderazgo africano», AFISMA en inglés), junto con el ejército chadiano.
  • La última vez que las fuerzas de la CEDEAO intervinieron militarmente fue en 2017, cuando el presidente de Gambia, Yahya Jammeh, se negó a dimitir tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2016.

Aunque el historial de la organización en términos de intervención militar sugiere que la operación en Níger será un éxito – dado el equilibrio de fuerzas ampliamente favorable a la CEDEAO, gracias en particular al ejército nigeriano – todavía se ha facilitado poca información sobre la formación de una fuerza de intervención. El tamaño de los ejércitos por sí solo no puede garantizar el éxito de la intervención, que dependerá de otros factores como la coordinación entre los miembros y los recursos logísticos y financieros2.

  • Mali y Burkina Faso, ambos países gobernados por Juntas Militares, firmaron conjuntamente el lunes un comunicado en el que advertían de que «cualquier intervención militar contra Níger equivaldría a una declaración de guerra» contra los dos países3.
  • La Junta guineana, por su parte, «advirtió contra las consecuencias de una intervención militar en Níger» y pidió a los dirigentes de la región que «se centren en las cuestiones estratégicas y socioeconómicas para alcanzar sus aspiraciones en lugar de preocuparse por la suerte de los presidentes depuestos»4.
  • A diferencia de la intervención militar en Gambia, que fue aprobada -tácitamente- por el voto unánime del Consejo de Seguridad de la ONU, una operación militar en Níger sin la aprobación del Consejo la haría ilegal según el Derecho Internacional

A la vez que una nueva delegación de la CEDEAO que visitó Níger el jueves 3 de agosto se marchaba sin haberse reunido ni con el general Abdourahamane Tchiani, jefe de la Junta, ni con el Presidente electo Mohamed Bazoum, el CNSP anunció ayer la rescisión de varios acuerdos militares con Francia5. Esto se produce tras la retirada del embajador nigerino en Francia, Estados Unidos, Nigeria y Togo, y podría conducir a la retirada de las fuerzas francesas del país si París acepta reconocer la legitimidad de la Junta, cuestión que permanece en la incertidumbre.