Es probable que el Kremlin intente aumentar el número de fuerzas desplegadas en Ucrania a corto y largo plazo.
- Putin y el Ministerio de Defensa ruso han anunciado planes para formar nuevas divisiones y aumentar el número de efectivos militares hasta los 2 millones, frente a los 1.350.000 de septiembre de 2022.
- Los servicios de inteligencia occidentales consideran que el mando militar ruso se está «preparando seriamente» para una posible segunda oleada de movilizaciones.
- Al parecer, algunos funcionarios del Kremlin están estudiando la posibilidad de ampliar los requisitos de acceso al servicio militar obligatorio, a la movilización activa y a la reserva de movilización. El propio Putin firmó el 4 de noviembre las órdenes que ampliaban la posibilidad de movilización a los condenados.
El ejército ruso conservará el personal movilizado para su uso futuro: una inflexión con respecto al enfoque de otoño de 2022 de enviar a toda prisa al frente cuerpos sin entrenamiento.
- Putin declaró el 7 de diciembre que las fuerzas armadas rusas aún no han comprometido a todo el personal ya movilizado.
- Las fuerzas rusas convencionales (a diferencia del Grupo Wagner y las fuerzas proxy del DNR/LNR) no han llevado a cabo ninguna operación ofensiva importante y han mantenido principalmente posiciones defensivas desde la contraofensiva ucraniana del verano y otoño de 2022.
Rusia intentará revitalizar su base industrial de defensa.
- El Kremlin ha empezado a conceder gran importancia a la resurrección de la base industrial de defensa rusa. Putin y Shugu han mantenido varias reuniones de alto nivel y han visitado empresas de defensa (KBP Instrument Design Bureau, Kalashnikov) por todo el país desde diciembre.
- El presidente ruso ha reconocido públicamente problemas en las adquisiciones -como la falta de aviones no tripulados de reconocimiento- y, en particular, ha pedido a uno de sus ministros que adjudique los contratos públicos de defensa en un plazo más breve de lo previsto.
- El Kremlin también ha planteado vagamente la posibilidad de nacionalizar activos para apoyar el esfuerzo bélico.
Putin quiere volver a centralizar el control del esfuerzo bélico en el Ministerio de Defensa.
- El oficial uniformado de más alto rango de Rusia, el Jefe del Estado Mayor Valery Gerasimov, fue nombrado el 11 de enero comandante del teatro de operaciones, tras haber sido marginado durante toda la invasión.
- El Kremlin también está reincorporando a los planificadores originales de la guerra e intentando corregir las deficiencias de la estructura de mando. El General de Ejército Surovikin y los anteriores comandantes no consiguieron llevar a cabo las operaciones decisivas que quería Putin.
- El Ministerio de Defensa ruso también ha nombrado a tres adjuntos para que colaboren estrechamente con Gerasimov en el ámbito de las tareas relacionadas con la «operación militar especial». Es probable que el Kremlin pretenda que Gerasimov y sus recién nombrados adjuntos preparen a Rusia para una guerra prolongada y tomen el mando de un gran esfuerzo en 2023.
El Kremlin intensificará el acondicionamiento del espacio informativo ruso para apoyar la guerra.
- El espacio informativo ruso se está configurando para mantener el apoyo a la invasión mediante la reintroducción de narrativas anteriores al 24 de febrero y el desarrollo de vínculos más estrechos con destacados internautas que comentan la guerra en las redes sociales.
- Los funcionarios del Kremlin promueven una narrativa según la cual la existencia de una Ucrania independiente amenaza la soberanía y la cultura rusas, justificando la invasión y los sacrificios en curso como medidas inevitables y necesarias de «autodefensa».
- Los propagandistas también han intensificado las narrativas sobre las consecuencias jurídicas internacionales que esperan a Rusia si no gana la guerra, probablemente para alimentar el miedo a la derrota y motivar un impulso renovado 1.
Muchos indicadores -incluida la propuesta del Ministerio de Defensa ruso de crear muchas divisiones nuevas- están casi con toda seguridad diseñados para apoyar un esfuerzo bélico a largo plazo, más allá de cualquier acción decisiva prevista para 2023.
Notas al pie
- Kateryna Stepanenko, George Barros y Mason Clark, « Russian Offensive Campaign Assessment, January 15, 2023 », Institute for the Study of War.