Doctrinas de la Rusia de Putin

Gran formato

Tras el giro de 180 grados de Donald Trump en la Casa Blanca, Vladimir Putin quiere recoger los frutos de su apuesta imperial.

En el último Consejo de Ministros de la Federación Rusa, el amo del Kremlin puso en escena una poderosa narrativa movilizadora, cuyo alcance no debe subestimarse: vivir bien en casa, hacer la guerra en el exterior.

Lo traducimos.

Al frente del país más sancionado del mundo y mientras la nueva administración estadounidense parece plegarse a todas sus exigencias, el amo del Kremlin pone en escena su regreso a la escena internacional.

En su última gran entrevista, Vladimir Putin anuncia una nueva realidad: el reparto de Ucrania marcará el regreso de la época de los imperios —la «normalización» con Washington marcará la definitiva vasallización del continente—.

Para negociar sobre el futuro de Ucrania, Putin envió a uno de sus antiguos colegas del KGB: Serguéi Narishkin.

Hombre clave del primer círculo del Kremlin, preside la Sociedad Histórica Rusa.

Su obsesión recurrente: la desmembración total de Ucrania. Y un método: recurrir a las fuentes que le proporcionan las extremas derechas europeas.

Lo traducimos.

Aunque Vladimir Putin acaba de afirmar lo contrario en su discurso anual a la nación, la caída de Asad plantea un problema existencial para el proyecto de Putin: por primera vez en siglos, Rusia podría dejar de tener acceso al Mediterráneo. Fiodor Lukianov es una voz poderosa entre la élite que trata de definir las doctrinas del Kremlin. En un texto muy comentado, aboga por un cambio sutil: aprovechar este fracaso para concentrar todo el esfuerzo de guerra en Ucrania.

Al disparar el jueves 21 de noviembre por primera vez contra Ucrania un misil balístico de alcance intermedio capaz de transportar una cabeza nuclear, Putin introdujo de lleno la retórica nuclear en su guerra contra Ucrania y Europa. Al día siguiente, en un discurso televisado, el presidente ruso elevó un escalón más sus amenazas a Occidente. Traducimos su discurso y lo comentamos línea por línea.