¿Y si la metáfora adecuada para entender la revolución de la IA generativa fuera el nacimiento de la fotografía? Después de la pintura, el daguerrotipo pretendía inaugurar una era de verdad. Después de Mindjourney o DALL-E, estamos entrando en una era en el polo opuesto de la fotografía: el reinado de las imágenes falsas -de vuelta al mundo anterior a 1839-.
Los principales actores de la inteligencia artificial generativa han entrado en la guerra de los capitalismos políticos. Están barajando de nuevo las cartas de la competencia mundial: regulación, gobernanza mundial, alianzas económicas, visión estratégica, IA militar… Estos 10 puntos clave repasan los problemas fundamentales que plantea esta tecnología estratégica e intentan ordenar las respuestas aportadas por Estados Unidos, la Unión Europea, China, el Reino Unido y los organismos multilaterales.
¿Cómo continuar la democracia en la era del «gobierno algorítmico»? Si bien la revolución de la IA puede albergar la promesa de la aparición de la inteligencia colectiva en nuestras sociedades democráticas, éstas no parecen estar aún suficientemente formadas -ni en tecnología digital ni en participación cívica-.
¿Son todos tramposos? La universidad no ha escapado a la llegada del ChatGPT y, más en general, a la difusión de la inteligencia artificial. Pero perseguir el plagio es inútil. En su lugar, debemos preguntarnos qué esperamos de nuestras universidades. Desde una perspectiva basada en su experiencia como profesor, C.W. Howell intenta comprender lo que la revolución de la IA -y su uso por parte de los estudiantes- dice sobre el sistema universitario actual.
La IA ya le cedió el paso a una nueva era: estamos a punto de experimentar una revolución industrial rápida e impredecible. ¿Cómo podemos prepararnos para ello? Desde luego, no agotándonos en describirla en términos abstractos, sino tratando de comprender lo que hace. Una perspectiva de Raphaël Doan y Antoine Levy.
Por primera vez en la historia reciente de los avances tecnológicos, la inteligencia artificial puede ser un ámbito en el que la reflexión cuente más que la velocidad.
Para Europa es una buena noticia: Estados Unidos y China ya se inspiran en Europa para regular la IA -hasta el punto de que la Unión puede convertirse en un modelo-. Una perspectiva de Jenny Xiao.
Puede que nos impresionen sus proezas, pero aún no hemos encontrado un destino para la IA. ¿Cómo evitar ser modulados y condicionados por una tecnología omnipotente que se ve a sí misma como su propio fin? Según Gilles Lecerf, es imposible pensar la inteligencia artificial sin llegar al corazón de una relación de fuerzas ideológicas.
Este martes, tres de las figuras más destacadas de la inteligencia artificial audicionaron ante el Senado de Estados Unidos. El fundador de OpenAI pidió la creación de una agencia que controle la IA a nivel mundial con base en el modelo de gobernanza de armas nucleares. Sin embargo, para el experto en control de armamento Robert Trager, no hay nada de obvio en poner esto en práctica -le preguntamos sobre las principales conclusiones de las audiencias-.
Cuando la IA lo trastoca todo, ¿cómo construir, a la escala adecuada, un ecosistema capaz de anticipar y canalizar las innovaciones? Antoine Petit, Director del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS), defiende su estrategia para una Europa de la investigación: una política ambiciosa para que el continente contribuya al desarrollo tecnológico mundial.
El aprendizaje profundo en el que se basan los modelos actuales de inteligencia artificial es inherentemente limitado. En una respuesta a Sam Altman, Gary Marcus propone transformar la forma en que pensamos la IA. Entreve la posibilidad de un modelo radical e híbrido -uno que vaya mucho más allá de la simple puesta a escala-.