Poderes de la IA

Gran formato

Mientras Putin se cree inmortal, en Rusia ahora se ofrece a las familias de los soldados muertos en Ucrania un paraíso barato.

Por unos pocos rublos, una IA genera contenidos morbosos: los rostros y las voces de soldados muertos despidiéndose por última vez de sus familias.

En el país de Surkov, la tecnología se utiliza para crear una realidad alternativa incluso después de la muerte —y siempre, como mostramos en estas traducciones comentadas— al servicio de la propaganda del régimen.

La desintegración del orden internacional tiene una causa tan simple como profunda: los Estados-nación no caben en el espacio digital.

Desde Marte hasta Westfalia, pasando por Thiel y Trump, uno de los intelectuales más originales de Silicon Valley traza un nuevo mapa del mundo en la era de la inteligencia artificial.

Desregulación masiva. Ataque de las «IA woke». Imperialismo digital.

Seis meses después de su regreso al poder, Donald Trump presentó en un largo discurso un plan para transformar radicalmente la política estadounidense en materia de IA.

Para contrarrestar a China, quiere convertir la IA estadounidense en el nuevo dólar, empujando al resto del mundo a adoptar en masa los semiconductores y las infraestructuras informáticas de los gigantes de Silicon Valley.

«Todos los actores del sector deben luchar contra la arsenalización de la IA».

Hoy, la Casa Blanca de Donald Trump se dispone a detallar su visión de la IA para Estados Unidos.

En un momento en el que la rivalidad tecnológica está transformando profundamente la relación transatlántica, preguntamos al presidente de Microsoft sobre los cambios que se están produciendo en Washington y su estrategia para Europa.

Una superinteligencia artificial que doblega a los Estados —dominando el mundo y a los seres humanos—.

Un «Pearl Harbor de la IA» desencadenado por China.

Un «equilibrio del terror algorítmico».

En un nuevo informe, el influyente think tank que lleva 70 años inspirando la evolución tecnológica del poder militar estadounidense presenta ocho escenarios hipotéticos para la geopolítica en la era de la inteligencia artificial general —desde la dominación pacífica hasta el apocalipsis poshumano—.

Por primera vez, un estudio científico ha intentado medir el impacto del uso repetido de ChatGPT en el cerebro.

Los resultados —publicados en un preprint por el MIT Media— marcarían una clara tendencia: trabajar con modelos de lenguaje de IA provocaría una pérdida de control cognitivo y modificaría el comportamiento.

Más preocupante aún: los usuarios integrarían pasivamente los sesgos algorítmicos de los diseñadores de LLM.

Resumimos las principales conclusiones de un estudio que tiene el mérito de abrir el debate sobre una nueva frontera geopolítica —nuestro cerebro—.

«Estamos construyendo un cerebro para el mundo».

«ChatGPT ya es más potente que cualquier ser humano que haya existido jamás».

«Que nuestro camino hacia la superinteligencia sea fluido, exponencial y sin contratiempos».

Traducimos y comentamos las predicciones del fundador de OpenAI —el último texto de Sam Altman escrito sin la ayuda de ChatGPT—.