Es la primera vez desde 2002 que se organiza una segunda vuelta para las elecciones presidenciales en Bolivia.
- El país se encuentra sumido en una crisis política desde la anulación de las elecciones de 2019 y la salida de Evo Morales.
- El Movimiento al Socialismo (MAS), que ha ejercido un poder casi hegemónico durante dos décadas, sufrió una derrota en la primera vuelta, el 17 de agosto, y la izquierda está ausente de la segunda vuelta.
Hoy se enfrentan dos candidatos.
- Rodrigo Paz Pereira, en primer lugar, es senador del Partido Demócrata Cristiano (PDC) e hijo de un expresidente. Se ha forjado una imagen moderada y centrista y se posiciona como una alternativa pragmática a la polarización partidista. Su compañero de fórmula, Edman Lara (un ex policía y figura de la lucha contra la corrupción muy activo en las redes sociales), refuerza su atractivo entre los votantes.
- Por otro lado, Jorge «Tuto» Quiroga, expresidente (2001-2002), representa a una derecha más clásica. Propone políticas económicas más ortodoxas: reducción del gasto público, recurso a las instituciones financieras internacionales, reforma del Estado, privatización parcial o racionalización de las empresas públicas.
- Las últimas encuestas dan como ganador a Quiroga, pero las encuestas de la primera vuelta se equivocaron mucho.
Estas elecciones marcan una ruptura simbólica: el fin de la era del MAS, que gobierna el país desde hace 20 años, y el paso a una Bolivia más pluralista, con un poder marcado por la derecha.
- Las elecciones serán seguidas de cerca a escala internacional, no sólo por las garantías electorales, sino también por la orientación futura del país en materia diplomática, económica y energética, en particular en lo que respecta al litio. Las vastas llanuras salinas albergan los mayores recursos mundiales de litio, un metal esencial para la fabricación de baterías.
- Ambos candidatos desean cuestionar el modelo establecido bajo el MAS, mientras el país se enfrenta a una crisis de inflación, escasez de combustible y disminución de los ingresos públicos.
- También se han comprometido a mejorar las relaciones con Washington, tras casi dos décadas de gobiernos más cercanos a Rusia y China. El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, declaró el 14 de octubre: «A finales de mes se celebrarán elecciones en Bolivia. Tras 25 o 30 años de gobiernos antiestadounidenses y hostiles, los dos candidatos que se disputan la segunda vuelta desean establecer relaciones sólidas y mejores con los Estados Unidos. Se trata de otra oportunidad para el cambio».