En octubre, la Duma Estatal aprobó una segunda revisión del presupuesto federal ruso para 2025 ante el empeoramiento de las perspectivas económicas. Inicialmente estimado en el 0,5 % del PIB, el déficit debería alcanzar hasta el 2,6 % del PIB (5,7 billones de rublos) este año, lo que supone multiplicarlo por cinco en un año con respecto a las primeras previsiones.

Sin embargo, las cifras del déficit del Ministerio de Finanzas sugieren que este objetivo del 2,6 % del PIB es poco realista, teniendo en cuenta la ejecución presupuestaria anterior desde 2011.

  • El Estado ruso gastó 34,1 billones de rublos (362.000 millones de euros) entre enero y octubre, y recaudó alrededor de 29,9 billones (317.000 millones de euros), lo que supone un déficit de 4,2 billones (44.500 millones de euros).
  • Esta cifra indica que Moscú ya alcanzó el 80 % del gasto previsto para el año, frente al 74 % en el mismo periodo entre 2011 y 2024.
  • Al proyectar la evolución del déficit hasta diciembre a partir de datos históricos, el economista Janis Kluge estima que el déficit ruso debería alcanzar el 3,5 % en 2025, y no el 2,6 % previsto por el Ministerio de Finanzas. 1

Sin embargo, es probable que los niveles de gastos e ingresos del cuarto trimestre del año varíen con respecto a las tendencias históricas. En particular, Moscú podría recaudar más ingresos gracias al aumento de algunos impuestos, como el impuesto sobre la renta, mientras que partidas de gasto importantes, como el armamento, podrían ser inferiores a las de años anteriores, como parece indicar la reciente ralentización de la actividad en los sectores relacionados con la defensa. 2

Si bien las cifras presentadas por el Ministerio de Finanzas sugieren que la situación presupuestaria está bajo control, aunque se ha deteriorado, la salud real de la economía rusa podría ser mucho más preocupante.

  • Con el fin de dar la impresión de que el gasto presupuestario del país se mantiene en proporciones viables para la estabilidad de sus finanzas, el Kremlin financia su guerra mediante un endeudamiento sustancial de algunas de sus empresas.
  • Desde la promulgación de una ley en febrero de 2022, los bancos rusos están obligados a conceder préstamos preferenciales a las empresas que participan en la guerra, según las condiciones establecidas por el Kremlin.
  • En enero, la deuda de las empresas había aumentado un 71 % con respecto a los niveles del verano de 2022, hasta alcanzar más de 40 billones de rublos, lo que supone casi el 20 % del PIB de Rusia.

Kluge estima que el gobierno ruso podría intentar aplazar algunos gastos hasta 2026 para presentar un presupuesto más equilibrado este año. Sin embargo, tal maniobra solo retrasaría el desequilibrio financiero ruso, que se ha acelerado desde 2022 debido al elevado nivel de gasto militar y a la guerra.

Notas al pie
  1. Janis Kluge, Russia’s unrealistic budget plan, Russianomics, 11 de noviembre de 2025.
  2. «Russia’s Defense Industry Shows Signs of Slowdown After Years of Wartime Growth», The Moscow Times, 24 de octubre de 2025.