La Comunidad de Estados Independientes (CEI) fue concebida como un avatar de la Unión Soviética destinado a mantener y fomentar las relaciones entre Rusia y su espacio cercano en materia política, económica y de seguridad. El presidente ruso sigue entendiendo la organización y su funcionamiento en este sentido.
Para Vladimir Putin, la CEI no es más que un vestigio del imperio caído. Su rueda de prensa en Dusambé fue una oportunidad para insistir en esta continuidad histórica.
- El presidente ruso declaró: «La creación de la CEI se anunció en el momento del colapso de la Unión Soviética. En ese momento, creo que la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos no entendían realmente lo que estaba pasando: ‘Había existido la URSS, ahora es la CEI, ¿y qué?’. Muchos debían de pensar que, en el fondo, poco había cambiado. En realidad, todo cambió, y de la manera más radical».
- Agregó: «Independientemente de las diferencias culturales, existía un cierto código moral y ético común del hombre soviético, y este hecho sigue siendo de suma importancia. La función esencial de la CEI es conservar todo lo que hemos recibido de la Unión Soviética».
La primera muestra de lealtad expresada durante la reunión provino de Tayikistán, cuyas autoridades se abstuvieron de detener al presidente ruso. Sin embargo, el país, como miembro de la Corte Penal Internacional (CPI), está obligado a ejecutar la orden de detención emitida contra Putin en marzo de 2023.
- Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, habían hecho un llamamiento a las autoridades tayikas para que denegaran el acceso del presidente ruso al territorio del país o lo detuvieran nada más llegar.
- Haciendo oídos sordos a estas exhortaciones, las autoridades prefirieron decorar las calles de la capital y difundir retratos de Emomali Rahmon y Vladimir Putin en pantallas gigantes.
- Desde la invasión de Ucrania en 2022 y la emisión de una orden de detención por parte de la CPI en 2023, el mundo de Vladimir Putin se ha reducido considerablemente. Ahora sólo puede viajar a determinados países de Asia Central, a regímenes autocráticos asiáticos, a Irán y a algunos Estados del Golfo y del Cáucaso.
Los elementos destacados por Vladimir Putin durante la cumbre de Dusambé subrayan sobre todo la preeminencia de Rusia dentro de la CEI.
- El presidente ruso se esforzó por destacar ciertos elementos históricos que unen a todos los países afectados, como la victoria sobre la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
- Así, mencionó una iniciativa conmemorativa de Rusia que instituye a escala de la CEI el estatus honorífico de «Ciudad de la valentía en el trabajo», que reconoce la contribución excepcional de sus habitantes al esfuerzo bélico de 1941-1945.
- Las ciudades de Bakú (Azerbaiyán), Gyumri (Armenia), Baranavitchy y Orcha (Bielorrusia), Dusambé (Tayikistán), Kadamjaï y Maïlouou-Souou (Kirguistán), así como una decena de localidades kazajas y uzbekas, han sido incluidas en esta clasificación.
Vladimir Putin también se felicitó por el desarrollo de escuelas en Tayikistán en las que el ruso no sólo figura como lengua extranjera opcional, sino que toda la enseñanza se imparte en ruso. Del mismo modo, elogió encarecidamente el reconocimiento oficial del ruso en la Constitución tayika, lo que supone una forma indirecta de criticar a Ucrania, ya que los responsables rusos no dejan de denunciar el «genocidio lingüístico» en ese país.
- En el plano económico, Vladimir Putin celebró los importantes resultados de la cooperación entre Rusia y los países de la CEI.
- Sin embargo, es evidente que estos intercambios económicos benefician principalmente a Rusia.
- Al referirse a la «cooperación» con Tayikistán en el ámbito de la energía, el presidente ruso no tiene en mente ninguna inversión tayika en territorio ruso, sino la explotación por parte de empresas rusas de los cursos de agua de las montañas tayikas.
Esta parte de los intercambios dio lugar a una escena surrealista en la que Vladimir Putin corrigió a su homólogo armenio:
«Vladimir Putin: ¿A cuánto asciende hoy el comercio bilateral con Armenia? ¿Cuál es el volumen actual?
Nikol Pashinyan: Este año ya asciende a 4.000 millones. El año pasado fue de unos 9.000 millones.
Vladimir Putin: ¿Cuánto? No, este año es más que eso. El año pasado ya fue más y este año será aún más. Es evidente. En fin, da igual».
Sean cuales sean los motivos que expliquen la diferencia entre las estadísticas comerciales rusas (que indican un aumento del comercio del 56% con respecto a 2024) y las de Armenia (que, por el contrario, registran una disminución del 51%), la condescendencia de Vladimir Putin hacia su homólogo armenio es bastante ilustrativa de cómo concibe la «asociación» entre Rusia y los países de la CEI.
- En la misma línea, y aunque reconoció que el avión Bakú-Grozny que se estrelló el pasado mes de diciembre había sido alcanzado por error por la defensa aérea rusa, Vladimir Putin calificó de «crisis emocional» el brusco enfriamiento de las relaciones entre Azerbaiyán y Rusia provocado por la negación categórica de Moscú.
- Por último, la forma en que el presidente ruso abordó la delicada cuestión de las migraciones de Asia Central a Rusia confirma que su única prioridad es obtener la mano de obra que necesitan sus fábricas (incluidas las de armamento), al tiempo que presta atención a las preocupaciones en materia de seguridad de sus conciudadanos, más que nunca alimentadas por representaciones xenófobas.
- Así, declaró: «En lo que respecta a la migración, comprendemos perfectamente la situación demográfica de las repúblicas de Asia Central. La región está experimentando un espectacular crecimiento demográfico. Y Rusia, por supuesto, está interesada en esta mano de obra. Pero lo que nos interesa es que esta mano de obra satisfaga nuestras necesidades».
Al salir de Dusambé, Vladimir Putin no dio ningún indicio de que se estuviera moviendo hacia un sistema de relaciones políticas y económicas más igualitario entre Rusia y los Estados de la CEI.
- Por el contrario, dio a entender que lo que queda del Imperio Soviético era y debía seguir siendo un imperio.
- Las consecuencias de esta política altiva no dejarán de hacerse sentir en los próximos años.
- Esto es especialmente cierto en un contexto en el que las poblaciones del Cáucaso y Asia Central tienen la clara intención de hacer saber a Rusia que la era de la dominación soviética ha llegado definitivamente a su fin.