El 30 de julio, Donald Trump anunció que se había alcanzado un acuerdo comercial con Corea del Sur. En virtud de este, los aranceles sobre las importaciones de productos surcoreanos que entran a Estados Unidos se reducen al 15 %, frente al 25 % anterior, a cambio de 350.000 millones de dólares de inversión de Seúl en la economía estadounidense. Por su parte, los productos procedentes de Estados Unidos estarán sujetos a un arancel del 0 %.
Las líneas generales de este acuerdo desigual son similares a las del acuerdo alcanzado unos días antes, el 22 de julio, entre Estados Unidos y Japón.
- Desde que se alcanzó un acuerdo sobre las líneas generales durante el verano, la finalización de los detalles y la aplicación se encuentran en punto muerto.
- La última visita de Lee Jae-myung a la Casa Blanca el mes pasado no dio lugar a ningún avance, ya que el presidente surcoreano abandonó Estados Unidos sin una declaración conjunta.
Antes de su llegada a Nueva York, donde por el momento no está prevista ninguna reunión bilateral con Trump, Lee declaró el viernes 19 de septiembre que las condiciones del acuerdo impuestas por Trump sumirían a Corea del Sur en una crisis financiera similar a la de 1997. 1 El presidente surcoreano teme, en particular, que el compromiso de tal monto sin un acuerdo sobre un swap de divisas debilite considerablemente el won, encareciendo las importaciones, aumentando la presión sobre las tasas de interés y fragilizando la economía.
Al igual que para Tokio, la cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos se considera fundamental para Seúl, que se enfrenta a la amenaza que representan Corea del Norte, Rusia y China.
- El ejército estadounidense reafirmó la semana pasada su presencia en el Indo-Pacífico al participar en tres ejercicios multilaterales con los ejércitos japonés y surcoreano: Resolute Dragon, Iron Mace y Freedom Edge.
- Para Seúl y Tokio, la celebración de estos ejercicios junto con el ejército estadounidense envía una señal a Pyongyang sobre la continuidad de la implicación militar de Washington en la región.
- Sin embargo, el riesgo sería que Washington decidiera vincular las cuestiones comerciales a su presencia militar en el Indo-Pacífico.
- Con 27.000 militares estadounidenses estacionados en su territorio, Corea del Sur cuenta con la tercera presencia más importante después de Japón (61.500) y Alemania (49.500).
Lee declaró que, por el momento, Washington desea «separar las negociaciones sobre seguridad de las negociaciones sobre comercio». No obstante, el nuevo presidente surcoreano abogó ayer, domingo 21 de septiembre, por una defensa «autónoma y fuerte» y pidió que se pusiera fin al «pensamiento de sumisión» en un mensaje dirigido aparentemente a Estados Unidos. 2
- Unos días antes de la elección de Lee, el Wall Street Journal reveló que la administración de Trump estaba considerando trasladar a unos 4.500 soldados estadounidenses de Corea del Sur a Guam u otras zonas de la región. 3
- El deterioro de la situación de seguridad de Corea del Sur se produce en un contexto de desaceleración económica, caracterizado en particular por una tasa de desempleo juvenil extremadamente elevada.
- En agosto, esta alcanzó el 5,7 % en términos interanuales, más del doble de la tasa media de desempleo (2,6 %).
Notas al pie
- Josh Smith, Hyunjoo Jin y Heejung Jung, «South Korea’s President Lee says US investment demands would spark financial crisis», Reuters, 22 de septiembre de 2025.
- Publicación de Lee Jae-myung en Facebook, 21 de septiembre de 2025.
- Nancy A. Youssef, Alexander Ward y Timothy W. Martin, «U.S. Considers Withdrawing Thousands of Troops From South Korea», The Wall Street Journal, 23 de mayo de 2025.