Donald Trump ha pasado casi una cuarta parte de su tiempo (24,1%) jugando al golf desde que volvió al poder el 20 de enero. Sin embargo, desde principios de junio ha visitado mucho menos Mar-a-Lago y sus otros complejos de ocio.

  • El presidente estadounidense sólo ha pasado cuatro días jugando al golf desde el 1 de junio, frente a los nueve de mayo y los seis de abril, según los datos recopilados por la página web Trump Golf Track.
  • Así, desde el 17 de junio, Trump ha vuelto a situarse por debajo del 25% de su presidencia dedicado al golf, por primera vez desde el 24 de mayo.

La disminución de la presencia de Donald Trump en los campos de golf coincide con un periodo de aumento de las tensiones en Oriente Medio, marcado por el enfrentamiento entre Israel e Irán tras el lanzamiento de la operación Am Kalavi por parte del ejército israelí el 13 de junio. Sin embargo, el presidente estadounidense jugó al golf el 21 de junio, sólo unas horas antes del bombardeo del programa nuclear iraní por parte de Washington.

  • Trump ha realizado dos viajes al extranjero desde principios de junio que han sobrecargado su agenda: a Canadá para la cumbre del G7 del 15 al 16, y luego a La Haya, en los Países Bajos, para la cumbre de la OTAN los días 24 y 25 de junio.
  • El comienzo del verano también puede explicar la disminución del número de días que Trump pasa en los campos de golf, ya que el club de Mar-a-Lago está cerrado durante la temporada estival.
  • Cuando suben las temperaturas, el presidente estadounidense prefiere pasar los fines de semana más al norte, especialmente en su club de Bedminster, en Nueva Jersey.

Aunque Trump juega la mayor parte del tiempo en sus propios clubes de golf, los costes derivados de sus desplazamientos (servicios de seguridad, gastos de alojamiento, escolta, combustible…) son colosales. Según un informe del órgano de auditoría del Congreso publicado en 2019, cada visita de Trump a Mar-a-Lago durante su primer mandato costó 3,4 millones de dólares al contribuyente estadounidense, lo que supone casi 500 millones de dólares en cuatro años, sin tener en cuenta los desplazamientos a otros de sus resorts 1.