En 1889, durante la Segunda Internacional Socialista, celebrada en París, el movimiento fundado por Engels decidió convertir el 1 de mayo en un día dedicado a las luchas obreras, tres años después del inicio en Chicago de la lucha por la instauración de la jornada laboral de ocho horas, que culminó el 4 de mayo de 1886 con la masacre de Haymarket Square.

En los años y décadas siguientes, más de un centenar de países convirtieron el 1 de mayo en un día festivo para celebrar la lucha por los derechos de los trabajadores. En Estados Unidos, el Día del Trabajo se celebra el 1 de septiembre desde 1894.

  • En la Unión Europea, el 1 de mayo es festivo y no laborable, lo que significa que los empleados cobran aunque no trabajen (un día festivo no se considera automáticamente no laborable), en 24 Estados miembros.
  • Solo dos Estados miembros no han declarado feriado el Día del Trabajo: Dinamarca y los Países Bajos.
  • En Eslovenia, el 1 y el 2 de mayo son días feriados, mientras que en Irlanda el Día del Trabajo se celebra el primer lunes de mayo, que este año cae el día 5.
  • En Dinamarca, el sistema de convenio colectivo (overenskomst), que se traduce en un acuerdo entre uno o varios sindicatos y los empleadores, permite a muchos trabajadores obtener un día libre sin que esté necesariamente recogido en la ley.
  • En los Países Bajos, muchos trabajadores (especialmente en la función pública) tampoco trabajan el 1 de mayo, a pesar de que no es feriado. Antes de 2013, el Día del Trabajo se celebraba el día después del Koningsdag, la fiesta nacional neerlandesa, antes de que esta se adelantara al 27 de abril.

En la Unión Europea, Eslovaquia, Lituania y Letonia son los países con más días feriados, con un total de 15 al año cada uno. Francia, por su parte, cuenta con 11 días feriados al año, ligeramente por debajo de la media europea, que se sitúa en 11,7. Grecia es el último país de la clasificación de la Unión, con un total de 6 días feriados al año.