Los datos de la nueva encuesta Eurobazuca ofrece una radiografía densa y reveladora de cómo perciben los españoles el nuevo orden geopolítico tras la reelección de Donald Trump. 

Entre el temor al conflicto, la desconfianza hacia las grandes potencias y una fuerte apuesta por la autonomía estratégica europea, se dibuja una sociedad en alerta, escéptica y reacia a delegar su seguridad en manos extranjeras. A continuación, un análisis profundo de los diez puntos más significativos.

GUERRA EN UCRANIA, ARANCELES: LA REACCIÓN A LA ONDA DE CHOQUE TRUMP

1 — El fantasma de la guerra reaparece en el imaginario de los españoles

El 55% de los españoles considera elevado el riesgo de un conflicto armado en territorio de la Unión Europea en los próximos años, lo que indica que la guerra ha dejado de ser una posibilidad remota para instalarse en la conciencia colectiva. El debate público gira cada vez más en torno a la necesidad de reforzar la defensa europea, incluso entre sectores antes reticentes al gasto militar. Sin embargo, este aumento de la inquietud no implica un consenso claro sobre las soluciones: refleja más bien la conciencia de que el escenario internacional es cada vez más inestable e impredecible, y que Europa debe estar preparada.

  • La actual coyuntura internacional —marcada por la guerra en Ucrania, la retórica agresiva de algunas potencias y la reelección de Trump— ha influido notablemente en esta percepción. Destaca el alto nivel de preocupación entre los votantes de Ahora Repúblicas (88%) y Podemos (60%), partidos históricamente pacifistas. En contraste, los electorados de PSOE (54%) y Sumar (46%), socios de gobierno, muestran niveles más bajos de alarma, incluso por debajo de los de PP (56%) y Vox (57%).
  • Esta diferencia dentro del bloque progresista también puede explicarse por el lugar que ocupan los partidos en el escenario institucional. Se intuye que el menor nivel de inquietud entre los votantes de PSOE y Sumar podría deberse a su actual responsabilidad de gobierno, lo que suele traducirse en una mayor confianza en la capacidad del Estado y de las instituciones europeas para gestionar crisis internacionales. 
  • En cambio, la elevada preocupación en los electorados de Ahora Repúblicas y Podemos podría reflejar una mayor sensibilidad ante la deriva militarista del contexto internacional y una desconfianza estructural hacia las respuestas de los grandes bloques geopolíticos.

2 — Trump, bajo sospecha en la opinión pública española

Donald Trump es percibido como un factor de desestabilización global. Su estilo político, el desprecio por la OTAN y el multilateralismo han erosionado la confianza en Estados Unidos como aliado. El 66% de los españoles cree que su reelección hace el mundo menos seguro, y solo un 5% lo considera amigo de España. Además, el 52% cree que muestra tendencias autoritarias y un 36% lo califica directamente como dictador. Su nota media de confianza entre la población española (2,5/10) lo sitúa como uno de los líderes internacionales peor valorados.

  • A nivel del electorado por partidos, el rechazo es mayoritario entre los votantes de las izquierdas españolas —de Sumar (97%), PSOE (82%), Podemos (76%) y Ahora Repúblicas (76%)—. En cambio, el electorado de Vox se divide: 44% cree que el mundo es más seguro con Trump, y 29% lo ve como una amenaza.
  • La percepción de Trump como enemigo de Europa es prácticamente unánime entre los votantes progresistas: Podemos y Sumar (96%), PSOE (81%), Ahora Repúblicas (73%). Solo en Vox, un 23% lo considera amigo de Europa, aunque un 29% también lo ve como enemigo.
  • En cuanto a su perfil político, el 80% del electorado de Podemos lo define como dictador. En el PP, el 61% lo considera autoritario, sin llegar a caracterizarlo como dictador. Vox, en cambio, es más indulgente: un 35% cree que respeta los principios democráticos.

3 — Desconfianza en los líderes europeos

El 73% de los españoles cree que los líderes europeos no están a la altura de los desafíos actuales. La ciudadanía percibe a sus dirigentes como lentos, divididos y poco eficaces ante crisis como la guerra en Ucrania, el regreso de Trump o la incertidumbre económica, y exige menos retórica y más liderazgo real.

Las valoraciones son bajas en todos los casos. Solo Volodímir Zelenski aprueba, con un 5,3/10. Pedro Sánchez obtiene un 3,4, similar a Donald Tusk (4,5) o Ursula von der Leyen (4,2). Entre sus votantes, Pedro Sánchez sube a un 7,5.

  • Los electores de Podemos, Sumar y Ahora Repúblicas suspenden a casi todos los líderes, incluso a los ideológicamente afines, reflejando una desconfianza transversal. Los votantes de Vox suspenden a todos los dirigentes europeos, salvo a Giorgia Meloni, a quien dan un 8,0, coherente con su afinidad ideológica.

LA RESPUESTA CIUDADANA: MÁS AUTONOMÍA PARA EUROPA

4 — ¿De socio a enemigo? Los españoles piden a la Unión que se prepare a una era sin Trump

El 70% de los españoles cree que la Unión no puede contar con Estados Unidos bajo la Administración Trump y debe garantizar su seguridad por sí misma. La idea de una autonomía estratégica europea ya no es solo discurso político: se ha convertido en un consenso ciudadano.

  • Por partidos, el respaldo es muy alto entre los votantes de Sumar (99%), Ahora Repúblicas (77%) y PSOE (76%), pero también mayoritario en PP (59%) y Vox (67%). La autonomía defensiva traspasa ideologías y responde a la demanda de una Europa más soberana frente a un entorno global cada vez más incierto.

5 — Apuesta rotunda por una defensa común europea

El 72% de los españoles apoya la creación de un ejército común europeo, frente al 14% que prefiere seguir dependiendo de la OTAN y el 11% que opta por ejércitos nacionales. Para la mayoría, la mejor defensa no es solo gastar más, sino integrar mejor a los Estados miembros en un proyecto común. 

  • El respaldo es mayoritario entre el electorado de todos los bloques: Sumar (97%), PSOE (92%), Podemos (82%), PP (72%) y, aunque en menor medida, también en Vox (42%), donde sigue siendo la opción más apoyada. 

6 — El dilema del gasto militar en tiempos de incertidumbre

La propuesta de elevar el gasto militar de la Unión Europea al 5% del PIB divide a la sociedad española.

Un 43% lo considera urgente ante las amenazas externas, mientras que un 36% prioriza otras necesidades. Un 19% no se posiciona y un 3% está indeciso. El debate revela una tensión entre seguridad y bienestar social. Para algunos, el contexto global —Trump, Ucrania, la desconfianza hacia Estados Unidos y Rusia— justifica más inversión en defensa. Para otros, el foco debe seguir en la desigualdad, el clima o la cohesión social.

  • En España, el apoyo más firme proviene de los votantes de derechas: PP (60%) y Vox (58%) respaldan mayoritariamente el aumento del gasto militar.
  • En la izquierda, la oposición es clara: Podemos (83%) y Sumar (55%) priorizan otras necesidades sociales. El electorado del PSOE presenta una división interna: un 33% apoya el aumento, pero un 48% considera que hay otras prioridades más urgentes.

7 — Entre la solidaridad y el cansancio: España se cuestiona cómo seguir con Ucrania

El 58% de los españoles respalda que la Unión Europea aumente su apoyo militar a Ucrania si Estados Unidos retira su ayuda, pero un 40% aceptaría una paz negociada que implique ceder territorio a Rusia, reflejando desgaste y división en la opinión pública. La defensa de la soberanía ucraniana entra en tensión con el deseo de frenar una guerra larga y costosa. Pese a ello, hay consenso en una medida concreta: el 67% apoya incautar activos rusos congelados para financiar la resistencia, señal de que la mayoría mantiene una postura firme frente a Moscú.

  • Los votantes PSOE (71%) apoya aumentar la ayuda si Estados Unidos se retira —en sintonía con la política exterior del Gobierno—. 
  • En la izquierda, el apoyo al refuerzo militar es dispar: en Podemos, solo el 41% está a favor y el 57% se opone, reflejando escepticismo ante la vía militar. En Sumar, el 56% lo respalda, pero con un 26% en contra y un 19% indeciso, lo que indica un apoyo frágil.
  • En la derecha, el PP muestra un respaldo claro (68% a favor), mientras que Vox, aunque con mayoría favorable (59%), presenta un 40% de rechazo, señal de divisiones internas.
  • El debate se intensifica al hablar de una paz con cesión territorial: Vox es el más dispuesto a aceptarla (53%), seguido de Podemos (28%) y Sumar (23%), aunque en ambos casos con posturas divididas. El PSOE también se reparte: 46% quiere seguir luchando, 41% aceptaría negociar. El PP es el más firme en continuar la ofensiva (50%), pero un 38% optaría por ceder terreno.

RELACIÓN CON ESTADOS UNIDOS Y LIDERAZGO NACIONAL

8 — Sánchez y la difícil relación con Trump

El 41% de los españoles cree que Pedro Sánchez ha gestionado adecuadamente la relación con el gobierno de Trump, mientras que el 52% la considera inadecuada.

El resultado refleja el difícil equilibrio que debe mantener el presidente del Gobierno: conservar una relación institucional con Estados Unidos pese a las profundas discrepancias y el rechazo que genera la figura de Trump.

  • El apoyo de los votantes del PSOE es amplio: el 83% de sus votantes respalda la actuación de Sánchez. Sumar muestra un apoyo aún mayor (97%).
  • Podemos es mucho más crítico: solo el 38% aprueba la actuación de Sánchez, frente a un 59% que la rechaza. En Ahora Repúblicas, el respaldo es moderado (56%), con un 21% en contra y un significativo 23% que no se pronuncia, reflejo de una posición ambivalente.
  • En la derecha, el rechazo es rotundo. El 77% de los votantes del PP cree que Sánchez no ha estado a la altura. En Vox, el 84% también lo desaprueba.

9 — Los españoles se dividen sobre cómo encarar la nueva era en Washington

La reelección de Trump ha reabierto un viejo dilema en política exterior: ¿cómo debe posicionarse España respecto a Estados Unidos? 

Según la encuesta, el 37% de la población española cree que la actitud correcta es la oposición, mientras que un 35% opta por el compromiso y solo un 19% defiende el alineamiento con la nueva administración estadounidense. El 9% restante no tiene una opinión definida.

  • En la izquierda, el rechazo es prácticamente total. Sumar (95%), Ahora Repúblicas (91%) y Podemos (62%) apuestan claramente por una política de oposición frontal al nuevo gobierno de Trump.
  • El PSOE muestra una postura más matizada: aunque 63% de sus votantes también se inclina por la oposición, un 22% prefiere el compromiso y un 9% defiende incluso el alineamiento.
  • En la derecha, el enfoque cambia. El PP opta mayoritariamente por una estrategia de compromiso (56%), aunque una minoría significativa (18%) aboga por alinearse. Vox, en cambio, es el único partido donde la mayoría (51%) apoya un alineamiento total con Washington, reflejando su visión de Trump como un socio ideológico.

Una nueva FRACTURA EN ESPAÑA

10 — Sí a la defensa, no al cuartel: el servicio militar divide a España

El 43% de los españoles está de acuerdo con reinstaurar un servicio militar obligatorio de 12 meses para garantizar la defensa de Europa, mientras que el 57% lo rechaza.

El dato muestra una línea de fractura clara: aunque crece el apoyo a una defensa común y a una mayor inversión militar, la mayoría no está dispuesta a asumir una militarización personal forzada.

  • El rechazo es especialmente contundente en la izquierda, incluso entre los votantes más preocupados por la seguridad internacional. El electorado de Podemos y Sumar, que lideran el apoyo a una defensa europea, se oponen casi unánimemente al servicio obligatorio (99% en contra en ambos casos), lo que indica que el europeísmo defensivo no implica aceptar una lógica de reclutamiento forzoso.
  • En la derecha, en cambio, la percepción es muy distinta. Los votantes de Vox son los más favorables a esta medida, con un 87% de apoyo. El electorado del PP también muestra un respaldo alto (75%).
  • El PSOE se sitúa en una posición intermedia: 30% a favor, 70% en contra, reflejando una base electoral dividida. 

CONCLUSIONES

El Eurobazuca refleja un sentimiento dominante: la desconfianza —hacia Estados Unidos las grandes potencias, los líderes europeos y las instituciones internacionales, percibidas como lentas e ineficaces ante los retos globales—.

En paralelo, se consolida una demanda firme de autonomía estratégica para la Unión Europea, no solo en defensa, sino también en su capacidad de decisión y acción en un mundo cada vez más inestable. 

Sin embargo, ese consenso se fractura en las soluciones concretas: el aumento del gasto militar divide, y el apoyo a Ucrania empieza a mostrar señales de fatiga. La ciudadanía quiere defender los valores europeos, pero sin caer en una guerra sin fin ni aceptar una militarización forzada.

Este contexto plantea un mandato ciudadano complejo:

  1. Reforzar la defensa europea sin recurrir al servicio militar obligatorio.
  2. Sostener el apoyo a Ucrania, pero abrir el debate sobre una salida negociada si el conflicto se alarga.
  3. Redefinir la relación con Estados Unidos: mantener la cooperación sin dependencia.
  4. Apostar por una Europa soberana, coordinada y capaz de actuar unida frente a las amenazas exteriores.

En definitiva, los ciudadanos reclaman más soberanía, más unidad y más claridad estratégica, pero también una Europa que proteja sin imponer —y que actúe con firmeza sin renunciar a sus valores democráticos—.