El último informe anual «Global Energy Review», publicado ayer, lunes 24 de marzo, por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), ilustra el impacto del aumento de las temperaturas y el impacto del clima en el consumo de energía. El año pasado, la demanda global de energía creció un 2,2 % en comparación con 2023, mucho más que en la década anterior (1,3 % anual de media entre 2013 y 2023). 1

  • El aumento global de la demanda de energía se ve impulsado, en particular, por la demanda de electricidad: +4,3 % el año pasado. La AIE considera que esta aceleración refleja las altas temperaturas registradas en 2024, pero también la electrificación de los usos y la digitalización.
  • La agencia europea Copernicus estima que 2024 fue el primer año en el que la temperatura media mundial superó en 1,5 °C su nivel preindustrial. Las olas de calor provocan, en particular, un aumento significativo del uso de aire acondicionado, lo que dispara el consumo de electricidad.

Si bien las emisiones de CO₂ siguieron aumentando el año pasado, el aumento fue inferior al del PIB mundial (0,8 % frente a 3,2 %). Esta diferencia indica que el crecimiento económico no está directamente relacionado con el consumo de hidrocarburos y, por tanto, con la emisión de gases de efecto invernadero.

Desde la década de 1980, debido en gran parte al desarrollo de la energía nuclear, cada vez más países han mantenido su crecimiento al tiempo que reducen sus emisiones.

  • En algunos países, especialmente en Europa y en los países ricos, el ritmo de esta disociación se ha acelerado a medida que el precio de la instalación de energías renovables se ha ido reduciendo. Así, desde 2020, una kilovatio hora (kWh) de electricidad producida a partir de hidrocarburos es más cara que un kWh producido por paneles fotovoltaicos.
  • En la «fase más crítica» de su transición energética, los países clasificados por el Banco Mundial como de renta alta debían emitir de media el equivalente a un kilo de CO₂ por cada dólar añadido a su PIB (teniendo en cuenta la inflación).
  • Hoy en día, esta relación se ha dividido entre cinco y los países ricos deben emitir una media de 0,2 kilos. Si los países de renta media-baja emiten hoy más CO₂ para producir riqueza, en el peor momento de su transición debían producir de media la mitad de CO₂ (0,5 kilos) para producir un dólar de PIB. 2

China es el país que más contribuyó al aumento de la demanda global de energía el año pasado: +4,9 exajulios, de los cuales 2,52 de hidrocarburos (carbón, petróleo y gas natural) y 2,2 de energías renovables. Sin embargo, proporcionalmente, la demanda energética de China se contrajo en comparación con el año anterior, hasta alcanzar el 2,9 %, frente al 5,7 % en 2023. Solo en la Unión Europea y Japón disminuyó el consumo de energía el año pasado en comparación con 2023.

Notas al pie
  1. Global Energy Review 2025, Agencia Internacional de la Energía, 24 de marzo de 2025.
  2. John Burn-Murdoch, «Economics may take us to net zero all on its own», Financial Times, 23 de septiembre de 2022.