La duración de la recarga, junto con el precio del vehículo, es el último gran obstáculo que impide a la mayoría de los consumidores adquirir un vehículo eléctrico. Al anunciar el lunes 17 de marzo el lanzamiento de una nueva gama de coches capaces de realizar una carga completa en sólo 5 minutos con un precio de entrada de 37.000 dólares, el fabricante chino BYD se diferencia aún más de sus competidores chinos, pero también occidentales 1.

  • A partir de abril, los consumidores chinos podrán adquirir dos autos eléctricos (el Han L y el Tang L) cuyas baterías estarán adaptadas a las nuevas estaciones de recarga que BYD quiere construir en China en los próximos años.
  • Estas «plataformas» deberían permitir una carga 4,5 veces más rápida que los supercargadores construidos por Tesla en todo el mundo (80 kilómetros de autonomía por minuto, frente a los 18 del fabricante estadounidense).

El anuncio de la próxima salida de estos nuevos vehículos y cargadores se produce en un contexto particularmente difícil para la empresa de Elon Musk, el segundo vendedor de coches eléctricos del mundo después de BYD. Las entregas de la fábrica de Tesla en Shanghái se desplomaron un 49% en febrero, y la capitalización bursátil de la empresa se ha reducido casi a la mitad desde principios de año. La cercanía de Musk con Donald Trump también ha llevado a un movimiento de boicot a los coches Tesla, así como a la degradación y destrucción de coches del fabricante en Estados Unidos.

El éxito de BYD explica en parte el descenso de las ventas de Tesla, especialmente en los mercados donde el fabricante chino está mejor establecido.

  • Las baterías que equipan la mayoría de los coches de Tesla tienen un sistema de 400 voltios, lo que limita la velocidad de carga, independientemente de las estructuras de recarga puestas en servicio por el fabricante.
  • Mientras que los principales competidores de la estadounidense cuentan con tecnologías más avanzadas de 800 voltios, la última batería presentada por BYD permite alcanzar una tensión de 1.000 voltios, la más alta hasta la fecha en la industria automotriz.
  • En pocos años, BYD también ha recuperado el retraso en materia de tecnología de asistencia a la conducción y tiene previsto ofrecer su sistema «God’s Eye» sin coste adicional. Tesla, que espera la aprobación del gobierno chino para introducir un sistema de conducción autónoma integral, cobra 100 dólares al mes por este servicio en el mercado estadounidense.

Desde el lanzamiento del Model S en Estados Unidos en 2012, Tesla no ha sido capaz de ofrecer una innovación importante, sino que ha adoptado un enfoque incremental que consiste en actualizaciones periódicas del sistema y mejoras técnicas menores. Con su último avance tecnológico, BYD consolida su ventaja sobre su principal rival estadounidense, mientras que Trump ordenó en un memorando publicado el 3 de marzo poner fin en gran medida a la adquisición de vehículos eléctricos por parte del gobierno federal, así como al despliegue de estaciones de recarga 2.