{"id":9750,"date":"2022-10-21T16:46:30","date_gmt":"2022-10-21T15:46:30","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=9750"},"modified":"2022-10-23T18:15:49","modified_gmt":"2022-10-23T17:15:49","slug":"la-desgracia-de-los-conservadores","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2022\/10\/21\/la-desgracia-de-los-conservadores\/","title":{"rendered":"La desgracia de los conservadores"},"content":{"rendered":"\n
La crisis pol\u00edtica que se viene gestando en el Reino Unido desde hace varios a\u00f1os se ha acelerado en los \u00faltimos meses, alcanzando su punto \u00e1lgido a primera hora de la tarde del jueves 20 de octubre. Un mes y medio despu\u00e9s de que Liz Truss se convirtiera en Primera Ministra tras la retirada forzada de Boris Johnson, su dimisi\u00f3n supone un \u00faltimo golpe a la reputaci\u00f3n de los tories en la opini\u00f3n p\u00fablica brit\u00e1nica. Llevado al poder en 2010 por David Cameron con una promesa de moderaci\u00f3n y competencia, el partido conservador acaba de sufrir una crisis tal que un simple cambio de l\u00edder probablemente no ser\u00e1 suficiente para reanimarlo. Al igual que los conservadores en 1992 y los laboristas en 2008, es probable que la derecha brit\u00e1nica se enfrente a un periodo prolongado en la oposici\u00f3n. <\/p>\n\n\n\n
Los or\u00edgenes de la actual crisis pol\u00edtica en el Reino Unido son m\u00faltiples, desde la tumultuosa puesta en marcha del Brexit y sus consecuencias econ\u00f3micas, pasando por las tentaciones centr\u00edfugas en Escocia e Irlanda del Norte <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span>, hasta la crisis social que golpea con fuerza al pa\u00eds. Pero todos ellos se han sumado en los \u00faltimos meses a una situaci\u00f3n pol\u00edtica insostenible para los conservadores en el poder. <\/p>\n\n\n\n Tras meses de creciente impopularidad del primer ministro Boris Johnson en medio del esc\u00e1ndalo Partygate<\/em>, los diputados tories apuestan por un cambio de liderazgo para convencer a los votantes brit\u00e1nicos de que su partido vuelve a ser digno de su confianza de cara a las elecciones generales previstas para enero de 2025. Tras un proceso interno de m\u00e1s de dos meses, los diputados y militantes eligieron a Liz Truss como l\u00edder del partido, que fue invitada por la Reina Isabel a formar gobierno el 6 de septiembre.<\/p>\n\n\n\n Un mes y medio despu\u00e9s de que Liz Truss se convirtiera en Primera Ministra tras la retirada forzada de Boris Johnson, su dimisi\u00f3n supone un \u00faltimo golpe a la reputaci\u00f3n de los tories en la opini\u00f3n p\u00fablica brit\u00e1nica.<\/p>MATHIEU GALLARD<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Tras una pausa ligada al funeral de la Soberana, el \u00abminipresupuesto\u00bb<\/a> presentado el 23 de septiembre por la Primera Ministra y su Ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, que preve\u00eda importantes recortes fiscales dirigidos sobre todo a los hogares m\u00e1s ricos y cuya financiaci\u00f3n no se especificaba, desestabiliz\u00f3 los mercados financieros y provoc\u00f3 la ca\u00edda de la libra esterlina <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Ante las cr\u00edticas internas y las desastrosas encuestas, Kwasi Kwarteng anunci\u00f3, el 3 de octubre, un giro de 180 grados en el plan de reducci\u00f3n del tipo impositivo a las rentas m\u00e1s altas. Pero la continua ca\u00edda de la libra, los anuncios de Liz Truss sobre un posible recorte de las ayudas sociales a los hogares m\u00e1s pobres y la revuelta de una creciente proporci\u00f3n de diputados conservadores hicieron r\u00e1pidamente insostenible la posici\u00f3n de la Primera Ministra. La sustituci\u00f3n de Kwasi Kwarteng por Jeremy Hunt, el 14 de octubre, no tuvo ninguna repercusi\u00f3n, ya que a los pocos d\u00edas se produjo la dimisi\u00f3n de la ministra del Interior, Suella Braverman. El golpe final lleg\u00f3 el 19 de octubre, cuando 40 diputados conservadores se abstuvieron de votar un proyecto de ley sobre la fracturaci\u00f3n hidr\u00e1ulica: al d\u00eda siguiente, Liz Truss anunci\u00f3 su dimisi\u00f3n<\/a> tras 44 d\u00edas en el 10 de Downing Street.<\/p>\n\n\n\n Como era de esperar, esta secuencia result\u00f3 desastrosa para el Partido Conservador. Mientras que a principios de septiembre estaba a unos 10 puntos del Partido Laborista en las encuestas <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>, los \u00faltimos sondeos muestran una diferencia de entre 21 y 39 puntos entre ambos partidos. Los encuestadores brit\u00e1nicos no registraban un dominio semejante desde 1995-1997, cuando los nuevos laboristas de Tony Blair aventajaban en m\u00e1s de 20 puntos a los conservadores de John Major, desgastados por casi dos d\u00e9cadas en el poder <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>. La traducci\u00f3n de los votos en esca\u00f1os es a\u00fan m\u00e1s desastrosa para los tories: sobre la base de las encuestas m\u00e1s recientes, algunas proyecciones llegan a decir que el partido conservador podr\u00eda simplemente ser borrado del mapa en caso de elecciones anticipadas. Si bien es cierto que una elecci\u00f3n en los pr\u00f3ximos meses es altamente improbable, y que tanto las encuestas como las proyecciones de esca\u00f1os pueden estar exagerando ligeramente el alcance del colapso de los conservadores <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>, la situaci\u00f3n no es menos catastr\u00f3fica para el partido.<\/p>\n\n\n\n La traducci\u00f3n de los votos en esca\u00f1os es a\u00fan m\u00e1s desastrosa para los tories: bas\u00e1ndose en las encuestas m\u00e1s recientes, algunas proyecciones sugieren que el partido conservador podr\u00eda simplemente ser borrado del mapa en caso de elecciones anticipadas.<\/p>MATHIEU GALLARD<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Esta reciente secuencia recuerda a otros episodios de la historia pol\u00edtica brit\u00e1nica de las \u00faltimas d\u00e9cadas. 1978-1979, 1992, 2008: en cada caso, la reputaci\u00f3n de competencia de un partido aparentemente s\u00f3lidamente anclado en el poder se derrumb\u00f3 bajo el peso de una crisis, lo que llev\u00f3 a su paso a la oposici\u00f3n durante un per\u00edodo prolongado.<\/p>\n\n\n\n En 1978-1979, las grandes huelgas del Winter of Discontent<\/em> por el intento del gobierno laborista de James Callaghan de limitar los aumentos salariales para combatir la inflaci\u00f3n paralizaron el pa\u00eds y condujeron a la victoria de los conservadores de Margaret Thatcher en las elecciones generales de mayo de 1979. Estos \u00faltimos se mantuvieron en el poder hasta 1997, gracias sobre todo a su imagen de competencia y buena gesti\u00f3n econ\u00f3mica. Sin embargo, esta imagen se vio socavada por el Black Wednesday<\/em> del 16 de septiembre de 1992, cuando el reci\u00e9n reelegido gobierno de John Major se vio obligado a sacar la libra del sistema monetario europeo. Este acontecimiento provoc\u00f3 de nuevo el hundimiento de la credibilidad del partido conservador en materia econ\u00f3mica, un movimiento de opini\u00f3n tanto m\u00e1s violento cuanto que, desde julio de 1992, John Smith <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span> estaba a la cabeza del partido laborista: este l\u00edder moderado, cre\u00edble y popular, supo capitalizar el hundimiento de la imagen de los tories, lo que condujo al maremoto laborista de 1997. Once a\u00f1os despu\u00e9s, Gordon Brown, que acababa de suceder a Tony Blair, se enfrent\u00f3 a la crisis financiera y econ\u00f3mica de 2007-2008. Aunque el antiguo Ministro de Hacienda gozaba de una imagen de competencia econ\u00f3mica especialmente s\u00f3lida, los planes de rescate del sector bancario puestos en marcha por su gobierno pusieron de manifiesto la fragilidad de la econom\u00eda brit\u00e1nica y arruinaron la confianza que el pueblo brit\u00e1nico hab\u00eda depositado en el Partido Laborista durante m\u00e1s de 10 a\u00f1os. Esta secuencia permiti\u00f3 a los conservadores, liderados por David Cameron, recuperar el predominio en la opini\u00f3n p\u00fablica, preludio de su victoria electoral en mayo de 2010.<\/p>\n\n\n\n Los \u00abchoques de competencia\u00bb que se producen a intervalos regulares nos permiten comprender las diferentes fases de la vida pol\u00edtica brit\u00e1nica reciente.<\/p>MATHIEU GALLARD<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Como puede verse, estos \u00abchoques de competencia\u00bb que se producen a intervalos regulares nos permiten entender las diferentes fases de la vida pol\u00edtica brit\u00e1nica reciente <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>, con per\u00edodos de dominio de un partido considerado capaz de dirigir el pa\u00eds intercalados con momentos parox\u00edsticos en los que su reputaci\u00f3n general de competencia se derrumba, preludio de su paso a la oposici\u00f3n durante varias legislaturas. En The Politics of Competence: Parties, Public Opinion and Voters<\/em> <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span>, Jane Green y Will Jennings destacan los elementos por los que los votantes juzgan la competencia de los partidos: <\/p>\n\n\n\n Las encuestas muestran que en los \u00faltimos meses el dominio de los conservadores en cada una de estas dimensiones se ha derrumbado.<\/p>\n\n\n\n De hecho, la superioridad de los tories sobre los laboristas, percibidos m\u00e1s s\u00f3lidos en la mayor\u00eda de los temas desde la crisis de 2008 es ya cosa del pasado. Los laboristas tienen ahora una enorme ventaja en cuestiones sociales, casi alcanzando los niveles registrados durante la era del New Labour<\/em>: seg\u00fan el \u00faltimo bar\u00f3metro de Ipsos <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span>, el 47% de los brit\u00e1nicos cree que est\u00e1n mejor capacitados para gestionar el Servicio Nacional de Salud (NHS), frente a s\u00f3lo el 9% de los conservadores. El dominio de la izquierda alcanza niveles similares cuando se trata de luchar contra la desigualdad social, abordar el desempleo o reducir el coste de la vida. <\/p>\n\n\n\nLa competencia, una dimensi\u00f3n central en la elecci\u00f3n de los votantes <\/strong><\/h2>\n\n\n\n
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A los ojos de la opini\u00f3n p\u00fablica brit\u00e1nica, la credibilidad ha pasado a manos del <\/strong>Labour<\/em><\/strong><\/h2>\n\n\n\n