{"id":86474,"date":"2025-12-29T11:31:14","date_gmt":"2025-12-29T10:31:14","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=86474"},"modified":"2025-12-29T11:31:17","modified_gmt":"2025-12-29T10:31:17","slug":"lebensraum-de-hitler-a-trump-fuentes-y-genealogia-de-un-concepto","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/12\/29\/lebensraum-de-hitler-a-trump-fuentes-y-genealogia-de-un-concepto\/","title":{"rendered":"Lebensraum: de Hitler a Trump, fuentes y genealog\u00eda de un concepto"},"content":{"rendered":"\n
\u00abNecesitamos Groenlandia para la seguridad nacional, debemos tenerla<\/a>\u00bb. <\/p>\n\n\n\n Para justificar el nombramiento de un enviado especial estadounidense para Groenlandia \u2014el gobernador republicano de Luisiana Jeff Landry<\/a>\u2014, Donald Trump se limit\u00f3 a afirmar, sin explicarlo realmente, que, en su opini\u00f3n, la anexi\u00f3n de Groenlandia por parte de Estados Unidos era indispensable.<\/p>\n\n\n\n Comprometido desde su regreso a la Casa Blanca con una reafirmaci\u00f3n agresiva de la doctrina Monroe<\/a>, el presidente estadounidense da a entender as\u00ed que la seguridad de Estados Unidos depender\u00eda de la anexi\u00f3n de Groenlandia y que la primera potencia mundial estar\u00eda en \u00abinseguridad\u00bb por el simple hecho de que la gran isla boreal, aunque bajo la soberan\u00eda de su fiel aliado dan\u00e9s, no fuera absorbida por Washington.<\/p>\n\n\n\n Al presentar as\u00ed su voluntad de ampliar el territorio estadounidense, no como una decisi\u00f3n imperialista asumida, sino como un imperativo que se le impone, Trump retoma un tipo de argumentaci\u00f3n muy apreciada en la geopol\u00edtica cl\u00e1sica en boga en los a\u00f1os 30, que consist\u00eda en motivar el expansionismo territorial en nombre de supuestos imperativos geogr\u00e1ficos categ\u00f3ricos <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Este recurso al imperativo ha sido a menudo una forma de sofocar cualquier protesta \u2014inmediatamente desacreditada como \u00abirrealista\u00bb\u2014 preparando una imposici\u00f3n por la fuerza.<\/p>\n\n\n\n Esta forma de justificar la violaci\u00f3n de la soberan\u00eda de un Estado vecino con necesidades supuestamente \u00abvitales\u00bb reaviva los ecos, que se cre\u00edan lejanos, del Lebensraum<\/em>, ese \u00abespacio vital\u00bb que, seg\u00fan los nazis, el pueblo alem\u00e1n necesitaba imperativamente para sobrevivir y que justific\u00f3 su mort\u00edfera expansi\u00f3n hacia el Este.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, el car\u00e1cter supuestamente \u00abvital\u00bb del Lebensraum<\/em> nazi no era del mismo tipo que el que Trump menciona en relaci\u00f3n con Groenlandia.<\/p>\n\n\n\n En el primer caso, se trataba de tomar posesi\u00f3n de tierras que se consideraban indispensables para abastecer y alimentar a una Alemania en pleno crecimiento demogr\u00e1fico, descuidando, por supuesto, en buena l\u00f3gica aut\u00e1rquica, la posibilidad de importar los recursos que pudieran faltar al pueblo alem\u00e1n.<\/p>\n\n\n\n En el segundo caso, la anexi\u00f3n de Groenlandia no se presenta directamente como un medio para proporcionar recursos naturales a los Estados Unidos <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span> \u2014aunque esta dimensi\u00f3n es, de hecho, clave<\/a>\u2014, sino como una forma de garantizarles una especie de glacis protector en el norte frente a las amenazas de penetraci\u00f3n china o rusa.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, en ambos casos, es la seguridad y la prosperidad de la potencia imperialista lo que har\u00eda inevitable su expansi\u00f3n territorial, presentada como una cuesti\u00f3n de vida o muerte no s\u00f3lo para su v\u00edctima, sino tambi\u00e9n para ella misma. En la matriz de las teor\u00edas del Lebensraum<\/em>, la presa debe renunciar a su soberan\u00eda y perecer para que el depredador pueda sobrevivir.<\/p>\n\n\n\n Aunque se hizo mundialmente famosa gracias al r\u00e9gimen nazi, la noci\u00f3n de \u00abLebensraum<\/em>\u00bb no es un invento suyo.<\/p>\n\n\n\n Como muchas de las ideas estructurantes del imaginario nacionalsocialista, se extrajo del repertorio intelectual de finales del siglo XIX para ser luego reciclada y, en parte, deformada <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Fruto de una mezcla entre el malthusianismo y el darwinismo social, la idea de Lebensraum <\/em>se basa en el postulado de que, como cualquier ser vivo, el ser humano necesita para desarrollarse disponer de un espacio m\u00ednimo que le garantice los recursos y el entorno indispensables para su perpetuaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Traducido generalmente como \u00abespacio vital\u00bb, el Lebensraum<\/em> designa m\u00e1s exactamente, seg\u00fan la traducci\u00f3n propuesta por Johann Chapoutot, el \u00abbiotopo\u00bb, es decir, el lugar (topos<\/em>) necesario para el desarrollo de la vida (bios<\/em>). O, para decirlo en t\u00e9rminos nazis: \u00abese espacio sin el cual la supervivencia de la raza es imposible\u00bb <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Oscar Peschel<\/span>\u00abEn todos los lugares de los continentes donde los hombres se han aventurado hasta ahora, se han descubierto rastros de habitantes, ya que poco antes de que el marinero Morton y el esquimal Hans llegaran, el 24 de junio de 1854, al cabo Constituci\u00f3n, en la costa occidental de Groenlandia […], hab\u00edan observado los restos de un trineo. Esto demuestra la presencia anterior de esquimales, a quienes debemos alabar, en palabras de Homero, como los m\u00e1s lejanos de los hombres (\u1f14\u03c3\u03c7\u03b1\u03c4\u03bf\u03b9 \u1f00\u03bd\u03b4\u03c1\u1ff6\u03bd). Junto al hombre, tambi\u00e9n descubrimos los rastros de al menos un animal dom\u00e9stico: el perro siempre ha sido su compa\u00f1ero. Todav\u00eda queda por encontrar un lugar en la Tierra que no est\u00e9 habitado o al menos visitado por alg\u00fan pueblo.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, las transiciones entre diferentes climas no pueden producirse de forma repentina.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Incluso los islandeses que se instalan en Copenhague sucumben a la tuberculosis, a pesar de tener un origen com\u00fan con los daneses y de hablar una lengua que era com\u00fan hace 800 a\u00f1os. Mientras que los espa\u00f1oles se adaptaron al espacio vital [Lebensraum<\/em>] tropical del Nuevo Mundo y Filipinas, ni los brit\u00e1nicos en la India ni los holandeses en las islas de la Sonda lograron poblar estas regiones con descendientes de europeos. Todos los hijos de padres ingleses nacidos en la India enferman y mueren antes de cumplir los diez a\u00f1os. Por eso, los brit\u00e1nicos env\u00edan a sus hijos a Europa cuando se acerca ese momento peligroso, y los holandeses hacen lo mismo\u00bb <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n El primer te\u00f3rico del Lebensraum<\/em> fue el etn\u00f3grafo alem\u00e1n Oscar Peschel (1826-1875).<\/p>\n\n\n\n Partiendo de los trabajos del naturalista b\u00e1varo Moritz Wagner (1813-1887), que se hab\u00eda interesado por el \u00abterritorio vital\u00bb (Lebensgebiet<\/em>) de las especies animales, Peschel propuso llamar Lebenseraum <\/em>a la zona geogr\u00e1fica propicia para el desarrollo de un pueblo determinado.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan \u00e9l, al igual que las especies vegetales o animales no se adaptan a todos los entornos y climas, los pueblos est\u00e1n condicionados por el marco geogr\u00e1fico en el que viven y no pueden alejarse de \u00e9l sin peligro.<\/p>\n\n\n\n Propuesto por primera vez en 1860, en una rese\u00f1a de El origen de las especies<\/em> de Charles Darwin, cuya edici\u00f3n original en ingl\u00e9s hab\u00eda aparecido el a\u00f1o anterior, el concepto de Lebensraum<\/em> es desarrollado por Peschel en su Tratado sobregeograf\u00eda y etnolog\u00eda (Abhandlungen zur Erd- Und V\u00f6lkerkunde, 1874).<\/em> En \u00e9l, se refiere al entorno geogr\u00e1fico en el que un pueblo puede vivir adecuadamente. Al igual que cualquier especie viva, los seres humanos no estar\u00edan adaptados a todos los entornos e incluso podr\u00edan perecer si se les arrojara a uno para el que no est\u00e1n predispuestos.<\/p>\n\n\n\n Friedrich Ratzel<\/span>\u00abExiste una contradicci\u00f3n [Wiederspruch<\/em>] entre el movimiento de la vida, que nunca descansa, y el espacio terrestre, que es inmutable. De esta contradicci\u00f3n nace la lucha por el espacio [Kampf um Raum<\/em>]. La vida someti\u00f3 r\u00e1pidamente el suelo terrestre, pero tan pronto como alcanz\u00f3 sus l\u00edmites, se repleg\u00f3. Desde entonces, la vida lucha contra la vida por el espacio, en todas partes y sin descanso, en toda la Tierra.<\/p>\n\n\n\n La lucha por la vida [Kampf ums Dasein<\/em>], expresi\u00f3n muy manida y a\u00fan m\u00e1s mal entendida, no significa en realidad otra cosa que la lucha por el espacio. Porque el espacio es la condici\u00f3n primera de la vida y el criterio con el que se miden las dem\u00e1s condiciones de la vida, en particular la alimentaci\u00f3n. En la lucha por la vida, el espacio tiene una importancia similar a la de esos momentos decisivos de la lucha de las naciones [V\u00f6lkerkampf<\/em>] que llamamos batallas. En ambos casos, lo que est\u00e1 en juego es la adquisici\u00f3n de espacio en movimientos de avance y retroceso. Una especie atacada puede escapar mientras tenga acceso al espacio, pero en un espacio reducido, la lucha se vuelve desesperada.\u00a0<\/p>\n\n\n\n En el famoso tercer cap\u00edtulo de su obra El origen de las especies<\/em>, Darwin da por sentadas las opiniones de Malthus sobre la relaci\u00f3n entre la multiplicaci\u00f3n de los organismos vivos y su espacio vital [Lebensraum<\/em>]. Considera que, aunque los seres humanos son criaturas que se reproducen lentamente, en menos de mil a\u00f1os de reproducci\u00f3n desenfrenada llenar\u00edan la Tierra de tal manera que no quedar\u00eda espacio libre. Su argumento no deja lugar a dudas de que la lucha por la vida de los seres humanos es en gran medida una lucha por el espacio. […]<\/p>\n\n\n\n Est\u00e1 claro que la limitaci\u00f3n del espacio vital en la Tierra exige que una especie antigua libere el espacio que una nueva necesita para desarrollarse. En este sentido, la creaci\u00f3n y el progreso presuponen el retroceso y la desaparici\u00f3n. Lo mismo ocurre con la muerte y el nacimiento de los individuos. La especie antigua libera su espacio retir\u00e1ndose lentamente, mientras que la nueva avanza de forma igualmente progresiva, paso a paso, para llenar los vac\u00edos as\u00ed creados\u00bb <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n A principios del siglo XX, el concepto de Lebensraum<\/em> fue reelaborado y difundido por Friedrich Ratzel (1844-1904). Zo\u00f3logo alem\u00e1n convertido en ge\u00f3grafo, padre fundador de la \u00abgeograf\u00eda pol\u00edtica\u00bb (Politische Geographie<\/em>), Ratzel desarroll\u00f3 una concepci\u00f3n agon\u00edstica del Lebensraum<\/em>, alimentada por su lectura cruzada de Charles Darwin y Thomas Malthus.<\/p>\n\n\n\n De Darwin, Ratzel retiene la idea de una competencia ineludible entre las especies por el acceso a los recursos naturales, que se traduce en un proceso de selecci\u00f3n natural en el que las m\u00e1s aptas triunfan sobre las menos adaptadas. De Malthus, retiene la idea de un crecimiento exponencial de la especie humana que s\u00f3lo puede conducir a un desequilibrio mortal entre el n\u00famero de personas y la cantidad de recursos disponibles para satisfacer sus necesidades.<\/p>\n\n\n\n Asimilando a los Estados a organismos vivos en lucha perpetua por la supervivencia de sus pueblos, Ratzel llega a teorizar sobre la inevitable lucha por el espacio (Kampf um Raum<\/em>) a la que estar\u00edan condenados.<\/p>\n\n\n\n Envueltos en un enfrentamiento de suma cero, los Estados estar\u00edan en conflicto permanente para defender o aumentar su Lebensraum<\/em> en detrimento del de los dem\u00e1s. Porque en un mundo finito pero en pleno crecimiento demogr\u00e1fico, no habr\u00eda recursos para todos y s\u00f3lo los m\u00e1s fuertes podr\u00edan esperar sobrevivir.<\/p>\n\n\n\n El Lebensraum <\/em>ratzeliano designa as\u00ed la cantidad de espacio que un Estado necesitar\u00eda para garantizar la supervivencia de su pueblo. Una cantidad que depender\u00eda, por un lado, del tama\u00f1o de ese pueblo y, por otro, de la naturaleza de ese espacio, que podr\u00eda resultar m\u00e1s o menos f\u00e9rtil y rico en recursos.<\/p>\n\n\n\n Karl Haushofer<\/span>\u00abUna pol\u00edtica exterior exitosa debe basarse en un principio que no se elija arbitrariamente, sino que se derive de las exigencias de la situaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n La lucha por el espacio vital [Lebensraum<\/em>] parece ser la base m\u00e1s natural y l\u00f3gica de dicha pol\u00edtica. De hecho, cada naci\u00f3n se preocupa ante todo por su supervivencia en un entorno hostil. Dado que su propia existencia depende de la posesi\u00f3n de un espacio suficiente, la preservaci\u00f3n y la protecci\u00f3n de ese espacio deben determinar todas sus pol\u00edticas. Si ese espacio se ha vuelto demasiado peque\u00f1o, debe ampliarse, y un estadista h\u00e1bil se enorgullecer\u00e1 de satisfacer esa necesidad exponiendo a su pueblo al menor riesgo posible. Si, por el contrario, ese espacio se ve amenazado por enemigos externos, ese peligro debe contrarrestarse con todo el poder de la fuerza nacional.<\/p>\n\n\n\n El propio espacio vital debe cultivarse y sus recursos explotarse en la medida de lo posible. Porque la opini\u00f3n mundial siempre es extremadamente reacia a conceder a una naci\u00f3n el derecho a expandirse. S\u00f3lo despu\u00e9s de convencerse de que un pa\u00eds es incapaz de satisfacer las necesidades de su poblaci\u00f3n en su propio territorio sin poner en peligro su medio ambiente, aceptar\u00e1, a rega\u00f1adientes, una expansi\u00f3n, como en el caso de Jap\u00f3n e Italia. […] Hoy, Alemania y Jap\u00f3n deben alojar, alimentar y vestir a m\u00e1s de 130 personas por kil\u00f3metro cuadrado. Alemania debe lograr este milagro en el norte de Europa, al norte de los Alpes, donde el suelo no puede alimentar a m\u00e1s de 100 habitantes de media. Sajonia cuenta con hasta 330 personas por kil\u00f3metro cuadrado, la provincia renana con m\u00e1s de 200, las zonas rurales del Ruhr con 800 y su parte industrial, naturalmente, con muchas m\u00e1s. El imperio insular de Asia oriental, situado en una zona m\u00e1s tropical, tiene al menos un poco m\u00e1s de suerte. Las precipitaciones regulares y abundantes permiten que su f\u00e9rtil suelo volc\u00e1nico produzca hasta tres cosechas al a\u00f1o. Adem\u00e1s, sus 41.600 kil\u00f3metros de costa le proporcionan ricas zonas de pesca y le dan acceso a un comercio mar\u00edtimo sin obst\u00e1culos.<\/p>\n\n\n\n Los antiguos pueblos coloniales (B\u00e9lgica, Gran Breta\u00f1a, Francia, Pa\u00edses Bajos, Estados Unidos y la Rusia sovi\u00e9tica), por el contrario, no tienen en ning\u00fan lugar una densidad de poblaci\u00f3n superior a 25 habitantes por kil\u00f3metro cuadrado si se compara su poblaci\u00f3n con el total de sus posesiones territoriales. Por lo tanto, no es de extra\u00f1ar que pa\u00edses vastos y saturados en t\u00e9rminos de espacio, como Australia, no comprendan las necesidades de las naciones con espacio limitado. Huelga decir que el espacio reducido se vuelve a\u00fan m\u00e1s opresivo si los recursos minerales, el clima, las precipitaciones y la fertilidad de los \u00abpueblos sin espacio\u00bb son inferiores a los de las naciones m\u00e1s favorecidas en t\u00e9rminos espaciales <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Siguiendo a Ratzel, el concepto de \u00abLebensraum<\/em>\u00bb es utilizado por el polit\u00f3logo sueco Rudolf Kjell\u00e9n (1864-1922), seg\u00fan el cual \u00ablos Estados fuertes y vigorosos que s\u00f3lo tienen un \u00e1rea de soberan\u00eda reducida se ven dominados por el imperativo categ\u00f3rico de ampliar esta \u00e1rea mediante la colonizaci\u00f3n, la uni\u00f3n con otros Estados o diversos tipos de conquistas\u00bb. Este concepto tuvo una gran repercusi\u00f3n en la Alemania de entreguerras, traumatizada por la derrota de 1918 y, m\u00e1s a\u00fan, por el \u00abdictado\u00bb de 1919, que se tradujeron en una atrofia territorial percibida como un yugo que obstaculizaba cualquier perspectiva de recuperaci\u00f3n nacional.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan esta l\u00f3gica, popularizada en particular por el escritor Hans Grimm (1875-1959), los alemanes ser\u00edan \u00abun pueblo sin espacio\u00bb (Volk ohne Raum<\/em>), por lo tanto, geogr\u00e1ficamente condenado a decaer.<\/p>\n\n\n\n Partiendo de estas premisas, Karl Haushofer (1869-1946), antiguo oficial b\u00e1varo que en la d\u00e9cada de 1920 se convirti\u00f3 en el principal promotor de la geopol\u00edtica (Geopolitik<\/em>) alemana, lleg\u00f3 a justificar el expansionismo de su pa\u00eds en nombre de un imperativo biogeogr\u00e1fico de supervivencia nacional. Con mapas como respaldo, denunci\u00f3 como una \u00abinjusticia\u00bb escandalosa y peligrosa la obligaci\u00f3n de 80 millones de alemanes de compartir un territorio de apenas m\u00e1s de 400.000 kil\u00f3metros cuadrados, mientras que 45 millones de brit\u00e1nicos reinaban como amos y se\u00f1ores sobre un imperio de 30 millones de kil\u00f3metros cuadrados.<\/p>\n\n\n\n Para una Alemania reducida y golpeada de lleno por la crisis econ\u00f3mica \u2014dos realidades que, en su opini\u00f3n, no son ajenas entre s\u00ed\u2014, Haushofer est\u00e1 convencido de que la salvaci\u00f3n s\u00f3lo puede venir de la expansi\u00f3n territorial.<\/p>\n\n\n\n A diferencia del colonialismo brit\u00e1nico o franc\u00e9s, el imperialismo alem\u00e1n no ser\u00eda un lujo superfluo que se permitir\u00eda un Estado saciado, sino una necesidad \u00abvital\u00bb para un Estado atrofiado cuya poblaci\u00f3n se asfixiar\u00eda dentro de unas fronteras demasiado estrechas. En tales condiciones, el imperialismo ya no se presenta como una opci\u00f3n, sino como una \u00abobligaci\u00f3n\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Adolf Hitler<\/span>\u00abLa pol\u00edtica exterior del Estado v\u00f6lkisch<\/em> debe garantizar la existencia de la raza reunida por el Estado creando una relaci\u00f3n sana, viable y natural entre, por un lado, el n\u00famero y el crecimiento del pueblo y, por otro, el tama\u00f1o y la calidad del territorio de que dispone. S\u00f3lo una situaci\u00f3n que garantice la alimentaci\u00f3n de un pueblo en su propio territorio puede considerarse sana. Cualquier otra situaci\u00f3n, aunque dure siglos, incluso milenios, no deja de ser insalubre y conducir\u00e1 tarde o temprano al deterioro, incluso a la destrucci\u00f3n, del pueblo en cuesti\u00f3n. S\u00f3lo un espacio suficientemente amplio en la Tierra garantiza a un pueblo la libertad de existir.<\/p>\n\n\n\n A este respecto, no se puede juzgar el tama\u00f1o necesario del territorio \u00fanicamente a partir de las necesidades actuales generadas por su poblaci\u00f3n, ni siquiera a partir del rendimiento del suelo, convertido en funci\u00f3n del n\u00famero de habitantes. Porque, como ya he explicado en el primer volumen bajo el t\u00edtulo \u00abLa pol\u00edtica de alianzas alemana antes de la guerra\u00bb, la superficie de un Estado es importante, no s\u00f3lo como fuente directa de subsistencia de un pueblo, sino tambi\u00e9n desde el punto de vista de la pol\u00edtica militar. Si un pueblo ha asegurado su subsistencia gracias al tama\u00f1o de su territorio, es necesario reflexionar tambi\u00e9n sobre la seguridad de ese territorio. Esta reside en el poder y la fuerza pol\u00edticos generales del Estado, que a su vez est\u00e1n determinados en gran medida por consideraciones de geograf\u00eda militar. […]<\/p>\n\n\n\n Alemania no es hoy una potencia mundial [Weltmacht<\/em>]. Incluso si se superara nuestra actual impotencia militar, ya no tendr\u00edamos ning\u00fan derecho a ese t\u00edtulo. \u00bfQu\u00e9 significa hoy en el planeta una entidad tan miserable como el actual Reich alem\u00e1n en t\u00e9rminos de relaci\u00f3n entre poblaci\u00f3n y superficie? En una \u00e9poca en la que la Tierra est\u00e1 progresivamente dividida entre Estados, algunos de los cuales abarcan casi continentes enteros, no se puede hablar de potencia mundial para una entidad cuyo territorio se limita a una superficie rid\u00edcula de apenas 500.000 kil\u00f3metros cuadrados. Desde un punto de vista puramente territorial, la superficie del Imperio alem\u00e1n desaparece por completo frente a la de las potencias mundiales. No hay que citar a Inglaterra como contraejemplo, ya que la madre patria inglesa no es en realidad m\u00e1s que la gran capital del Imperio Brit\u00e1nico, que posee casi una cuarta parte de la superficie total de la Tierra.<\/p>\n\n\n\n A continuaci\u00f3n, debemos considerar como Estados gigantes, en primer lugar, a los Estados Unidos, seguidos de Rusia y China. Todas estas entidades tienen una superficie que, en algunos casos, supera en m\u00e1s de diez veces la del actual Reich alem\u00e1n. (…)<\/p>\n\n\n\n Si el movimiento nacionalsocialista quiere realmente recibir la consagraci\u00f3n ante la historia de una gran misi\u00f3n para nuestro pueblo, debe, imbuido de la conciencia y lleno del dolor de su situaci\u00f3n real en esta Tierra, llevar a cabo con audacia y determinaci\u00f3n la lucha contra la indecisi\u00f3n y la impotencia que hasta ahora han guiado a nuestro pueblo alem\u00e1n en su pol\u00edtica exterior. Entonces, sin tener en cuenta las \u00abtradiciones\u00bb y los prejuicios, debe encontrar el valor para reunir a nuestro pueblo y sus fuerzas para avanzar por el camino que lo llevar\u00e1 fuera de la actual estrechez de su espacio vital [Lebensraum<\/em>] hacia nuevas tierras y as\u00ed liberarlo para siempre del peligro de desaparecer de esta Tierra o de tener que servir a otros como pueblo esclavo\u00bb <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n La justificaci\u00f3n del imperialismo alem\u00e1n en nombre de la necesidad de aumentar el Lebensraum<\/em> no es exclusiva de los eruditos, aunque sean antiguos militares y militantes nacionalistas como Haushofer. Tambi\u00e9n impregna los argumentos de muchos l\u00edderes pol\u00edticos de extrema derecha de la Rep\u00fablica de Weimar.<\/p>\n\n\n\n Adolf Hitler (1889-1945), que conoci\u00f3 a Karl Haushofer a trav\u00e9s de su amigo com\u00fan Rudolf Hess, se hace eco expl\u00edcito de ello en su libro program\u00e1tico Mein Kampf<\/em>, redactado en parte durante su encarcelamiento tras el fracaso del golpe de Estado de la cervecer\u00eda de 1924<\/a>.<\/p>\n\n\n\n El futuro dictador defiende en \u00e9l una visi\u00f3n del mundo que postula que no hay lugar para todos en una Tierra de dimensiones y, por tanto, de recursos limitados. Alemania tendr\u00eda as\u00ed una necesidad imperiosa de expandir su territorio hacia el este, un marco que considera geogr\u00e1ficamente m\u00e1s adecuado para el pueblo alem\u00e1n que los entornos ex\u00f3ticos y lejanos donde prospera entonces el colonialismo europeo. Seg\u00fan la l\u00f3gica hitleriana, las \u00abrazas\u00bb supuestamente \u00abinferiores\u00bb de Europa oriental estar\u00edan destinadas a ser esclavizadas o eliminadas para permitir el desarrollo de la \u00abraza de los se\u00f1ores\u00bb (Herrenvolk<\/em>) alemana.<\/p>\n\n\n\n En el cap\u00edtulo de Mein Kampf <\/em>en el que explica este proyecto de expansi\u00f3n imperial hacia el Este, Hitler despliega una interpretaci\u00f3n del Lebensraum<\/em> que va m\u00e1s all\u00e1 del mero argumento \u00abbiol\u00f3gico\u00bb de Ratzel o Haushofer.<\/p>\n\n\n\n Prefigurando las recientes declaraciones de Donald Trump sobre Groenlandia, explica que si Alemania necesita expandir su territorio hacia el este, no es s\u00f3lo para disponer de los recursos naturales necesarios para la supervivencia del pueblo alem\u00e1n, sino tambi\u00e9n porque debe controlar espacios militarmente cruciales para garantizar su seguridad.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan Hitler, un Estado no s\u00f3lo debe hacerse con el control del espacio necesario para satisfacer materialmente las necesidades de su poblaci\u00f3n, sino que tambi\u00e9n debe asegurarse el control de todos los territorios necesarios para su seguridad: al espacio vital \u00abbiol\u00f3gico\u00bb se a\u00f1adir\u00eda, por tanto, un espacio vital \u00abestrat\u00e9gico\u00bb destinado a garantizar la perpetuidad del primero.<\/p>\n\n\n\n Acostumbrada a hacer gui\u00f1os m\u00e1s o menos expl\u00edcitos a la terminolog\u00eda nazi, lo que le vali\u00f3 una condena a su l\u00edder en Turingia, Bj\u00f6rn H\u00f6cke, la partido de extrema derecha Alternative f\u00fcr Deutschland<\/em> (AfD)<\/a> se distingui\u00f3 en este \u00e1mbito durante la campa\u00f1a para las elecciones regionales de Sajonia en 2024. En los carteles de la campa\u00f1a<\/a> se pod\u00eda leer en letras grandes sobre fondo azul: \u00abLebensraum erhalten windkraft stoppen<\/em> !\u00bb, que se puede traducir como \u00ab\u00a1Detengamos las turbinas e\u00f3licas para preservar nuestro entorno vital!\u00bb.<\/p>\n\n\n\n La elecci\u00f3n de la palabra \u00abLebensraum<\/em>\u00bb para designar el paisaje germ\u00e1nico supuestamente amenazado por la proliferaci\u00f3n de los aerogeneradores no es, evidentemente, anodina y constituye un gui\u00f1o expl\u00edcito a la antigua concepci\u00f3n imperialista y nutritiva del espacio. Al optar en 2024 por presentar los aerogeneradores como una amenaza para el \u00abLebensraum<\/em>\u00bb alem\u00e1n, la AfD juega muy expl\u00edcitamente con una referencia nazi bajo el pretexto de la protecci\u00f3n del medio ambiente.<\/p>\n\n\n\n Este ecologismo de extrema derecha \u2014que se opone al desarrollo de una energ\u00eda renovable y no contaminante (los aerogeneradores) y promueve el uso de energ\u00edas f\u00f3siles con el pretexto de preservar un entorno y un modo de vida tradicionales\u2014 no est\u00e1, por cierto, tan lejos del que reivindicaban los nazis. Estos, al tiempo que alababan el retorno del hombre germ\u00e1nico a una naturaleza idealizada como ant\u00eddoto contra la modernidad, manten\u00edan una relaci\u00f3n mercantil y depredadora con el medio ambiente, sometido a un productivismo desenfrenado. Una relaci\u00f3n, cuando menos ambigua, con la naturaleza, de la que da testimonio precisamente el concepto de Lebensraum<\/em>, que considera el espacio geogr\u00e1fico no en s\u00ed mismo, sino a trav\u00e9s del prisma de los recursos que encierra.<\/p>\n\n\n\n Desde esta perspectiva, la naturaleza no se percibe como un simple marco de la actividad humana, sino ante todo como un instrumento que permite a algunos hombres producir y dominar a otros \u2014lo importante no es tanto preservar el espacio como apropiarse de \u00e9l\u2014.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Desde hace un a\u00f1o, la Casa Blanca ha desarrollado un argumento revisionista: Estados Unidos tendr\u00eda la \u00abnecesidad\u00bb de expandirse.<\/p>\n Conquistar Groenlandia se ha convertido en una necesidad \u00abvital\u00bb.<\/p>\n Para comprender el uso desinhibido que hace Trump del concepto nazi de Lebensraum, traducimos y explicamos cinco documentos que conforman una genealog\u00eda \u2014desde los bi\u00f3logos del siglo XIX hasta la AfD\u2014.<\/p>\n","protected":false},"author":1366,"featured_media":86433,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"templates\/post-speeches.php","format":"standard","meta":{"_acf_changed":true,"_trash_the_other_posts":false,"footnotes":""},"categories":[1004],"tags":[],"geo":[172],"class_list":["post-86474","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-geopolitica-de-donald-trump","staff-florian-louis","geo-americas"],"acf":[],"yoast_head":"\nDe la biolog\u00eda a la antropolog\u00eda: Oscar Peschel<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
El darwinismo geopol\u00edtico de Friedrich Ratzel<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Naturalizar el imperialismo: Karl Haushofer<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Colonizar Europa del Este: Adolf Hitler<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Alternative f\u00fcr Deutschland <\/em>(AfD) y la ecolog\u00eda del Lebensraum<\/em><\/h2>\n\n\n\n
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