{"id":86049,"date":"2025-12-23T17:06:51","date_gmt":"2025-12-23T16:06:51","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=86049"},"modified":"2025-12-23T17:06:54","modified_gmt":"2025-12-23T16:06:54","slug":"erik-prince-el-condotiero-neorreaccionario-del-imperio-trump","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/12\/23\/erik-prince-el-condotiero-neorreaccionario-del-imperio-trump\/","title":{"rendered":"Erik Prince: el Condotiero neorreaccionario del Imperio Trump"},"content":{"rendered":"\n
Ocho figuras, ocho formas, ocho macro-crisis marcar\u00e1n el a\u00f1o que viene: \u00abEl viejo mundo se muere, el nuevo mundo tarda en aparecer, y en ese claroscuro surgen los monstruos\u00bb. Estas figuras son inquietantes, a veces totalmente desconcertantes. En lugar de apartar la mirada, te invitamos a descubrirlas a trav\u00e9s de las investigaciones y los retratos que publicaremos hasta Navidad. Cada d\u00eda, una casilla del calendario para abrir.<\/em>\u00a0Para apoyarnos, regala el Grand Continent<\/em><\/a><\/p>\n\n\n\n El Adviento del interregno 7\/9<\/a><\/em><\/p>\n\n\n\n <\/p>\n\n\n\n Erik Prince, antiguo Navy SEAL convertido en uno de los principales empresarios militares del mundo, encarna la fusi\u00f3n neorreaccionaria entre los antiguos y los nuevos reg\u00edmenes, una continuidad sin precedentes entre la violencia privatizada, el imperialismo trumpista y las redes pol\u00edtico-industriales estadounidenses.<\/p>\n\n\n\n Procedente de una familia republicana acomodada, es hermano de Betsy DeVos, secretaria de Educaci\u00f3n durante el primer mandato de Trump. Lleva mucho tiempo integrado en el ecosistema MAGA y est\u00e1 estrechamente vinculado a Steve Bannon, a quien apoy\u00f3 p\u00fablicamente durante su encarcelamiento por su participaci\u00f3n en los acontecimientos del 6 de enero, al igual que apoy\u00f3 a la actual directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, durante su confirmaci\u00f3n en el Senado.<\/p>\n\n\n\n Fundador de la empresa mercenaria Blackwater, cuyos empleados implicados en la masacre de la plaza Nisour en Irak fueron indultados por Donald Trump, Prince goza de una relaci\u00f3n especial con el Estado estadounidense y de una impunidad asociada a la privatizaci\u00f3n imperial de la guerra.<\/p>\n\n\n\n Actualmente se le considera presente en Afganist\u00e1n, Ucrania, Libia, la Rep\u00fablica Democr\u00e1tica del Congo, Ecuador y, sobre todo, en Venezuela, pa\u00eds al que describe habitualmente como maduro para un cambio de r\u00e9gimen.<\/p>\n\n\n\n Estas palabras, pronunciadas el 6 de febrero en su podcast Off Leash With Erik Prince<\/em>, resumen la visi\u00f3n geopol\u00edtica de Prince: un imperialismo asumido con una matriz supremacista neocolonial.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, no deben entenderse como la expresi\u00f3n provocadora de una postura pol\u00edtica t\u00edpica de la cultura podcast de la extrema derecha trumpista.<\/p>\n\n\n\n El \u00absombrero imperial\u00bb al que se refiere Erik Prince no es en absoluto metaf\u00f3rico: alude a una pr\u00e1ctica muy concreta del gobierno imperial mediante la fuerza privada, de la que el fundador de Blackwater ha sido uno de los principales protagonistas del siglo XXI.<\/p>\n\n\n\n Encontramos ejemplos concretos de ello en Irak, donde Blackwater ha actuado como un brazo armado casi soberano de la ocupaci\u00f3n estadounidense. Al poner a sus soldados de fortuna al servicio de las guerras estadounidenses en Oriente Medio, Prince vio c\u00f3mo su fortuna se disparaba desde los primeros a\u00f1os de la administraci\u00f3n Bush gracias a los cuantiosos contratos con la CIA y el Departamento de Defensa, en un contexto marcado por recurrentes acusaciones de cr\u00edmenes de guerra y violaciones de los derechos humanos.<\/p>\n\n\n\n El episodio de la plaza Nisour en 2007, en el que los contratistas mataron a 17 civiles, permiti\u00f3 comprender los efectos de esta delegaci\u00f3n de la violencia westfaliana a actores privados que operan en una zona gris del derecho internacional <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span>. En Afganist\u00e1n, Prince defendi\u00f3 un modelo de \u00abprivatizaci\u00f3n de la guerra\u00bb (v\u00e9ase infra<\/em>) al proponer que se confiara la conducci\u00f3n del conflicto a empresas militares privadas, eludiendo el mando pol\u00edtico y militar cl\u00e1sico.\u00a0<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s recientemente, sus actividades en \u00c1frica y sus v\u00ednculos con las redes del Golfo han ilustrado una proyecci\u00f3n neocolonial basada en la seguridad privada, la extracci\u00f3n y el control territorial.<\/p>\n\n\n\n Prince tambi\u00e9n habla desde una geograf\u00eda espec\u00edfica: la de los Estados fallidos y la \u00abpol\u00edtica del vientre\u00bb <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>, entendida a trav\u00e9s de un prisma de seguridad privada.<\/p>\n\n\n\n Desde esta perspectiva, el colonialismo y el imperio se despliegan en los espacios donde el poder burocr\u00e1tico del Estado se derrumba o se retira, dejando paso a una forma contempor\u00e1nea de company-state<\/em> que sustituye a las soberan\u00edas fallidas.<\/p>\n\n\n\n Esta l\u00f3gica se encarn\u00f3 por primera vez en Oriente Medio, y m\u00e1s concretamente en Irak, terreno fundacional de Blackwater, la empresa de mercenarios fundada por Prince a finales de la d\u00e9cada de 1990. La empresa opera all\u00ed desde la invasi\u00f3n de 2003 como una fuerza armada paralela, encargada de la protecci\u00f3n de diplom\u00e1ticos, convoyes y lugares estrat\u00e9gicos en un Estado profundamente desarticulado.<\/p>\n\n\n\n Aunque Blackwater es menos visible en \u00c1frica que las empresas posteriores vinculadas a Prince \u2014en particular Frontier Services Group o Vectus Global\u2014, el continente ocupa un lugar central en su imaginario estrat\u00e9gico. Prince describe de forma recurrente la incapacidad de los Estados para controlar su territorio, la proliferaci\u00f3n de actores armados no estatales y el fracaso conjunto de los ej\u00e9rcitos nacionales y las misiones de la ONU.<\/p>\n\n\n\n En la continuaci\u00f3n de la conversaci\u00f3n que se encuentra despu\u00e9s de este extracto, junto a \u00c1frica, Prince habla de la utilidad de colonizar Am\u00e9rica Latina para luchar contra los c\u00e1rteles y asegurar los recursos estrat\u00e9gicos \u2014minas, carreteras, puertos\u2014, prolongando as\u00ed una misma matriz imperial basada en la externalizaci\u00f3n privada de la violencia y el control territorial en la nueva estrategia hemisf\u00e9rica impulsada mediante la doctrina Monroe revisada por Donald Trump<\/a>.<\/p>\n\n\n\n En marzo, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa \u2014que declar\u00f3 el pa\u00eds en \u00abconflicto armado interno\u00bb en 2024<\/a>, instaurando de facto<\/em> un r\u00e9gimen de excepci\u00f3n\u2014 anunci\u00f3 una \u00abalianza estrat\u00e9gica\u00bb con Erik Prince para \u00abreforzar las capacidades en la lucha contra el narcoterrorismo y proteger las aguas ecuatorianas contra la pesca ilegal\u00bb , lo que ilustra la normalizaci\u00f3n contempor\u00e1nea del uso de la fuerza privada como instrumento de gobierno en un contexto de extensi\u00f3n de la doctrina Trump a Am\u00e9rica Latina<\/a> <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n En un art\u00edculo de opini\u00f3n publicado por el Wall Street Journal<\/em> y dirigido a Donald Trump, reci\u00e9n elegido en 2017, Erik Prince explicaba que \u00abAfganist\u00e1n es un desastre costoso para Estados Unidos\u00bb y propon\u00eda instalar un \u00abvirrey<\/em>\u00bb, una figura con poderes dictatoriales, que s\u00f3lo estar\u00eda limitada por una relaci\u00f3n de subordinaci\u00f3n personal al presidente estadounidense.<\/p>\n\n\n\n Esta l\u00f3gica neoimperial permitir\u00eda garantizar la estabilizaci\u00f3n del sistema y un ahorro neto para el contribuyente: \u00abUna fuerza de operaciones especiales y contratada m\u00e1s \u00e1gil costar\u00eda menos de 10.000 millones de d\u00f3lares al a\u00f1o, frente a los 45.000 millones de d\u00f3lares que prevemos gastar en Afganist\u00e1n en 2017\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Al evocar el imaginario colonial del siglo XVIII, Prince recurre de hecho al argumento de la eficacia para hacer realidad una nueva realidad: la sustituci\u00f3n progresiva del Estado por una entidad privada que administra, garantiza la seguridad y gobierna m\u00e1s all\u00e1 de toda legitimidad.<\/p>\n\n\n\n La figura del virrey es aqu\u00ed fundamental. Al concentrar el poder de decisi\u00f3n \u00abtotal\u00bb en manos de un \u00fanico representante, libre de todo control pol\u00edtico y s\u00f3lo obligado a rendir cuentas personalmente al presidente de los Estados Unidos, Erik Prince asume una l\u00f3gica de gobierno mon\u00e1rquico por delegaci\u00f3n. Eludir la cadena institucional permite acelerar el despliegue de la violencia, al suprimir toda mediaci\u00f3n burocr\u00e1tica y pol\u00edtica. Este enfoque transforma la soberan\u00eda pol\u00edtica en una simple funci\u00f3n gerencial, sustituyendo la responsabilidad democr\u00e1tica por la eficacia coercitiva, seg\u00fan el topos <\/em>neorreaccionario desarrollado por Curtis Yarvin del monarca CEO<\/a>.<\/p>\n\n\n\n Blackwater prosper\u00f3 durante toda la era de la \u00abguerra contra el terrorismo\u00bb, obteniendo cientos de millones de d\u00f3lares en contratos p\u00fablicos al proporcionar fuerzas armadas privadas a la CIA, el Pent\u00e1gono y otras agencias federales.<\/p>\n\n\n\n A partir de esta experiencia, Erik Prince trat\u00f3 de imponerse, tras la victoria de Donald Trump en noviembre de 2024, como actor central de una red de contratistas para convencer al presidente estadounidense de dar un nuevo paso: la privatizaci\u00f3n a gran escala de la pol\u00edtica migratoria estadounidense.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan revelaciones publicadas a principios de 2025, la administraci\u00f3n habr\u00eda recibido una propuesta valorada en 25.000 millones de d\u00f3lares para organizar expulsiones masivas de migrantes mediante \u00abcampos de tratamiento\u00bb de inspiraci\u00f3n militar, pero con gesti\u00f3n privada. Con un objetivo claro: permitir la expulsi\u00f3n de hasta 12 millones de personas antes de las elecciones de mitad de mandato de 2026.<\/p>\n\n\n\n Aunque no se ha confirmado que Trump haya examinado personalmente esta propuesta, la Casa Blanca ha confirmado su compromiso con un enfoque \u00abglobal\u00bb que combina la seguridad de las fronteras, las expulsiones masivas y la aplicaci\u00f3n estricta de las leyes migratorias.<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s all\u00e1 del debate pol\u00edtico, esta iniciativa pone de relieve una tendencia m\u00e1s profunda: la extensi\u00f3n al \u00e1mbito interno estadounidense de l\u00f3gicas de externalizaci\u00f3n y delegaci\u00f3n coercitiva experimentadas durante mucho tiempo en el extranjero, en los escenarios de guerra y contrainsurgencia donde Erik Prince ha construido su carrera.<\/p>\n\n\n\n Erik Prince se refiri\u00f3 en varias ocasiones a los obst\u00e1culos que encontr\u00f3 durante el primer mandato de Trump para aplicar la l\u00ednea radical que defend\u00eda y que, en sus propias palabras, hab\u00eda recibido el visto bueno del presidente, denunciando la burocracia, el \u00abEstado profundo\u00bb y el control del Pent\u00e1gono.<\/p>\n\n\n\n Su propuesta de un \u00abvirrey\u00bb estadounidense en Afganist\u00e1n (v\u00e9ase infra<\/em>), que en algunos aspectos recuerda los planes de tutela que se barajan hoy para Gaza<\/a>, nunca se habr\u00eda aplicado debido a la oposici\u00f3n frontal del aparato militar y de lo que Prince denomina \u00abvery conventional generals<\/em>\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Esta configuraci\u00f3n pol\u00edtica cambi\u00f3 radicalmente con el segundo mandato de Donald Trump. En este nuevo contexto, mucho m\u00e1s propicio para las iniciativas neorreaccionarias, Erik Prince ya no act\u00faa s\u00f3lo como empresario militar, sino que busca presentarse como un actor plenamente integrado en la franja pol\u00edtica del trumpismo.<\/p>\n\n\n\n Ha preparado esta posici\u00f3n acompa\u00f1ando a Steve Bannon durante su encarcelamiento \u00abimpuesto por seguir los consejos de sus abogados e invocar el privilegio ejecutivo ante la comisi\u00f3n de investigaci\u00f3n sobre el 6 de enero\u00bb y cuenta, en uno de sus podcasts, que estuvo junto al presentador de War Room<\/em> el d\u00eda en que este se present\u00f3 en prisi\u00f3n para cumplir una condena de cuatro meses, describiendo ese momento como un \u00abd\u00eda decisivo\u00bb y denunciando a la administraci\u00f3n Biden, que estaba \u00abdecidida a silenciar a una de las voces m\u00e1s influyentes de la derecha\u00bb <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Prueba de la eficacia de las ideas de Prince en el Washington de la contrarrevoluci\u00f3n trumpista<\/a>, un proyecto de ley presentado por el senador Mike Lee esta semana tiene por objeto reactivar las \u00abcartas de marca y represalia\u00bb, un mecanismo constitucional que permite a los actores privados actuar legalmente contra los enemigos de Estados Unidos.<\/p>\n\n\n\n El texto, titulado Cartel Marque and Reprisal Reauthorization Act<\/em>, autorizar\u00eda al presidente Donald Trump a encargar a ciudadanos o empresas estadounidenses la incautaci\u00f3n de personas y bienes pertenecientes a los c\u00e1rteles de la droga, en tierra o en el mar, fuera del territorio estadounidense. Una versi\u00f3n equivalente de esta medida, que restablecer\u00eda las cartas de marca que autorizaban a los corsarios en el siglo XVIII, ha sido presentada en la C\u00e1mara por el representante Tim Burchett <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n Bajo la apariencia de una met\u00e1fora y un discurso gerencial casi banal, Prince opera aqu\u00ed una transposici\u00f3n radical: aplica al \u00e1mbito soberano por excelencia \u2014la seguridad nacional\u2014 las categor\u00edas de optimizaci\u00f3n log\u00edstica, externalizaci\u00f3n y competencia propias del capitalismo globalizado.<\/p>\n\n\n\n Al igual que FedEx frente al servicio postal p\u00fablico, la fuerza privada ser\u00eda m\u00e1s r\u00e1pida, m\u00e1s flexible y m\u00e1s eficaz que el aparato estatal, considerado pesado, burocr\u00e1tico y estructuralmente inadecuado para los entornos contempor\u00e1neos, como afirma para precisar su idea: \u00abFedEx prestaba en gran medida los mismos servicios que el servicio postal, pero de forma m\u00e1s eficaz, m\u00e1s barata, m\u00e1s inteligente y m\u00e1s r\u00e1pida gracias a la innovaci\u00f3n, algo que el sector privado puede hacer de manera mucho m\u00e1s eficiente\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Esta comparaci\u00f3n forma parte de un discurso neoliberal sobre la eficiencia, al tiempo que se inscribe plenamente en una visi\u00f3n fundamentalmente imperial.<\/p>\n\n\n\n All\u00ed donde el Estado fracasa \u2014o decide retirarse\u2014, la empresa de seguridad privada no se limita a suplir: reconfigura la propia soberan\u00eda. La seguridad deja de ser un monopolio p\u00fablico. El territorio ya no se gobierna, sino que se protegen los espacios estrat\u00e9gicamente m\u00e1s rentables y el orden pol\u00edtico se transforma en una simple funci\u00f3n del orden econ\u00f3mico.<\/p>\n\n\n\n En este sentido, la referencia a FedEx es m\u00e1s que simplemente ir\u00f3nica o provocadora. Describe un mundo en el que el imperio no se ejerce a trav\u00e9s de la administraci\u00f3n de territorios, sino mediante la delegaci\u00f3n mercantil de la violencia, y en el que el poder no se mide por la capacidad de gobernar, sino por la de gestionar cadenas de seguridad privadas inscribi\u00e9ndose en las fracturas estatales.<\/p>\n\n\n\n Este pasaje resume bien la l\u00f3gica del proyecto de Erik Prince: la reducci\u00f3n de la guerra a un problema de optimizaci\u00f3n econ\u00f3mica y organizativa que da al sector privado una ventaja competitiva enorme. Prince llega incluso a sostener que una fuerza privada que represente menos del 5% del personal convencional podr\u00eda cumplir la misma misi\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Este problema de optimizaci\u00f3n debe leerse a largo plazo. Maquiavelo<\/a> nos advert\u00eda contra la dependencia de los mercenarios<\/a>. La experiencia contempor\u00e1nea \u2014desde Irak hasta la Rusia de Wagner<\/a>\u2014 demuestra que estos actores privados enturbian las cadenas de responsabilidad. Al igual que en el pasado con la Compa\u00f1\u00eda de las Indias Orientales, el Estado delega funciones soberanas a entidades privadas que acaban orientando la pol\u00edtica p\u00fablica seg\u00fan sus propios intereses.<\/p>\n\n\n\n Por lo tanto, el proyecto imperial de El Pr\u00edncipe no s\u00f3lo amenaza a los pa\u00edses que considera ingobernables, sino que tambi\u00e9n debilita al Estado que lo emplea, hasta el punto de convertir un mercado competitivo en un sustituto duradero de la soberan\u00eda. La Casa Blanca de Donald Trump parece ser un terreno especialmente propicio para esta confusi\u00f3n sist\u00e9mica, en la que el poder p\u00fablico se transforma en un poder del que el monarca se convierte en propietario seg\u00fan una l\u00f3gica patrimonial.<\/p>\n\n\n\n Haci\u00e9ndose eco de Eisenhower y del \u00abcomplejo militar-industrial\u00bb, en su discurso de despedida a la naci\u00f3n el 15 de enero de 2025, Joe Biden advirti\u00f3 contra una \u00aboligarqu\u00eda\u00bb y la aparici\u00f3n de un \u00abcomplejo tecnol\u00f3gico e industrial\u00bb (tech-industrial complex<\/em>) que podr\u00eda amenazar la democracia, los derechos fundamentales y la libertad de los ciudadanos estadounidenses.<\/p>\n\n\n\n El segundo mandato de Donald Trump se ha caracterizado por la consolidaci\u00f3n entre el aparato militar, la vigilancia y las nuevas tecnolog\u00edas digitales, en particular en torno a la empresa fundada por Peter Thiel, Palantir<\/a>, el nuevo gigante estadounidense de la vigilancia que ha recibido m\u00e1s de 900 millones de d\u00f3lares en contratos p\u00fablicos desde enero<\/a>.<\/p>\n\n\n\n En un importante texto publicado por el director t\u00e9cnico de Palantir, Shyam Sankar, se encuentra el diagn\u00f3stico de Prince <\/span>15<\/sup><\/a><\/span><\/span>: el Estado Mayor y el Pent\u00e1gono se han vuelto estructuralmente incapaces de producir un poder estrat\u00e9gico a la altura de los retos contempor\u00e1neos, no por falta de recursos, sino por exceso de burocracia, redundancia y procedimientos.<\/p>\n\n\n\n Mientras que Prince opon\u00eda 100.000 soldados convencionales a unos pocos miles de contratistas privados, Palantir sustituye las plataformas de armas y las pesadas cadenas jer\u00e1rquicas por una promesa de optimizaci\u00f3n algor\u00edtmica: acelerar la toma de decisiones, comprimir los plazos, operar dentro del ciclo OODA del adversario <\/span>16<\/sup><\/a><\/span><\/span>. En ambos casos, la cr\u00edtica no se dirige contra el gasto en s\u00ed mismo, sino contra un gasto p\u00fablico considerado improductivo, mal orientado e insuficientemente racionalizado por el mercado y la tecnolog\u00eda.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El fundador de Blackwater quiere volver a poner en la agenda el colonialismo y los corsarios \u2014pero con armas reales, drones e inteligencia artificial\u2014.<\/p>\n Presente en Afganist\u00e1n \u2014donde quer\u00eda un \u00abvirrey\u00bb que respondiera directamente al presidente de los Estados Unidos\u2014, en Ucrania, Libia, la Rep\u00fablica Democr\u00e1tica del Congo, Ecuador y Venezuela, Erik Prince es mucho m\u00e1s que el Prigozhin de Trump.<\/p>\n Su dispositivo es fundamental en la estrategia de derrocamiento imperial de Washington. Es urgente conocerlo.<\/p>\nEl sombrero imperial y la Compa\u00f1\u00eda de las Indias: Bring Back Colonialism<\/em><\/h2>\n\n\n\n
1 \u2014 \u00abSi tantos pa\u00edses del mundo son incapaces de gobernarse a s\u00ed mismos, es hora de que nos pongamos nuestro sombrero imperial y digamos: \u2018Vamos a gobernar estos pa\u00edses… porque ya basta, estamos hartos de que nos invadan\u2019\u00bb <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n
2 \u2014 \u00abEn casi toda \u00c1frica, la mayor\u00eda de los pa\u00edses son incapaces de gobernarse a s\u00ed mismos… Es absolutamente necesario restablecer el colonialismo hoy (Bring back colonialism)…\u00bb <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/h3>\n\n\n\n
3 \u2014 \u00abUn enfoque inspirado en la Compa\u00f1\u00eda de las Indias Orientales en Afganist\u00e1n consistir\u00eda en recurrir a soluciones privadas menos costosas para paliar las deficiencias que aquejan a las fuerzas de seguridad afganas, en particular en materia de log\u00edstica y apoyo a\u00e9reo. El ej\u00e9rcito estadounidense mantendr\u00eda una presencia reducida de mando de operaciones especiales en el pa\u00eds para poder llevar a cabo ataques selectivos, con la diferencia crucial de que nuestro virrey tendr\u00eda pleno poder de decisi\u00f3n en el pa\u00eds, lo que evitar\u00eda perder tiempo esperando instrucciones de Washington\u00bb <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n
Oferta de servicios: entre <\/em>Mass Deportation Now y <\/em>Regime Change interno<\/em><\/h2>\n\n\n\n
4 \u2014 \u00abA largo plazo, si [la administraci\u00f3n Trump] quiere alcanzar estas cifras y estos vol\u00famenes [en la deportaci\u00f3n de indocumentados], evidentemente necesitar\u00e1n un apoyo complementario del sector privado\u00bb <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n
5 \u2014 \u00abLo que le propuse al presidente [Trump] fue rechazado por la burocracia muy convencional de Washington que le rodea… En mayo de 2017, escrib\u00ed un editorial en el Wall Street Journal<\/em> dirigido a un solo lector. Quer\u00eda que s\u00f3lo una persona lo leyera, y funcion\u00f3. El presidente Donald Trump lo ley\u00f3, sentado en su escritorio en el Despacho Oval. Alguien que estaba presente en la sala me lo confirm\u00f3. Trump llam\u00f3 entonces a su asesor de seguridad nacional, H. R. McMaster, que acababa de proponer el env\u00edo de 70.000 soldados adicionales a Afganist\u00e1n. McMaster era un general de tres estrellas, oficial de tanques, encarnaci\u00f3n del establishment<\/em> militar. Trump, que quer\u00eda poner fin a las \u2018guerras sin fin\u2019, mir\u00f3 el art\u00edculo y dijo: \u2018No me gusta tu plan. Me gusta este. Hazlo\u2019\u00bb <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n
La privatizaci\u00f3n neorreaccionaria de la guerra \u2014 contra el monopolio de la violencia <\/em><\/h2>\n\n\n\n
6 \u2014 \u00abSimplemente intentamos hacer por el aparato de seguridad nacional lo que FedEx ha hecho por el servicio postal\u00bb <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n
7 \u2014 \u00abPuedes enviar 100.000 soldados convencionales, o puedes enviar entre 3.000 y 4.000 subcontratistas [\u2026] para resolver este asunto\u00bb <\/span>12<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n
8 \u2014 \u00abLa mayor amenaza para nuestra libertad y prosperidad no es Al Qaeda, los talibanes, Ir\u00e1n o incluso China. Es la idea de que podemos resolver nuestros problemas gastando sin medida, sin apretarnos el cintur\u00f3n y sin reducir un gobierno ya excesivamente plet\u00f3rico\u00bb <\/span>13<\/sup><\/a><\/span><\/span>. \u2014 \u00ab El ej\u00e9rcito estadounidense ha gastado miles de millones de d\u00f3lares para desarrollar sus capacidades. El problema es que ha gastado casi demasiado, hasta el punto de que resulta contraproducente. Ha creado tanta burocracia y redundancia que es casi como un triatleta obeso que intenta correr r\u00e1pido… No podemos operar dentro del ciclo OODA del enemigo\u00bb <\/span>14<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/h3>\n\n\n\n