{"id":83603,"date":"2025-11-20T10:15:33","date_gmt":"2025-11-20T09:15:33","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=83603"},"modified":"2025-11-20T10:15:36","modified_gmt":"2025-11-20T09:15:36","slug":"entre-australia-y-china-la-batalla-por-las-islas-del-pacifico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/11\/20\/entre-australia-y-china-la-batalla-por-las-islas-del-pacifico\/","title":{"rendered":"Entre Australia y China, la batalla por las islas del Pac\u00edfico"},"content":{"rendered":"\n
A primera vista, el Tratado de Pukpuk \u2014literalmente, el \u00abtratado del cocodrilo\u00bb\u2014 <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span> puede parecer gracioso, ya que su nombre evoca m\u00e1s una onomatopeya ex\u00f3tica que un instrumento geoestrat\u00e9gico. Asociar a una potencia regional como Australia con un pa\u00eds tan discreto en la escena internacional como Pap\u00faa Nueva Guinea podr\u00eda parecer, a primera vista, m\u00e1s una cuesti\u00f3n de folclore diplom\u00e1tico que de c\u00e1lculo estrat\u00e9gico.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, tal interpretaci\u00f3n ser\u00eda un grave error de apreciaci\u00f3n para cualquiera que se interese por las reconfiguraciones geopol\u00edticas del Indo-Pac\u00edfico y las nuevas din\u00e1micas suscitadas por la iniciativa china de las \u00abNuevas Rutas de la Seda\u00bb.<\/p>\n\n\n\n En el coraz\u00f3n del Indo-Pac\u00edfico, Australia intensifica sus esfuerzos diplom\u00e1ticos para recuperar la iniciativa frente al creciente dominio de China. <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n De hecho, ya sea con las Nuevas Rutas de la Seda o con formas de influencia m\u00e1s sutiles y difusas en la regi\u00f3n, <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span> Pek\u00edn combina h\u00e1bilmente el poder blando y el poder duro, de una manera que a veces se denomina \u00abpoder afilado\u00bb para referirse al continuo entre la influencia econ\u00f3mica, la seducci\u00f3n y la presi\u00f3n pol\u00edtica. <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Este art\u00edculo propone analizar el Tratado de Pukpuk, firmado el 2 de octubre de 2025 en Port Moresby entre Australia y Pap\u00faa Nueva Guinea, <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span> como elemento clave de la contraofensiva diplom\u00e1tica y estrat\u00e9gica australiana en el Pac\u00edfico Sur. <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n El contexto estrat\u00e9gico, deteriorado desde hace varios a\u00f1os por los avances chinos, ha empujado a Australia a emprender una diplomacia bilateral m\u00e1s ofensiva, en particular tratando de multiplicar los acuerdos de seguridad y cooperaci\u00f3n con varios Estados de la regi\u00f3n. Esta nueva secuencia diplom\u00e1tica responde a una doble ambici\u00f3n: aflojar el control chino en las inmediaciones de las costas australianas y reafirmar la posici\u00f3n dominante de Canberra en Ocean\u00eda occidental.<\/p>\n\n\n\n Parad\u00f3jicamente, el \u00e9xito de la diplomacia australiana con el tratado de Pukpuk no garantiza necesariamente la adhesi\u00f3n de otros socios del Pac\u00edfico a acuerdos de este tipo, dadas las reticencias pol\u00edticas y simb\u00f3licas que han aumentado, sustentadas por las convicciones poscoloniales de los actores pol\u00edticos de estos Estados y la competencia de China. La posici\u00f3n australiana tambi\u00e9n se examinar\u00e1 en un momento en que se cuestiona la fiabilidad de su principal aliado dentro de la alianza AUKUS, <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span> Estados Unidos, en el contexto de la doctrina trumpista \u00abAmerica First\u00bb, <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span> que antepone los intereses estadounidenses a los de sus aliados.<\/p>\n\n\n\n Desde hace al menos una d\u00e9cada, la \u00abIniciativa del Cintur\u00f3n y la Ruta\u00bb, o iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda<\/a>, se est\u00e1 desplegando progresivamente en forma de m\u00faltiples operaciones diplom\u00e1ticas, cooperaciones, influencias o negocios comerciales, dirigidas a los peque\u00f1os Estados del Pac\u00edfico. <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Esta expansi\u00f3n china en un espacio mar\u00edtimo hasta entonces dominado por Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda e incluso Francia, forma parte de una estrategia que, en el ajedrez, recuerda a la \u00abvariante del drag\u00f3n\u00bb de la \u00abdefensa siciliana\u00bb: una defensa din\u00e1mica y agresiva, que busca un desequilibrio estrat\u00e9gico y no frontal. En el tablero indopac\u00edfico y desde hace una d\u00e9cada, China avanza met\u00f3dicamente sus peones, multiplicando sus posiciones de influencia en los archipi\u00e9lagos del Pac\u00edfico Sur, especialmente en Melanesia.<\/p>\n\n\n\n La asociaci\u00f3n con Australia plantea la cuesti\u00f3n del l\u00edmite entre la influencia y la injerencia.<\/p>Pierre-Christophe Pantz y Gilles Pestana<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Ante esta ofensiva, Canberra intenta un \u00abpeque\u00f1o enroque\u00bb geoestrat\u00e9gico: un movimiento defensivo controlado, destinado a consolidar sus posiciones perif\u00e9ricas antes de retomar la iniciativa. En t\u00e9rminos m\u00e1s generales, Australia busca as\u00ed relanzar su diplomacia regional para asumir plenamente el estatus que reivindica: el de una potencia media preocupada por garantizar ante todo su seguridad a escala regional.<\/p>\n\n\n\n Uno de los principales aspectos de esta reafirmaci\u00f3n es el tratado Pukpuk, firmado en octubre de 2025, que marca un punto de inflexi\u00f3n geoestrat\u00e9gico para Australia, pero tambi\u00e9n un momento diplom\u00e1tico regional significativo. El tratado lleva a un nivel sin precedentes la cooperaci\u00f3n entre las fuerzas armadas australianas y pap\u00faes; refuerza de manera innegable la seguridad de Australia y frena mec\u00e1nicamente el avance de los intereses chinos en las \u00abmarchas\u00bb melanesias.<\/p>\n\n\n\n El Tratado de Pukpuk se inscribe en un entorno estrat\u00e9gico inestable y controvertido, y en un clima de tensi\u00f3n sin precedentes en materia de seguridad en el Pac\u00edfico. Para Canberra, el auge de la Rep\u00fablica Popular China (RPC), a escala mundial, pero sobre todo en la regi\u00f3n, ya no es una fantas\u00eda geopol\u00edtica, sino una amenaza directa para la estabilidad regional y, por extensi\u00f3n, para su propia seguridad. <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Una serie de acontecimientos recientes han corroborado esta preocupaci\u00f3n: la firma del acuerdo de seguridad entre China y las Islas Salom\u00f3n en 2022, la ruptura diplom\u00e1tica de Nauru con Taiw\u00e1n <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span> en 2024 o, entre otros, la multiplicaci\u00f3n de las visitas militares y diplom\u00e1ticas chinas en el Pac\u00edfico insular. <\/span>12<\/sup><\/a><\/span><\/span> En este contexto, Pap\u00faa Nueva Guinea aparece como el \u00faltimo baluarte de la arquitectura defensiva australiana: situada a 150 kil\u00f3metros al norte de las costas de Queensland \u2014en realidad, solo unos pocos kil\u00f3metros separan las islas australianas del estrecho de Torres y Pap\u00faa Nueva Guinea\u2014, es a la vez la primera l\u00ednea de defensa y la zona de amortiguaci\u00f3n psicol\u00f3gica de un territorio percibido como vulnerable.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, esta ansiedad estrat\u00e9gica no es nueva. Desde la Guerra Fr\u00eda, el pensamiento militar australiano oscila entre dos grandes paradigmas geoestrat\u00e9gicos que combina: la \u00abfortaleza Australia\u00bb y la \u00abdefensa avanzada\u00bb. <\/span>13<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n La primera de estas doctrinas, la \u00abfortaleza Australia\u00bb, privilegia una postura estrictamente defensiva, evitando cualquier proyecci\u00f3n en conflictos externos. La segunda se basa en la proyecci\u00f3n de las capacidades de defensa en el entorno inmediato \u2014el Sudeste Asi\u00e1tico y el Pac\u00edfico\u2014, interviniendo antes de <\/em>que la amenaza alcance el territorio australiano. <\/span>14<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Ahora, Canberra pretende asegurar su entorno regional de forma preventiva, antes de que otras potencias consoliden sus posiciones en \u00e9l. <\/span>15<\/sup><\/a><\/span><\/span> Australia ya no se ve simplemente como una isla-continente aislada, sino como un eje en el centro del Indo-Pac\u00edfico.<\/p>\n\n\n\n Hist\u00f3ricamente, la defensa de Australia siempre ha seguido la estela de una potencia dominante: primero el Imperio Brit\u00e1nico y luego Estados Unidos.<\/p>Pierre-Christophe Pantz y Gilles Pestana<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Desde 2018, Australia se esfuerza, con la pol\u00edtica \u00abPacific Step-up\u00bb, <\/span>16<\/sup><\/a><\/span><\/span> por reinvertir en su entorno insular en el \u00e1mbito de la cooperaci\u00f3n y la seguridad con el fin de garantizar la estabilidad regional, lo que en realidad supone un reposicionamiento estrat\u00e9gico. De hecho, Canberra pretende contrarrestar la creciente influencia de China y reafirmar su papel de potencia dominante en el Pac\u00edfico Sur. Sin embargo, esta pol\u00edtica sufri\u00f3 un duro rev\u00e9s con el acuerdo entre China y las Islas Salom\u00f3n de 2022, a pesar de que estas \u00faltimas se consideraban un \u00abcoto privado\u00bb de Australia.<\/p>\n\n\n\n Tras el cambio pol\u00edtico en Australia en los \u00faltimos dos a\u00f1os, se han celebrado una serie de acuerdos bilaterales con varios Estados insulares. El Tratado Pukpuk encarna el resultado de esta nueva etapa, ya que concreta esta l\u00f3gica de defensa avanzada frente a la creciente influencia de China.<\/p>\n\n\n\n Presentado por el primer ministro Anthony Albanese como un \u00abhito hist\u00f3rico\u00bb de la cooperaci\u00f3n regional, el Tratado Pukpuk se considera ahora una \u00abalianza formal\u00bb <\/span>17<\/sup><\/a><\/span><\/span> que va mucho m\u00e1s all\u00e1 del marco de un simple acuerdo bilateral de defensa. Su firma formaliza la integraci\u00f3n de Pap\u00faa Nueva Guinea en una arquitectura de seguridad regional dirigida por Canberra. <\/span>18<\/sup><\/a><\/span><\/span> A trav\u00e9s de este instrumento, Australia pretende asegurar la fachada norte de su dispositivo estrat\u00e9gico y convertir a Port Moresby en socio prioritario de su dispositivo de \u00abdefensa avanzada\u00bb. <\/span>19<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n La firma se inscribe en una secuencia muy favorable al acercamiento entre ambos Estados. En efecto, mientras que el primer ministro pap\u00fa, James Marape, se ha visto reafirmado en su cargo hasta 2027, tras ganar una moci\u00f3n de censura en abril de 2025, su hom\u00f3logo australiano tambi\u00e9n ha sido reelegido triunfalmente en mayo de 2025. Esta doble estabilidad pol\u00edtica ha permitido a ambos dirigentes reforzar y poner de manifiesto su cercan\u00eda personal \u2014que los medios de comunicaci\u00f3n describen gustosamente como \u00abbromance<\/em>\u00bb\u2014 y consolidar la formalizaci\u00f3n del tratado de seguridad bilateral.<\/p>\n\n\n\n El momento es a\u00fan m\u00e1s significativo si se tiene en cuenta que Pap\u00faa Nueva Guinea celebra en 2025 el 50\u00ba aniversario de su independencia. El tratado pretende reflejar una relaci\u00f3n de igualdad, marcada por una amistad renovada y la superaci\u00f3n del legado colonial. Sin embargo, para que entre en vigor, a\u00fan debe ser ratificado por los parlamentos de ambas naciones.<\/p>\n\n\n\n El tratado prev\u00e9, en particular, un marco de cooperaci\u00f3n completo: <\/span>20<\/sup><\/a><\/span><\/span> obligaci\u00f3n de prestarse asistencia mutua en caso de ataques, intercambio de informaci\u00f3n sensible, formaci\u00f3n conjunta de las fuerzas armadas, modernizaci\u00f3n de las infraestructuras, acceso facilitado a las infraestructuras militares y coordinaci\u00f3n en materia de respuesta a las crisis.<\/p>\n\n\n\n Si Canberra encuentra en \u00e9l una base jur\u00eddica para la presencia regular de personal militar australiano en suelo pap\u00fa, el tratado permite integrar las fuerzas armadas de ambos pa\u00edses. Ofrece una v\u00eda para que hasta 10.000 pap\u00faes sirvan en las Fuerzas de Defensa Australianas (ADF) en virtud de acuerdos dobles, con la posibilidad de obtener la tan codiciada ciudadan\u00eda australiana para ellos y sus familias. Adem\u00e1s, el texto compromete a ambas naciones a \u00abno emprender actividades ni celebrar acuerdos que comprometan la aplicaci\u00f3n del presente Tratado\u00bb (art\u00edculo 3).<\/p>\n\n\n\n La reacci\u00f3n regional al Tratado Pukpuk no se ha hecho esperar y parece contrastada.<\/p>\n\n\n\n Pek\u00edn, por ejemplo, que hab\u00eda pedido p\u00fablicamente a Port Moresby <\/span>21<\/sup><\/a><\/span><\/span> \u00abno concluir ning\u00fan tratado que excluyera o impidiera a un tercer pa\u00eds cooperar con \u00e9l\u00bb, ha expresado su \u00abpreocupaci\u00f3n\u00bb por lo que considera un nuevo intento de contener su influencia en el Pac\u00edfico.<\/p>\n\n\n\n Indonesia, vecina de Pap\u00faa Nueva Guinea y Australia, y socia de ambas naciones, reconoce \u00abel derecho de cada pa\u00eds a reforzar sus sistemas de defensa\u00bb y considera que \u00abcualquier cooperaci\u00f3n de este tipo deber\u00eda contribuir a la paz y la estabilidad en la regi\u00f3n\u00bb, pero espera que \u00abAustralia y Pap\u00faa Nueva Guinea respeten su soberan\u00eda e integridad territorial\u00bb. <\/span>22<\/sup><\/a><\/span><\/span> Estas dos reacciones oficiales ponen de manifiesto que el Tratado Pukpuk es tomado en serio por dos actores importantes del panorama regional.<\/p>\n\n\n\n La ambici\u00f3n australiana de garantizar la seguridad del Pac\u00edfico se enfrenta a una realidad: los pa\u00edses insulares tienen sus propias prioridades y pretenden decidir por s\u00ed mismos su futuro.<\/p>Pierre-Christophe Pantz y Gilles Pestana<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n El Tratado Pukpuk sella un acercamiento estrat\u00e9gico y operativo entre las Fuerzas Armadas Australianas (ADF) y las pap\u00faas, pero no es m\u00e1s que la culminaci\u00f3n de una relaci\u00f3n que siempre ha sido muy estrecha.<\/p>\n\n\n\n Los soldados de la Fuerza de Defensa de Pap\u00faa Nueva Guinea son probablemente entre 3.000 y 4.000, mientras que las fuerzas australianas cuentan con cerca de 90.000 hombres, de los cuales aproximadamente un tercio son reservistas. La mayor parte del escaso equipamiento de la marina y la fuerza a\u00e9rea pap\u00faes procede de donaciones del ej\u00e9rcito australiano, que tambi\u00e9n imparte formaci\u00f3n a las fuerzas armadas y participa en operaciones de ayuda o seguridad en territorio pap\u00fa.<\/p>\n\n\n\n Cabe recordar que esta proximidad era a\u00fan mayor antes de la independencia, hace 50 a\u00f1os, ya que Pap\u00faa Nueva Guinea fue una colonia australiana. Antes de la independencia, los militares pap\u00faes formaban parte del ej\u00e9rcito australiano, como ocurri\u00f3 durante la Segunda Guerra Mundial.<\/p>\n\n\n\n Tras la ca\u00edda de Singapur el 15 de febrero de 1942, y cuando se supon\u00eda que deb\u00eda proteger a Australia del avance japon\u00e9s, Nueva Guinea (NG) fue invadida progresivamente por el ej\u00e9rcito nip\u00f3n; este fue el punto de partida de la campa\u00f1a de Nueva Guinea. Las fuerzas japonesas inquietaban a las dos partes de la isla bajo tutela australiana: el Territorio de Nueva Guinea, bajo mandato australiano otorgado por la Sociedad de Naciones, y el Territorio de Pap\u00faa, colonia australiana heredada del Imperio Brit\u00e1nico. Durante los combates entre las fuerzas estadounidenses y australianas y las japonesas, los que tuvieron lugar en la pista de monta\u00f1a conocida como Kokoda, <\/span>23<\/sup><\/a><\/span><\/span> entre julio y noviembre de 1942, ten\u00edan como objetivo detener el avance japon\u00e9s hacia Port Moresby.<\/p>\n\n\n\n Estos combates siguen siendo el s\u00edmbolo de la ayuda mutua entre los pap\u00faes \u2014porteadores, pero tambi\u00e9n soldados en primera l\u00ednea, como el Batall\u00f3n de Infanter\u00eda Pap\u00fa creado en 1940\u2014 y los soldados australianos, poco acostumbrados a los combates y a los movimientos en la selva. La batalla de Kokoda, el Gallipoli de la campa\u00f1a de Nueva Guinea, <\/span>24<\/sup><\/a><\/span><\/span> sigue siendo hoy en d\u00eda un v\u00ednculo conmemorativo entre los soldados de ambos pa\u00edses y constituye una forma de deuda de Australia hacia el sacrificio de los soldados y porteadores pap\u00faes. Tambi\u00e9n marca la importancia de Pap\u00faa Nueva Guinea y Port Moresby como primera l\u00ednea de defensa terrestre australiana.<\/p>\n\n\n\n La independencia de Pap\u00faa Nueva Guinea y la diferencia de desarrollo entre los dos Estados y los dos ej\u00e9rcitos han creado sin duda una brecha considerable entre los antiguos compa\u00f1eros de armas (mateship<\/em> en ingl\u00e9s australiano), pero el ej\u00e9rcito australiano (ADF) ha ejercido desde la independencia una especie de patrocinio de la Fuerza de Defensa de Pap\u00faa Nueva Guinea. La denominaci\u00f3n Pukpuk ya se utilizaba desde 2003 para designar los ejercicios militares conjuntos, que se centraban principalmente en operaciones de ingenier\u00eda.<\/p>\n\n\n\n Lejos de ser improvisada, la secuencia actual entre las dos naciones forma parte de una estrategia planificada y preventiva para consolidar la posici\u00f3n defensiva australiana: ocupar el terreno antes de que lo haga China, combinando asistencia militar, infraestructuras log\u00edsticas y apoyo pol\u00edtico. Pap\u00faa Nueva Guinea, con una superficie de 463.000 km\u00b2, una poblaci\u00f3n de aproximadamente 10 millones de habitantes y su proximidad, se convertir\u00eda as\u00ed en el eje de la l\u00ednea de defensa avanzada de Australia.<\/p>\n\n\n\n El Tratado Pukpuk parece la continuaci\u00f3n l\u00f3gica de una \u00absucesi\u00f3n de regalos\u00bb a Pap\u00faa Nueva Guinea. <\/span>25<\/sup><\/a><\/span><\/span> En los \u00faltimos meses, las ayudas m\u00e1s espectaculares corresponden a dos subvenciones de 600 millones de d\u00f3lares australianos \u2014unos 337 millones de euros\u2014, una para la liga nacional de rugby a XIII de Pap\u00faa Nueva Guinea y otra para una ayuda presupuestaria excepcional. A esto se suma la ayuda oficial al desarrollo, que alcanz\u00f3 los 637 millones de d\u00f3lares australianos en 2024-2025 y que deber\u00eda experimentar un aumento significativo del 11 % para 2025-2026.<\/p>\n\n\n\n La ret\u00f3rica de la asociaci\u00f3n \u00abentre iguales\u00bb suele ocultar una jerarqu\u00eda impl\u00edcita que perpet\u00faa un orden regional asim\u00e9trico.<\/p>Pierre-Christophe Pantz y Gilles Pestana<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Pap\u00faa Nueva Guinea se convierte as\u00ed en el socio que m\u00e1s ayuda recibe de Australia, con un tercio de la ayuda oficial al desarrollo bilateral australiana en las islas del Pac\u00edfico seg\u00fan las estimaciones para 2025-2026 y el 18 % de toda la ayuda p\u00fablica bilateral australiana en todo el mundo.<\/p>\n\n\n\n La firma del tratado se inscribe en una especie de contraofensiva diplom\u00e1tica de Australia, que ha sufrido numerosos reveses en los \u00faltimos a\u00f1os; China ha logrado multiplicar las iniciativas diplom\u00e1ticas y de cooperaci\u00f3n con los pa\u00edses de la zona, en particular los de Melanesia, esfera de proximidad e influencia australiana por excelencia.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, esta contraofensiva diplom\u00e1tica australiana tiene sus l\u00edmites, ya que se encuentra con pa\u00edses insulares a veces poco receptivos, incluso reticentes, ante esta estrategia que consideran demasiado centrada en la seguridad. Paralelamente, y a otra escala, la alianza AUKUS tambi\u00e9n presenta algunas incertidumbres que debilitan la posici\u00f3n australiana.<\/p>\n\n\n\n A primera vista, esta sucesi\u00f3n de iniciativas diplom\u00e1ticas y acuerdos de seguridad pone de relieve el intento realizado en los \u00faltimos a\u00f1os<\/a> por Australia para volver a ser una potencia hegem\u00f3nica en el Pac\u00edfico Sur.<\/p>\n\n\n\n Ahora, Canberra busca vincular a sus vecinos insulares inmediatos a su propia seguridad y a la de sus aliados: este objetivo se ha convertido en una prioridad para su proyecci\u00f3n estrat\u00e9gica.<\/p>\n\n\n\n Australia ha considerado durante mucho tiempo a los Estados del Pac\u00edfico Suroeste como dependencias, tanto geogr\u00e1ficas como geopol\u00edticas, en un espacio de influencia casi exclusivo, m\u00e1s que como verdaderos socios soberanos. Esta secuencia diplom\u00e1tica plantea importantes tensiones y algunas contradicciones para los Estados oce\u00e1nicos: en efecto, \u00bfse trata de influencia o dependencia, de protecci\u00f3n o tutela, de cooperaci\u00f3n o control?<\/p>\n\n\n\n Australia, a trav\u00e9s de esta doctrina regional de defensa y seguridad, corre el riesgo de reavivar las heridas de un pasado colonial <\/span>26<\/sup><\/a><\/span><\/span> que muchos Estados insulares a\u00fan tratan de superar. Algunas cl\u00e1usulas de los acuerdos firmados \u2014que imponen, en particular, la exclusividad de la asociaci\u00f3n \u2014 recuerdan, en la memoria pol\u00edtica regional, las relaciones a menudo percibidas como neocoloniales <\/span>27<\/sup><\/a><\/span><\/span> que Canberra manten\u00eda con los microestados del Pac\u00edfico tras las independencias de los a\u00f1os setenta y ochenta.<\/p>\n\n\n\n La serie de acuerdos firmados desde 2023 marca una contraofensiva diplom\u00e1tica iniciada despu\u00e9s de que Canberra se viera \u00absorprendida\u00bb por la firma del pacto de seguridad entre China y las Islas Salom\u00f3n en 2022, percibido como una amenaza directa<\/a> para la estabilidad regional y para el control de Australia sobre su entorno estrat\u00e9gico inmediato.<\/p>\n\n\n\n En respuesta, Australia firm\u00f3 en diciembre de 2024 un acuerdo con las Islas Salom\u00f3n. <\/span>28<\/sup><\/a><\/span><\/span> Este acuerdo, por un total de 190 millones de d\u00f3lares australianos, <\/span>29<\/sup><\/a><\/span><\/span> prev\u00e9 la modernizaci\u00f3n de las infraestructuras portuarias y la formaci\u00f3n de las fuerzas policiales locales, al tiempo que establece una mayor cooperaci\u00f3n operativa entre las fuerzas australianas y las de las Islas Salom\u00f3n, exactamente igual que lo previsto en el acuerdo de seguridad entre China y las Islas Salom\u00f3n de 2022.<\/p>\n\n\n\n Al movilizar la protecci\u00f3n, la ayuda econ\u00f3mica y la asignaci\u00f3n de cuotas de visados, Australia obtiene cl\u00e1usulas de seguridad que consolidan su presencia en la regi\u00f3n.<\/p>Pierre-Christophe Pantz y Gilles Pestana<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n La polic\u00eda de las Islas Salom\u00f3n se perfila como un verdadero reto geopol\u00edtico para Pek\u00edn y Canberra, que buscan orientar la formaci\u00f3n, el apoyo log\u00edstico y la cooperaci\u00f3n operativa de las fuerzas del orden para consolidar su influencia.<\/p>\n\n\n\n Cabe recordar que Australia desempe\u00f1\u00f3 un papel importante en la misi\u00f3n RAMSI (Misi\u00f3n de Asistencia Regional a las Islas Salom\u00f3n) entre 2003 -2017, tras un embri\u00f3n de guerra civil, en la que intervino para restablecer la seguridad interior. El acuerdo de seguridad celebrado con Nauru en diciembre de 2024 confirma esta l\u00f3gica de bloqueo preventivo: <\/span>30<\/sup><\/a><\/span><\/span> otorga a Australia un derecho de supervisi\u00f3n sobre cualquier futura asociaci\u00f3n en materia de seguridad del microestado con un tercer pa\u00eds.<\/p>\n\n\n\n El mensaje dirigido a Pek\u00edn es expl\u00edcito: el margen de maniobra diplom\u00e1tico de los peque\u00f1os Estados del Pac\u00edfico debe ejercerse a partir de ahora en un marco estructurado por las potencias regionales.<\/p>\n\n\n\n En 2025, este primer acuerdo de seguridad se complementa con un acuerdo migratorio <\/span>31<\/sup><\/a><\/span><\/span> que prev\u00e9 el traslado a la isla de ciudadanos extranjeros sujetos a expulsi\u00f3n del territorio australiano, pero que no pueden ser repatriados. Este acuerdo, valorado en cerca de 2.500 millones de d\u00f3lares australianos a lo largo de 30 a\u00f1os \u20141.400 millones de euros, es decir, aproximadamente diez a\u00f1os del PIB de Nauru en 2024\u2014, prolonga la l\u00f3gica del tratamiento extraterritorial de los migrantes iniciada en 2013: asegura a Nauru una renta financiera considerable, al tiempo que suscita cr\u00edticas sobre el costo y las implicaciones humanitarias de esta pol\u00edtica, as\u00ed como la extrema dependencia en la que coloca al microestado.<\/p>\n\n\n\n En la misma l\u00ednea, el acuerdo celebrado con Tuvalu entre 2023 y 2024 \u2014la Uni\u00f3n Falepili\u2014<\/em> <\/span>32<\/sup><\/a><\/span><\/span> <\/em>se presenta como un \u00abacuerdo de migraci\u00f3n clim\u00e1tica\u00bb, pero incluye cl\u00e1usulas significativas en materia de seguridad y defensa. El acuerdo prev\u00e9, entre otras cosas, la asistencia australiana en caso de crisis y la protecci\u00f3n de infraestructuras cr\u00edticas.<\/p>\n\n\n\n Uno de sus puntos importantes se refiere a un programa de \u00abmigraci\u00f3n clim\u00e1tica\u00bb con la oferta de emigrar a Australia para \u00abvivir, trabajar y estudiar como residente permanente\u00bb. <\/span>33<\/sup><\/a><\/span><\/span> Para ello, Australia abre a los tuvaluanos una cuota anual de visas especiales \u00abTreaty Stream\u00bb, <\/span>34<\/sup><\/a><\/span><\/span> dentro de una categor\u00eda preferencial <\/span>35<\/sup><\/a><\/span><\/span> para los nacionales de las islas del Pac\u00edfico, la de las visas \u00abPacific Engagement\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Australia, a trav\u00e9s de su doctrina regional de defensa y seguridad, corre el riesgo de reavivar las heridas del pasado colonial.<\/p>Pierre-Christophe Pantz y Gilles Pestana<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Detractores, observadores y medios de comunicaci\u00f3n han se\u00f1alado que, bajo la apariencia de un enfoque humanitario y solidario frente a los efectos del cambio clim\u00e1tico (falepili<\/em> significa \u00abayuda mutua entre vecinos\u00bb en lengua tuvaluana), Canberra obtiene a cambio ventajas estrat\u00e9gicas: refuerzo de las capacidades de vigilancia mar\u00edtima, acceso a infraestructuras portuarias y a\u00e9reas, coordinaci\u00f3n en ejercicios militares conjuntos. Este acuerdo ilustra la forma en que Canberra combina la seguridad, la defensa y la \u00abresiliencia medioambiental\u00bb para reforzar su presencia estrat\u00e9gica y mejorar su imagen deteriorada en el Pac\u00edfico Sur, especialmente en cuestiones ecol\u00f3gicas.<\/p>\n\n\n\n En la misma l\u00ednea, Australia ha iniciado negociaciones con Vanuatu para un nuevo acuerdo de seguridad denominado acuerdo Nakamal. Firmado en agosto de 2025, pero a\u00fan sin ratificar, este texto prev\u00e9 una cooperaci\u00f3n mar\u00edtima reforzada, que incluye la vigilancia conjunta de las zonas econ\u00f3micas exclusivas, ejercicios de seguridad y el intercambio de informaci\u00f3n sobre la pesca y el tr\u00e1fico mar\u00edtimo. Tambi\u00e9n incluye un apoyo econ\u00f3mico espec\u00edfico con financiaci\u00f3n para infraestructuras portuarias, formaci\u00f3n de las fuerzas del orden y refuerzo de la capacidad de respuesta en caso de crisis. <\/span>36<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\nLa \u00abvariante del drag\u00f3n\u00bb chino y el \u00abpeque\u00f1o enroque\u00bb australiano<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Un entorno estrat\u00e9gico deteriorado: China avanza sus peones<\/strong><\/h3>\n\n\n\n
El Tratado Pukpuk y la arquitectura regional de seguridad<\/strong><\/h3>\n\n\n\n
Australia frente a sus dependencias: paradojas estrat\u00e9gicas<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
\u00bfSeguridad o dependencia? La ambivalencia de la red australiana en el Pac\u00edfico Sur<\/strong><\/h3>\n\n\n\n
La batalla por las islas<\/h4>\n\n\n\n