Desde sus or\u00edgenes, la democracia estadounidense se ha construido, incluso en su organizaci\u00f3n institucional, en torno al principio central de los contrapoderes.<\/p>\n\n\n\n
Contrariamente a la interpretaci\u00f3n revisionista de algunos pensadores que gravitan en torno a la administraci\u00f3n de Trump, el indispensable equilibrio entre las instituciones es un elemento fundamental de la Constituci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n
Al iniciar sistem\u00e1ticamente juicios contra sus oponentes pol\u00edticos, al pedir que se utilice el ej\u00e9rcito en suelo estadounidense contra otros estadounidenses o al atacar a los medios de comunicaci\u00f3n o a las universidades, por citar solo algunos ejemplos, Donald Trump est\u00e1 dilapidando el legado de los Padres Fundadores.<\/p>\n\n\n\n
Sin embargo, un a\u00f1o despu\u00e9s de su reelecci\u00f3n, no parece encontrar hasta ahora ni los contrapesos pol\u00edticos ni la oposici\u00f3n institucional que sus acciones podr\u00edan suscitar.<\/p>\n\n\n\n
\u00bfRevela esta situaci\u00f3n una erosi\u00f3n irreversible de los contrapoderes, una profunda transformaci\u00f3n de las instituciones en Estados Unidos? \u00bfO nos encontramos m\u00e1s bien ante un momento de estupefacci\u00f3n que pasar\u00e1? \u00bfEst\u00e1 Estados Unidos atravesando una transici\u00f3n antes de la afirmaci\u00f3n \u2014por otra parte, ya iniciada\u2014 de una gran lucha de fuerzas que Donald Trump podr\u00eda perder y que tendr\u00eda consecuencias sobre el control de la funci\u00f3n presidencial m\u00e1s all\u00e1 del mandato actual?<\/p>\n\n\n\n
Desde hace nueve meses, los contrapoderes institucionales tradicionales de la democracia estadounidense parecen bloqueados. No est\u00e1n desempe\u00f1ando su funci\u00f3n de equilibrio y contrapeso frente a Donald Trump.<\/p>\n\n\n\n
Dominado por una estrecha mayor\u00eda republicana, el Congreso ya no ejerce \u2014ya sea por convicci\u00f3n partidista o por temor\u2014 sus funciones de control del ejecutivo, incluso cuando el presidente act\u00faa en \u00e1mbitos que, seg\u00fan la Constituci\u00f3n, son competencia expl\u00edcita del poder legislativo, como el comercio y los aranceles.<\/p>\n\n\n\n La situaci\u00f3n que m\u00e1s conviene a Donald Trump es la de gran acusador que ataca a los \u00abtraidores\u00bb, a las \u00e9lites, a los \u00abenemigos internos\u00bb.<\/em><\/p>Renaud Lassus<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n La Suprema Corte y su mayor\u00eda republicana desarrollan una interpretaci\u00f3n jur\u00eddica seg\u00fan la cual el presidente dispone del mayor margen de maniobra sobre el \u00abpoder ejecutivo\u00bb, incluyendo el cierre de agencias federales creadas por el Congreso. En otros temas, como el derecho de suelo, la Corte se ha opuesto a la administraci\u00f3n, sin por ello dar a su decisi\u00f3n un alcance nacional, de aplicaci\u00f3n inmediata en todos los estados.<\/p>\n\n\n\n Los l\u00edderes religiosos y los sindicatos, que en el pasado desempe\u00f1aron un papel importante en las movilizaciones c\u00edvicas en Estados Unidos, hoy en d\u00eda no se pronuncian.<\/p>\n\n\n\n Otros actores de la sociedad civil, como las universidades, atacadas por la administraci\u00f3n, se encuentran a la defensiva.<\/p>\n\n\n\n Los c\u00edrculos empresariales se abstienen en su mayor\u00eda de cualquier expresi\u00f3n cr\u00edtica. El miedo a las represalias, un cierto fatalismo ante la imposibilidad de influir realmente en el presidente y el inter\u00e9s por las rebajas fiscales explican el silencio, incluso la complacencia, de Wall Street, por no hablar de Silicon Valley<\/a>, cuyos dirigentes han establecido una colaboraci\u00f3n, si no una alianza, con la administraci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Por \u00faltimo, el federalismo estadounidense, que otorga amplias competencias a los actores locales, constituye un elemento fundamental en el equilibrio del poder en Estados Unidos; sin embargo, los estados y las ciudades dem\u00f3cratas se enfrentan hoy a una presi\u00f3n sin precedentes, que se materializa en el env\u00edo por parte de la Casa Blanca de la Guardia Nacional a sus circunscripciones.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, para comprender la situaci\u00f3n actual hay que remontarse m\u00e1s all\u00e1 de Donald Trump.<\/p>\n\n\n\n En una generaci\u00f3n, Estados Unidos ha cambiado mucho. Y estos cambios tambi\u00e9n explican la erosi\u00f3n de los contrapoderes.<\/p>\n\n\n\n La omnipresencia del dinero en la vida p\u00fablica, ligada a la decisi\u00f3n de la Suprema Corte en el caso Citizens United v. FEC de 2010 de prohibir esencialmente la regulaci\u00f3n de la financiaci\u00f3n privada en las campa\u00f1as electorales, se traduce en una fuerte p\u00e9rdida de confianza de los estadounidenses en la integridad de sus instituciones. Debilita su motivaci\u00f3n y su compromiso para defenderlas.<\/p>\n\n\n\n La situaci\u00f3n actual tambi\u00e9n muestra que, en un contexto de grandes desigualdades y concentraci\u00f3n de la riqueza, los estadounidenses m\u00e1s ricos y poderosos \u2014que hoy en d\u00eda disponen de medios considerables, sin parang\u00f3n en la historia del pa\u00eds\u2014 no quieren arriesgarse a oponerse al poder ejecutivo.<\/p>\n\n\n\n En lo que respecta a los c\u00edrculos empresariales, la doctrina de la maximizaci\u00f3n del valor a corto plazo por parte de los accionistas, inspirada en Milton Friedman, prevalece en todas partes.<\/p>\n\n\n\n Domina los consejos de administraci\u00f3n y la gesti\u00f3n de los grandes grupos desde los mandatos de Ronald Reagan. Ya se traduc\u00eda en un desinter\u00e9s por todo lo que pudiera suceder en las esferas sociales y pol\u00edticas. Hoy en d\u00eda, este desinter\u00e9s tambi\u00e9n afecta al respeto de la Constituci\u00f3n y del Estado de derecho, que son esenciales para la prosperidad de las empresas y los mercados.<\/p>\n\n\n\n La evoluci\u00f3n monopol\u00edstica de la econom\u00eda estadounidense, en la mayor\u00eda de los sectores desde hace varias d\u00e9cadas, tambi\u00e9n hace que las empresas sean m\u00e1s vulnerables a las presiones pol\u00edticas.<\/p>\n\n\n\n Por eso, cuando Trump volvi\u00f3 a asumir el cargo, ya exist\u00eda un riesgo real de que el presidente arsenalizara el derecho de la competencia o rechazara fusiones por motivos pol\u00edticos, pero, recordemos, ilegales. Hoy en d\u00eda, la percepci\u00f3n de este peligro incita a muchos actores econ\u00f3micos a no oponerse a Trump y a hacerle concesiones, especialmente en el sector de los medios de comunicaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Los riesgos para el Estado de derecho en Estados Unidos ser\u00edan considerables si la alta administraci\u00f3n dejara de sentirse vinculada por su juramento a la Constituci\u00f3n.<\/p>Renaud Lassus<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Sin embargo, ser\u00eda un error pensar que los contrapoderes han desaparecido por completo en Estados Unidos; tal creencia distorsionar\u00eda la visi\u00f3n de Europa a la hora de establecer sus propias posiciones con respecto a la administraci\u00f3n de Trump.<\/p>\n\n\n\n Los contrapoderes ya desempe\u00f1an y desempe\u00f1ar\u00e1n un papel cada vez m\u00e1s importante durante el resto del mandato. Incluso podr\u00edan tener una influencia a m\u00e1s largo plazo al provocar una redefinici\u00f3n de las reglas que rigen la funci\u00f3n presidencial. Pero hay que aceptar que el tiempo haga su trabajo.<\/p>\n\n\n\n Donald Trump fue elegido hace menos de un a\u00f1o. Hoy en d\u00eda, tal vez se encuentre en la cima de su poder institucional. Todav\u00eda se beneficia del impulso de su elecci\u00f3n y de la legitimidad que esta le ha otorgado.<\/p>\n\n\n\n Como en cualquier otra democracia, la oposici\u00f3n dem\u00f3crata tambi\u00e9n necesita tiempo \u2014tras tal derrota en las elecciones presidenciales, parlamentarias con respecto al voto popular\u2014 para reconstruirse y dotarse de una nueva agenda, un nuevo liderazgo y nuevas esperanzas.<\/p>\n\n\n\n Ser\u00eda err\u00f3neo creer que todas las \u00e9lites estadounidenses se niegan en bloque a oponerse.<\/p>\n\n\n\n Algunas voces influyentes no han cambiado de opini\u00f3n en funci\u00f3n de las circunstancias partidistas del momento. Las p\u00e1ginas editoriales del Wall Street Journal<\/em>, por ejemplo, tradicionalmente republicanas, se muestran muy cr\u00edticas con el intervencionismo de Donald Trump hacia las empresas, del mismo modo que denunciaban a Joe Biden por motivos similares.<\/p>\n\n\n\n El ej\u00e9rcito aplica las obligaciones de neutralidad y reserva que le incumben en virtud de su juramento a la Constituci\u00f3n, y no a un l\u00edder o a un partido. Prueba de ello es la silenciosa acogida que, a finales de septiembre, dispensaron al presidente los m\u00e1s altos mandos convocados en Quantico<\/a> por Donald Trump, cuando este esperaba visiblemente una ovaci\u00f3n digna de un mitin electoral.<\/p>\n\n\n\n Numerosos altos funcionarios, entre los m\u00e1s importantes, del FBI, del Departamento de Justicia o del Centro para el Control de Enfermedades, en algunos casos nombrados por el propio Donald Trump, renuncian o se niegan a aplicar instrucciones cuando las consideran ilegales. El esp\u00edritu de Profiles in Courage<\/em>, el libro de John Kennedy escrito cuando era senador por Massachusetts, no ha desaparecido.<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s all\u00e1 de su significado simb\u00f3lico y moral, estas negativas tienen consecuencias pr\u00e1cticas muy importantes.<\/p>\n\n\n\n Los riesgos para el Estado de derecho en Estados Unidos ser\u00edan considerables si la alta administraci\u00f3n, civil o militar, dejara de sentirse vinculada por su juramento a la Constituci\u00f3n y sus valores.<\/p>\n\n\n\n Es cierto que Donald Trump puede encontrar sustitutos y fieles dispuestos a aplicar su pol\u00edtica, pero estos suelen ser ante todo partidarios o cortesanos que no son conscientes de la importancia de su cargo, tienen poco control sobre su administraci\u00f3n e incluso exponen al presidente en caso de crisis, como Kash Patel, director del FBI, durante la b\u00fasqueda del asesino de Charlie Kirk.<\/p>\n\n\n\n El poder judicial tambi\u00e9n est\u00e1 demostrando su resistencia.<\/p>\n\n\n\n Los jueces han declarado ilegal el recurso a textos que invocan circunstancias excepcionales en materia comercial (The International Emergency Economic Powers Act<\/em>) o de inmigraci\u00f3n (The Alien Enemies Act<\/em>); han declarado ilegales las sanciones impuestas a bufetes de abogados o a Lisa Cook<\/a>, miembro del Consejo de Administraci\u00f3n de la Reserva Federal de Estados Unidos; han obligado al ejecutivo a dar marcha atr\u00e1s en la expulsi\u00f3n de personas, en varios casos emblem\u00e1ticos y simb\u00f3licos, por citar solo estos ejemplos.<\/p>\n\n\n\n Si bien muchos litigios llegar\u00e1n hasta la Suprema Corte, que hasta ahora ha aceptado en la mayor\u00eda de los casos los argumentos de la Casa Blanca, la Corte a\u00fan no se ha pronunciado sobre las cuestiones en las que se acusa al ejecutivo de invadir las prerrogativas del Congreso (como el comercio) o de los estados (con la invocaci\u00f3n de la Ley de Insurrecci\u00f3n de 1807) . Sin embargo, en estos \u00e1mbitos, la jurisprudencia reciente de la Corte se ha opuesto a menudo a la ampliaci\u00f3n de los poderes del Estado federal.<\/p>\n\n\n\n De manera nada desde\u00f1able en el pa\u00eds del \u00abpoder del dinero\u00bb, los estadounidenses tambi\u00e9n pueden oponerse a Donald Trump en su calidad de consumidores.<\/p>\n\n\n\n Pocos d\u00edas despu\u00e9s de suprimir el programa sat\u00edrico<\/a> del presentador Jimmy Kimmel, bajo la presi\u00f3n de la Casa Blanca y de Brendan Carr, presidente de la Comisi\u00f3n Federal de Comunicaciones, ABC y Disney dieron marcha atr\u00e1s en su decisi\u00f3n, ante una oleada masiva y sin precedentes de bajas de suscriptores.<\/p>\n\n\n\n Estados Unidos podr\u00eda estar acerc\u00e1ndose a un punto de inflexi\u00f3n.<\/p>Renaud Lassus<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n El contrapoder esencial vendr\u00e1 finalmente de los ciudadanos y los votantes.<\/p>\n\n\n\n Fundamentalmente, la situaci\u00f3n que m\u00e1s le conviene a Donald Trump es la de gran acusador que ataca a los \u00abtraidores\u00bb, a las \u00e9lites, a los \u00abenemigos internos\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, cada d\u00eda que pasa lo hace m\u00e1s responsable de la situaci\u00f3n del pa\u00eds.<\/p>\n\n\n\n En este sentido, las perspectivas no parecen tan buenas para el presidente.<\/p>\n\n\n\n Las decisiones en materia de aranceles y la ca\u00edda del d\u00f3lar estimulan la inflaci\u00f3n, que fue la principal causa de la derrota de los dem\u00f3cratas en 2024.<\/p>\n\n\n\n El Partido Republicano acaba de perder varias elecciones parlamentarias parciales. Su voluntad de modificar el mapa electoral en estados como Texas refleja el temor a perder la C\u00e1mara de Representantes dentro de un a\u00f1o<\/a>.<\/p>\n\n\n\n El shutdown <\/em>presupuestario es el primer momento del mandato en el que la oposici\u00f3n dem\u00f3crata dispone de palancas para presionar al presidente.<\/p>\n\n\n\n Algunos senadores republicanos, como Ted Cruz en Texas, se han opuesto p\u00fablicamente a las presiones contra Disney mencionadas anteriormente, alegando que podr\u00edan sentar precedentes que una futura administraci\u00f3n dem\u00f3crata podr\u00eda utilizar en su contra y contra sus ideas en el futuro.<\/p>\n\n\n\n Para algunos opositores a la administraci\u00f3n, como Robert Reich, exsecretario de Trabajo de Bill Clinton y actualmente profesor en Berkeley, Estados Unidos podr\u00eda estar acerc\u00e1ndose al punto de inflexi\u00f3n, el momento en que la toma de conciencia por parte de los estadounidenses de las consecuencias de la agenda del presidente y la evidencia de su autoritarismo desencadenar\u00eda un profundo rechazo en la opini\u00f3n mayoritaria del pa\u00eds.<\/p>\n\n\n\n Las numerosas movilizaciones durante el \u00abNo Kings Day\u00bb, as\u00ed como los nuevos gestos de oposici\u00f3n por parte de la prensa o las universidades, por ejemplo, gestos que no se dieron en los primeros meses del mandato, ser\u00edan en este sentido se\u00f1ales precursoras.<\/p>\n\n\n\n La omnipresencia del dinero en la vida p\u00fablica se traduce en una fuerte p\u00e9rdida de confianza de los estadounidenses en la integridad de sus instituciones.<\/p>Renaud Lassus<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Sin embargo, la esfera del debate p\u00fablico \u2014\u00abthe<\/em> public square<\/em>\u00bb\u2014 tambi\u00e9n est\u00e1 atravesando una profunda crisis debido a factores convergentes que se han desarrollado durante un largo per\u00edodo: el declive de la prensa tradicional, el desarrollo de los medios de comunicaci\u00f3n y los influencers partidistas y, sobre todo, el papel de las redes sociales en la aparici\u00f3n de \u00abtribus digitales\u00bb que ya no se comprenden entre s\u00ed porque no reciben la misma informaci\u00f3n sobre hechos que, sin embargo, son similares.<\/p>\n\n\n\n Esto contrasta con otros momentos en los que Estados Unidos se enfrent\u00f3 a oleadas autoritarias. La ca\u00edda de Joe McCarthy estuvo relacionada, en particular, con un enfrentamiento que perdi\u00f3 en junio de 1954 contra Joseph Welch, abogado del Ministerio de Defensa; retransmitido en directo por televisi\u00f3n y visto por millones de estadounidenses, fue un momento sin filtros que lo desacredit\u00f3. <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Todas estas evoluciones son cruciales para Europa.<\/p>\n\n\n\n El control de las formas de ejercicio del poder presidencial es un tema importante para todos los socios de Estados Unidos.<\/p>\n\n\n\n La actual movilizaci\u00f3n de los contrapoderes judiciales se centra, en particular, en cuestiones en las que Europa se ve directamente atacada, como los aranceles.<\/p>\n\n\n\n Por otra parte, la democracia estadounidense y las democracias europeas comparten vulnerabilidades en algunos \u00e1mbitos, como el impacto de las redes sociales o la inteligencia artificial. Conocer a los actores estadounidenses que trabajan en las causas estructurales que han llevado a la situaci\u00f3n actual tambi\u00e9n reviste un gran inter\u00e9s desde la perspectiva europea.<\/p>\n\n\n\n Por \u00faltimo, Donald Trump utiliza con los aliados tradicionales de Estados Unidos los mismos m\u00e9todos que emplea en el \u00e1mbito nacional: la iniciativa del ataque, la amenaza, la imprevisibilidad, la relaci\u00f3n de fuerza permanente y el bluff<\/em>.<\/p>\n\n\n\n Por el momento, la Uni\u00f3n ha optado por la v\u00eda de una amplia conciliaci\u00f3n, concluyendo un acuerdo comercial que la mayor\u00eda de sus ciudadanos han considerado humillante<\/a> y que probablemente no habr\u00eda aceptado por parte de otra administraci\u00f3n estadounidense.<\/p>\n\n\n\nEl regreso de los monopolios<\/strong><\/h3>\n\n\n\n
Las matrices de una contraofensiva<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
El punto de inflexi\u00f3n de la opini\u00f3n p\u00fablica<\/strong><\/h3>\n\n\n\n
C\u00f3mo la Comisi\u00f3n Europea podr\u00eda inspirarse en los opositores estadounidenses<\/strong><\/h3>\n\n\n\n