{"id":80560,"date":"2025-10-15T15:18:03","date_gmt":"2025-10-15T13:18:03","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=80560"},"modified":"2025-10-15T15:18:32","modified_gmt":"2025-10-15T13:18:32","slug":"oriente-medio-la-paz-de-trump-no-tendra-lugar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/10\/15\/oriente-medio-la-paz-de-trump-no-tendra-lugar\/","title":{"rendered":"La paz de Trump no tendr\u00e1 lugar"},"content":{"rendered":"\n

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Despu\u00e9s de dos a\u00f1os dedicados casi exclusivamente a la guerra en Oriente Medio, por fin se vuelve a hablar de paz, lo cual es una muy buena noticia. Los rehenes han sido finalmente liberados, algunos prisioneros palestinos regresan a sus hogares y los bombardeos israel\u00edes sobre Gaza deber\u00edan cesar.<\/p>\n\n\n\n

El plan Trump, que sucede al alto el fuego alcanzado en enero de 2025, se ha impuesto en la agenda de los responsables pol\u00edticos regionales, poco despu\u00e9s de la iniciativa franco-saud\u00ed de reconocimiento del Estado de Palestina. A este plan hay que a\u00f1adir el de Tony Blair para Gaza, elaborado en estrecha colaboraci\u00f3n con Trump, su yerno Jared Kushner, su enviado al Oriente Medio Steven Witkoff y, probablemente, los emirat\u00edes y los saud\u00edes.<\/p>\n\n\n\n

Durante su discurso en la Knesset<\/a>, Donald Trump multiplic\u00f3 las declaraciones grandilocuentes: su acuerdo era un \u00abtriunfo incre\u00edble para Israel y para el mundo\u00bb, \u00abel fin de una larga pesadilla\u00bb, \u00abel amanecer hist\u00f3rico de un nuevo Oriente Medio\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfDebemos creerlo? Por desgracia, no, y los altos diplom\u00e1ticos del Golfo con los que me he reunido recientemente tampoco lo creen.<\/p>\n\n\n\n

Nada de eso va a suceder.<\/p>\n\n\n\n

El plan Trump\/Blair no tiene ninguna posibilidad de instaurar la paz, ni en Gaza, ni en Palestina, ni en Israel. No es m\u00e1s que un alto el fuego \u2014uno m\u00e1s\u2014 en esta \u00abguerra de cien a\u00f1os\u00bb entre israel\u00edes y palestinos que desgarra a los pueblos y las almas de la regi\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Al igual que Galileo dec\u00eda que \u00abla naturaleza est\u00e1 escrita en lenguaje matem\u00e1tico\u00bb, tambi\u00e9n se podr\u00eda decir del plan Trump que est\u00e1 escrito en lenguaje israel\u00ed. Por otra parte, el presidente estadounidense no hab\u00eda visto a ning\u00fan l\u00edder palestino desde su regreso a la Casa Blanca hasta la cumbre de Sharm el-Sheij, la noche del 13 de octubre, cuando Emmanuel Macron llev\u00f3 a Mahmoud Abbas a su encuentro; por lo dem\u00e1s, Donald Trump no se desplaz\u00f3 a Ramala para reunirse con \u00e9l.<\/p>\n\n\n\n

Sin embargo, para hacer la paz se necesitan dos; ese es todo el problema de la estrategia estadounidense e israel\u00ed sobre el tema desde el asesinato de Yitzhak Rabin: los palestinos han desaparecido de su horizonte. Pero como estos siguen existiendo, la paz sin ellos es imposible. <\/p>\n\n\n\n

El plan Trump\/Blair: un protectorado sobre Gaza <\/strong><\/h2>\n\n\n\n

\u00bfEn qu\u00e9 consiste este plan de paz<\/a>?<\/p>\n\n\n\n

Trump ha propuesto un alto el fuego que responde a las exigencias del momento: la devoluci\u00f3n de los rehenes y de algunos prisioneros palestinos (entre ellos los 1.700 encarcelados por Israel despu\u00e9s del 7 de octubre para servir de futura moneda de cambio), el desmantelamiento pol\u00edtico y militar de Ham\u00e1s, el cese de los bombardeos y un horizonte muy vago de \u00abuna v\u00eda cre\u00edble hacia un Estado palestino\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Este \u00abEstado palestino\u00bb nunca se define, ni en su principio, ni en sus fronteras \u2014ni siquiera se menciona Cisjordania\u2014, ni en sus funciones. Se presenta como un horizonte, y no como un derecho para los palestinos. Tampoco se dice nada sobre la colonizaci\u00f3n israel\u00ed de Cisjordania. Estados Unidos no reconoce a Palestina; los israel\u00edes tampoco, y Benjam\u00edn Netanyahu ha precisado que Israel no se retirar\u00e1 de Gaza. Por lo dem\u00e1s, el plan no esboza ning\u00fan calendario, salvo para el regreso de los rehenes, y nunca se menciona el derecho internacional.<\/p>\n\n\n\n

El plan de Trump se complementa con el de Tony Blair, el plan \u00abGaza Riviera\u00bb<\/a>. Elaborado por el ex primer ministro brit\u00e1nico, con la colaboraci\u00f3n de socios del Boston Consulting Group \u2014despedidos desde entonces\u2014 e inversores israel\u00edes, propone la creaci\u00f3n de un \u00abconsejo de paz\u00bb que supervisar\u00eda la autoridad tecnocr\u00e1tica palestina de Gaza.<\/p>\n\n\n\n

El plan prev\u00e9 la formaci\u00f3n de una autoridad suprapol\u00edtica legal suprema (la Autoridad Internacional de Transici\u00f3n de Gaza, AITG)<\/em>, derechos monetarios (a trav\u00e9s de un token) para los palestinos que abandonen Gaza y un gran plan de reconstrucci\u00f3n, dise\u00f1ado con los israel\u00edes y dirigido por una Autoridad de Promoci\u00f3n de las Inversiones y el Desarrollo Econ\u00f3mico de Gaza (APIDEG). Esta \u00faltima funcionar\u00e1 como una autoridad econ\u00f3mica aut\u00f3noma dependiente directamente del consejo de administraci\u00f3n de la AITG, es decir, actuar\u00e1 sin los palestinos.<\/p>\n\n\n\n\n

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\n \n \"\u00abEl\n <\/picture>\n
\u00abEl plan Trump\/Blair no tiene ninguna posibilidad de instaurar la paz, ni en Gaza, ni en Palestina, ni en Israel\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n <\/a>\n \n <\/div>\n
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\n \n \"\u00abEl\n <\/picture>\n
\u00abEl plan de Trump se complementa con el de Tony Blair, el plan ‘Gaza Riviera’\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n <\/a>\n <\/div>\n <\/div>\n \n
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\u00abEl plan Trump\/Blair no tiene ninguna posibilidad de instaurar la paz, ni en Gaza, ni en Palestina, ni en Israel\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n \n <\/div>\n
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\u00abEl plan de Trump se complementa con el de Tony Blair, el plan ‘Gaza Riviera’\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n <\/div>\n <\/div>\n<\/div>\n\n\n\n

El \u00fanico papel de los palestinos en este plan ser\u00e1 la gesti\u00f3n de los asuntos locales: sanidad, educaci\u00f3n, infraestructuras, polic\u00eda civil, justicia, regulaci\u00f3n econ\u00f3mica y gobernanza municipal. Estas actividades estar\u00e1n bajo la supervisi\u00f3n de la Secretar\u00eda Ejecutiva, que supervisar\u00e1 a la Autoridad Palestina; s\u00f3lo un palestino formar\u00e1 parte del consejo de administraci\u00f3n de la AITG.<\/p>\n\n\n\n

La Autoridad Palestina tendr\u00e1, por tanto, un papel auxiliar de la polic\u00eda israel\u00ed, como en Cisjordania: se encargar\u00e1 de aplicar la pol\u00edtica definida por la AITG.<\/em> El verdadero poder en materia de seguridad estar\u00e1 en manos de la Fuerza Internacional de Seguridad, que estar\u00e1 compuesta por unidades proporcionadas por los Estados participantes y ser\u00e1 independiente de la polic\u00eda palestina.<\/p>\n\n\n\n

Todo parece indicar que, ochenta a\u00f1os despu\u00e9s del fin del mandato brit\u00e1nico sobre Palestina, est\u00e1 naciendo un nuevo protectorado <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

Ham\u00e1s quiere mantener su control sobre los palestinos<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

El movimiento islamista Ham\u00e1s, presionado por todas partes, ha acogido la propuesta de paz estadounidense con una cautela calculada: ni un rechazo frontal, ni una adhesi\u00f3n plena, sino una apertura parcial acompa\u00f1ada de condiciones precisas. Esta posici\u00f3n tiene por objeto preservar su legitimidad pol\u00edtica, evitando al mismo tiempo aparecer como un obst\u00e1culo para un posible fin de la guerra en Gaza. El movimiento tambi\u00e9n ha acogido favorablemente el cese de las hostilidades y el establecimiento de un alto el fuego duradero garantizado por actores internacionales. <\/p>\n\n\n\n

Esta apertura sigue estando estrictamente limitada por las l\u00edneas rojas que Ham\u00e1s considera no negociables. As\u00ed, se niega a comprometerse a un desarme completo, condici\u00f3n impuesta por el plan de Trump para cualquier acuerdo definitivo; adem\u00e1s, desde el anuncio del alto el fuego, ha comenzado a ajustar cuentas con los habitantes de Gaza que, evidentemente, no segu\u00edan su l\u00ednea. El grupo terrorista tambi\u00e9n rechaza cualquier cesi\u00f3n inmediata del poder pol\u00edtico en Gaza, sin garant\u00edas sobre su futuro papel en el sistema palestino y sin un consenso interno que incluya a Fatah y otras facciones.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfC\u00f3mo se puede desarmar realmente a Ham\u00e1s y sacarlo del juego en Gaza? La Fuerza Internacional de Seguridad mencionada sigue siendo muy difusa, sobre todo porque los estadounidenses han anunciado que no enviar\u00e1n fuerzas al enclave. Por lo dem\u00e1s, si los pa\u00edses que acog\u00edan a algunos de los dirigentes de Ham\u00e1s \u2014a menudo con el consentimiento de israel\u00edes y estadounidenses\u2014 se han distanciado de \u00e9l, \u00bfqui\u00e9n garantizar\u00e1 que no mantendr\u00e1 la misma influencia sobre los habitantes de Gaza, en particular mediante la violencia y la coacci\u00f3n? <\/p>\n\n\n\n

Para hacer la paz, hacen falta dos. Ah\u00ed radica todo el problema de la estrategia estadounidense e israel\u00ed al respecto: los palestinos han desaparecido de su horizonte.<\/p>HAKIM EL KAROUI<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Ham\u00e1s exige adem\u00e1s garant\u00edas claras sobre la retirada israel\u00ed, el levantamiento del bloqueo y la seguridad de la poblaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Tambi\u00e9n se muestra favorable a la creaci\u00f3n de una administraci\u00f3n palestina neutral y tecnocr\u00e1tica, encargada de gestionar la reconstrucci\u00f3n de Gaza durante un per\u00edodo transitorio, bajo la supervisi\u00f3n de los pa\u00edses \u00e1rabes y musulmanes \u2014pero no de Donald Trump y Tony Blair\u2014.<\/p>\n\n\n\n

Por \u00faltimo, denuncia la ausencia de perspectivas sobre las grandes cuestiones nacionales: Jerusal\u00e9n, los refugiados, las fronteras de 1967 o el derecho a la autodeterminaci\u00f3n. En estos puntos, se alinea con las reivindicaciones tradicionales de los palestinos, en particular las de la Autoridad Palestina, probablemente para presentarse como el \u00fanico interlocutor leg\u00edtimo y \u00fanico representante de los palestinos. <\/p>\n\n\n\n

La paz del m\u00e1s fuerte<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Trump y los israel\u00edes conocen estas reivindicaciones, pero hablan de paz. Ser\u00eda insultante pensar que son incapaces de comprender lo que dicen los palestinos, por lo que hay que tomarse en serio su discurso y comprender las ideas impl\u00edcitas.<\/p>\n\n\n\n

El plan de Trump refleja una visi\u00f3n de la paz propia de la derecha israel\u00ed, que considera que la paz s\u00f3lo llegar\u00e1 cuando Israel sea lo suficientemente fuerte como para imponer sus condiciones.<\/p>\n\n\n\n

Esta propuesta, al igual que el plan Blair, dice lo mismo: Gaza ser\u00e1 un protectorado estadounidense-israel\u00ed-golfico, con Tony Blair como ejecutor y un gobierno local transformado en consejo de administraci\u00f3n de Gaza Inc.<\/p>\n\n\n\n

Su modelo es quiz\u00e1s el recomendado por Curtis Yarvin<\/a>, un ide\u00f3logo trumpista; sin duda, est\u00e1 inspirado en los actores del Golfo, que mezclan alegremente la pol\u00edtica y los negocios. Los Emiratos se consideran una gran empresa dirigida por Mohamed Ben Zayed, y \u00abDub\u00e1i Inc.\u00bb est\u00e1 inspirada y dirigida por el jeque Mohamed Ben Rachid Al Maktoum. Lo que proponen Trump y Blair es convertir Gaza en un protectorado estadounidense-israel\u00ed-golfico, con una presencia sin duda prolongada del ej\u00e9rcito israel\u00ed, que s\u00f3lo retroceder\u00e1 un poco. Mientras tanto, contin\u00faa la anexi\u00f3n progresiva <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span> de Cisjordania.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfPor qu\u00e9 desaparecer\u00eda Ham\u00e1s, que hoy cuenta con m\u00e1s combatientes que hace dos a\u00f1os? \u00bfPor qu\u00e9 los palestinos renunciar\u00edan a su Estado? \u00bfC\u00f3mo no iban a surgir otros grupos armados sobre las ruinas de Gaza, siguiendo un proceso bien conocido en la regi\u00f3n?<\/p>\n\n\n\n

Ninguna de estas cuestiones existenciales para la paz se ha siquiera planteado. Netanyahu y Trump creen que \u00abdecir paz en sus t\u00e9rminos es hacerla\u00bb. Esta forma de proceder no conducir\u00e1 a la paz, sino a la continuaci\u00f3n de la guerra. Los estadounidenses y los israel\u00edes deben ver la realidad tal y como es, y no s\u00f3lo como les gustar\u00eda que fuera.<\/p>\n\n\n\n

Las ra\u00edces del problema<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

En 1942 y 1944 se celebraron las conferencias de Biltmore y Atlantic City, que vieron el acercamiento entre los sionistas de derecha y de izquierda. Durante esos mismos a\u00f1os, Hannah Arendt escrib\u00eda: \u00abPalestina y la existencia de un hogar nacional jud\u00edo constituyen hoy la gran esperanza y el gran orgullo de los jud\u00edos de todo el mundo. No obstante, la \u2018cuesti\u00f3n \u00e1rabe\u2019 sigue siendo, aunque no se aborde, la \u00fanica cuesti\u00f3n pol\u00edtica y moral de la pol\u00edtica israel\u00ed\u00bb <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

Ochenta a\u00f1os despu\u00e9s, la \u00abcuesti\u00f3n \u00e1rabe\u00bb, convertida en la \u00abcuesti\u00f3n palestina\u00bb, sigue sin resolverse. Mientras no se resuelva, ning\u00fan plan de paz ser\u00e1 cre\u00edble.<\/p>\n\n\n\n

Los palestinos existen, aunque el gobierno israel\u00ed no quiera verlo. Esta falta de reconocimiento tiene su origen en una combinaci\u00f3n de factores hist\u00f3ricos, ideol\u00f3gicos y pol\u00edticos que, desde hace m\u00e1s de un siglo, estructuran la l\u00f3gica del sionismo y del proyecto nacional israel\u00ed.<\/p>\n\n\n\n

Desde los or\u00edgenes del movimiento sionista a finales del siglo XIX, Palestina se percibe como una tierra casi vac\u00eda, una terra nullius<\/em> lista para acoger el \u00abhogar nacional jud\u00edo\u00bb. Los habitantes \u00e1rabes, aunque son mayor\u00eda, s\u00f3lo se mencionan de forma marginal.<\/p>\n\n\n\n

Como recuerda Jean-Pierre Filiu, en 1881 la poblaci\u00f3n era de aproximadamente 465.000 personas, de las cuales 405.000 eran musulmanas, 45.000 cristianas y 15.000 jud\u00edas <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Sin embargo, los promotores del sionismo y las potencias occidentales trataron a Palestina como un espacio \u00absin naci\u00f3n\u00bb, con la idea de que all\u00ed s\u00f3lo viv\u00edan \u00ab\u00e1rabes\u00bb y que el mundo \u00e1rabe era grande, mientras que Eretz Israel<\/em> <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span> era peque\u00f1o.<\/p>\n\n\n\n

M\u00e1s tarde, esta visi\u00f3n se aliment\u00f3 de una doble matriz: por un lado, la dimensi\u00f3n religiosa del sionismo, que se basa en la promesa b\u00edblica del \u00abretorno\u00bb a Si\u00f3n, un tema que cobr\u00f3 una importancia considerable; por otro lado, la lectura pol\u00edtica occidental que, tras el Holocausto, vio en la creaci\u00f3n de Israel un imperativo moral e hist\u00f3rico. En este contexto, el sufrimiento jud\u00edo borr\u00f3 simb\u00f3licamente el de los \u00e1rabes de Palestina: la cuesti\u00f3n de su presencia segu\u00eda sin plantearse.<\/p>\n\n\n\n

Esta ceguera se tradujo en discursos pol\u00edticos expl\u00edcitos. En 1969, Golda Meir afirmaba: \u00abNunca ha existido nada parecido a los palestinos\u00bb; en 1991, Yitzhak Shamir, durante la conferencia de Madrid, s\u00f3lo se refiri\u00f3 a los palestinos a trav\u00e9s del prisma del \u00abterrorismo\u00bb y los \u00ab\u00e1rabes palestinos\u00bb a los que se conced\u00eda autonom\u00eda. Adem\u00e1s, el Estado israel\u00ed se neg\u00f3 durante mucho tiempo a mantener cualquier contacto oficial con la Organizaci\u00f3n para la Liberaci\u00f3n de Palestina (OLP), prefiriendo confiar la representaci\u00f3n palestina a Jordania, hasta la conferencia de Madrid en 1991.<\/p>\n\n\n\n

Esta negaci\u00f3n se ha reforzado a\u00fan m\u00e1s en las \u00faltimas d\u00e9cadas. La pol\u00edtica de colonizaci\u00f3n y la Ley Fundamental de 2018, que define a Israel como \u00abel Estado-naci\u00f3n del pueblo jud\u00edo\u00bb y reserva el derecho a la autodeterminaci\u00f3n nacional \u00fanicamente al pueblo jud\u00edo, institucionalizan una jerarqu\u00eda identitaria: el 20% de la poblaci\u00f3n \u2014musulmana, cristiana o drusa\u2014 queda relegada al margen del proyecto nacional.<\/p>\n\n\n\n

No se trata de dividir la tierra, sino de aprender a convivir en ella, de otra manera.<\/p>HAKIM EL KAROUI<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Las fuentes ideol\u00f3gicas de Netanyahu: la doctrina Jabotinsky<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Para comprender a Benjam\u00edn Netanyahu y a la derecha israel\u00ed, hay que partir de Vladimir Jabotinsky, fundador del sionismo revisionista y figura tutelar de la derecha israel\u00ed. Sin duda, fue el primero en pensar con lucidez \u2014y con una brutalidad asumida\u2014 la cuesti\u00f3n palestina tal y como se planteaba al movimiento sionista.<\/p>\n\n\n\n

A diferencia de muchos de sus contempor\u00e1neos, Jabotinsky no negaba la existencia de los \u00e1rabes de Palestina; simplemente se negaba a creer que pudieran consentir voluntariamente su propia desposesi\u00f3n. En su texto fundacional \u00abEl muro de hierro\u00bb<\/em> (1923) <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span>, escrib\u00eda: \u00abToda poblaci\u00f3n ind\u00edgena del mundo se resiste a los colonizadores mientras conserve la esperanza de deshacerse de ellos. Esa es toda la historia de la colonizaci\u00f3n\u00bb. Los palestinos, a\u00f1ad\u00eda, \u00abno son ni\u00f1os, ni una raza atrasada. Tienen la misma mentalidad nacional que nosotros\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

A partir de esta constataci\u00f3n, Jabotinsky saca una conclusi\u00f3n inequ\u00edvoca: dado que la resistencia palestina es racional, hay que romperla por la fuerza. \u00abLa colonizaci\u00f3n sionista \u2014escrib\u00eda tambi\u00e9n\u2014 s\u00f3lo puede continuar y desarrollarse bajo la protecci\u00f3n de un muro de hierro que los \u00e1rabes no puedan atravesar\u00bb. Este \u00abmuro\u00bb no era, en origen, una barrera f\u00edsica, sino una doctrina pol\u00edtica: considerar que el proyecto sionista s\u00f3lo pod\u00eda imponerse haciendo que toda oposici\u00f3n fuera in\u00fatil, incluso impensable. \u00abS\u00f3lo despu\u00e9s de que hayan perdido toda esperanza de vencernos \u2014conclu\u00eda Jabotinsky\u2014 vendr\u00e1n sus l\u00edderes a negociar con nosotros. No antes\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Jabotinsky no pretend\u00eda, por tanto, borrar la presencia \u00e1rabe, sino neutralizarla. Para \u00e9l, los palestinos no constitu\u00edan un pueblo con derechos concurrentes: eran un hecho que hab\u00eda que gestionar, una resistencia que hab\u00eda que dominar. En una carta escrita en 1937, reconoc\u00eda sin rodeos: \u00abNo creo que sea posible obtener el consentimiento voluntario de los \u00e1rabes de Palestina para transformar este pa\u00eds de mayor\u00eda \u00e1rabe en un pa\u00eds de mayor\u00eda jud\u00eda\u00bb. La conclusi\u00f3n era clara: dado que el acuerdo era imposible, s\u00f3lo la coacci\u00f3n garantizar\u00eda la seguridad y la perpetuidad del hogar jud\u00edo. \u00abLa \u00e9tica del muro de hierro es la \u00fanica \u00e9tica posible\u00bb, escrib\u00eda. \u00abSi queremos vivir, hay que construir un muro de hierro. Todo lo dem\u00e1s es mentira y debilidad\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Bajo su pluma, la cuesti\u00f3n palestina deja de ser un problema moral para convertirse en un problema de poder. Seg\u00fan \u00e9l, la justicia no pod\u00eda ser invocada por dos pueblos para la misma tierra: \u00abNo podemos darles nada, porque su reivindicaci\u00f3n nacional es la misma que la nuestra. Dos naciones no pueden reinar all\u00ed\u00bb. Este razonamiento, de un cinismo g\u00e9lido, sent\u00f3 las bases de lo que se convertir\u00eda en la doctrina de seguridad israel\u00ed: una coexistencia material posible, pero sin reconocimiento pol\u00edtico del otro.<\/p>\n\n\n\n\n

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\n \n \"\u00abLo\n <\/picture>\n
\u00abLo que proponen Trump y Blair es convertir Gaza en un protectorado estadounidense-israel\u00ed-golfico\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n <\/a>\n \n <\/div>\n
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\n \n \"\u00abEs\n <\/picture>\n
\u00abEs exactamente la doctrina de Jabotinsky la que aplican Netanyahu y Trump\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n <\/a>\n <\/div>\n <\/div>\n \n
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\u00abLo que proponen Trump y Blair es convertir Gaza en un protectorado estadounidense-israel\u00ed-golfico\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n \n <\/div>\n
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\u00abEs exactamente la doctrina de Jabotinsky la que aplican Netanyahu y Trump\u00bb.<\/figcaption> <\/figure>\n <\/div>\n <\/div>\n<\/div>\n\n\n\n

La influencia de Jabotinsky se dej\u00f3 sentir a lo largo de todo el siglo XX israel\u00ed. Sus disc\u00edpulos directos \u2014Begin, Shamir y luego Netanyahu\u2014 son los herederos de su doctrina. Tradujeron el \u00abmuro de hierro\u00bb en una estrategia de Estado: la paz s\u00f3lo llegar\u00e1, afirman, tras la victoria total, cuando los palestinos comprendan que toda resistencia es in\u00fatil. Entonces ser\u00e1 el momento de grabar en piedra las fronteras intangibles. Pero no antes. En cuanto al derecho internacional, no tiene ning\u00fan valor mientras no refleje la voluntad plena y total de Israel.<\/p>\n\n\n\n

Hoy, Netanyahu y Trump aplican exactamente la doctrina de Jabotinsky.<\/p>\n\n\n\n

Jabotinsky no invent\u00f3 la negaci\u00f3n del otro, sino que la teoriz\u00f3 con un realismo implacable. Su \u00abmuro de hierro\u00bb no era s\u00f3lo una met\u00e1fora: un siglo despu\u00e9s, se ha convertido en un muro muy real, que separa a los dos pueblos y encarna la permanencia de una idea: que la seguridad de los jud\u00edos puede \u00fanicamente construirse a costa de la invisibilidad de los palestinos.<\/p>\n\n\n\n

La identidad en el exilio de los palestinos<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

La paradoja es que los israel\u00edes contribuyeron a crear a los palestinos y su identidad herida: la dispersi\u00f3n, la ocupaci\u00f3n y el exilio transformaron una simple voluntad de supervivencia en una raz\u00f3n de ser. Y, por lo tanto, en identidad.<\/p>\n\n\n\n

Durante m\u00e1s de un siglo, todo parec\u00eda conducir a la desaparici\u00f3n de la idea de Palestina, que apenas estaba naciendo a principios del siglo XX. En aquella \u00e9poca, los sirios exist\u00edan por motivos hist\u00f3ricos, pero apenas los libaneses y, desde luego, no los jordanos.<\/p>\n\n\n\n

Ante los acontecimientos, los palestinos podr\u00edan haber desaparecido, dispersos por la regi\u00f3n, sin unidad ni identidad: vivieron el mandato brit\u00e1nico, la creaci\u00f3n de Israel en 1948 y la Nakba<\/em>, el \u00e9xodo de m\u00e1s de 700.000 personas; luego las guerras de 1967 y 1973, la ocupaci\u00f3n de Cisjordania y Gaza, la colonizaci\u00f3n, la fragmentaci\u00f3n territorial, los bloqueos y las divisiones internas; finalmente, vivieron la nueva guerra de Gaza.<\/p>\n\n\n\n

Tras la Nakba<\/em> de 1948, L\u00edbano, Siria, Jordania y Egipto acogieron a cientos de miles de refugiados sin abrirles nunca por completo las puertas de sus sociedades. La solidaridad proclamada en nombre de la causa palestina vino acompa\u00f1ada de una desconfianza constante: los refugiados fueron tolerados, pero no integrados. En los campos de Beirut, Sabra y Chatila, en los de Baqa’a en Jordania o Yarmouk en Siria, vivieron bajo un r\u00e9gimen de excepci\u00f3n, privados de derechos pol\u00edticos y econ\u00f3micos.<\/p>\n\n\n\n

Esta marginaci\u00f3n no fue accidental: reflejaba el temor a que los palestinos, portadores de una causa demasiado grande, desestabilizaran el equilibrio interno. El L\u00edbano, dividido entre sus comunidades, les prohibi\u00f3 la naturalizaci\u00f3n, por temor a alterar el fr\u00e1gil pacto confesional. Jordania, despu\u00e9s de haber acogido a la mayor\u00eda de los refugiados, se volvi\u00f3 brutalmente contra ellos durante el \u00abSeptiembre Negro\u00bb de 1970, cuando la OLP amenaz\u00f3 la autoridad del rey Hussein. Siria instrumentaliz\u00f3 durante mucho tiempo su presencia, manteni\u00e9ndolos bajo control, hasta destruir en 2015 el campo de Yarmouk, s\u00edmbolo de su arraigo provisional. En cuanto a Egipto, administr\u00f3 Gaza entre 1948 y 1967 sin conceder nunca la ciudadan\u00eda a sus habitantes, considerados extranjeros en una tierra ya amputada.<\/p>\n\n\n\n

As\u00ed, los palestinos sufrieron una doble expulsi\u00f3n: primero por Israel y luego por el mundo \u00e1rabe. Cada frontera cerrada, cada campo abandonado los remit\u00eda a la \u00fanica identidad que les quedaba: la de palestinos, en una tierra que les estaba prohibida. Rechazados por las capitales \u00e1rabes y por las negociaciones internacionales, parad\u00f3jicamente se volvieron a\u00fan m\u00e1s palestinos; se vieron obligados a convertir su exilio en patria. Su imposible regreso no borr\u00f3 Palestina: la recre\u00f3, a la vez como memoria, como horizonte y como necesidad.<\/p>\n\n\n\n

Esta historia ha llevado a los palestinos a construir un Estado sin fronteras, pero con memoria. Es este Estado el que ha sido reconocido por Espa\u00f1a, Noruega, B\u00e9lgica, Francia recientemente<\/a> y otros 150 miembros de la Organizaci\u00f3n de las Naciones Unidas.<\/p>\n\n\n\n

Palestina no ha desaparecido; sigue ah\u00ed. Hannah Arendt ten\u00eda raz\u00f3n. Israel debe abordar la \u00abcuesti\u00f3n \u00e1rabe\u00bb, que se ha convertido en la \u00abcuesti\u00f3n palestina\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Mientras israel\u00edes y palestinos sigan considerando su soberan\u00eda como exclusiva, cada compromiso parecer\u00e1 una traici\u00f3n, cada gesto de apertura una p\u00e9rdida de identidad.<\/p>HAKIM EL KAROUI<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Conclusi\u00f3n: m\u00e1s all\u00e1 de \u00abla tierra por la paz\u00bb<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

Los israel\u00edes tienen derecho a su tierra: aparte de Ham\u00e1s y la Yihad Isl\u00e1mica, los palestinos lo aceptaron en 1988 con la actualizaci\u00f3n de la Carta de la OLP en Argel, cuando la organizaci\u00f3n palestina reconoci\u00f3 la resoluci\u00f3n 242 de la ONU \u2014y, por tanto, la existencia de Israel\u2014, en 1989, cuando Yasser Arafat declar\u00f3 \u00abcaduca\u00bb la Carta de la OLP, y en 1993, ante los ojos del mundo, con el apret\u00f3n de manos entre Yasser Arafat e Itzhak Rabin.<\/p>\n\n\n\n

Este derecho no es s\u00f3lo jur\u00eddico o hist\u00f3rico: es existencial.<\/p>\n\n\n\n

Tras siglos de vagabundeo, persecuci\u00f3n y destrucci\u00f3n, Israel se ha convertido, para el pueblo jud\u00edo, en el espacio donde la historia debe dejar de ser una tragedia. Este retorno no es una conquista, sino una reparaci\u00f3n. Por eso, la relaci\u00f3n que Israel mantiene con su tierra no es la de un Estado con un territorio, sino la de un pueblo con su supervivencia. Israel es a la vez lugar, refugio y promesa.<\/p>\n\n\n\n

Esta promesa tiene como reverso una concepci\u00f3n absoluta de la posesi\u00f3n. La tierra de Israel no es, para los israel\u00edes, un bien que administrar, sino una parte de s\u00ed mismos, una geograf\u00eda convertida en identidad. No se puede negociar ni fragmentar sin poner en peligro la coherencia misma del proyecto nacional. Israel no s\u00f3lo defiende fronteras: defiende una interioridad colectiva. Por eso, cualquier concesi\u00f3n se entiende como una renuncia a s\u00ed mismo, cualquier restituci\u00f3n como una herida ontol\u00f3gica. Detr\u00e1s de cada colonia, cada muro, cada l\u00ednea de seguridad, se esconde el miedo arcaico a volver a quedarse sin tierra y, por tanto, sin identidad.<\/p>\n\n\n\n

Para los palestinos, la tierra es tambi\u00e9n una matriz identitaria. No es \u00fanicamente el espacio de un futuro Estado, sino la sustancia misma de la memoria. Perder Palestina es perder la continuidad del mundo, los olivos de la infancia, las piedras de los pueblos destruidos, la llave transmitida de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El exilio de los palestinos no s\u00f3lo ha desgarrado a un pueblo, sino que ha destrozado una geograf\u00eda interior. Ellos tampoco hablan de un territorio, sino de una pertenencia carnal: la tierra como herida, pero tambi\u00e9n como prueba de existencia. Es lo que queda cuando no queda nada. Al igual que para Israel, cualquier divisi\u00f3n de la misma parece una mutilaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Los dos pueblos se parecen m\u00e1s de lo que admiten.<\/p>\n\n\n\n

Cada uno ha construido su identidad sobre una historia de despojo y supervivencia; cada uno ve en la tierra no un espacio para compartir, sino una totalidad que salvar. Uno la percibe como un santuario, el otro como una matriz; uno ve en ella el fin del exilio, el otro la prueba de su continuidad. En esta simetr\u00eda tr\u00e1gica, la justicia del reparto no basta. Aunque la tierra se dividiera equitativamente, la injusticia seguir\u00eda existiendo para cada uno, porque lo que reclaman no es una porci\u00f3n, sino lo indivisible: el reconocimiento de una historia y una legitimidad.<\/p>\n\n\n\n

Por eso, la f\u00f3rmula diplom\u00e1tica promovida en la d\u00e9cada de 1990, fruto de la ocupaci\u00f3n iniciada en 1967 \u2014\u00abpaz a cambio de tierra\u00bb\u2014, conduce a un callej\u00f3n sin salida. Supone que existe una equivalencia entre territorio y reconciliaci\u00f3n, que el trazado de una frontera puede saldar la memoria. Sin embargo, la tierra, para ambos pueblos, no es un objeto de intercambio, sino el lugar mismo donde se inscribe su identidad. Mientras israel\u00edes y palestinos sigan considerando su soberan\u00eda como exclusiva, cada compromiso parecer\u00e1 una traici\u00f3n, cada gesto de apertura una p\u00e9rdida de identidad.<\/p>\n\n\n\n

Por lo tanto, la soluci\u00f3n no puede venir de un reparto aritm\u00e9tico, sino de un cambio de perspectiva. Israel nunca estar\u00e1 en paz mientras no reconozca la existencia de los palestinos.<\/p>\n\n\n\n

Los dos<\/em> pueblos tienen raz\u00f3n, y eso es lo que hace que el conflicto sea tan insoluble.<\/p>\n\n\n\n

Los israel\u00edes no pueden renunciar a una parte de lo que consideran su tierra sin perder el sentido de su historia; los palestinos no pueden dejar de volver a ella sin perderse a s\u00ed mismos.<\/p>\n\n\n\n

Su enfrentamiento es el de dos lealtades: una a la promesa, otra a la memoria.<\/p>\n\n\n\n

Por lo tanto, ya no se trata de dividir la tierra, sino de aprender a convivir de otra manera, no en la fusi\u00f3n, sino en la conciencia de que, en esta tierra demasiado estrecha para dos Estados tradicionales, cada uno s\u00f3lo puede sobrevivir reconociendo al otro el derecho a existir.<\/p>\n\n\n\n

Ese d\u00eda, la tierra dejar\u00e1 de ser una frontera para volver a ser un horizonte.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

El presidente estadounidense alaba su \u00abarte de la paz\u00bb.<\/p>\n

Se trata sobre todo de una forma de preparar la pr\u00f3xima guerra.<\/p>\n

Para salir del punto muerto, israel\u00edes y palestinos se enfrentan al dilema de \u00abla tierra por la paz\u00bb.<\/p>\n

Una perspectiva firmada por Hakim el Karoui.<\/p>\n","protected":false},"author":1366,"featured_media":80528,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"templates\/post-angles.php","format":"standard","meta":{"_acf_changed":true,"_trash_the_other_posts":false,"footnotes":""},"categories":[1004],"tags":[],"geo":[173],"class_list":["post-80560","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-geopolitica-de-donald-trump","staff-hakim-el-karoui","geo-mediterraneo"],"acf":[],"yoast_head":"\nLa paz de Trump no tendr\u00e1 lugar - El Grand Continent<\/title>\n<meta name=\"robots\" content=\"index, follow, max-snippet:-1, max-image-preview:large, max-video-preview:-1\" \/>\n<link rel=\"canonical\" href=\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/10\/15\/oriente-medio-la-paz-de-trump-no-tendra-lugar\/\" \/>\n<meta property=\"og:locale\" content=\"es_ES\" \/>\n<meta property=\"og:type\" content=\"article\" \/>\n<meta property=\"og:title\" content=\"La paz de Trump no tendr\u00e1 lugar - El Grand Continent\" \/>\n<meta property=\"og:description\" content=\"El presidente estadounidense alaba su \u00abarte de la paz\u00bb. 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