{"id":7900,"date":"2022-09-16T23:10:33","date_gmt":"2022-09-16T22:10:33","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=7900"},"modified":"2022-09-16T23:10:34","modified_gmt":"2022-09-16T22:10:34","slug":"tecnopolitica-del-ciberespacio","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2022\/09\/16\/tecnopolitica-del-ciberespacio\/","title":{"rendered":"Tecnopol\u00edtica del ciberespacio"},"content":{"rendered":"\n
El ciberespacio est\u00e1 redefiniendo poco a poco los juegos de poder. Se trata de una quinta dimensi\u00f3n, artificial e h\u00edbrida a la vez, de la geopol\u00edtica. \u00bfC\u00f3mo altera, entonces, el ciberespacio los atributos del poder estatal? \u00bfQu\u00e9 significa ser \u00absoberano\u00bb en un espacio interconectado e interdependiente? Dado que la tecnolog\u00eda es, por su propia naturaleza, portadora de una visi\u00f3n del mundo y de valores, la cuesti\u00f3n de c\u00f3mo controlar el equilibrio de poder en el ciberespacio plantea nuevos problemas pol\u00edticos, t\u00e9cnicos y econ\u00f3micos. En resumen, en palabras de Jean-Yves Le Drian, \u00bfestamos ante un \u00abcambio de escala\u00bb o un \u00abcambio de naturaleza\u00bb <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span> de los conflictos del siglo XXI?\u00a0<\/p>\n\n\n\n En este interregno<\/a>, frente a una crisis perpetua del mundo, que en parte toma forma en el ciberespacio, es crucial entender a nivel colectivo estos nuevos tipos de conquista del poder, de competencia entre Estados y de conflictos para comprender las cuestiones pol\u00edticas y geopol\u00edticas subyacentes.\u00a0\u00a0<\/p>\n\n\n\n En nuestro imaginario colectivo, el ciberespacio suele representarse como un espacio inmaterial sin cuerpos ni fronteras, una nube flotante y abarcadora, un espacio fantasm\u00e1tico y total que, inevitablemente, hace eco del concepto de noosfera <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span> de Pierre Teilhard de Chardin <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Si bien es cierto que se trata de un espacio multidimensional, del cual s\u00f3lo se puede captar una parte mediante un cierto esfuerzo de abstracci\u00f3n, la realidad del ciberespacio tambi\u00e9n es muy tangible, material, construida sobre bases de infraestructura realmente f\u00edsicas.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Para intentar comprender la estructura global, y en aras de la simplicidad, consideraremos, en este art\u00edculo, que el ciberespacio est\u00e1 conformado por tres grandes capas <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span> sucesivas e interdependientes: una capa material que abarca la base tecnol\u00f3gica y las infraestructuras materiales de apoyo (cables submarinos y terrestres, sat\u00e9lites de \u00f3rbita baja, servidores, centros de datos, terminales, etc\u00e9tera) y una capa l\u00f3gica y digital, que incluye los sistemas de informaci\u00f3n, programas, lenguajes, protocolos que permiten la transmisi\u00f3n de datos entre dos puntos de la red. En concreto, la arquitectura del software se basa en la construcci\u00f3n de un lenguaje com\u00fan que permita a las terminales y al software comunicarse entre s\u00ed a trav\u00e9s del protocolo de Internet (TCP\/IP). Por \u00faltimo, la tercera capa cognitiva o sem\u00e1ntica se deriva de la capa de software y corresponde a la parte directamente visible para los usuarios, es decir, todas las interfaces que consolidan todos los datos, personales, militares o industriales que producen los m\u00faltiples usos digitales y que concentran la informaci\u00f3n que circula en el ciberespacio (contenidos, intercambios y discusiones en tiempo real, usos y comportamientos procedentes de identidades digitales \u00fanicas o m\u00faltiples, etc\u00e9tera).\u00a0 En resumen, el ciberespacio es a la vez una infraestructura f\u00edsica situada en un territorio geogr\u00e1fico y pol\u00edtico determinado y un espacio intangible de intercambio constituido, en parte, por la producci\u00f3n masiva de datos, automatizada y captada por aplicaciones inform\u00e1ticas que recopilan, almacenan y procesan los flujos de informaci\u00f3n recolectados con fines diversos (comerciales, industriales, pol\u00edticos, militares) a trav\u00e9s de protocolos comunes (lenguaje).\u00a0<\/p>\n\n\n\n El ciberespacio no corresponde a un territorio geogr\u00e1fico en el sentido cl\u00e1sico del t\u00e9rmino, sino que constituye una quinta dimensi\u00f3n h\u00edbrida, compleja y m\u00f3vil, que complementa los dem\u00e1s \u00e1mbitos de operaci\u00f3n, a saber, la tierra, el mar, el aire y el espacio. Su particularidad radica en su hibridez y en su dualidad, tanto civil como militar.<\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Por consiguiente, como se\u00f1ala el geopolit\u00f3logo especializado en ciberespacio Fr\u00e9derick Douzet <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span>, el ciberespacio no corresponde a un territorio geogr\u00e1fico en el sentido cl\u00e1sico del t\u00e9rmino, sino que constituye una quinta dimensi\u00f3n h\u00edbrida, compleja y m\u00f3vil, que complementa los dem\u00e1s \u00e1mbitos de operaci\u00f3n, a saber, la tierra, el mar, el aire y el espacio. Su particularidad radica en su hibridez y en su dualidad, tanto civil como militar. Su base, la econom\u00eda de datos (data economy<\/em>) y las nuevas tecnolog\u00edas, se caracteriza por la aceleraci\u00f3n permanente del ritmo de la innovaci\u00f3n, en particular, de la innovaci\u00f3n disruptiva, lo que hace del ciberespacio un espacio material e inmaterial en constante evoluci\u00f3n. Por \u00faltimo, cabe se\u00f1alar que, al ser el ciberespacio una construcci\u00f3n puramente humana que a\u00fan est\u00e1 emergiendo en el \u00e1mbito geopol\u00edtico, las doctrinas militares y jur\u00eddicas asociadas a \u00e9l est\u00e1n a\u00fan en proceso de conceptualizaci\u00f3n general, en especial, en el \u00e1mbito cibern\u00e9tico o de operaciones de influencia organizadas en l\u00ednea.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, sus implicaciones no son neutrales: aplicado en el \u00e1mbito pol\u00edtico y militar, modifica radicalmente los atributos tradicionales de poder y soberan\u00eda de los Estados, las modalidades de acci\u00f3n y, en definitiva, de combate en caso de guerra.\u00a0<\/p>\n\n\n\n La data economy<\/em> est\u00e1 cambiando todos los paradigmas pol\u00edticos, geopol\u00edticos y econ\u00f3micos que han prevalecido en los \u00faltimos cuarenta a\u00f1os. El acceso y la capacidad de explotar y comprender la data<\/em> representan esta nueva forma de poder. La capacidad de hacerla transparente o invisible, de borrarla, de manipularla o de reivindicarla est\u00e1 en el centro de las nuevas relaciones de poder. En torno a esta capacidad de poner el mundo en datos <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span>, de este Datamundo<\/em>, por usar la expresi\u00f3n de la investigadora Louise Merzeau <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>, se articulan las nuevas luchas de poder y se juega la relaci\u00f3n entre los gigantes tecnol\u00f3gicos y los Estados y tambi\u00e9n entre los Estados.\u00a0<\/p>\n\n\n\n El proyecto es claro: el control del datamundo<\/em> y de las normas tecnol\u00f3gicas.\u00a0<\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En esta lucha, la recopilaci\u00f3n masiva de datos personales e industriales es esencial con el trasfondo de una competencia mundial plagada de din\u00e1micas complejas: la carrera por la conectividad global en el fondo del mar (cables submarinos) o en el espacio (constelaciones de sat\u00e9lites de \u00f3rbita terrestre baja)<\/a>, la fragmentaci\u00f3n del tablero internacional entre m\u00faltiples centros regionales (Turqu\u00eda, Rusia, Ir\u00e1n, India, entre otros) y, al mismo tiempo, una macropolarizaci\u00f3n entre los dos Data Empires<\/em>, China y Estados Unidos. Los bloques se est\u00e1n reposicionando y dos polos informativamente independientes, Estados Unidos y China, se est\u00e1n imponiendo y enfrentando. Durante la \u00faltima d\u00e9cada, algunas potencias regionales, como Rusia, han a\u00f1adido complejidad a este duopolio sin desafiarlo. A su regreso al poder en 2012, Vladimir Putin hizo notar con regularidad verdaderas ambiciones de soberan\u00eda informativa y tecnol\u00f3gica para mantener el control del acceso a su esfera informativa nacional. Esta din\u00e1mica se vio fuertemente acelerada por la guerra con Ucrania, lo que provoc\u00f3 una intensificaci\u00f3n de la fragmentaci\u00f3n del ciberespacio<\/a> (splinternet<\/em>) en otros bloques ideol\u00f3gicos que reproducen sim\u00e9tricamente la recomposici\u00f3n geopol\u00edtica en curso. El proyecto es claro: el control del datamundo<\/em> y de las normas tecnol\u00f3gicas.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Las cuestiones subyacentes est\u00e1n relacionadas con el tema de la soberan\u00eda de los Estados, el atributo definitivo de cualquier Estado-naci\u00f3n, es decir, la capacidad de hacer cumplir su voluntad pol\u00edtica dentro de sus fronteras. Esto introduce un matiz importante: ser una potencia o ser poderoso no es poder. En esta carrera hegem\u00f3nica global por los datos, en la que lo que est\u00e1 en juego es el liderazgo ideol\u00f3gico basado en los est\u00e1ndares tecnol\u00f3gicos, las prerrogativas estatales se han hibridado con las extraordinarias capacidades de innovaci\u00f3n de sus BigTech; GAMAM para Estados Unidos y BATX para China. Thomas Gomart subraya, con mucha raz\u00f3n, este punto en su ensayo Guerres invisibles<\/em> <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span>:<\/em> \u00aba lo largo de los siglos, las armas, la tecnolog\u00eda, los mercados y el poder se han entrelazado estrechamente […] el marketing enmascara voluntariamente la estrategia\u00bb. Y, en efecto, aunque no siempre sea obvio a primera vista, la fusi\u00f3n p\u00fablico-privada se desarrolla en un continuo funcional que hasta ahora ha visto pocos baches importantes en el camino porque, si las BigTech son poderosas, las subvenciones p\u00fablicas fluyen libremente y el poder definitivo, el de la ley, y, por lo tanto, el de la soberan\u00eda, corresponde a los Estados, ya sea en Estados Unidos, Rusia o China.\u00a0<\/p>\n\n\n\n En el \u00e1mbito geopol\u00edtico, las BigTech no son nada menos que las abanderadas y los brazos tecnol\u00f3gicos de su naci\u00f3n. Esto fue especialmente notorio al comienzo de la guerra con Ucrania, a trav\u00e9s del papel central que las redes sociales estadounidenses y chinas desempe\u00f1aron muy r\u00e1pidamente en la guerra informativa que enfrent\u00f3 a Rusia, Ucrania y, m\u00e1s ampliamente, a la opini\u00f3n p\u00fablica occidental o de la ayuda directa que Elon Musk prest\u00f3 a Ucrania al enviar sus sat\u00e9lites Starlink a la velocidad del rayo para mantener la conectividad en las zonas ocupadas.\u00a0<\/p>\n\n\n\n En t\u00e9rminos m\u00e1s generales, China y Estados Unidos han establecido una supuesta guerra tecnol\u00f3gica. Los Estados, por s\u00ed mismos o a trav\u00e9s de sus BigTech, est\u00e1n en todos los frentes: inteligencia artificial, \u00e1rea cu\u00e1ntica y cibern\u00e9tica, instalaci\u00f3n de nuevos cables submarinos, tecnolog\u00edas militares emergentes, NBIC y conquista del New Space<\/em>.<\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En t\u00e9rminos m\u00e1s generales, China y Estados Unidos han establecido una supuesta guerra tecnol\u00f3gica. Los Estados, por s\u00ed mismos o a trav\u00e9s de sus BigTech, est\u00e1n en todos los frentes: inteligencia artificial (por lo general, con doble prop\u00f3sito y con su servicio a la vez para intereses civiles y comerciales, pero tambi\u00e9n militares, de inteligencia o de vigilancia), \u00e1rea cu\u00e1ntica y cibern\u00e9tica, instalaci\u00f3n de nuevos cables submarinos (por Meta o Google en el lado estadounidense; por los principales operadores de telecomunicaciones chinos en el marco de la Digital Silk Road<\/em> <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span>), tecnolog\u00edas militares emergentes, NBIC y conquista del New Space<\/em>. Esta rivalidad sino-estadounidense parece un d\u00e9j\u00e0 vu de la primera Guerra Fr\u00eda, una guerra fr\u00eda que a veces hace correr mucha tinta en la prensa, sobre todo, con la detenci\u00f3n de la directora financiera de Huawei en Canad\u00e1 por orden de Estados Unidos <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span>, la prohibici\u00f3n del gigante chino de las telecomunicaciones en Estados Unidos o, m\u00e1s recientemente, con la petici\u00f3n de prohibici\u00f3n de la red social china Tiktok en Estados Unidos <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span>, a la que se acusa de compartir los datos recopilados en la red social con Pek\u00edn. En resumen, los operadores tecnol\u00f3gicos se han convertido en poderosas herramientas geopol\u00edticas y diplom\u00e1ticas.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan m\u00e9todos diferentes, China y Estados Unidos aplican una doctrina similar, una forma renovada de neomercantilismo: un proteccionismo de su mercado interno (los activos intangibles, como ciertos algoritmos sofisticados, figuran ahora en la lista de activos digitales estrat\u00e9gicos cuya transferencia al extranjero est\u00e1 prohibida, por ejemplo), un intervencionismo estatal muy activo a trav\u00e9s de subvenciones o pedidos p\u00fablicos para desarrollar los sectores estrat\u00e9gicos mediante financiaciones y asociaciones a gran escala, en particular, en las industrias armament\u00edstica y espacial, leyes extraterritoriales especialmente agresivas (law warfare<\/em>) como la Cloud Act o FISA estadounidenses o la PIPL (Personal Information Protection Law<\/em>) china y, por \u00faltimo, acciones para conquistar mercados extranjeros, principalmente en Europa y \u00c1frica. <\/p>\n\n\n\n Estos atributos de poder basados en la tecnolog\u00eda son fundamentales para los Estados en un mundo cada vez m\u00e1s conflictivo, en el que las modalidades de guerra se est\u00e1n hibridando entre las operaciones cin\u00e9ticas y las cibern\u00e9ticas. La militarizaci\u00f3n del ciberespacio nos recuerda, as\u00ed, la necesidad de reflexionar seriamente sobre la soberan\u00eda tecnol\u00f3gica de los Estados y el proyecto pol\u00edtico e ideol\u00f3gico al que debe servir.\u00a0<\/p>\n\n\n\n El ciberespacio ofrece un quinto escenario para el conflicto, ya sea abierto o latente, de alta o baja intensidad. <\/p>\n\n\n\n Todas las acciones militares no cin\u00e9ticas recibieron r\u00e1pidamente el nombre de \u00abciberguerra\u00bb, pero el t\u00e9rmino no goza de consenso, quiz\u00e1 con mayor raz\u00f3n, ya que, a diferencia de la llamada guerra convencional, las acciones cibern\u00e9ticas no son (directamente) letales. Nuestro tanteo sem\u00e1ntico colectivo es la prueba de que el ciberespacio es un campo de acci\u00f3n emergente, cuya conceptualizaci\u00f3n a\u00fan se est\u00e1 estableciendo. Por lo tanto, hay que entenderlo, evaluarlo y analizarlo simplemente por lo que es, ni m\u00e1s ni menos. A estas alturas de la historia, seamos claros: las operaciones cibern\u00e9ticas ofrecen un campo de confrontaci\u00f3n complementario a las maniobras militares cin\u00e9ticas, que siguen estando en el centro de las cuestiones geopol\u00edticas perfectamente tradicionales, es decir, de las cuestiones de territorio y de defensa de fronteras geogr\u00e1ficas. La guerra convencional (con tanques y fusiles de asalto que evocan un fuerte imaginario colectivo) a\u00fan es, por el momento, la m\u00e1s eficaz, tanto en t\u00e9rminos de percepci\u00f3n individual y colectiva como de destrucci\u00f3n material de las infraestructuras objetivo. Por otro lado, el ciberespacio permite que el terror f\u00edsico y psicol\u00f3gico se acompa\u00f1e de lo que aqu\u00ed proponemos llamar estrategias de ciberdesestabilizaci\u00f3n. La desestabilizaci\u00f3n cibern\u00e9tica tiene un doble prop\u00f3sito:<\/p>\n\n\n\n Los dos componentes suelen seguir la misma l\u00f3gica: lograr un efecto desestabilizador tangible sobre el terreno, movimientos de p\u00e1nico, desmoralizaci\u00f3n de las tropas y de la poblaci\u00f3n, bloqueo de sistemas vitales, ataques a infraestructuras, perturbaci\u00f3n log\u00edstica, por ejemplo, del ej\u00e9rcito, etc\u00e9tera. Las operaciones no cin\u00e9ticas se complementan y refuerzan mutuamente. Combinan intervenciones espec\u00edficas y cuidadosamente planificadas en una o m\u00e1s capas de la red, ya sean f\u00edsicas o informativas. Si retomamos la descomposici\u00f3n del ciberespacio en tres capas, la ciberguerra puede materializarse de la siguiente manera: <\/p>\n\n\n\n A pesar de ciertos temores al comienzo de la guerra en Ucrania, \u00e9sta es, por el momento, una l\u00ednea roja que no debe cruzarse y que, hasta ahora, ha tenido el respeto por parte de todas las partes interesadas.\u00a0<\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En marzo de 2022, el comisario europeo de Comercio interior, Thierry Breton, declar\u00f3 que era necesario \u00abconstruir un ciberescudo, tal vez pensar en tener un ciberej\u00e9rcito europeo, como tenemos un ej\u00e9rcito con Frontex que vigila las fronteras\u00bb.<\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n A trav\u00e9s de las formas de acci\u00f3n materiales o inmateriales que ofrece, el ciberespacio reconfigura la mayor parte de las representaciones que antes estructuraban nuestro imaginario pol\u00edtico: hibridaci\u00f3n de los m\u00e9todos de combate, hibridaci\u00f3n de las fronteras reales y virtuales, hibridaci\u00f3n del poder que ahora comparten los gigantes tecnol\u00f3gicos y los Estados, hibridaci\u00f3n entre los hechos reales y las realidades alternativas, hibridaci\u00f3n de la experiencia de la realidad y su aprehensi\u00f3n virtual a trav\u00e9s de pantallas interpuestas. Desde este punto de vista, la guerra en Ucrania nos ha dado la oportunidad de ver y documentar una nueva aprehensi\u00f3n del hecho pol\u00edtico y militar.<\/p>\n\n\n\n Como ya se mencion\u00f3, una de las caracter\u00edsticas m\u00e1s llamativas de los \u00faltimos a\u00f1os es la fragmentaci\u00f3n de la Internet global en bloques ideol\u00f3gicos. Este splinternet<\/em> nace principalmente por los reg\u00edmenes autoritarios, sobre todo, de Rusia, Ir\u00e1n y China.\u00a0 La soberan\u00eda tecnol\u00f3gica reivindicada por estos Estados se convierte en el pretexto, pero tambi\u00e9n en el medio, para poner en solfa sus campos de informaci\u00f3n internos. A partir de ah\u00ed, el ciberespacio se comporta de forma sim\u00e9trica a las din\u00e1micas y tensiones geopol\u00edticas tradicionales, se regionaliza y se conflictualiza paralelamente a las din\u00e1micas de demundializaci\u00f3n y regionalizaci\u00f3n de las interdependencias ya iniciadas<\/a>. Este efecto espejo da lugar, a veces, a alianzas asim\u00e9tricas que resultan bastante sorprendentes e, incluso, disonantes. Por ejemplo, la reciente creaci\u00f3n de la \u00abQuad\u00bb en septiembre de 2021, como complemento de la AUKUS, entre Estados Unidos, India, Jap\u00f3n y Australia, con el objetivo de contrarrestar el ascenso de China en el Indo-Pac\u00edfico, en particular en materia de investigaci\u00f3n en Inteligencia Artificial o Tecnolog\u00eda Cu\u00e1ntica, deber\u00e1 clarificar muy r\u00e1pidamente las colaboraciones ya existentes y fuertes entre los tres pa\u00edses de la regi\u00f3n y China.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Definitivamente, la fragmentaci\u00f3n del mundo es igual de sim\u00e9trica, y a veces irracional, en el ciberespacio, con el consiguiente riesgo de que las tensiones cibern\u00e9ticas sean cada vez mayores. En este sentido, los casos de Rusia y China son especialmente interesantes para estudiar. En ambos casos, el proyecto pol\u00edtico es m\u00e1s o menos id\u00e9ntico: garantizar la soberan\u00eda tecnol\u00f3gica e informativa, reforzar la seguridad nacional contra los ciberataques extranjeros y preservar el orden social. <\/p>\n\n\n\n En el primer caso, China ha controlado su ciberespacio desde 1998 en el marco del The Golden Shield Project<\/em>, con el temor de que la apertura a la Internet global proporcionara al partido democr\u00e1tico local (CDP) los medios para la disidencia pol\u00edtica que fueran dif\u00edciles de controlar. El proyecto supuso inicialmente una estricta regulaci\u00f3n del uso, los primeros pasos de la pol\u00edtica de censura y vigilancia masiva de Internet. Esta pol\u00edtica est\u00e1 ganando terreno r\u00e1pidamente, sobre todo, mediante el bloqueo, el desv\u00edo de direcciones IP y la ralentizaci\u00f3n dr\u00e1stica del tr\u00e1fico de Internet. Entre los accesos restringidos en China, se pueden encontrar f\u00e1cilmente fuentes de informaci\u00f3n occidentales y redes sociales como Google, Twitter, Facebook o Wikipedia. En tercer lugar, desde principios de la d\u00e9cada del a\u00f1o 2000, los servicios de aplicaci\u00f3n extranjeros s\u00f3lo se permiten si cumplen estrictamente la normativa china vigente. Estos elementos de control del ciberespacio en territorio chino constituir\u00e1n la piedra angular de lo que com\u00fanmente se denomina Great Firewall of China<\/em>, por referencia a la muralla china. Detr\u00e1s de esta muralla digital que protege un mercado chino proteccionista y cerrado, las Big Tech chinas, Baidu AliBaba, Tencent y Xiaomi han podido aprovecharse de los usuarios cautivos. Hasta 2020, a\u00f1o crucial en el que Pek\u00edn pone en jaque a sus gigantes tecnol\u00f3gicos, las autoridades chinas han alentado en gran medida la estrategia de crecimiento de las BATX al participar a trav\u00e9s del prisma del uso en la implantaci\u00f3n de una arquitectura de vigilancia y recopilaci\u00f3n masiva de datos. Finalmente, el \u00faltimo elemento de la soberan\u00eda tecnol\u00f3gica implantada en el ciberespacio chino implica un estricto control de la circulaci\u00f3n de datos, en particular, de los datos personales. En este sentido, en noviembre de 2021 entrar\u00e1 en vigor la Personal Information Protection Law<\/em> (PIPL): la localizaci\u00f3n de los datos personales de los ciudadanos chinos se convertir\u00e1 en una cuesti\u00f3n geoestrat\u00e9gica por completo, sujeta a restricciones muy estrictas en las transferencias al extranjero, sometida a estudios de impacto sistem\u00e1ticos y a la obligaci\u00f3n de alojar en suelo chino los datos recopilados en China por los operadores de infraestructuras estrat\u00e9gicas (Critical information infrastructure operators<\/em>) <\/span>19<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Desde este punto de vista, la PIPL parece una respuesta a las leyes extraterritoriales estadounidenses en este \u00e1mbito.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Al igual que la Internet china, desde 2019, el gobierno ruso ha buscado formas t\u00e9cnicas de desconectarse de la red global reduciendo su dependencia tecnol\u00f3gica de las dos primeras capas cibern\u00e9ticas. El objetivo del poder gobernante es crear, a largo plazo, su propia \u00abintranet\u00bb a imagen y semejanza del firewall<\/em> chino.<\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Con menos \u00e9xito t\u00e9cnico, pero con una visi\u00f3n igualmente autoritaria del ciberespacio, Rusia ha aplicado una estrategia similar. A su regreso al poder en 2012, Vladimir Putin aprob\u00f3 una serie de leyes para controlar la informaci\u00f3n, por un lado, y para desarrollar una Runet (web rusa) aut\u00f3noma <\/span>20<\/sup><\/a><\/span><\/span>, por otro lado. M\u00e1s recientemente, el Ministerio de Desarrollo Digital, Comunicaciones y Medios de Comunicaci\u00f3n ha anunciado la concesi\u00f3n de fuertes incentivos financieros para las empresas que recurran al software ruso, as\u00ed como ayudas en forma de subvenciones p\u00fablicas para los desarrolladores rusos y una revisi\u00f3n de los obst\u00e1culos administrativos y normativos para facilitar la adopci\u00f3n de soluciones nacionales <\/span>21<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Al igual que la Internet china, desde 2019, el gobierno ruso ha buscado formas t\u00e9cnicas de desconectarse de la red global reduciendo su dependencia tecnol\u00f3gica de las dos primeras capas cibern\u00e9ticas. El objetivo del poder gobernante es crear, a largo plazo, su propia \u00abintranet\u00bb a imagen y semejanza del firewall<\/em> chino. En todos los casos, el reto es controlar la informaci\u00f3n, una vieja doctrina que data del KGB y que el Kremlin ha actualizado con las nuevas tecnolog\u00edas bajo el t\u00e9rmino \u00absoberan\u00eda informativa\u00bb <\/span>22<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Desde este punto de vista, el conflicto ucraniano ha acelerado los intentos de autonomizaci\u00f3n de una parte de las infraestructuras rusas, acompa\u00f1ados de un severo control de la Runet, con el r\u00e1pido control directo o indirecto de la red social (VKontakte), la mensajer\u00eda (mail.ru) y del motor de b\u00fasqueda ruso (Yandex, cuyas actividades de search<\/em> y de noticias fueron absorbidas por VK en agosto de 2022 <\/span>23<\/sup><\/a><\/span><\/span>) por parte del Kremlin, as\u00ed como una pol\u00edtica de censura severa de los sitios occidentales, las redes sociales y, en general, los servicios tecnol\u00f3gicos. As\u00ed, la informaci\u00f3n ha pasado a estar bajo el control de Roskomnadzor a trav\u00e9s de la ley de censura del 4 de marzo de 2022. Por lo tanto, en la visi\u00f3n rusa, se trata de redescubrir una l\u00f3gica de mando y control top down<\/em> sobre las redes al reverticalizar la producci\u00f3n y distribuci\u00f3n de contenidos a la poblaci\u00f3n. As\u00ed las cosas, el riesgo de una desconexi\u00f3n total de Rusia de la red mundial es, por lo tanto, un objetivo pol\u00edtico claramente establecido desde 2012, pero cuya aplicaci\u00f3n t\u00e9cnica a\u00fan no se ha demostrado. En la actualidad, la soberan\u00eda tecnol\u00f3gica rusa se reduce m\u00e1s a un estricto control de la esfera informativa, sobre todo, en la capa cognitiva del ciberespacio, que a una verdadera independencia tecnol\u00f3gica de extremo a extremo de la red, como demuestran los trabajos del investigador Kevin Limonier <\/span>24<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n A largo plazo, si el proyecto de soberan\u00eda tecnol\u00f3gica rusa tuviera \u00e9xito, aumentar\u00eda la dependencia de Rusia hacia las tecnolog\u00edas chinas. Como resultado, podemos suponer que Rusia tendr\u00e1 que cooperar a\u00fan m\u00e1s estrechamente con China en torno al ya desequilibrado eje Mosc\u00fa-Pek\u00edn. Sin embargo, el verdadero riesgo de fragmentaci\u00f3n permanente del ciberespacio vendr\u00e1 de China. Si la crisis de Taiw\u00e1n acaba convirti\u00e9ndose en un conflicto abierto, podr\u00edamos asistir a una desvinculaci\u00f3n total de China con Occidente y a un claro riesgo de grandes trastornos econ\u00f3micos, especialmente en torno a la cuesti\u00f3n de los semiconductores. Las consecuencias ser\u00edan, entonces, no s\u00f3lo inmateriales, sino catastr\u00f3ficas para el funcionamiento de la econom\u00eda mundial. Desde este punto de vista, la guerra en Ucrania es s\u00f3lo un peque\u00f1o aperitivo.\u00a0<\/p>\n\n\n\n El verdadero riesgo de fragmentaci\u00f3n permanente del ciberespacio vendr\u00e1 de China. Si la crisis de Taiw\u00e1n acaba convirti\u00e9ndose en un conflicto abierto, podr\u00edamos asistir a una desvinculaci\u00f3n total de China con Occidente y a un claro riesgo de grandes trastornos econ\u00f3micos, especialmente en torno a la cuesti\u00f3n de los semiconductores. <\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En la anterior ronda de sanciones tras la anexi\u00f3n de Crimea en 2014, el acercamiento chino-ruso se consolid\u00f3 sobre todo en torno a la cuesti\u00f3n energ\u00e9tica y tecnol\u00f3gica.<\/p>\n\n\n\n Los dos pa\u00edses celebraron varios acuerdos energ\u00e9ticos en 2021, en gran medida, al margen del sistema financiero internacional. Al inicio del conflicto ucraniano, Gazprom firm\u00f3 un contrato con China para construir un gasoducto capaz de transportar 50000 millones de m3<\/sup> de gas al a\u00f1o <\/span>25<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Mosc\u00fa y Pek\u00edn<\/a> est\u00e1n creando, as\u00ed, una econom\u00eda paralela independiente del d\u00f3lar estadounidense, pero con una asimetr\u00eda de poder que, en \u00faltima instancia, es desfavorable para Rusia. Esta interdependencia desequilibrada, que a veces se presenta como una alianza, no lo es en absoluto, sino a lo sumo una asociaci\u00f3n estrat\u00e9gica que China, en posici\u00f3n de fuerza frente a Rusia, maneja con cautela y circunspecci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, la misma l\u00f3gica surge en torno a las infraestructuras tecnol\u00f3gicas, en particular, en relaci\u00f3n con la peligrosa cuesti\u00f3n de los semiconductores y los metales escasos y necesarios para su fabricaci\u00f3n. Para anticiparse a los riesgos de escasez, la estrategia general rusa de sustituci\u00f3n de importaciones se ha reforzado con el lanzamiento, en 2020, de un programa de desarrollo de la industria electr\u00f3nica rusa para 2030 <\/span>26<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El plan prev\u00e9 multiplicar la producci\u00f3n nacional de componentes electr\u00f3nicos estrat\u00e9gicos, como los semiconductores, por m\u00e1s de 2.5 veces durante este periodo. Tambi\u00e9n est\u00e1 previsto aumentar el volumen del sector de la electr\u00f3nica civil de 940 millones a 4600 millones de rublos. La cuota de la base de componentes nacionales en microelectr\u00f3nica, incluido el delicado tema de los semiconductores<\/a>, deber\u00eda aumentar del 20 % al 80 %. Esto se conseguir\u00e1 mediante fuertes subvenciones al mercado ruso de la electr\u00f3nica y los semiconductores o mediante la obligaci\u00f3n de que las empresas nacionales se abastezcan en el mercado nacional. Sin embargo, aunque sea voluntaria, la estrategia rusa a\u00fan es fr\u00e1gil y nos muestra la imposibilidad de una tecnolog\u00eda totalmente proteccionista.\u00a0<\/p>\n\n\n\n China proporciona el 70 % del suministro de chips de Rusia y podr\u00eda ayudar a este pa\u00eds a escapar de las sanciones. Por su parte, Rusia suministra el 37 % de la demanda mundial de paladio, un metal raro y esencial para la fabricaci\u00f3n de semiconductores. <\/p>ASMA MHALLA<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Hasta la fecha, China proporciona el 70 % del suministro de chips de Rusia y podr\u00eda ayudar a este pa\u00eds a escapar de las sanciones. Por su parte, Rusia suministra el 37 % de la demanda mundial de paladio, un metal raro y esencial para la fabricaci\u00f3n de semiconductores <\/span>27<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Si la crisis geopol\u00edtica se agrava, este eje, Mosc\u00fa-Pek\u00edn, en torno a la cadena de suministro de semiconductores podr\u00eda resultar vital para ambos pa\u00edses en un contexto tecnopol\u00edtico en el que la propia China depende del l\u00edder mundial taiwan\u00e9s TSMC. La crisis entre Estados Unidos, China y Taiw\u00e1n de agosto de 2022 se cristaliz\u00f3 en parte en torno a esta cuesti\u00f3n, ya que el jefe de TSMC, Mark Liu, dijo que, si atacaban a Taiw\u00e1n, TSMC cesar\u00eda inmediatamente la operaci\u00f3n de sus f\u00e1bricas, cosa que representa una perspectiva perjudicial que luego podr\u00eda paralizar al resto del mundo. La cadena de suministro de semiconductores es global y est\u00e1 totalmente integrada y su desmantelamiento implicar\u00eda el riesgo de una importante perturbaci\u00f3n mundial <\/span>28<\/sup><\/a><\/span><\/span>.\u00a0<\/p>\n\n\n\n Al igual que la atomizaci\u00f3n del ciberespacio, ante el aumento de los peligros geoestrat\u00e9gicos, cada bloque busca replegarse a su entorno inmediato en una din\u00e1mica de desglobalizaci\u00f3n, al mismo tiempo que diversifica sus pa\u00edses proveedores e intenta deslocalizar las industrias cr\u00edticas. Es el caso de Estados Unidos, que apenas representa el 12 % de la producci\u00f3n mundial de semiconductores <\/span>29<\/sup><\/a><\/span><\/span> de un mercado global estimado en 600000 millones de euros en 2021. En un contexto geopol\u00edtico especialmente incendiario con China, los Estados Unidos de Joe Biden adoptaron, en agosto de 2022, la ambiciosa \u00abUS Chips and Science Act\u00bb La quinta dimensi\u00f3n, el ciberespacio<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
Nuevos atributos del poder: la carrera hacia el mundo de los datos<\/h2>\n\n\n\n
\r\n <\/picture>\r\n \n Luchas en el ciberespacio: \u00bfciberguerra o ciberdesestabilizaci\u00f3n?<\/h2>\n\n\n\n
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Fragmentaci\u00f3n del ciberespacio o la regionalizaci\u00f3n de los intereses geoestrat\u00e9gicos<\/h2>\n\n\n\n
La delicada cuesti\u00f3n de los semiconductores<\/h2>\n\n\n\n
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