{"id":78284,"date":"2025-09-16T17:43:10","date_gmt":"2025-09-16T15:43:10","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=78284"},"modified":"2025-09-16T17:43:13","modified_gmt":"2025-09-16T15:43:13","slug":"geopolitica-del-apocalipsis","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/","title":{"rendered":"Geopol\u00edtica del apocalipsis"},"content":{"rendered":"\n

En 1750, la poblaci\u00f3n mundial era de 700 millones de personas, hoy supera los 8.200 millones. La tasa de urbanizaci\u00f3n era entonces del 8 %, hoy en d\u00eda alcanza el 57 % seg\u00fan el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y supera el 85 % seg\u00fan los trabajos del proyecto Global Human Settlement<\/em> de la Comisi\u00f3n Europea, basados principalmente en datos de sat\u00e9lites de observaci\u00f3n. A principios del siglo XVIII, el 66 % de la superficie terrestre estaba cubierta de bosques, hoy en d\u00eda solo queda el 31 %. Es evidente que algo nos est\u00e1 pasando a nosotros, los seres humanos. Y algo le est\u00e1 pasando a la Tierra.<\/p>\n\n\n\n

Esta evidencia se debe a las ciencias, que nos proporcionan los conocimientos que nos permiten tomar conciencia de esta situaci\u00f3n. El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim\u00e1tico) sintetiza peri\u00f3dicamente los conocimientos cient\u00edficos disponibles sobre el medio ambiente, pero su propia existencia tambi\u00e9n es testimonio de la unanimidad <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span> de sus 195 Estados miembros en reconocer en la ciencia la norma de la verdad. Nuestra relaci\u00f3n con la realidad est\u00e1 determinada por la ciencia, m\u00e1s concretamente por la ciencia derivada de lo que se ha dado en llamar la \u00abrevoluci\u00f3n copernicana\u00bb, que en este caso es obra de Galileo, Descartes y Newton en el siglo XVII, es decir, la axiomatizaci\u00f3n, la algebraizaci\u00f3n y la matematizaci\u00f3n del conocimiento, capaz de proporcionar datos cuantificados.<\/p>\n\n\n\n

Los avances del conocimiento cient\u00edfico fueron tambi\u00e9n los de la geolog\u00eda, la paleontolog\u00eda, la arqueolog\u00eda, la historia… que impusieron situar a la humanidad en el largo plazo. La antropolog\u00eda contempor\u00e1nea muestra que la humanidad surge de la animalidad, que nuestra especie \u2014el Homo que se autodenomin\u00f3 sapiens\u2014 apareci\u00f3 hace m\u00e1s de 315.000 a\u00f1os y que durante m\u00e1s de 300.000 a\u00f1os vivi\u00f3 en peque\u00f1os grupos de cazadores-recolectores n\u00f3madas, para quienes la naturaleza era un \u00abentorno donador\u00bb <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El paso a las sociedades sedentarias de agricultores y ganaderos \u2014es decir, lo que se ha dado en llamar \u00abrevoluci\u00f3n neol\u00edtica\u00bb hace unos 10.000 a\u00f1os\u2014 fue realmente revolucionario, ya que redefini\u00f3 la posici\u00f3n del hombre en la naturaleza: el medio ambiente se convirti\u00f3 entonces en materia prima para un trabajo productivo. El advenimiento de las sociedades de producci\u00f3n \u2014vinculada a una primera explosi\u00f3n demogr\u00e1fica, ya que la neolitizaci\u00f3n se tradujo en un aumento de la fertilidad <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span>\u2014 inaugura la historia, que se ha caracterizado por un proceso continuo de antropizaci\u00f3n del medio ambiente.<\/p>\n\n\n\n

La situaci\u00f3n contempor\u00e1nea es el resultado de un nuevo umbral alcanzado por este proceso, que corresponde a lo que se ha dado en llamar \u00abrevoluci\u00f3n industrial\u00bb. La antropizaci\u00f3n se ha vuelto ilimitada, ya no se refiere simplemente al medio ambiente (por definici\u00f3n limitado) de un ser entre otros, sino a todo el planeta, cuyo sistema clim\u00e1tico modifica, hasta el punto de alterar la velocidad de rotaci\u00f3n del globo terr\u00e1queo <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El concepto de Antropoceno<\/a> <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span> se impuso entonces para designar ese momento en el que el ser humano rivaliza con las fuerzas geol\u00f3gicas en su impacto sobre la naturaleza.<\/p>\n\n\n\n

Es evidente que algo nos est\u00e1 pasando a nosotros, los seres humanos. Y algo le est\u00e1 pasando a la Tierra.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

La filosof\u00eda de la historia y la escatolog\u00eda<\/h2>\n\n\n\n

La primera pregunta es: \u00bfc\u00f3mo hemos llegado a esta situaci\u00f3n?<\/p>\n\n\n\n

Esto requiere una filosof\u00eda de la historia.<\/p>\n\n\n\n

Sin embargo, este g\u00e9nero est\u00e1 desacreditado: no solo porque nadie puede pretender abarcar todo el conocimiento hist\u00f3rico y conquistar un punto de vista dominante sobre la historia, sino tambi\u00e9n porque la filosof\u00eda de la historia, tal y como la elaboraron desde Hegel hasta Heidegger, depend\u00eda profundamente de la teolog\u00eda.<\/p>\n\n\n\n

El libro que Karl L\u00f6with escribi\u00f3 en 1949 con el t\u00edtulo Historia y salvaci\u00f3n: los presupuestos teol\u00f3gicos de la filosof\u00eda de la Historia<\/em> puso de manifiesto lo que esta deb\u00eda al esquema providencialista y escatol\u00f3gico de la teolog\u00eda cristiana y su econom\u00eda de la salvaci\u00f3n. Ahora bien, la ciencia moderna fue revolucionaria en el sentido de que impuso el vuelco de la teolog\u00eda, que explicaba los fen\u00f3menos por una causa trascendente eterna, a la arqueolog\u00eda, que los explica por causas inmanentes y temporales: completar la desteologizaci\u00f3n de la filosof\u00eda conduce, por tanto, a renunciar a esa teolog\u00eda secularizada que era la filosof\u00eda de la historia.<\/p>\n\n\n\n

Si bien nadie puede pretender totalizar el conocimiento, este se totaliza de hecho en y a trav\u00e9s de los dispositivos encargados de su producci\u00f3n, acumulaci\u00f3n, circulaci\u00f3n y puesta a disposici\u00f3n: el siglo XX es tambi\u00e9n el siglo en el que la ciencia llev\u00f3 a cabo su revoluci\u00f3n industrial, pasando de la artesan\u00eda a una investigaci\u00f3n globalizada definida por el trabajo en equipo y la especializaci\u00f3n de las tareas. Este conocimiento tiene su coherencia: presenta el devenir de la Tierra, la evoluci\u00f3n de la vida y tambi\u00e9n el fen\u00f3meno humano como un proceso que es posible situar dentro de sus l\u00edmites y recuperar en su unidad.<\/p>\n\n\n\n

Este proceso es el de la hominizaci\u00f3n, por el cual una especie deja de ser animal para convertirse en humana, es el advenimiento de la humanidad a partir de la animalidad y, por lo tanto, pone en juego el ser del hombre.<\/p>\n\n\n\n

Pensar este proceso no puede reducirse a una acumulaci\u00f3n de hechos emp\u00edricos: esta ontog\u00e9nesis requiere una ontolog\u00eda, lo que define la tarea de la filosof\u00eda de la historia. Desde el punto de vista que domina la totalidad hist\u00f3rica que reivindicaba la teolog\u00eda, se trata entonces de oponer un punto de vista cr\u00edtico, que lo aborda desde sus s\u00f3tanos arqueol\u00f3gicos, es decir, desde las bases reales \u2014en particular t\u00e9cnicas\u2014 mediante las cuales el hombre ha forjado su historia en el seno de la naturaleza, ha forjado su ser y se ha convertido as\u00ed en lo que es.<\/p>\n\n\n\n

Helenismo y juda\u00edsmo<\/h2>\n\n\n\n

El pensamiento se sit\u00faa en s\u00ed mismo en una historia.<\/p>\n\n\n\n

Pensamos solo en la medida en que heredamos una tradici\u00f3n, una cultura, una lengua. Nuestro conocimiento cient\u00edfico es una herencia, fruto de toda la historia de las ciencias, cuyo origen se encuentra en la antigua Grecia, desde Pit\u00e1goras y Tales hasta Euclides y Arist\u00f3teles. Ahora bien, el pensamiento griego es fundamentalmente f\u00edsico, rompe con el mito porque explica los fen\u00f3menos naturales mediante otros fen\u00f3menos naturales y ya no mediante fuerzas sobrenaturales: el pensamiento cient\u00edfico es, por tanto, una naturalizaci\u00f3n de los fen\u00f3menos. Por ello mismo, resulta incapaz de pensar la historia: Tuc\u00eddides saca ciertamente la historia del mito para elaborarla como ciencia, pero lo hace concibiendo todas las acciones humanas como realidades naturales situadas en la naturaleza.<\/p>\n\n\n\n

Pero no solo somos herederos de los griegos: nos define lo que Jean-Luc Nancy denominaba \u00abla esquizofrenia greco-jud\u00eda de Occidente\u00bb. Ahora bien, si el pueblo griego se situ\u00f3 fundamentalmente en la naturaleza, su eternidad y sus ciclos, el pueblo jud\u00edo se situ\u00f3 fundamentalmente en la historia, inaugurada por la ca\u00edda y orientada hacia el d\u00eda del juicio. El pensamiento de la historia proviene del macizo hebreo y se impuso en Europa a principios del siglo V con La ciudad de Dios<\/em> de San Agust\u00edn, quien elabor\u00f3 la primera teolog\u00eda de la historia en esta estructura escatol\u00f3gica.<\/p>\n\n\n\n

Nuestra \u00e9poca tambi\u00e9n se caracteriza por el triunfo de la inhumanidad.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Los esquemas del pensamiento hebreo resultan entonces indispensables para pensar la historia: pero se trata de recurrir a ellos manteniendo la exigencia arqueol\u00f3gica de su desmitificaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Afirmar que la teolog\u00eda de la historia no es m\u00e1s que una teolog\u00eda secularizada no es suficiente: completar la desteologizaci\u00f3n exige una arqueolog\u00eda de sus conceptos y categor\u00edas, que intente acceder a los fundamentos hist\u00f3ricos de los que fueron expresi\u00f3n en el lenguaje del mito, la poes\u00eda, del lamento y de la oraci\u00f3n. La ca\u00edda puede interpretarse as\u00ed como un eco de la revoluci\u00f3n neol\u00edtica, por la cual el hombre abandon\u00f3 un \u00abentorno generoso\u00bb por una condici\u00f3n que lo oblig\u00f3 a \u00abganarse el pan con el sudor de su frente\u00bb (Gn 3:19) y le llev\u00f3 a \u00abdominar sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre el ganado, sobre toda la tierra\u00bb (Gn 1:26).<\/p>\n\n\n\n

La filosof\u00eda del siglo XX se ha caracterizado por el recurso a la tradici\u00f3n hebrea: as\u00ed, Walter Benjamin o Jacques Derrida hicieron del mesianismo una categor\u00eda central de su pensamiento, pero un mesianismo no religioso, lo que Derrida subrayaba renombr\u00e1ndolo \u00abmesianicidad\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

El mesianismo tiene que ver con la promesa, con la fidelidad a esa promesa y con la espera inquieta de su realizaci\u00f3n: ahora bien, la ciencia contempor\u00e1nea, al abordar la llegada del hombre a partir de la evoluci\u00f3n, lo concibe como un ser en devenir, en un proceso de diferenciaci\u00f3n con la animalidad, y en eso como la promesa de la humanidad. La humanidad del hombre \u2014en el sentido \u00e9tico que tambi\u00e9n tiene la palabra francesa\u2014 siempre ha permanecido en estado de promesa, nunca del todo cumplida, nunca del todo traicionada. El hombre es la promesa de s\u00ed mismo, y si la historia aparece hoy como un proceso de antropizaci\u00f3n y humanizaci\u00f3n, entonces se plantea la cuesti\u00f3n del devenir de esta promesa.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n <\/picture>\r\n \n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n

Historia y cat\u00e1strofe: conocer a los monstruos<\/h2>\n\n\n\n

Sin embargo, nuestra \u00e9poca tambi\u00e9n se caracteriza por el triunfo de la inhumanidad: el siglo XX se inaugur\u00f3 en julio de 1914 con la movilizaci\u00f3n total, que redujo a las masas humanas a la categor\u00eda de material, ya no simplemente explotable, sino consumible, y por lo tanto destinado a ser consumido.<\/p>\n\n\n\n

Los totalitarismos proceden directamente de ello: la inhumanidad se desat\u00f3 entonces sin ning\u00fan l\u00edmite en la Segunda Guerra Mundial, hasta llegar al Holocausto, donde los jud\u00edos, seg\u00fan el propio vocabulario de los bur\u00f3cratas del Tercer Reich, eran \u00abtratados\u00bb (behandelt<\/em>) como \u00abpiezas\u00bb (St\u00fcck<\/em>) que hab\u00eda que \u00abliquidar\u00bb (liquidieren<\/em>). Nunca antes se hab\u00eda organizado, planificado, sistematizado e institucionalizado tal inhumanidad: la promesa de la humanidad fue traicionada en Auschwitz.<\/p>\n\n\n\n

Pero tal masacre no puede explicarse por la \u00abmaldad\u00bb de los nazis \u2014como hac\u00eda Vladimir Jank\u00e9l\u00e9vitch\u2014, sino que es el resultado de una estructura, una organizaci\u00f3n, un sistema y no de voluntades individuales; del mismo modo, el poder destructivo sin precedentes que se desat\u00f3 en Europa <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span> no puede explicarse \u00fanicamente por la inhumanidad de Hitler y Stalin y sus secuaces, sino por el mecanismo industrial que pon\u00eda ese poder destructivo a su disposici\u00f3n. La cuesti\u00f3n se refiere a la civilizaci\u00f3n que puso en marcha dicho mecanismo, y ya a finales de la d\u00e9cada de 1940 Theodor Adorno se preguntaba: \u00abMillones de jud\u00edos han sido masacrados, y se querr\u00eda que esto fuera solo un interludio y no la cat\u00e1strofe en s\u00ed. \u00bfQu\u00e9 m\u00e1s espera esta civilizaci\u00f3n?\u00bb <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

La pregunta de Adorno sigue intacta: \u00bfqu\u00e9 m\u00e1s espera esta civilizaci\u00f3n?<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Tanto en Grecia como en Roma, un \u00abmonstruo\u00bb era un signo que los augures deb\u00edan interpretar para saber qu\u00e9 anunciaba.<\/p>\n\n\n\n

Verd\u00fan, Auschwitz, Hiroshima, Chernobil son acontecimientos monstruosos que muestran la cat\u00e1strofe en la que se ve envuelta hoy la humanidad. Los datos precisos, verificados y contrastados que proporcionan las ciencias contempor\u00e1neas no dejan lugar a dudas sobre el proceso en curso desde los inicios de la Revoluci\u00f3n Industrial: calentamiento global y extinci\u00f3n masiva de especies, deforestaci\u00f3n y desertificaci\u00f3n, acidificaci\u00f3n y eutrofizaci\u00f3n de los mares y oc\u00e9anos, deshielo de los casquetes polares y glaciares, lluvias \u00e1cidas y escasez de recursos de agua potable… Solo la contaminaci\u00f3n atmosf\u00e9rica causa hoy en d\u00eda 9 millones de muertes al a\u00f1o, de las cuales m\u00e1s del 90 % se deben a la exposici\u00f3n a part\u00edculas finas (PM 2,5) procedentes de la combusti\u00f3n de hidrocarburos, la contaminaci\u00f3n qu\u00edmica del agua (plomo, pesticidas, dioxinas, bisfenoles, ftalatos…) causa 1,8 millones de muertes al a\u00f1o: el nivel de letalidad es el de la Segunda Guerra Mundial. La pregunta de Adorno sigue intacta: \u00bfqu\u00e9 m\u00e1s espera esta civilizaci\u00f3n?<\/p>\n\n\n\n

Pensar el proceso hist\u00f3rico hoy en d\u00eda es constatar que, de hecho, y sin pretender que hubiera una necesidad, hemos llegado a este punto, y que la multiplicidad originaria de las historicidades se ha disuelto en un proceso global que no perdona a los pueblos de la Amazonia o de Nunavut. La \u00fanica pregunta que vale la pena es entonces c\u00f3mo salir de esta situaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Esta pregunta es de car\u00e1cter pol\u00edtico, es decir, de acci\u00f3n colectiva y concertada de seres humanos que as\u00ed unen sus fuerzas para influir en los acontecimientos. Esta uni\u00f3n de fuerzas constituye una potencia, cuyo uso define el poder: tiene el poder quien puede maniobrar y poner en pr\u00e1ctica esa potencia.<\/p>\n\n\n\n

Historia y apocalipsis: revelar a los monstruos<\/h2>\n\n\n\n

Esta fuerza se manifest\u00f3 en los acontecimientos del siglo XX.<\/p>\n\n\n\n

Verd\u00fan, Auschwitz, Hiroshima, Chernobil y, hoy en d\u00eda, el calentamiento global, son cat\u00e1strofes en las que se revela la destructividad de la fuerza liberada por la Revoluci\u00f3n Industrial.<\/p>\n\n\n\n

Una cat\u00e1strofe reveladora, una revelaci\u00f3n que se produce en una cat\u00e1strofe, en la que culmina un proceso hist\u00f3rico que desvela as\u00ed una verdad oculta, es lo que define el concepto de apocalipsis \u2014en griego apok\u00e1lupsis<\/em>, \u00abrevelaci\u00f3n\u00bb, literalmente \u00abdescubrimiento\u00bb. Pensar la historia impone as\u00ed el recurso a esta otra categor\u00eda del pensamiento jud\u00edo, pero en un sentido no teol\u00f3gico: el concepto debe entenderse en el sentido en que Emilio Gentile habla de \u00abapocalipsis de la modernidad\u00bb <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span> para definir la Primera Guerra Mundial como un acontecimiento en el que se revel\u00f3 brutalmente el potencial destructivo de la civilizaci\u00f3n industrial, o en el sentido en que Philippe Lacoue-Labarthe pudo decir que \u00aben el apocalipsis de Auschwitz, no es ni m\u00e1s ni menos que Occidente, en su esencia, lo que se ha revelado\u00bb <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

El concepto filos\u00f3fico de apocalipsis no consiste, por tanto, en predecir \u2014prof\u00e9ticamente\u2014 nada, sino que define la exigencia \u2014fenomenol\u00f3gica\u2014 de describir lo que se manifiesta en tales acontecimientos.<\/p>\n\n\n\n

Las cat\u00e1strofes contempor\u00e1neas revelan la enormidad de un poder que surgi\u00f3 en Europa en la Edad Moderna. Thomas Hobbes, en el siglo XVII, fue el primero en concebirlo al enfrentarse al Estado: el poder de este Estado procede de una transferencia de soberan\u00eda, que despoja a todos los hombres de su fuerza individual para concentrarla, masificarla y delegarla en una entidad distinta de ellos, dedicada a dominarlos. Este poder se basa as\u00ed en la alienaci\u00f3n (del lat\u00edn alius<\/em>, \u00abotro\u00bb), es decir, la transferencia del poder de los hombres a otra cosa distinta de ellos mismos, lo que instituye as\u00ed un poder diferente: diferente de los hombres y, por lo tanto, inhumano. Para subrayar su monstruosidad, Hobbes recurri\u00f3 al pensamiento jud\u00edo y a un nombre tomado de la Biblia, el Leviat\u00e1n.<\/p>\n\n\n\n

Los individuos no solo tienen una tarjeta de identificaci\u00f3n y un pasaporte, sino tambi\u00e9n un n\u00famero de identificaci\u00f3n bancaria: el Estado ejerce su poder a trav\u00e9s del aparato estatal, el Capital a trav\u00e9s del aparato bancario.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Sin embargo, el \u00abpacto\u00bb mediante el cual Hobbes concibe esta transferencia no es m\u00e1s que un modelo te\u00f3rico. En la pr\u00e1ctica, la transferencia de poder de los individuos al Estado se lleva a cabo a trav\u00e9s de los impuestos, el poder gubernamental se ejerce mediante pol\u00edticas de asignaci\u00f3n presupuestaria y la remuneraci\u00f3n de sus funcionarios. La constituci\u00f3n del Estado-naci\u00f3n en Europa a partir del siglo XIV es indisociable de la instituci\u00f3n de la moneda, que define la majestad real mediante la soberan\u00eda monetaria. El dinero es, por tanto, el vector y el operador mediante el cual se lleva a cabo una transferencia real del poder de la sociedad al Estado.<\/p>\n\n\n\n

De este modo, el Estado se ve sometido a los principios y las leyes de la moneda, que se imponen igualmente a las sociedades redefinidas por la monetizaci\u00f3n de todos los v\u00ednculos y todas las cosas; adem\u00e1s, los individuos tienden a definirse ya no como ciudadanos por sus derechos civiles, sino como consumidores por su poder adquisitivo. Este poder monetario, fruto de la desposesi\u00f3n y la alienaci\u00f3n de los seres humanos de carne y hueso, que crece y se concentra cada vez m\u00e1s para dominarlos, es lo que Karl Marx concibi\u00f3 como Capital: y, al igual que Hobbes, recurri\u00f3 al pensamiento jud\u00edo y a un nombre tomado de la Biblia, Moloch.<\/p>\n\n\n\n

De este modo, reconoci\u00f3 en la deuda p\u00fablica una nueva transferencia de soberan\u00eda: ya no de la sociedad al Estado, sino del Estado al Capital, transferencia que hoy se ha completado con la sustituci\u00f3n del Estado fiscal por el Estado deudor <\/span>10<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

Los individuos no solo tienen una tarjeta de identidad y un pasaporte, sino tambi\u00e9n un n\u00famero de identificaci\u00f3n bancaria: el Estado ejerce su poder a trav\u00e9s del aparato estatal, el Capital a trav\u00e9s del aparato bancario.<\/p>\n\n\n\n

El aparato es, por tanto, el instrumento de aplicaci\u00f3n del poder, cuya modernidad es el desencadenamiento.<\/p>\n\n\n\n

Todo ejercicio de poder requiere, en efecto, t\u00e9cnicas, y la Revoluci\u00f3n Industrial es una revoluci\u00f3n tecnol\u00f3gica: es el paso de la herramienta a la m\u00e1quina, es decir, de los instrumentos y los conocimientos t\u00e9cnicos de los seres humanos a los instrumentos y los conocimientos t\u00e9cnicos puestos en pr\u00e1ctica por dispositivos autom\u00e1ticos. La historia de las t\u00e9cnicas desde hace tres siglos es esta transferencia continua de competencias de los sujetos a los objetos, de los hombres a las cosas: no un progreso, sino una alienaci\u00f3n. La t\u00e9cnica ya no es la multiplicidad de herramientas mediante las cuales los seres humanos ejercen su poder individual, sino el dispositivo mediante el cual se ejerce el poder que los domina. G\u00fcnther Anders dedic\u00f3 su obra al advenimiento de este aparato planetario al que est\u00e1 sometido el hombre de hoy, siempre equipado, y tambi\u00e9n recurri\u00f3 al pensamiento jud\u00edo y a un nombre tomado de la Biblia, el Behemoth.<\/p>\n\n\n\n

Para describir la maquinaria industrial, Marx hablaba de un \u00abmonstruo mec\u00e1nico\u00bb y precisaba que \u00abnos hemos cubierto los ojos y los o\u00eddos con una capucha para poder fingir que los monstruos no existen\u00bb <\/span>11<\/sup><\/a><\/span><\/span>. De ah\u00ed la necesidad de una fenomenolog\u00eda, ya que se trata de hacer aparecer \u2014en griego pha\u00edn\u00e9ta\u00ef<\/em>, participio presente pha\u00efn\u00f3menon<\/em>, que en franc\u00e9s dio lugar a \u00abph\u00e9nom\u00e8ne\u00bb\u2014 algo que no solo permanece inicialmente invisible, sino que nadie quiere ver.<\/p>\n\n\n\n

Esta fenomenolog\u00eda es teratol\u00f3gica \u2014del griego t\u00e9ras<\/em>, \u00abmonstruo\u00bb\u2014 en el sentido de que debe mostrar la monstruosidad del poder que nuestra \u00e9poca revela (apok\u00e1lupsis<\/em>): el Antropoceno es, en este sentido, Teratoceno.<\/p>\n\n\n\n

Pero esta monstruosidad es el resultado de la alienaci\u00f3n met\u00f3dica de la humanidad, es inhumana: el Antropoceno es en realidad Anantropoceno \u2014del griego ananthr\u00f4pos<\/em>, \u00abinhumano\u00bb\u2014 y es por eso que a la antropizaci\u00f3n del medio ambiente ha sucedido su devastaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El Antropoceno es la era del atomismo: la diseminaci\u00f3n de radionucleidos desde 1945 es un posible marcador estratigr\u00e1fico is\u00f3crono para definir esta nueva era geol\u00f3gica.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Atomismo y geolog\u00eda pol\u00edtica<\/h2>\n\n\n\n

Por lo tanto, el pensamiento del Antropoceno no puede tener como \u00fanico objeto el conjunto de los efectos devastadores de la actividad humana sobre el planeta, sino que debe centrarse m\u00e1s esencialmente en el poder global de devastaci\u00f3n que ha tra\u00eddo consigo la modernidad. Suponiendo que una hipot\u00e9tica \u00abtransici\u00f3n\u00bb <\/span>12<\/sup><\/a><\/span><\/span> permitiera eliminar la nocividad de estos efectos, seguir\u00eda siendo necesario enfrentarse a este poder global cuyo despliegue arrastra y redefine a toda la humanidad.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

Este poder es inhumano y, al estar liberado de los l\u00edmites inherentes a la condici\u00f3n humana, se une a las fuerzas ilimitadas de la naturaleza, lo que es posible gracias a la ciencia moderna. La revoluci\u00f3n cient\u00edfica del siglo XVII europeo tambi\u00e9n es fruto de la alienaci\u00f3n: Galileo despoja a los hombres de su legitimidad para interpretar los fen\u00f3menos en beneficio de la abstracci\u00f3n matem\u00e1tica; la revoluci\u00f3n cient\u00edfica moderna no es copernicana \u2014paso del geocentrismo al heliocentrismo\u2014, sino galileana \u2014paso del antropocentrismo al aritmocentrismo\u2014. El marco interpretativo para la totalidad de lo real es el campo matem\u00e1tico, a partir del cual la naturaleza aparece como reserva de potencia y la materia como reserva de energ\u00eda (E=MC2<\/sup>): la relaci\u00f3n con lo real se define por la atomizaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El Antropoceno es la era del atomismo: la diseminaci\u00f3n de radionucleidos desde 1945 es un posible marcador estratigr\u00e1fico is\u00f3crono para definir esta nueva era geol\u00f3gica.<\/p>\n\n\n\n

La pol\u00edtica es el ejercicio del poder, es decir, el uso de la potencia: esta ya no es solo potencia social, sino la potencia desmesurada de las fuerzas fundamentales de la naturaleza.<\/p>\n\n\n\n

Por lo tanto, la pol\u00edtica ya solo puede ser geopol\u00edtica, donde el concepto debe entenderse, sin embargo, en un sentido nuevo, es decir, como geolog\u00eda pol\u00edtica, que asume el hecho de que el poder en juego es geol\u00f3gico.<\/p>\n\n\n\n

Emmanuel Levinas lo comprendi\u00f3 desde 1956 ante la llegada de la energ\u00eda nuclear: \u00abLa energ\u00eda at\u00f3mica liberada ha sustra\u00eddo precisamente el curso de la realidad a la voluntad humana. Esto se llama, muy exactamente, el fin de la historia\u00bb, y conclu\u00eda que, a partir de ahora, \u00abla pol\u00edtica es sustituida por una cosmo-pol\u00edtica que es f\u00edsica\u00bb <\/span>13<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

La Revoluci\u00f3n Industrial desat\u00f3 fuerzas tel\u00faricas que determinan el curso de la historia. Esta se convierte en un proceso geof\u00edsico que reduce a la humanidad al rango de recurso y material. El poder del atomismo, en efecto, no solo se ejerce en la teor\u00eda cient\u00edfica, ni solo en la t\u00e9cnica nuclear, sino tambi\u00e9n en las propias sociedades, transformadas en reservas de poder.<\/p>\n\n\n\n

As\u00ed es precisamente como Leo L\u00f6wenthal, en 1946, en La atomizaci\u00f3n del hombre por el terror<\/em>, explicaba el terror fascista: no como un par\u00e9ntesis pol\u00edtico vinculado a un r\u00e9gimen concreto, sino como la esencia misma de la modernidad industrial. El terror es el ejercicio ilimitado de un poder de atomizaci\u00f3n por el cual la humanidad sale de la historia porque se ve \u00abreducida por completo a su materialidad natural [\u2026] La humanidad, nuevamente domesticada, se une a la sobreabundancia de la naturaleza. Se convierte as\u00ed en un material en s\u00ed mismo, para ser explotado si es necesario y destruido en caso contrario\u00bb <\/span>14<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n <\/picture>\r\n \n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n

Liberalismo, tecnolibertarismo y tecnofascismo<\/h2>\n\n\n\n

Al convertirse as\u00ed en geopol\u00edtica, la pol\u00edtica se transforma profundamente: ya no puede contentarse con promover tal o cual organizaci\u00f3n social seg\u00fan tal o cual principio, ya que, de hecho, las sociedades se remodelan de arriba abajo por el poder de atomizaci\u00f3n del aparato industrial y solo obedecen a sus principios de eficacia y productividad, es decir, de aumento del poder. La cuesti\u00f3n ya no es solo regular las relaciones entre los hombres, sino tambi\u00e9n, y sobre todo, regular sus relaciones con la Tierra y, por lo tanto, gestionar el poder desmesurado que ha tra\u00eddo consigo la sociedad industrial: lo que est\u00e1 en juego ya no es convertirse en \u00abdue\u00f1o y poseedor de la naturaleza\u00bb, en palabras de Descartes, sino intentar convertirse en due\u00f1o y poseedor de ese poder.<\/p>\n\n\n\n

La pol\u00edtica ya solo puede ser geopol\u00edtica, aunque el concepto debe entenderse en un sentido nuevo, es decir, como geolog\u00eda pol\u00edtica, que asume el hecho de que el poder en juego es geol\u00f3gico.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Una primera opci\u00f3n consiste en definir la pol\u00edtica por su contenci\u00f3n, lo que confiere al poder una funci\u00f3n totalmente nueva: ya no monopolizar el poder para ejercerlo, sino esforzarse por contenerlo y limitarlo.<\/p>\n\n\n\n

Esta pol\u00edtica de contenci\u00f3n se impuso desde la llegada de la energ\u00eda nuclear, mediante instituciones y tratados de control de las instalaciones y de limitaci\u00f3n de la proliferaci\u00f3n, lo mismo ocurri\u00f3 con la ingenier\u00eda gen\u00e9tica, regulada por los principios de la bio\u00e9tica, as\u00ed como en la lucha contra el calentamiento global y la crisis ecol\u00f3gica. La pol\u00edtica se define entonces por la creaci\u00f3n de instituciones destinadas a preservar ciertos \u00e1mbitos de los efectos de un poder reconocido por su peligrosidad. Esa fue toda la sabidur\u00eda de Montesquieu ante la llegada del Leviat\u00e1n del Estado, o de Tocqueville ante el de la fuerza niveladora de las masas, que comprender y promover la necesidad de diques, de protecciones, es decir, de instituciones destinadas a preservar a la humanidad de estos nuevos poderes y, en particular, a salvaguardar la libertad: por eso este movimiento pol\u00edtico se conoce con el nombre de liberalismo.<\/p>\n\n\n\n

Lo que se ha dado en llamar \u00abneoliberalismo\u00bb constituye una pura y simple perversi\u00f3n: elaborado en la d\u00e9cada de 1930 como reacci\u00f3n a los totalitarismos \u2014y, por ello, obsesionado con la cuesti\u00f3n del Estado\u2014, se ha definido por el desmantelamiento met\u00f3dico de sus instituciones y la delegaci\u00f3n met\u00f3dica de sus funciones al mercado. Si el mercado puede ejercer por s\u00ed mismo estas funciones de regulaci\u00f3n es porque se autorregula: el n\u00facleo de la doctrina de Friedrich Hayek consiste en definir el mercado como una \u00abmaquinaria cibern\u00e9tica\u00bb que ejerce su poder a trav\u00e9s de lo digital \u2014el sistema de precios como sistema de codificaci\u00f3n y comunicaci\u00f3n de la informaci\u00f3n\u2014 y promover as\u00ed un gobierno cibern\u00e9tico. La pol\u00edtica neoliberal solo transfiere la soberan\u00eda de la pol\u00edtica al mercado en la medida en que este es una m\u00e1quina: esta transferencia se acelera cada vez m\u00e1s, hasta la automatizaci\u00f3n de las finanzas en el comercio algor\u00edtmico, hasta la automatizaci\u00f3n de la justicia <\/span>15<\/sup><\/a><\/span><\/span>, que tiende as\u00ed a sustituir la ley por el c\u00f3digo. La desinstitucionalizaci\u00f3n sistem\u00e1tica pretende entonces \u00abliberar energ\u00edas\u00bb: la pol\u00edtica neoliberal \u2014centrada en la peligrosidad del Leviat\u00e1n del Estado y decididamente ciega al Moloch del Capital y al Behemoth de la m\u00e1quina \u2014 ya no es la contenci\u00f3n del poder, sino su desencadenamiento ilimitado en forma de explotaci\u00f3n m\u00e1xima de una tierra reducida al rango de \u00abrecursos naturales\u00bb y de una humanidad reducida al rango de \u00abrecursos humanos\u00bb, pero tambi\u00e9n de atomizaci\u00f3n del campo social, donde solo subsiste el agente calculador de sus intereses.<\/p>\n\n\n\n

Estados Unidos lleva hoy este proceso a su paroxismo: Elon Musk fue su manifestaci\u00f3n caricaturesca cuando dirig\u00eda el DOGE (Department of Government Efficiency<\/em>), donde se dedic\u00f3 a desmantelar el m\u00e1ximo n\u00famero de instituciones posible, al tiempo que promov\u00eda su red X como sustituto de la prensa, una instituci\u00f3n encargada de regular la informaci\u00f3n mediante su verificaci\u00f3n. La irrupci\u00f3n de Donald Trump en el \u00e1mbito pol\u00edtico es la de un programa ideol\u00f3gico que tiene su coherencia: el del tecnolibertarismo de Silicon Valley, que pretende acabar con las instituciones del Estado en beneficio de la regulaci\u00f3n algor\u00edtmica y del dispositivo t\u00e9cnico, cuyo dominio es tal hoy en d\u00eda que puede bastar para gestionar a las masas a un menor costo.<\/p>\n\n\n\n

El libertarismo, que promueve la libertad individual mediante la desinstitucionalizaci\u00f3n total y la desregulaci\u00f3n total, no es m\u00e1s que atomismo: su libertad es la del electr\u00f3n libre en el campo de atracci\u00f3n del mercado, la de un individuo \u00edntegramente determinado por los procesos de individuaci\u00f3n impuestos por el poder de la atomizaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Leo L\u00f6wenthal escrib\u00eda que \u00abel terror lleva a cabo su obra de deshumanizaci\u00f3n mediante la integraci\u00f3n total de la poblaci\u00f3n en colectividades a las que luego priva de los medios psicol\u00f3gicos para comunicarse directamente, a pesar \u2014o m\u00e1s bien debido\u2014 al enorme dispositivo de comunicaci\u00f3n al que est\u00e1n expuestas\u00bb: ya en 1946 comprendi\u00f3 que el dispositivo de telecomunicaci\u00f3n \u2014\u00abtele\u00bb: del griego t\u00eal\u00f3s<\/em>, \u00ablejano\u00bb, y t\u00eal\u00f3th\u00e9, <\/em>\u00abdesde lejos\u00bb\u2014 era un dispositivo de alejamiento, que funcionaba como un aparato de atomizaci\u00f3n, intuy\u00f3 su potencial de deshumanizaci\u00f3n y vio en \u00e9l la esencia del terror fascista.<\/p>\n\n\n\n

El tecnolibertarismo es un tecnofascismo que pretende someter a las sociedades al poder desregulado de la \u00abmaquinaria cibern\u00e9tica\u00bb con la que so\u00f1aba Hayek, es decir, al poder (inhumano) de un dispositivo an\u00f3nimo: lleva a su t\u00e9rmino la renuncia a la pol\u00edtica en favor de la t\u00e9cnica.<\/p>\n\n\n\n

La pol\u00edtica neoliberal solo transfiere la soberan\u00eda de la pol\u00edtica al mercado en la medida en que este es una m\u00e1quina.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Esta renuncia es mundial: la llegada de lo que se ha dado en llamar \u00abinteligencia artificial\u00bb<\/a> culmina la delegaci\u00f3n de las competencias humanas, hasta el lenguaje mismo, en dispositivos autom\u00e1ticos: Jacques Lacan defin\u00eda al hombre como \u00abparl\u00eatre\u00bb (ser que habla) para subrayar que su ser es habla, y ya en 1955 dec\u00eda del advenimiento de la inform\u00e1tica y la cibern\u00e9tica que \u00abes mucho m\u00e1s peligroso para el hombre que la bomba at\u00f3mica\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

La inversi\u00f3n masiva en estos dispositivos por parte de los ministros es, por otra parte, un suicidio, ya que se perfila inevitablemente la gran sustituci\u00f3n de los propios ministros por IA: ya es el caso en Albania, donde Edi Rama ha \u00abnombrado\u00bb a una IA ministra de Contrataci\u00f3n P\u00fablica, insistiendo en que sus decisiones ser\u00edan \u00ab100 % libres de corrupci\u00f3n\u00bb , lo que equivale a delegar en las m\u00e1quinas una moralidad de la que se admite que los hombres son incapaces, una moralidad que, sin embargo, podr\u00eda definir a la humanidad.<\/p>\n\n\n\n

El tecnofascismo completa el fascismo, es decir, la gregarizaci\u00f3n de las masas y su animalizaci\u00f3n mediante la delegaci\u00f3n met\u00f3dica de su humanidad a dispositivos t\u00e9cnicos que ahora se encargan de gobernarlas.<\/p>\n\n\n\n

En La democracia en Am\u00e9rica<\/em>, en 1840, Tocqueville tem\u00eda la llegada de un nuevo modo de dominaci\u00f3n que \u00abdegradar\u00eda a los hombres sin atormentarlos\u00bb: tal poder \u00absolo busca fijarlos irrevocablemente en la infancia\u00bb, los asiste en todo, \u00ablos molesta, los oprime, los irrita, los apaga, los atonta\u00bb y \u00aba la larga privar\u00eda a cada uno de ellos de varios de los principales atributos de la humanidad\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

\u00ab\u00bfQu\u00e9 le impedir\u00eda quitarles por completo la inquietud de pensar y la pena de vivir?\u00bb, se preguntaba Tocqueville, que tem\u00eda que los seres humanos \u00abperdieran poco a poco la facultad de pensar, sentir y actuar por s\u00ed mismos, y que as\u00ed cayeran gradualmente por debajo del nivel de la humanidad\u00bb <\/span>16<\/sup><\/a><\/span><\/span>. Hoy en d\u00eda hay que constatar que no es el Estado \u2014y sus instituciones educativas, siempre pedag\u00f3gicas, donde a veces incluso se ense\u00f1a filosof\u00eda\u2014 el que \u00abelimina por completo la inquietud de pensar\u00bb, \u00abmolesta, apaga y atonta\u00bb a los seres humanos y \u00absolo busca fijarlos irrevocablemente en la infancia\u00bb , sino el aparato t\u00e9cnico \u2014y sus dispositivos medi\u00e1ticos, siempre demag\u00f3gicos\u2014, que efectivamente \u00abpriva a cada uno de ellos de varios de los principales atributos de la humanidad\u00bb al universalizar la asistencia, hasta el punto de ayudaros en la tarea de hablar, escribir, imaginar, pensar y decidir.<\/p>\n\n\n\n

Una tecno-teolog\u00eda pol\u00edtica<\/h2>\n\n\n\n

La instauraci\u00f3n de este poder tecnocr\u00e1tico es el proyecto de los ide\u00f3logos del tecno-fascismo, algunos de los cuales asumen el programa de una renuncia, ya no solo a la pol\u00edtica, sino a la humanidad: Nick Land explica as\u00ed el rechazo de cualquier intento de contener el poder y promueve, por el contrario, el desencadenamiento ilimitado del capitalismo y el maquinismo, con el fin de precipitar la cat\u00e1strofe, para que de ella surja una \u00e9lite transhumanista<\/a>. El individuo libertario no es m\u00e1s que un puro producto del mercado, es el hombre redefinido como \u00e1tomo individual y calculador de sus intereses; el proyecto transhumanista es consentir a convertirse en un puro producto de la tecnociencia y la bioingenier\u00eda. Como promoci\u00f3n de una nueva especie humana, el transhumanismo no es m\u00e1s que el proyecto de suicidio del Homo sapiens: as\u00ed se confirma que nuestra \u00e9poca es el Antropoceno, la de la inhumanidad, y se revela que tambi\u00e9n es el Tanatoceno, impulsado por la pulsi\u00f3n de muerte.<\/p>\n\n\n\n

El adjetivo \u00abneorreaccionario\u00bb<\/a> para designar estas corrientes de pensamiento puede, por tanto, dar lugar a confusi\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Ciertamente son reaccionarios en el sentido de que quieren acabar con todos los logros emancipadores de la modernidad europea, con todas las instituciones que han intentado \u2014m\u00e1s o menos\u2014 preservar y promover esos logros \u2014en particular las instituciones educativas\u2014, pero no pretenden en absoluto volver a un estado anterior, sino que reivindican, por el contrario, la necesidad de acelerar los procesos de modernizaci\u00f3n mediante el despliegue ilimitado del poder de la maquinaria, con el fin de alcanzar un estado posterior al propio ser humano.<\/p>\n\n\n\n

En lo que se ha dado en llamar \u00abderecha\u00bb e \u00abizquierda\u00bb, ellos se sit\u00faan, sin embargo, en la extrema derecha y se codean as\u00ed con corrientes aut\u00e9nticamente reaccionarias, en particular las del fundamentalismo religioso<\/a>, que sue\u00f1an con acabar con Marx y Freud, Foucault y Derrida \u2014y muchos otros\u2014, incluso con la ciencia y la literatura, para volver a las certezas tranquilizadoras de los dogmas religiosos. Sin embargo, esto no es m\u00e1s que la exacerbaci\u00f3n de la esquizofrenia caracter\u00edstica de la burgues\u00eda capitalista, que pretende salvaguardar en pol\u00edtica unos \u00abvalores\u00bb que toda su actividad econ\u00f3mica se esfuerza por liquidar, en beneficio del \u00fanico valor mercantil. Tambi\u00e9n es la manifestaci\u00f3n de un p\u00e1nico identitario ante el proceso de liquidaci\u00f3n total.<\/p>\n\n\n\n

Esta proximidad del tecnofascismo con la reacci\u00f3n fundamentalista ha favorecido su apropiaci\u00f3n de las categor\u00edas del pensamiento judeocristiano.<\/p>\n\n\n\n

As\u00ed, Peter Thiel, uno de los ide\u00f3logos m\u00e1s influyentes del nuevo r\u00e9gimen estadounidense, toma nota de los peligros de destrucci\u00f3n que se ciernen sobre la humanidad: aborda la \u00e9poca contempor\u00e1nea en t\u00e9rminos de \u00abfin de los tiempos\u00bb<\/a> y, reivindicando a Ren\u00e9 Girard, recurre al concepto de \u00abapocalipsis\u00bb. Pero lo hace para convertir a Donald Trump en el agente mesi\u00e1nico de este apocalipsis<\/a>, entendido como la revelaci\u00f3n, gracias a la llegada de internet, de la verdad que ocultaban las instituciones del Estado, y para identificar al Anticristo con un hipot\u00e9tico Estado mundial<\/a>. El motivo girardiano solo sirve as\u00ed para bordar el conspiracionismo y la obsesi\u00f3n antiestatal del libertarismo y para atribuir un papel escatol\u00f3gico a internet, que se supone que hace posible la revelaci\u00f3n terminal de la verdad: as\u00ed, el individuo alcanza la liberaci\u00f3n mediante el conocimiento \u2014en griego gn\u00f4sis<\/em>\u2014 de una verdad oculta desde la fundaci\u00f3n del mundo.<\/p>\n\n\n\n

El tecnolibertarismo es un gnosticismo que, en realidad, debe menos a Ren\u00e9 Girard que a Pierre Teilhard de Chardin y su doctrina de la \u00abnoosfera\u00bb, en la que se supone que culmina una historia finalizada por el \u00abCristo c\u00f3smico\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Como promoci\u00f3n de una nueva especie humana, el transhumanismo no es m\u00e1s que el proyecto de suicidio del Homo sapiens.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

El esquema estructurante de tal pensamiento sigue siendo teol\u00f3gico: es una soteriolog\u00eda, es decir, una doctrina de la salvaci\u00f3n \u2014en griego s\u00f4t\u00e9r\u00eda<\/em>\u2014, que pretende salvar a la humanidad de la cat\u00e1strofe que se avecina<\/a>, o m\u00e1s bien salvar a una \u00e9lite, pero salvarla mediante la tecnolog\u00eda<\/a>.<\/p>\n\n\n\n

El solucionismo tecnol\u00f3gico cumple entonces las funciones de la soteriolog\u00eda teol\u00f3gica y se basa en la misma hip\u00f3tesis de una deficiencia innata del ser humano, una insuficiencia cong\u00e9nita que habr\u00eda que superar<\/a>, ya no diviniz\u00e1ndolo, sino tecnific\u00e1ndolo, hasta confiar a la tecnolog\u00eda la promesa de la inmortalidad e incluso, en los casos m\u00e1s graves \u2014el de Elon Musk, por ejemplo\u2014, localizar en el planeta Marte la \u00abnueva tierra\u00bb destinada a sustituir a la actual tras su destrucci\u00f3n (Ap 21, 1: \u00abEntonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra hab\u00edan desaparecido y el mar ya no exist\u00eda\u00bb). El estatus del \u00abprogreso t\u00e9cnico\u00bb en las sociedades contempor\u00e1neas es exactamente el de la providencia divina: se concibe como un proceso inexorable y necesariamente beneficioso, al que solo hay que abandonarse con confianza, aceptando cada nueva etapa; cualquier pol\u00edtica de contenci\u00f3n se considera her\u00e9tica, destinada a ser eliminada para que llegue su reinado.<\/p>\n\n\n\n

La intervenci\u00f3n de Peter Thiel tiene el inter\u00e9s de poner de relieve la filosof\u00eda de la historia de la que procede esta tecnolog\u00eda pol\u00edtica, y de mostrar que sigue estando determinada por un esquema teol\u00f3gico acr\u00edtico: el del advenimiento apocal\u00edptico de la verdad absoluta en la historia en forma de red inform\u00e1tica \u2014 un advenimiento salvador en la medida en que derrota definitivamente al Estado (el Anticristo) y hace posible el advenimiento de un mercado totalmente desregulado, por lo tanto perfectamente autorregulado, y en eso id\u00e9ntico al dispositivo cibern\u00e9tico.<\/p>\n\n\n\n

El alfa y el omega de esta doctrina es, en efecto, econ\u00f3mico, y radicaliza la filosof\u00eda de la historia de Hayek, entendida como g\u00e9nesis espont\u00e1nea del orden universal del mercado. Ahora bien, el concepto mismo de econom\u00eda es teol\u00f3gico: proviene de los Padres de la Iglesia y de los primeros siglos del cristianismo, que distingu\u00edan la th\u00e9olog\u00eda<\/em>, el pensamiento de Dios en su eternidad, de la o\u00efkonom\u00eda<\/em>, el pensamiento de la historia de la salvaci\u00f3n, es decir, de la acci\u00f3n de la providencia divina en el mundo a lo largo del tiempo; la elaboraci\u00f3n del modelo de la \u00abmano invisible\u00bb del mercado por Adam Smith en el siglo XVIII se inscrib\u00eda directamente en la problem\u00e1tica teol\u00f3gica del gobierno providencial del mundo <\/span>17<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El neoliberalismo es una teolog\u00eda providencialista del mercado: renuncia a cualquier contenci\u00f3n de su poder y, por el contrario, promueve su despliegue ilimitado, porque se postula que ese poder es ben\u00e9fico y generoso, liberador y salvador.<\/p>\n\n\n\n

\n \n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n \r\n <\/picture>\r\n \n <\/a>\n<\/figure>\n\n\n

El algoritmo y la econom\u00eda de la destrucci\u00f3n<\/h2>\n\n\n\n

Pero, contrariamente a lo que afirman los profetas de la noosfera, la llegada de la red mundial no es la de la verdad, sino la del simulacro y la simulaci\u00f3n, de lo pseudo y el avatar; sustituye la realidad del mundo por la virtualidad del espect\u00e1culo y sistematiza la atomizaci\u00f3n social mediante algoritmos que confinan a cada uno en una \u00abburbuja filtrante\u00bb <\/span>18<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

La aparici\u00f3n de Donald Trump es tambi\u00e9n el signo de la ruina del espacio p\u00fablico que era el de la pol\u00edtica (res publica<\/em>) en beneficio de un ciberespacio que impone a las sociedades una tendencia a la baja de la tasa de realidad<\/a>: Donald Trump es el producto y el triunfo de la era de la posverdad, que tiende a convertirse en la de la posrealidad. El imperio del universo digital no favorece el advenimiento de individuos liberados por el conocimiento \u2014un programa tan dif\u00edcil como ambicioso que en Francia fue el de la escuela republicana\u2014, sino de psic\u00f3ticos encerrados en su paranoia conspirativa; no revela la verdad del mundo, la oculta.<\/a><\/p>\n\n\n\n

La verdad del mundo no la dan los algoritmos de la red y su espacio publicitario, sino que se accede a ella mediante un trabajo que requiere rigor y m\u00e9todo, probidad y racionalidad. Este trabajo es el de los cient\u00edficos, y los datos proporcionados por las ciencias contempor\u00e1neas obligan a concebir la econom\u00eda mundial de una manera completamente diferente.<\/p>\n\n\n\n

El sistema econ\u00f3mico contempor\u00e1neo extrae cada a\u00f1o 100.000 millones de toneladas de materiales \u2014combustibles f\u00f3siles, metales, minerales no met\u00e1licos y biomasa\u2014 del medio ambiente \u2014seg\u00fan las estimaciones de la OCDE, que eval\u00faa esta cifra en 167 mil millones de toneladas para 2060\u2014 y los consume en un gasto energ\u00e9tico que expulsa cada a\u00f1o 36 mil millones de toneladas de di\u00f3xido de carbono a la atm\u00f3sfera, sin contar el metano, el prot\u00f3xido de nitr\u00f3geno y los gases fluorados \u2014 para luego verter miles de millones de toneladas de residuos y contaminantes en la naturaleza, entre ellos, cada a\u00f1o, dos mil millones de toneladas de residuos dom\u00e9sticos y 400 millones de toneladas de metales pesados, disolventes y residuos t\u00f3xicos vertidos en los oc\u00e9anos.<\/p>\n\n\n\n

La obsolescencia programada condena a los propios productos de la industria a convertirse en residuos: el sistema econ\u00f3mico contempor\u00e1neo es un gigantesco dispositivo de destrucci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

El capital es el principio constitutivo de un poder tendencialmente ilimitado.<\/p>Jean Vioulac<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n

Sus defensores se alarman ante cualquier cuestionamiento que pueda ir en detrimento del ser humano <\/span>19<\/sup><\/a><\/span><\/span>: pero la contaminaci\u00f3n causa m\u00e1s de diez millones de muertes al a\u00f1o, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad se ha m\u00e1s que duplicado en treinta a\u00f1os, el 60 % de los adultos y un tercio de los ni\u00f1os se ver\u00e1n afectados en 2050, con las patolog\u00edas asociadas: diabetes, insuficiencia card\u00edaca, osteoporosis… , la incidencia mundial de c\u00e1nceres en menores de 50 a\u00f1os ha aumentado casi un 80 % entre 1990 y 2020 y se prev\u00e9 que siga aumentando un 30 % de aqu\u00ed a 2030, la depresi\u00f3n se ha convertido en la primera causa de morbilidad e invalidez en el mundo. Los centros de producci\u00f3n chinos donde se fabrican, entre otros, los productos de Apple, Dell, Nokia o Sony \u00abpueden compararse con campos de concentraci\u00f3n\u00bb <\/span>20<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

La humanidad no se beneficia de este sistema, sino que es su v\u00edctima: no es la ecolog\u00eda la que castiga, sino la econom\u00eda.<\/p>\n\n\n\n

Este sistema econ\u00f3mico se est\u00e1 implantando como mercado mundial.<\/p>\n\n\n\n

El mercado es un entorno totalmente determinado por el dinero, que define todo mediante una cantidad num\u00e9rica (un precio), lo que hace que las cosas sean conmensurables y permite su intercambio.<\/p>\n\n\n\n

La teor\u00eda cl\u00e1sica y neocl\u00e1sica del dinero solo ve en \u00e9l, seg\u00fan la f\u00f3rmula de Jean-Baptiste Say, un \u00abvelo\u00bb sobre las actividades econ\u00f3micas.<\/p>\n\n\n\n

Por lo tanto, es este velo (en griego kal\u00faptra<\/em>) el que hay que apartar (en griego ap\u00f3<\/em>) para hacer posible el desvelamiento (en griego apok\u00e1lupsis<\/em>) de la realidad del dispositivo industrial. Sin embargo, bajo la superficie de los intercambios entre mercanc\u00edas y del sistema de precios se encuentra el \u00e1mbito social en el que act\u00faan y trabajan hombres y mujeres de carne y hueso: sus acciones y sus trabajos est\u00e1n polarizados por el centro de gravedad del mercado.<\/p>\n\n\n\n

El dinero es la finalidad com\u00fan de todas las actividades: el mercado es mundial porque el dinero es el principio de una movilizaci\u00f3n total de fuerzas, energ\u00edas y recursos. Por lo tanto, el dinero no es solo un velo, un medio neutro, sino el principio de constituci\u00f3n de un poder eficaz.<\/p>\n\n\n\n

Sin embargo, el dinero parece solo una abstracci\u00f3n, que es lo que es en realidad: el dinero aparece espont\u00e1neamente en el juego de los intercambios, donde se trata de comparar riquezas concretas y reales (comestibles, bienes, productos diversos y variados) que, sin embargo, son incomparables. El intercambio impone la reducci\u00f3n de estas riquezas a lo que tienen en com\u00fan, lo que las hace conmensurables. Lo que las riquezas concretas tienen en com\u00fan es ser riquezas: el dinero representa as\u00ed la esencia de la riqueza, la forma pura de la riqueza, la riqueza abstracta. Pero esta abstracci\u00f3n, por irreal que sea, es sin duda una forma de riqueza: es una riqueza virtual que tiene la posibilidad de realizarse en cualquier riqueza concreta y que se convierte en s\u00ed misma en un bien acumulable por su reificaci\u00f3n en un objeto de metal o papel. <\/p>\n\n\n\n

El dinero se convierte en principio de movilizaci\u00f3n total con la Revoluci\u00f3n Industrial, que puso en marcha una aut\u00e9ntica revoluci\u00f3n al invertir su funci\u00f3n y su estatus: de medio de intercambio, pas\u00f3 a ser principio y fin de la producci\u00f3n. El punto de partida de la actividad econ\u00f3mica es una cantidad de dinero, su finalidad es el aumento de esa cantidad. Esta inversi\u00f3n es el momento en que el dinero se convirti\u00f3 en Capital, en el sentido en que lo concibi\u00f3 Karl Marx, es decir, \u00abel dinero en cuanto se produce a s\u00ed mismo\u00bb <\/span>21<\/sup><\/a><\/span><\/span>, en un movimiento que lo convierte en un \u00absujeto aut\u00f3mata\u00bb <\/span>22<\/sup><\/a><\/span><\/span>. El Capital es la l\u00f3gica de un proceso autom\u00e1tico, el del autoaumento ilimitado de la masa monetaria: el Capital no es el poder de una clase social, es el poder monetario (Geldverm\u00f6gen<\/em>) cuando ha movilizado (a trav\u00e9s del salario) todas las capacidades de trabajo (Arbeitsverm\u00f6gen<\/em>). Incluidas las de los capitalistas: lejos de ser ocioso o par\u00e1sito, el capitalista es \u00abun funcionario necesario de la producci\u00f3n\u00bb <\/span>23<\/sup><\/a><\/span><\/span>, cuya funci\u00f3n consiste en garantizar el funcionamiento del proceso de autocrecimiento de la masa monetaria reinvirtiendo continuamente la plusval\u00eda en la circulaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

\u00abEn la medida en que no es m\u00e1s que un funcionario del Capital, es decir, el soporte de la producci\u00f3n capitalista, lo importante para \u00e9l es el valor de cambio y su aumento, y no el valor de uso y su aumento. Lo que le importa es el aumento de la riqueza abstracta\u00bb <\/span>24<\/sup><\/a><\/span><\/span>, precisa expresamente Marx: solo es capitalista en la medida en que est\u00e1 al servicio de este aumento de la riqueza abstracta; en la medida en que acapara una parte para su beneficio personal con el fin de transformarla en riqueza concreta \u2014en valor de uso\u2014, no es m\u00e1s que un explotador como los que siempre ha habido desde el advenimiento de las sociedades de producci\u00f3n en el Neol\u00edtico.<\/p>\n\n\n\n

El capitalismo es ese dispositivo de producci\u00f3n cuyo objetivo es el crecimiento ilimitado de la cantidad de riqueza abstracta, lo que exige no solo la movilizaci\u00f3n ilimitada de la fuerza de trabajo, sino tambi\u00e9n energ\u00eda y recursos en cantidades ilimitadas: el Capital es el principio de constituci\u00f3n de un poder tendencialmente ilimitado. Este poder se pone en pr\u00e1ctica en un dispositivo cuya l\u00f3gica es la del autoaumento, la de la autovalorizaci\u00f3n, es decir, la de la automatizaci\u00f3n: en esto el capitalismo es indisociable del maquinismo. Este crecimiento es el de la abstracci\u00f3n de una riqueza que hoy en d\u00eda se ha liberado de la materialidad de las monedas y los billetes para identificarse con juegos de escritura inform\u00e1tica, y que as\u00ed se ha digitalizado: el Capital es la l\u00f3gica de un proceso de abstracci\u00f3n que se ha universalizado gracias a la digitalizaci\u00f3n<\/a>. El dispositivo consume, y por lo tanto destruye, riquezas concretas para producir abstracci\u00f3n: es un dispositivo de destrucci\u00f3n. \u00abEl proceso de destrucci\u00f3n creativa constituye el dato fundamental del capitalismo: en \u00faltima instancia, en \u00e9l consiste el capitalismo\u00bb <\/span>25<\/sup><\/a><\/span><\/span>, escrib\u00eda Joseph Schumpeter en 1942, donde hay que precisar que lo que se crea est\u00e1 siempre destinado a ser destruido y que la creaci\u00f3n es fundamentalmente la de abstracciones.<\/p>\n\n\n\n

Apocalipsis y revoluci\u00f3n<\/h2>\n\n\n\n

La cuesti\u00f3n fundamental de la pol\u00edtica actual es la gesti\u00f3n del poder liberado por la Revoluci\u00f3n Industrial, que el siglo XX revel\u00f3 que era un poder de destrucci\u00f3n, constituido y puesto en pr\u00e1ctica por el aparato planetario del dispositivo de producci\u00f3n capitalista: la cuesti\u00f3n fundamental de la pol\u00edtica es la del Capital. El neoliberalismo (Hayek) es una rendici\u00f3n: una sumisi\u00f3n al Capital, que desata su poder mediante la desregulaci\u00f3n total, hasta terminar en el libertarismo que consiente la liquidaci\u00f3n total. El liberalismo (Tocqueville) es un conservadurismo que intenta salvar lo que se puede salvar, pero que en la pr\u00e1ctica resulta impotente para contener la oleada de mercantilizaci\u00f3n y tecnificaci\u00f3n, que hoy en d\u00eda llega incluso a despojar a los padres y profesores de sus funciones educativas para delegarlas (catastrof\u00edcamente) en el aparato de las redes. Las valiosas instituciones y normas establecidas para prevenir la cat\u00e1strofe clim\u00e1tica sufren a su vez los embates de las industrias petroqu\u00edmicas y los intereses financieros, y son incapaces de contener el \u00abprogreso t\u00e9cnico\u00bb (la \u00abinteligencia artificial\u00bb y su voracidad energ\u00e9tica).<\/p>\n\n\n\n

Pero el poder de destrucci\u00f3n es antropog\u00e9nico.<\/p>\n\n\n\n

Es el resultado del proceso de alienaci\u00f3n que caracteriza a los tiempos modernos, es decir, la transferencia continua de las capacidades humanas a dispositivos que se han vuelto dominantes. Otra opci\u00f3n pol\u00edtica consistir\u00eda entonces en superar la alienaci\u00f3n, y es precisamente eso lo que Marx concibi\u00f3 como revoluci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

En varias ocasiones, y en particular en El Capital<\/em>, cita los mismos dos vers\u00edculos del Apocalipsis seg\u00fan San Juan, 17, 13: \u00abSolo tienen una intenci\u00f3n: poner al servicio de la Bestia su poder y su fuerza\u00bb y 13, 17: \u00abY que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca o el nombre de la Bestia, o el n\u00famero de su nombre\u00bb: caracterizaba la era industrial por la puesta a disposici\u00f3n universal de las fuerzas y poderes humanos a una entidad monstruosa, que se impone en los intercambios por su marca y su n\u00famero, y as\u00ed asimilaba el Capital a la Bestia del Apocalipsis.<\/p>\n\n\n\n

El capitalismo es monstruoso en cuanto que es el punto extremo alcanzado por la alienaci\u00f3n y, por tanto, la deshumanizaci\u00f3n; la revoluci\u00f3n ser\u00eda la reapropiaci\u00f3n por parte de los seres humanos de todo aquello de lo que han sido despose\u00eddos, reapropiaci\u00f3n mediante la cual realizar\u00edan plenamente su humanidad: es, por tanto, el acontecimiento redentor en el que se cumple la promesa mesi\u00e1nica. As\u00ed como la pasi\u00f3n de Cristo es su kenosis \u2014del griego ken\u00f3s<\/em>, vac\u00edo\u2014, en la que se vaci\u00f3 de su divinidad antes de hacerla triunfar en la resurrecci\u00f3n, del mismo modo los seres humanos se han vaciado de su humanidad antes de hacerla triunfar en la revoluci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Si el pensamiento econ\u00f3mico de Marx se basa tanto en la econom\u00eda cl\u00e1sica (Smith y Ricardo) como en la filosof\u00eda (Arist\u00f3teles y Hegel), su pensamiento pol\u00edtico procede del esquema soteriol\u00f3gico y escatol\u00f3gico de la teolog\u00eda de la historia, aunque desteologiza estas categor\u00edas para explicarlas sobre bases arqueol\u00f3gicas y concebir la historia como el devenir de la humanidad.<\/p>\n\n\n\n

Esta dimensi\u00f3n prof\u00e9tica del pensamiento marxista se ha presentado a menudo como su debilidad, incluso como su peligrosidad.<\/p>\n\n\n\n

Pero lo cierto es que hoy en d\u00eda se impone otro profetismo apocal\u00edptico, el del futuro transhumanista y el reinado cibern\u00e9tico, es decir, la alienaci\u00f3n total que deb\u00eda conjurar la revoluci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n

Hay que reconocer que esta revoluci\u00f3n no se ha producido y que quienes se han reivindicado de Marx no han hecho m\u00e1s que desatar la destructividad y la inhumanidad del maquinismo en lo que Karl Kautsky ya identificaba como fascismo <\/span>26<\/sup><\/a><\/span><\/span>.<\/p>\n\n\n\n

El proceso socialmente dominante hoy en d\u00eda es la atomizaci\u00f3n y, bajo el dominio totalitario del espect\u00e1culo publicitario<\/a>, la pauperizaci\u00f3n se vive como una humillaci\u00f3n y genera el resentimiento del que se alimentan los demagogos. Por eso, la fascistizaci\u00f3n de las masas por parte de los medios de comunicaci\u00f3n y las redes sociales monopolizadas por los oligarcas tambi\u00e9n constituye una cat\u00e1strofe.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Por todos lados en la Tierra, el fin del mundo ha vuelto.<\/p>\n

\u00bfC\u00f3mo hemos llegado a esta situaci\u00f3n?<\/p>\n

Jean Vioulac firma una historia de los monstruos \u2014desde el Neol\u00edtico hasta Peter Thiel\u2014.<\/p>\n","protected":false},"author":17959,"featured_media":78294,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"templates\/post-editorials.php","format":"standard","meta":{"_acf_changed":true,"_trash_the_other_posts":false,"footnotes":""},"categories":[98],"tags":[],"geo":[198],"class_list":["post-78284","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-energia-y-medio-ambiente","staff-jean-vioulac","geo-mundo"],"acf":[],"yoast_head":"\nGeopol\u00edtica del apocalipsis - El Grand Continent<\/title>\n<meta name=\"robots\" content=\"index, follow, max-snippet:-1, max-image-preview:large, max-video-preview:-1\" \/>\n<link rel=\"canonical\" href=\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/\" \/>\n<meta property=\"og:locale\" content=\"es_ES\" \/>\n<meta property=\"og:type\" content=\"article\" \/>\n<meta property=\"og:title\" content=\"Geopol\u00edtica del apocalipsis - El Grand Continent\" \/>\n<meta property=\"og:description\" content=\"Por todos lados en la Tierra, el fin del mundo ha vuelto. \u00bfC\u00f3mo hemos llegado a esta situaci\u00f3n? Jean Vioulac firma una historia de los monstruos \u2014desde el Neol\u00edtico hasta Peter Thiel\u2014.\" \/>\n<meta property=\"og:url\" content=\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/\" \/>\n<meta property=\"og:site_name\" content=\"El Grand Continent\" \/>\n<meta property=\"article:published_time\" content=\"2025-09-16T15:43:10+00:00\" \/>\n<meta property=\"article:modified_time\" content=\"2025-09-16T15:43:13+00:00\" \/>\n<meta property=\"og:image\" content=\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2025\/09\/gc-elfin-scaled.jpg\" \/>\n\t<meta property=\"og:image:width\" content=\"2560\" \/>\n\t<meta property=\"og:image:height\" content=\"1440\" \/>\n\t<meta property=\"og:image:type\" content=\"image\/jpeg\" \/>\n<meta name=\"author\" content=\"anainesfernandez\" \/>\n<meta name=\"twitter:card\" content=\"summary_large_image\" \/>\n<meta name=\"twitter:image\" content=\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2025\/09\/gc-elfin-scaled.jpg\" \/>\n<meta name=\"twitter:label1\" content=\"Escrito por\" \/>\n\t<meta name=\"twitter:data1\" content=\"anainesfernandez\" \/>\n\t<meta name=\"twitter:label2\" content=\"Tiempo de lectura\" \/>\n\t<meta name=\"twitter:data2\" content=\"39 minutos\" \/>\n<script type=\"application\/ld+json\" class=\"yoast-schema-graph\">{\"@context\":\"https:\/\/schema.org\",\"@graph\":[{\"@type\":\"WebPage\",\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/\",\"url\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/\",\"name\":\"Geopol\u00edtica del apocalipsis - El Grand Continent\",\"isPartOf\":{\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#website\"},\"primaryImageOfPage\":{\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#primaryimage\"},\"image\":{\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#primaryimage\"},\"thumbnailUrl\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2025\/09\/SIPA_sipa60047284_000001-scaled.jpg\",\"datePublished\":\"2025-09-16T15:43:10+00:00\",\"dateModified\":\"2025-09-16T15:43:13+00:00\",\"author\":{\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#\/schema\/person\/570398dd8da37ba5d66dec6d242bd33c\"},\"breadcrumb\":{\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#breadcrumb\"},\"inLanguage\":\"es\",\"potentialAction\":[{\"@type\":\"ReadAction\",\"target\":[\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/\"]}]},{\"@type\":\"ImageObject\",\"inLanguage\":\"es\",\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#primaryimage\",\"url\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2025\/09\/SIPA_sipa60047284_000001-scaled.jpg\",\"contentUrl\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2025\/09\/SIPA_sipa60047284_000001-scaled.jpg\",\"width\":1508,\"height\":2560,\"caption\":\"Image produite par le satellite Modis montrant l'ouragan Erin, une temp\u00eate de cat\u00e9gorie 4 se d\u00e9pla\u00e7ant vers le nord-ouest au large de Porto Rico, le 18 ao\u00fbt 2025 dans la mer des Cara\u00efbes. L'\u0153il du cyclone est \u00e0 environ 150 kilom\u00e8tres au nord de l'\u00eele de Grand Turk, avec des vents soufflant \u00e0 225 km\/h. \u00a9 Cira\/Noaa\"},{\"@type\":\"BreadcrumbList\",\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#breadcrumb\",\"itemListElement\":[{\"@type\":\"ListItem\",\"position\":1,\"name\":\"Home\",\"item\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/\"},{\"@type\":\"ListItem\",\"position\":2,\"name\":\"Geopol\u00edtica del apocalipsis\"}]},{\"@type\":\"WebSite\",\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#website\",\"url\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/\",\"name\":\"El Grand Continent\",\"description\":\"La escala pertinente\",\"potentialAction\":[{\"@type\":\"SearchAction\",\"target\":{\"@type\":\"EntryPoint\",\"urlTemplate\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?s={search_term_string}\"},\"query-input\":{\"@type\":\"PropertyValueSpecification\",\"valueRequired\":true,\"valueName\":\"search_term_string\"}}],\"inLanguage\":\"es\"},{\"@type\":\"Person\",\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#\/schema\/person\/570398dd8da37ba5d66dec6d242bd33c\",\"name\":\"anainesfernandez\",\"image\":{\"@type\":\"ImageObject\",\"inLanguage\":\"es\",\"@id\":\"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#\/schema\/person\/image\/\",\"url\":\"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/fe25c21e6213f69a683147fabda32586?s=96&d=mm&r=g\",\"contentUrl\":\"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/fe25c21e6213f69a683147fabda32586?s=96&d=mm&r=g\",\"caption\":\"anainesfernandez\"}}]}<\/script>\n<!-- \/ Yoast SEO plugin. -->","yoast_head_json":{"title":"Geopol\u00edtica del apocalipsis - El Grand Continent","robots":{"index":"index","follow":"follow","max-snippet":"max-snippet:-1","max-image-preview":"max-image-preview:large","max-video-preview":"max-video-preview:-1"},"canonical":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/","og_locale":"es_ES","og_type":"article","og_title":"Geopol\u00edtica del apocalipsis - El Grand Continent","og_description":"Por todos lados en la Tierra, el fin del mundo ha vuelto. \u00bfC\u00f3mo hemos llegado a esta situaci\u00f3n? Jean Vioulac firma una historia de los monstruos \u2014desde el Neol\u00edtico hasta Peter Thiel\u2014.","og_url":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/","og_site_name":"El Grand Continent","article_published_time":"2025-09-16T15:43:10+00:00","article_modified_time":"2025-09-16T15:43:13+00:00","og_image":[{"width":2560,"height":1440,"url":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2025\/09\/gc-elfin-scaled.jpg","type":"image\/jpeg"}],"author":"anainesfernandez","twitter_card":"summary_large_image","twitter_image":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/6\/2025\/09\/gc-elfin-scaled.jpg","twitter_misc":{"Escrito por":"anainesfernandez","Tiempo de lectura":"39 minutos"},"schema":{"@context":"https:\/\/schema.org","@graph":[{"@type":"WebPage","@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/","url":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/","name":"Geopol\u00edtica del apocalipsis - El Grand Continent","isPartOf":{"@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#website"},"primaryImageOfPage":{"@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#primaryimage"},"image":{"@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#primaryimage"},"thumbnailUrl":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2025\/09\/SIPA_sipa60047284_000001-scaled.jpg","datePublished":"2025-09-16T15:43:10+00:00","dateModified":"2025-09-16T15:43:13+00:00","author":{"@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#\/schema\/person\/570398dd8da37ba5d66dec6d242bd33c"},"breadcrumb":{"@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#breadcrumb"},"inLanguage":"es","potentialAction":[{"@type":"ReadAction","target":["https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/"]}]},{"@type":"ImageObject","inLanguage":"es","@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#primaryimage","url":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2025\/09\/SIPA_sipa60047284_000001-scaled.jpg","contentUrl":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-content\/uploads\/sites\/2\/2025\/09\/SIPA_sipa60047284_000001-scaled.jpg","width":1508,"height":2560,"caption":"Image produite par le satellite Modis montrant l'ouragan Erin, une temp\u00eate de cat\u00e9gorie 4 se d\u00e9pla\u00e7ant vers le nord-ouest au large de Porto Rico, le 18 ao\u00fbt 2025 dans la mer des Cara\u00efbes. L'\u0153il du cyclone est \u00e0 environ 150 kilom\u00e8tres au nord de l'\u00eele de Grand Turk, avec des vents soufflant \u00e0 225 km\/h. \u00a9 Cira\/Noaa"},{"@type":"BreadcrumbList","@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/16\/geopolitica-del-apocalipsis\/#breadcrumb","itemListElement":[{"@type":"ListItem","position":1,"name":"Home","item":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/"},{"@type":"ListItem","position":2,"name":"Geopol\u00edtica del apocalipsis"}]},{"@type":"WebSite","@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#website","url":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/","name":"El Grand Continent","description":"La escala pertinente","potentialAction":[{"@type":"SearchAction","target":{"@type":"EntryPoint","urlTemplate":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?s={search_term_string}"},"query-input":{"@type":"PropertyValueSpecification","valueRequired":true,"valueName":"search_term_string"}}],"inLanguage":"es"},{"@type":"Person","@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#\/schema\/person\/570398dd8da37ba5d66dec6d242bd33c","name":"anainesfernandez","image":{"@type":"ImageObject","inLanguage":"es","@id":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/#\/schema\/person\/image\/","url":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/fe25c21e6213f69a683147fabda32586?s=96&d=mm&r=g","contentUrl":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/fe25c21e6213f69a683147fabda32586?s=96&d=mm&r=g","caption":"anainesfernandez"}}]}},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/78284","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/17959"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=78284"}],"version-history":[{"count":6,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/78284\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":78380,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/78284\/revisions\/78380"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/media\/78294"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=78284"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=78284"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=78284"},{"taxonomy":"geo","embeddable":true,"href":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/wp-json\/wp\/v2\/geo?post=78284"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}