{"id":77612,"date":"2025-09-05T19:54:49","date_gmt":"2025-09-05T17:54:49","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=77612"},"modified":"2025-09-05T19:54:52","modified_gmt":"2025-09-05T17:54:52","slug":"en-la-natcon-reportaje-desde-la-guarida-de-los-conservadores-estadounidenses","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/09\/05\/en-la-natcon-reportaje-desde-la-guarida-de-los-conservadores-estadounidenses\/","title":{"rendered":"En la NatCon: reportaje desde la guarida de los conservadores estadounidenses"},"content":{"rendered":"\n
Lo primero que se percibe al llegar a la conferencia \u00abNational Conservatism\u00bb (NatCon), que acaba de terminar en uno de esos grandes y fr\u00edos hoteles de Washington, es que nos vamos a divertir mucho menos que en la CPAC.<\/p>\n\n\n\n
Casi se llega a echar de menos el kitsch popular, casi bonach\u00f3n y de mal gusto, de la cultura MAGA que se encuentra en la CPAC<\/a>.<\/p>\n\n\n\n En la NatCon, los hombres llevan traje y corbata, y las mujeres, menos numerosas, traje sastre. Y se habla seriamente de doctrina pol\u00edtica. No hay lentejuelas ni brillantina con los colores de la bandera estadounidense para celebrar a Donald Trump. Por supuesto, tampoco es una conferencia de filosof\u00eda pol\u00edtica: los ponentes no siempre destacan por sus citas precisas de los cl\u00e1sicos del conservadurismo. Sin embargo, el \u00fanico cl\u00e1sico citado por casi todos los panelistas es la Biblia.<\/p>\n\n\n\n Este a\u00f1o, los participantes estaban en general de buen humor. Hab\u00eda motivos para ello: se celebra la victoria de Donald Trump y el tsunami pol\u00edtico e institucional que se est\u00e1 produciendo en Washington D. C.<\/p>\n\n\n\n Pero la conferencia tambi\u00e9n se vio afectada por problemas de fondo.<\/p>\n\n\n\n Tensiones sobre la pol\u00edtica econ\u00f3mica del presidente y su pol\u00edtica exterior; ansiedad por la longevidad de esta contrarrevoluci\u00f3n; y malestar por el enorme protagonismo que ocupan los magnates de la tecnolog\u00eda en el trumpismo.<\/p>\n\n\n\n La NatCon ha sabido posicionarse como una instituci\u00f3n-evento en la encrucijada de las diferentes corrientes del conservadurismo estadounidense y, en menor medida, europeo.<\/p>Marl\u00e8ne Laruelle<\/em><\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n La NatCon fue lanzada en 2019 por la Fundaci\u00f3n Edmund Burke a ra\u00edz del libro de su fundador, Yoram Hazony, The Virtue of Nationalism<\/em>, cuya tesis central es que el Estado-naci\u00f3n basado en tradiciones comunes es la \u00fanica alternativa al universalismo liberal y el \u00fanico garante de la libertad pol\u00edtica.<\/p>\n\n\n\n No hay nada nuevo en este argumento, salvo una versi\u00f3n actualizada de los grandes principios conservadores y una nueva identificaci\u00f3n de sus enemigos: las \u00e9lites globalistas progresistas.<\/p>\n\n\n\n Desde su primera conferencia, la NatCon ya atrae a funcionarios y \u00abgrandes nombres\u00bb como John Bolton \u2014en aquel momento asesor de seguridad nacional de Trump\u2014, el periodista de Fox News Tucker Carlson o el fundador de Palantir y mentor de J. D. Vance, Peter Thiel.<\/p>\n\n\n\n La conferencia se celebr\u00f3 en los a\u00f1os siguientes en Londres, Roma y Bruselas, pero fue en 2022 cuando se institucionaliz\u00f3 realmente con la publicaci\u00f3n de su manifiesto durante la conferencia de Miami, marcada por la presencia del gobernador de Florida, Ron DeSantis. Es en esta \u00e9poca cuando se cristaliza la doctrina trumpista, en un momento en el que el expresidente sigue marginado tras el ataque al Capitolio, pero est\u00e1 relanzando la maquinaria ganadora de MAGA, incluida su vertiente intelectual.<\/p>\n\n\n\n Si instituciones como el Instituto Claremont y su revista, la Claremont Review of Books<\/em>, contribuyeron a consolidar doctrinalmente el trumpismo desde el primer mandato<\/a>, la NatCon ha sabido posicionarse como una instituci\u00f3n-evento en la encrucijada de las diferentes corrientes del conservadurismo estadounidense y, en menor medida, europeo. Menos colorida que la CPAC, menos centrada en el culto a Donald Trump y menos acogedora para los republicanos cl\u00e1sicos, la NatCon establece un v\u00ednculo con corrientes m\u00e1s radicales de extrema derecha, como la American Renaissance de Jared Taylor y sus teor\u00edas sobre la supremac\u00eda blanca. De hecho, la conferencia de 2024 en Bruselas estuvo a punto de ser cancelada por la polic\u00eda belga antes de ser autorizada por la justicia: el Consejo de Estado, al que los organizadores recurrieron con car\u00e1cter de urgencia, suspendi\u00f3 una resoluci\u00f3n del alcalde de Saint-Josse-ten-Noode, donde se celebraba la conferencia.<\/p>\n\n\n\n La sociolog\u00eda de la conferencia dej\u00f3 poco lugar a la sorpresa.<\/p>\n\n\n\n Aproximadamente dos tercios de los participantes son hombres, y las personas no blancas se cuentan con los dedos de una mano. En la sala hay muchos j\u00f3venes staffers<\/em> de la administraci\u00f3n y otros j\u00f3venes lobos del trumpismo<\/a>. Los stands representan su ecosistema. En ellos se encuentran los principales think tanks, como la Heritage Foundation y el Center for Renewing America, o el lobby cristiano de la Alliance Defending Freedom.<\/p>\n\n\n\n\n Las principales publicaciones de la \u00e9lite trumpista tambi\u00e9n est\u00e1n presentes: Claremont Review of Books<\/em>, American Compass<\/em> y Modern Age<\/em>. A Conservative Review<\/em>. Pero tambi\u00e9n todas las instituciones encargadas de formar a los nuevos cuadros de la contrarrevoluci\u00f3n conservadora: American Moment, que coloca a estudiantes conservadores en pr\u00e1cticas, Conservative Partnership Institute, que ofrece asesoramiento profesional y de colocaci\u00f3n, y Ben Franklin Fellowship, que en pocos meses se ha convertido en la \u00abdirecci\u00f3n de recursos humanos\u00bb de la administraci\u00f3n de Trump para repoblar el Departamento de Estado con bur\u00f3cratas leales.<\/p>\n\n\n\n Hazony no oculta sus esperanzas. Para \u00e9l, la transformaci\u00f3n de Estados Unidos necesita tiempo. Despu\u00e9s de Trump, sue\u00f1a con tener \u00aba J. D. Vance como presidente durante ocho a\u00f1os y luego a Marco Rubio durante otros ocho\u00bb.<\/p>Marl\u00e8ne Laruelle<\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Mientras que las conferencias NatCon en Europa tienden a ser m\u00e1s internacionales, las que se celebran en Estados Unidos est\u00e1n muy centradas en lo estadounidense, tanto en sus debates como en sus participantes.<\/p>\n\n\n\n Este a\u00f1o, casi ning\u00fan europeo tom\u00f3 la palabra: Nigel Farage, defensor del Brexit, l\u00edder de Reform y actual principal opositor al primer ministro Starmer, estaba inicialmente en el programa, pero no acudi\u00f3. Entre el p\u00fablico se pod\u00edan ver algunos brit\u00e1nicos, israel\u00edes y h\u00fangaros.<\/p>\n\n\n\n Entre las instituciones extranjeras representadas, solo estas \u00faltimas estuvieron presentes a trav\u00e9s del Danube Institute y su peri\u00f3dico, The Hungarian Conservative<\/em>, la versi\u00f3n local del European Conservative<\/em>, a su vez versi\u00f3n europea del American Conservative<\/em>. Los rumores en Washington dicen que el Danube Institute abrir\u00e1 pronto una oficina en la capital, tanto para reforzar las sinergias transatl\u00e1nticas como para llevar a cabo una operaci\u00f3n m\u00e1s compleja: rehabilitar a Viktor Orb\u00e1n ante los ojos de Donald Trump, quien se habr\u00eda ofendido por la sinofilia demasiado visible de su amigo h\u00fangaro…<\/p>\n\n\n\n A lo largo de los a\u00f1os, la NatCon se ha forjado una reputaci\u00f3n como espacio de debate para la derecha estadounidense y de reconocimiento de las divergencias dentro de las corrientes conservadoras.<\/p>\n\n\n\n En ella se encuentran tanto proteccionistas como defensores del libre comercio, etnonacionalistas o libertarios… A pesar del triunfo de Trump, las divisiones entre estas diferentes facciones volvieron a ser muy perceptibles este a\u00f1o.<\/p>\n\n\n\n Durante la sesi\u00f3n plenaria de apertura, Yoram Hazony no se equivoc\u00f3: el maestro de ceremonias del evento, lejos de desempe\u00f1ar su papel habitual de te\u00f3rico del movimiento conservador nacional, prefiri\u00f3 lanzarse a un discurso mucho m\u00e1s pragm\u00e1tico, centrado en la necesidad de unidad. Tras comenzar con un alegre \u00ab\u00a1la administraci\u00f3n de Trump es la mejor que he visto!\u00bb, Hazony se centr\u00f3 en los riesgos de divisi\u00f3n criticando \u2014sin nombrarlos, por supuesto\u2014 a las figuras MAGA obsesionadas con el caso Epstein.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan \u00e9l, estas divisiones ponen en peligro el propio proyecto pol\u00edtico del trumpismo y debilitan la base electoral del movimiento.<\/p>\n\n\n\n Porque el anfitri\u00f3n no oculta sus esperanzas.<\/p>\n\n\n\n Para \u00e9l, la transformaci\u00f3n de Estados Unidos necesita tiempo: despu\u00e9s de Trump, sue\u00f1a con tener a \u00abJ. D. Vance como presidente durante ocho a\u00f1os y luego a Marco Rubio durante otros ocho\u00bb.<\/p>\n\n\n\n En cuanto a las cuestiones econ\u00f3micas y arancelarias, aunque algunas voces parec\u00edan favorables al libre comercio, la mayor\u00eda de los panelistas se mostraron a favor de medidas proteccionistas tanto en materia de aranceles como de visados. Jack Posobiec, un activista radical vinculado a los supremacistas blancos, insisti\u00f3, al igual que muchos otros ponentes, en la necesidad de poner fin a los visados para estudiantes y trabajadores extranjeros, explicando que \u00abEstados Unidos no es una puerta giratoria, es una naci\u00f3n soberana: no m\u00e1s visados para China, India y M\u00e9xico. (…) Daremos prioridad a los trabajadores estadounidenses, a las familias estadounidenses y a la naci\u00f3n estadounidense\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Las tres jornadas de la conferencia se inician con servicios religiosos \u00abjudeocristianos\u00bb: protestantes, cat\u00f3licos y jud\u00edos.<\/p>Marl\u00e8ne Laruelle<\/em><\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n En un tono m\u00e1s social, Riley Moore, senador de Virginia Occidental \u2014estado s\u00edmbolo del declive industrial estadounidense y de la crisis de los opioides\u2014, electriza la sala y provoca una ovaci\u00f3n cuando declara: \u00abMe niego a que Wall Street decida nuestra agenda y acabe con nuestra industria del carb\u00f3n\u00bb. Es una se\u00f1al d\u00e9bil de esta reuni\u00f3n: aunque Trump y su familia juegan a ser aprendices de brujo con las criptomonedas, el ambiente general del nacional-conservadurismo se caracteriza m\u00e1s bien por una desconfianza hacia las \u00e9lites financieras, consideradas demasiado globalizadas y \u00abdesnacionalizadas\u00bb.<\/p>\n\n\n\n En pol\u00edtica exterior, la NatCon est\u00e1 de acuerdo en su rechazo al neoconservadurismo intervencionista de los anteriores gobiernos republicanos; los Bush claramente no son bienvenidos. El senador de Misuri Eric Schmitt fue aplaudido por la sala cuando denunci\u00f3 el wilsonismo intervencionista de los republicanos cl\u00e1sicos. Si bien nadie apoya la causa ucraniana \u2014considerada un producto de los errores de la administraci\u00f3n de Biden\u2014, tampoco se ha escuchado ninguna voz expl\u00edcitamente prorrusa. Tampoco parece que nadie apoye la idea de un modus vivendi<\/em> con China, presentada como el peligroso competidor del renacimiento estadounidense.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, en lo que respecta a Medio Oriente \u2014en particular al conflicto entre Israel y Palestina\u2014, el tono de la NatCon fue m\u00e1s combativo.<\/p>\n\n\n\n El nacional-conservadurismo est\u00e1 profundamente arraigado en el discurso evang\u00e9lico estadounidense<\/a>, que cree en la existencia de una \u00abunidad judeocristiana\u00bb y para el que la defensa de Israel es un deber religioso, no solo pol\u00edtico.<\/p>\n\n\n\n Hazony, siempre \u00e9l, lanza la batalla: critica a los numerosos jud\u00edos estadounidenses que apoyan a los dem\u00f3cratas y son cr\u00edticos con Israel, y lamenta las \u00abvoces pro-Ham\u00e1s\u00bb que se oyen en la derecha. Podr\u00eda tratarse de una referencia a los hermanos Koch, grandes financiadores de los movimientos conservadores estadounidenses, que critican el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel y piden que se ampl\u00ede la pol\u00edtica de moderaci\u00f3n (restrain<\/em>) en Tel Aviv. El Quincy Institute, figura destacada de la corriente \u00abrestrainer<\/em>\u00bb, tambi\u00e9n se ha diferenciado de otros think tanks de Washington cercanos a la nueva administraci\u00f3n<\/a> al condenar el desmesurado costo humano de la respuesta israel\u00ed a los ataques terroristas del 7 de octubre.<\/p>\n\n\n\n Pero la tensi\u00f3n m\u00e1s palpable de toda la conferencia fue la relacionada con el papel que desempe\u00f1a el nuevo Silicon Valley en el trumpismo.<\/p>\n\n\n\n En la NatCon, la religi\u00f3n est\u00e1 presente en todas partes.<\/p>Marl\u00e8ne Laruelle<\/em><\/cite><\/blockquote><\/figure>\n\n\n\n Varios paneles se dedicaron a este tema y, en general, las opiniones fueron muy cr\u00edticas, lo que reflejaba un malestar evidente.<\/p>\n\n\n\n Desde el panel de apertura en sesi\u00f3n plenaria, Rachel Bovard, una de las figuras clave del Conservative Partnership Institute, atac\u00f3 de frente: \u00abEl movimiento NatCon agradece a la Tech Right<\/em><\/a> que se haya sumado a la batalla: la IA ayudar\u00e1 a Estados Unidos a mantener su liderazgo mundial (…). Pero el transhumanismo es un peligro existencial<\/a> para la humanidad (…) y la bio-mejora del ma\u00f1ana es la eugenesia del ayer\u00bb. Seg\u00fan ella, el conservadurismo ha perdido su identidad durante d\u00e9cadas por apoyarse en el libre comercio de las \u00e9lites financieras globalistas; ser\u00eda impensable \u00abperder el alma\u00bb por segunda vez y volver a encontrarse en la desafortunada compa\u00f1\u00eda de una derecha tecnol\u00f3gica cosmopolita y posthumana.<\/p>\n\n\n\n Todos los debates relacionados con la IA \u2014a los que se dedic\u00f3 un panel completo con el revelador t\u00edtulo \u00abLa IA y el alma estadounidense\u00bb\u2014 reflejaban este tipo de preocupaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n\n Si algunos intentaban, sin mucho optimismo, promover una IA \u00abbajo control\u00bb, otros se preocupaban por que la izquierda se apoderara de esta tecnolog\u00eda para imponer su \u00abideolog\u00eda totalitaria woke\u00bb. Pero el argumento central esgrimido por todos era la contradicci\u00f3n fundamental entre las ambiciones de la IA de superar a los humanos y una fe cristiana centrada en el humanismo.<\/p>\n\n\n\n Varias figuras de Breitbart y War Room \u2014respectivamente, el medio de comunicaci\u00f3n en l\u00ednea de la Alt-Right y el podcast de Steve Bannon\u2014 estaban all\u00ed para avivar los debates sobre el tema.<\/p>\n\n\n\n Bannon, conocido por su odio hacia Elon Musk, parece estar construyendo una nueva legitimidad entre las \u00e9lites nacional-conservadoras al denunciar a las grandes empresas tecnol\u00f3gicas y la destrucci\u00f3n de puestos de trabajo que genera la inteligencia artificial.<\/p>\n\n\n\n En la sala, un activista de War Room plantea la pregunta inc\u00f3moda: \u00bfpor qu\u00e9 Trump ha promocionado tanto a Musk y por qu\u00e9 el presidente sigue defendiendo a los grandes jefes de la tecnolog\u00eda y a los aprendices de brujo de la IA?<\/p>\n\n\n\n En el escenario, los panelistas balbucean: en la NatCon, se suele evitar atacar frontalmente la pol\u00edtica presidencial.<\/p>\n\n\n\n Se prefiere el tono de serm\u00f3n, como el de Geoffrey Miller, profesor de psicolog\u00eda de la Universidad de Nuevo M\u00e9xico, que termina su intervenci\u00f3n declarando que todos los que trabajan en la creaci\u00f3n de una superinteligencia artificial<\/a> deber\u00edan ser considerados traidores a la naci\u00f3n y excomulgados de sus parroquias.<\/p>\n\n\n\n Peter Thiel, presente al inicio de la aventura NatCon, no habr\u00eda reconocido a sus feligreses.<\/p>\n\n\n\n No importa: la Ilustraci\u00f3n Oscura<\/a> funcionan en paralelo al conservadurismo nacional. Si bien existen oposiciones, ambas corrientes comparten el compromiso trumpista y ahora hablan \u2014ese es el sentido del esfuerzo, a veces laborioso<\/a>, de Peter Thiel\u2014 el mismo lenguaje de teolog\u00eda pol\u00edtica. Este mes, las entradas a las cuatro conferencias impartidas por el fundador de Palantir y dedicadas al Anticristo en Stanford se agotaron en pocas horas.<\/p>\n\n\n\n\n A pesar de las tensiones, los arrebatos y los silencios \u2014por ejemplo, DOGE desapareci\u00f3 por completo de los debates y la Uni\u00f3n Europea, muy atacada en la CPAC, fue ampliamente ignorada\u2014, la reuni\u00f3n de este a\u00f1o parece consolidar una base doctrinal com\u00fan.<\/p>\n\n\n\n Esta base pol\u00edtica se apoya en una versi\u00f3n suavizada del nacionalismo cristiano. Este considera que el poder ejecutivo proviene de Dios, que la pol\u00edtica es, por lo tanto, sagrada y que las jerarqu\u00edas sociales, raciales y de g\u00e9nero son parte de un designio divino. <\/p>\n\n\n\n Al entrelazar la pertenencia nacional y la identidad religiosa, el nacionalismo cristiano ofrece una nueva teolog\u00eda pol\u00edtica como subtexto del trumpismo, marcado por una resistencia al pluralismo, al multiculturalismo y a los contrapoderes democr\u00e1ticos.<\/p>\n\n\n\n En esta sacralizaci\u00f3n de la naci\u00f3n elegida, los opositores no son vistos como actores pol\u00edticos alternativos, sino como verdaderas encarnaciones del mal, incluso como seres pose\u00eddos por fuerzas sat\u00e1nicas<\/a>.<\/p>\n\n\n\nPeque\u00f1a sociolog\u00eda del universo NatCon<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
\r\n <\/picture>\r\n \n
\n <\/picture>\n
\n <\/picture>\n
\r\n <\/picture>\r\n \n
De Gaza al caso Epstein: lo que se habl\u00f3 \u2014y no se habl\u00f3\u2014 en la NatCon<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
\r\n <\/picture>\r\n \n
El gran temor a la IA y el regreso de Steve Bannon<\/strong><\/h2>\n\n\n\n
\r\n <\/picture>\r\n \n
\n <\/picture>\n
\n <\/picture>\n
Una base doctrinal cada vez m\u00e1s claramente formulada: el nacionalismo cristiano<\/strong><\/h2>\n\n\n\n