{"id":76554,"date":"2025-08-25T19:50:17","date_gmt":"2025-08-25T17:50:17","guid":{"rendered":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/?p=76554"},"modified":"2025-08-25T19:50:23","modified_gmt":"2025-08-25T17:50:23","slug":"el-sistema-turnberry-doctrina-de-la-nueva-geopolitica-comercial-estadounidense","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/legrandcontinent.eu\/es\/2025\/08\/25\/el-sistema-turnberry-doctrina-de-la-nueva-geopolitica-comercial-estadounidense\/","title":{"rendered":"El sistema Turnberry: doctrina de la nueva geopol\u00edtica comercial estadounidense"},"content":{"rendered":"\n
Jamieson Greer es el representante de Comercio de Estados Unidos. Este cargo, creado en 1962 con el nombre de Representante Especial para las Negociaciones Comerciales, ten\u00eda inicialmente por objetivo llevar a cabo, bajo la autoridad del presidente, una pol\u00edtica de apertura a los mercados exteriores. En teor\u00eda, el representante de Comercio debe negociar nuevos acuerdos para reducir las barreras arancelarias y no arancelarias de los socios de Estados Unidos a cambio de una reducci\u00f3n correlativa de las protecciones ofrecidas a los productores estadounidenses. Tambi\u00e9n debe velar por el cumplimiento de los compromisos de los socios de Estados Unidos, incluso mediante la investigaci\u00f3n y la propuesta de medidas de salvaguardia \u2014derechos antidumping, etc.\u2014 en caso de incumplimiento.<\/p>\n\n\n\n
Este paradigma, que prevalec\u00eda hasta ahora, ha quedado obsoleto.<\/p>\n\n\n\n
Si la administraci\u00f3n de Trump sigue utilizando el vocabulario de la reciprocidad, est\u00e1 claro que el ideal que se persigue ya no es el de un mundo libre de obst\u00e1culos al comercio. Los pa\u00edses extranjeros deben seguir reduciendo, incluso m\u00e1s que antes, sus aranceles, sus regulaciones t\u00e9cnicas y otros obst\u00e1culos a las exportaciones estadounidenses, pero sin contrapartida, ya que Estados Unidos se permite elevar unilateralmente sus barreras arancelarias.<\/p>\n\n\n\n
Para justificar este cambio de rumbo, Greer argumenta que, durante d\u00e9cadas, Estados Unidos ha reducido masivamente sus protecciones arancelarias, mientras que sus socios extranjeros han mantenido todo un arsenal de medidas proteccionistas. Este es el razonamiento que subyace a la terminolog\u00eda de aranceles \u00abrec\u00edprocos\u00bb utilizada desde el 2 de abril de 2025. Los acuerdos unilaterales ser\u00edan, por tanto, un medio para restablecer la equidad. Pero m\u00e1s que en la negociaci\u00f3n, la administraci\u00f3n de Trump conf\u00eda en la naturaleza jer\u00e1rquica del sistema internacional para obtener la aceptaci\u00f3n de sus socios. Jamieson Greer retoma un argumento repetido a menudo por los responsables pol\u00edticos estadounidenses: Estados Unidos tiene un papel preeminente como primer mercado de consumo del mundo. Para el presidente Trump, poder vender sus productos all\u00ed es \u00abun privilegio\u00bb. Como suele ocurrir con Trump, el sentimiento que justifica toda pol\u00edtica se basa en la convicci\u00f3n de \u00abtener todas las cartas\u00bb.<\/p>\n\n\n\n
Seg\u00fan Jamieson Greer, esta nueva orientaci\u00f3n estadounidense supondr\u00eda el fin del sistema comercial nacido tras la Segunda Guerra Mundial, institucionalizado por el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) y posteriormente por la Organizaci\u00f3n Mundial de Comercio (OMC). Es indudable que el abandono de todos los principios clave del derecho comercial \u2014la cl\u00e1usula de la naci\u00f3n m\u00e1s favorecida, el recurso jurisdiccional\u2014 y de las pr\u00e1cticas \u2014el multilateralismo, las contrapartidas y un horizonte de reducci\u00f3n de los aranceles\u2014 por parte de la primera econom\u00eda mundial supone un duro golpe para el sistema.<\/p>\n\n\n\n
Sin embargo, como han se\u00f1alado numerosos expertos, Estados Unidos solo representa alrededor del 25 % del PIB mundial (15 % en paridad de poder adquisitivo) y solo el 13 % del comercio mundial. Por lo tanto, la subasta del sistema comercial mundial no puede ser decidida unilateralmente por estos \u00faltimos: ser\u00e1n la reacci\u00f3n de los dem\u00e1s Estados y la evoluci\u00f3n de sus relaciones rec\u00edprocas las que determinar\u00e1n el futuro del sistema.<\/p>\n\n\n\n
Si las potencias, grandes y medianas, deciden levantar nuevas barreras \u2014en particular para protegerse de los riesgos de redireccionamiento de los flujos de mercanc\u00edas que ya no pueden acceder al mercado estadounidense\u2014 o reproducir los acuerdos de Trump para obtener concesiones de los m\u00e1s d\u00e9biles, entonces Jamieson Greer habr\u00e1 tenido raz\u00f3n. Pero si, por el contrario, se forman nuevas alianzas para preservar un espacio de intercambio regulado por el derecho, como dejan entrever las declaraciones de la presidenta de la Comisi\u00f3n y del primer ministro neozeland\u00e9s a favor de una mayor cooperaci\u00f3n entre la Uni\u00f3n y los miembros del Acuerdo de Asociaci\u00f3n Transpac\u00edfico (CPTPP), <\/span>1<\/sup><\/a><\/span><\/span> el orden comercial internacional podr\u00eda sobrevivir.<\/p>\n\n\n\n El representante especial para el Comercio de Estados Unidos no ve el futuro de esta manera.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan \u00e9l, se est\u00e1 gestando un nuevo sistema internacional. Pero la lectura de este texto \u2014publicado a principios de agosto en las p\u00e1ginas del New York Times<\/em>\u2014, cuyo objetivo es racionalizar a posteriori<\/em> la pol\u00edtica de la administraci\u00f3n estadounidense, no permite ver exactamente qu\u00e9 forma tomar\u00eda este nuevo orden ni, sobre todo, c\u00f3mo podr\u00eda obtener el consenso necesario para su estabilidad. \u00bfPiensa Greer, por ejemplo, que Brasil \u2014que sufre un d\u00e9ficit comercial con Estados Unidos\u2014 tambi\u00e9n deber\u00eda utilizar los dos pilares b\u00e1sicos de este nuevo orden que se felicita de construir: los aranceles y los acuerdos de apertura del mercado? \u00bfEs imaginable que la administraci\u00f3n de Trump acepte abrir sus mercados agr\u00edcolas a cambio de un aumento moderado de los aranceles sobre las exportaciones de General Motors y Ford a Brasil? En la era Trump, la pol\u00edtica estadounidense parece demasiado ad hoc<\/em> para sentar las bases de un \u00aborden\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Sobre todo, el sistema imaginado en Washington, que pretende extorsionar concesiones a cambio de un acceso privilegiado al mercado estadounidense, no incluye los elementos necesarios para garantizar la estabilidad de un sistema.<\/p>\n\n\n\n Para ello, ser\u00eda necesario que los socios de Estados Unidos vieran claramente su inter\u00e9s en este \u00faltimo. Sin embargo, lo que se les ofrece es una relaci\u00f3n desigual, inestable y sujeta a las decisiones del poder ejecutivo estadounidense, que sin duda tratar\u00e1 de utilizar todos los medios a su alcance para obtener cada vez m\u00e1s concesiones.<\/p>\n\n\n\n Debe de existir una regla t\u00e1cita seg\u00fan la cual los \u00f3rdenes econ\u00f3micos internacionales siempre nacen en hoteles de lujo. En 1944, mientras la Segunda Guerra Mundial hac\u00eda estragos, los representantes de los Aliados se reunieron en un pintoresco complejo hotelero de New Hampshire, llamado Bretton Woods, para debatir el establecimiento de un orden econ\u00f3mico de posguerra destinado a restablecer el buen funcionamiento del comercio en un mundo fracturado.<\/p>\n\n\n\n Aunque el sistema de Bretton Woods resultante lleg\u00f3 a su fin en 1976, su legado institucional perdura. Nuestro orden mundial actual no tiene nombre. Dominado por la Organizaci\u00f3n Mundial de Comercio y te\u00f3ricamente dise\u00f1ado para buscar la eficiencia econ\u00f3mica y regular las pol\u00edticas comerciales de sus 166 pa\u00edses miembros, es insostenible e inviable. Estados Unidos ha pagado el precio de este sistema con la p\u00e9rdida de empleos industriales y la precariedad econ\u00f3mica, otros pa\u00edses no han sido capaces de llevar a cabo las reformas necesarias y el gran ganador ha sido China, con sus empresas p\u00fablicas y sus planes quinquenales. No es de extra\u00f1ar que la \u00faltima d\u00e9cada se haya caracterizado por una importante frustraci\u00f3n internacional y bipartidista ante la incapacidad del sistema para adaptarse a los intereses fundamentales de las naciones soberanas.<\/p>\n\n\n\n La cr\u00edtica al sistema econ\u00f3mico internacional por parte de Jamieson Greer retoma un tema recurrente en Estados Unidos, tanto entre los republicanos como entre los dem\u00f3cratas: la apertura comercial habr\u00eda conducido a la desindustrializaci\u00f3n y al empobrecimiento de Estados Unidos.<\/p>\n\n\n\n Bajo la administraci\u00f3n de Biden, Jake Sullivan o Katherine Tai expresaron ideas similares. Por ejemplo, en abril de 2023, en un discurso en la Brookings Institution<\/a>, el asesor de seguridad nacional de Joe Biden explicaba que \u00abnadie, y desde luego yo tampoco, cuestiona el poder de los mercados. Pero en nombre de la eficiencia de un mercado simplificado hasta el extremo, se han trasladado al extranjero cadenas de suministro enteras de bienes estrat\u00e9gicos, as\u00ed como las industrias y los empleos dedicados a su fabricaci\u00f3n. Se hizo la promesa de que una profunda liberalizaci\u00f3n del comercio ayudar\u00eda a Estados Unidos a exportar bienes, y no empleos y capacidades, pero no se ha cumplido\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Las investigaciones econ\u00f3micas demuestran que la mayor parte de la desindustrializaci\u00f3n se debe a la diferencia de productividad entre sectores y a la reducci\u00f3n de la proporci\u00f3n de bienes en el gasto de los hogares. Sin embargo, los estudios sobre el \u00abchoque chino\u00bb <\/span>2<\/sup><\/a><\/span><\/span> han permitido medir el impacto de la integraci\u00f3n de China en la econom\u00eda mundial en los mercados laborales estadounidenses.<\/p>\n\n\n\n Hoy en d\u00eda, la reforma de este sistema est\u00e1 al alcance de la mano. En su complejo hotelero de Turnberry, en la costa escocesa, el presidente Trump y la presidenta de la Comisi\u00f3n Europea, Ursula von der Leyen, han alcanzado un acuerdo hist\u00f3rico, justo, equilibrado y centrado en la defensa de intereses nacionales concretos, en lugar de en las vagas aspiraciones de instituciones multilaterales. Al combinar aranceles y acuerdos sobre el acceso a los mercados extranjeros y las inversiones, Estados Unidos ha sentado las bases de un nuevo orden comercial mundial.<\/p>\n\n\n\n Los calificativos aplicados al acuerdo de Turnberry por Jamieson Greer pueden sorprender leg\u00edtimamente. En materia de acuerdos comerciales, los conceptos de \u00abjusto\u00bb y \u00abequilibrado\u00bb suelen suponer una reducci\u00f3n bilateral de las protecciones arancelarias y no arancelarias.<\/p>\n\n\n\n Sin embargo, en este acuerdo, la Uni\u00f3n acepta reducir algunos aranceles \u2014ya muy bajos\u2014 y asumir compromisos en materia de inversi\u00f3n y compra de productos energ\u00e9ticos, armas y microprocesadores de IA.<\/p>\n\n\n\n A cambio, Estados Unidos no toma medidas de apertura comercial y, por el contrario, impone aranceles del 15 %.<\/p>\n\n\n\n En cuanto a la \u00abpromoci\u00f3n de intereses soberanos concretos\u00bb, se trataba ante todo de que los Estados miembros de la Uni\u00f3n Europea limitaran los da\u00f1os. Y cabe dudar leg\u00edtimamente de que el inter\u00e9s nacional estadounidense salga ganando: los consumidores y las empresas importadoras corren el riesgo de soportar la mayor parte de los aranceles.<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s que la equidad, lo que se desprende de los acuerdos es la visi\u00f3n jer\u00e1rquica de las relaciones internacionales de la administraci\u00f3n de Trump. Estados Unidos, que \u00abtiene las cartas en la mano\u00bb \u2014en primer lugar, el mayor mercado del mundo\u2014, podr\u00eda imponer sus puntos de vista y obtener ventajas sin contrapartidas. Y ello en beneficio del bando de Trump, que insiste en que el presidente sea el \u00fanico responsable de decidir el uso de los fondos<\/a> prometidos por Jap\u00f3n, Corea del Sur y la Uni\u00f3n. Esto abre la posibilidad de que el presidente asigne recursos considerables con fines de enriquecimiento y ganancias pol\u00edticas: podr\u00eda estar comenzando una era de patrimonialismo.<\/p>\n\n\n\n\n El antiguo sistema rechazaba el uso de los aranceles como herramienta leg\u00edtima de pol\u00edtica p\u00fablica. Esto llevaba a Estados Unidos a sacrificar la protecci\u00f3n arancelaria de su industria cr\u00edtica y otros sectores. Durante las \u00faltimas tres d\u00e9cadas, Estados Unidos ha reducido considerablemente las barreras de acceso a su mercado para permitir la entrada masiva de bienes, servicios, mano de obra y capital extranjeros. Al mismo tiempo, otros pa\u00edses han seguido manteniendo sus mercados cerrados a nuestros productos y han aplicado una serie de medidas \u2014como subvenciones, la compresi\u00f3n salarial, normas laborales y medioambientales laxas, distorsiones reglamentarias y la manipulaci\u00f3n monetaria\u2014 para estimular artificialmente sus exportaciones a Estados Unidos. Este enfoque ha convertido a Estados Unidos y a un pu\u00f1ado de otras econom\u00edas en los consumidores de \u00faltimo recurso de los pa\u00edses que aplican pol\u00edticas econ\u00f3micas proteccionistas.<\/p>\n\n\n\n En su historia de la pol\u00edtica comercial estadounidense, Clashing Over Commerce<\/em>, Douglas Irwin muestra que a partir del New Deal comienza una nueva era. <\/span>3<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Tras un periodo que va desde la Revoluci\u00f3n hasta la Guerra de Secesi\u00f3n, durante el cual los aranceles aduaneros sirven principalmente para financiar el gobierno federal, la protecci\u00f3n de las industrias se convierte en la principal motivaci\u00f3n de la pol\u00edtica comercial hasta las leyes Hawley-Smoot. Estas \u00faltimas, consideradas responsables de la contracci\u00f3n del comercio mundial y de la prolongaci\u00f3n de la depresi\u00f3n, dieron lugar a un nuevo enfoque impulsado por Cordell Hull. Estados Unidos buscaba entonces la apertura de los mercados y la reciprocidad se convirti\u00f3 en el principio rector. La negociaci\u00f3n de acuerdos bilaterales y multilaterales implicaba dar m\u00e1s peso al ejecutivo en esta materia, mientras que los aranceles hab\u00edan sido durante mucho tiempo un coto privado del Congreso, sobre el que la influencia del presidente se limitaba en la pr\u00e1ctica a emitir incentivos para la reforma en su discurso anual sobre el estado de la Uni\u00f3n, para poder negociar acuerdos que luego se somet\u00edan al Congreso.<\/p>\n\n\n\n Contrariamente a lo que sostiene Jamieson Greer, las \u00faltimas d\u00e9cadas no han sido en absoluto de desarme arancelario unilateral.<\/p>\n\n\n\n La reciprocidad sigui\u00f3 guiando la pol\u00edtica comercial de Washington y los acuerdos comerciales redujeron realmente las barreras al comercio: as\u00ed, la tasa media de la Uni\u00f3n Europea pas\u00f3 del 8,1 % al 3,8 % entre 2002 y 2021. Se han otorgado mayores poderes al ejecutivo para garantizar esta reciprocidad y establecer salvaguardias, de las que Donald Trump puede ahora valerse para imponer aranceles \u2014algunos de legalidad cuestionable\u2014 sin necesidad de votaci\u00f3n en el Congreso.<\/p>\n\n\n\n Nuestros socios comerciales se hab\u00edan convertido en maestros en este juego, y las \u00e9lites de Wall Street y Washington estaban encantadas de aprovechar el arbitraje mundial para deslocalizar la producci\u00f3n al extranjero. \u00bfEl resultado? La mayor parte de la producci\u00f3n mundial se traslad\u00f3 a pa\u00edses como China, Vietnam y M\u00e9xico, donde las empresas pod\u00edan explotar a trabajadores vulnerables o beneficiarse de un importante apoyo estatal, mientras que Estados Unidos acumulaba lo que es, en t\u00e9rminos absolutos, el mayor d\u00e9ficit comercial de la historia mundial. Esto ha provocado p\u00e9rdidas considerables y bien documentadas en t\u00e9rminos de capacidad industrial y empleo en Estados Unidos, <\/span>4<\/sup><\/a><\/span><\/span> as\u00ed como una dependencia de nuestros adversarios para las cadenas de suministro esenciales.<\/p>\n\n\n\n Entre 2000 y 2023, la participaci\u00f3n de China en el valor agregado manufacturero mundial pas\u00f3 del 6 % al 32 %, mientras que la de Estados Unidos se redujo del 25 % al 15 %.<\/p>\n\n\n\n Por lo tanto, el panorama general del peso econ\u00f3mico de estos dos competidores \u2014que muestra dos potencias de tama\u00f1o comparable, con una ventaja estadounidense\u2014 cambia considerablemente si nos fijamos en su capacidad para producir bienes. China es hoy un actor m\u00e1s importante que Estados Unidos en el comercio internacional.<\/p>\n\n\n\n Los estudios que eval\u00faan el poder geoecon\u00f3mico de los pa\u00edses subrayan as\u00ed que Pek\u00edn se impone por su peso en el comercio, mientras que la capacidad de influencia y coacci\u00f3n de Estados Unidos se deriva de su centralidad en las finanzas mundiales. <\/span>5<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Hemos subordinado las necesidades econ\u00f3micas y de seguridad de nuestro pa\u00eds al m\u00ednimo com\u00fan denominador del consenso mundial. Este enfoque ha perjudicado a los trabajadores estadounidenses, a sus familias y a sus comunidades, al socavar un sector manufacturero que crea empleos bien remunerados, fomenta la innovaci\u00f3n y estimula la inversi\u00f3n en toda la econom\u00eda.<\/p>\n\n\n\n Lo que comenz\u00f3 en Bretton Woods como un esfuerzo necesario para reconstruir un sistema comercial mundial destrozado por la guerra se ha convertido, a lo largo de nueve ciclos de negociaciones comerciales, en algo completamente irreconocible. Las directrices moderadas para el comercio elaboradas en los ciclos de Kennedy y Tokio han dado paso a nuestra reciente experiencia de hiperintegraci\u00f3n mundial, encarnada en el ciclo de Uruguay, que concluy\u00f3 en 1994 y estableci\u00f3 la OMC.<\/p>\n\n\n\n Hoy asistimos al ciclo Trump. El 2 de abril, el presidente Trump anunci\u00f3 aranceles para hacer frente a la emergencia nacional que representa el d\u00e9ficit comercial. Las intensas negociaciones bilaterales que siguieron se desarrollaron en diversos lugares del mundo: Washington, Ginebra, la isla de Jeju, Par\u00eds, Londres, Estocolmo y, por supuesto, Turnberry. Nuestros socios comerciales nunca antes hab\u00edan mostrado tanto inter\u00e9s en abrir sus mercados a Estados Unidos, alinearse en cuestiones econ\u00f3micas y de seguridad nacional y reequilibrar el comercio en una direcci\u00f3n m\u00e1s sostenible. En cuesti\u00f3n de meses, Estados Unidos consigui\u00f3 un acceso a los mercados extranjeros mayor que el que hab\u00eda obtenido en varios a\u00f1os de negociaciones infructuosas en la OMC.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan Jamieson Greer, el d\u00e9ficit comercial constituir\u00eda una \u00abemergencia nacional\u00bb. Sin embargo, no es algo reciente ni se ha deteriorado de forma repentina y masiva. Por lo tanto, la urgencia parece dif\u00edcil de caracterizar. Este argumento es necesario para recurrir a la Ley de Poderes Econ\u00f3micos de Emergencia Internacional (IEEPA), que constituye la base jur\u00eddica de los aranceles generalizados, los llamados aranceles \u00abrec\u00edprocos\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Pero son otros los motivos que han llevado al Tribunal de Comercio Internacional \u2014una jurisdicci\u00f3n estadounidense especializada, CIT en sus siglas en ingl\u00e9s\u2014 y al Tribunal Federal del Distrito de Columbia a concluir que los aranceles \u00abrec\u00edprocos\u00bb son ilegales. La IEEPA no prev\u00e9 expl\u00edcitamente que el presidente pueda imponer aranceles, sino solo que pueda \u00abregular el comercio\u00bb. Por lo tanto, el CIT consider\u00f3 que, si bien el presidente puede imponer aranceles, la IEEPA no le permite establecer derechos generalizados.<\/p>\n\n\n\n Por su parte, el Tribunal del Distrito de Columbia concluy\u00f3 que la IEEPA no permit\u00eda al presidente introducir aranceles, ya que la Constituci\u00f3n distingue estos \u00faltimos de la regulaci\u00f3n del comercio con naciones extranjeras. Se ha iniciado un procedimiento de apelaci\u00f3n, que no suspende, sin embargo, la ejecuci\u00f3n de las medidas.<\/p>\n\n\n\n La idea planteada por Greer en este texto, seg\u00fan la cual estar\u00edamos asistiendo al nacimiento de un nuevo orden comercial internacional, parece, como m\u00ednimo, presuntuosa, habida cuenta de la inestable estructura jur\u00eddica en la que se basan los aranceles impuestos por la administraci\u00f3n de Trump.<\/p>\n\n\n\n Se necesitar\u00e1 tiempo y esfuerzos coordinados entre los sectores p\u00fablico y privado para revertir d\u00e9cadas de pol\u00edticas perjudiciales que han debilitado nuestra capacidad productiva y nuestra mano de obra. Pero el statu quo<\/em> solo acelerar\u00eda la peligrosa trayectoria de la desindustrializaci\u00f3n. Necesitamos un proyecto generacional para reindustrializar Estados Unidos, y el tiempo apremia.<\/p>\n\n\n\n Cuando me reun\u00ed con un importante grupo de mis hom\u00f3logos ministros de Comercio en junio, en una reuni\u00f3n de la OCDE en Par\u00eds, me llam\u00f3 la atenci\u00f3n el n\u00famero de personas que expresaron su profunda preocupaci\u00f3n por el peligro de los desequilibrios macroecon\u00f3micos, la amenaza de las pr\u00e1cticas no comerciales y el anquilosamiento del sistema comercial mundial, las mismas cuestiones que el presidente Trump lleva a\u00f1os planteando y para las que ahora ha tomado medidas urgentes. Lo que durante mucho tiempo fue rechazado como una herej\u00eda por los fundamentalistas del libre comercio en Bruselas, Ginebra y Washington se est\u00e1 convirtiendo ahora en la doxa. <\/p>\n\n\n\n Al anunciar el acuerdo entre Estados Unidos y la Uni\u00f3n Europea, la presidenta Von der Leyen hizo eco de nuestro llamado a remodelar el comercio mundial para adaptarlo a las realidades econ\u00f3micas y pol\u00edticas. Explic\u00f3 a los periodistas que las relaciones econ\u00f3micas transatl\u00e1nticas deb\u00edan \u00abreequilibrarse\u00bb para ser \u00abm\u00e1s sostenibles\u00bb. Este reconocimiento se ve reforzado por acuerdos adicionales con el Reino Unido, Camboya, Indonesia, Jap\u00f3n, Malasia, Pakist\u00e1n, Filipinas, Corea del Sur, Tailandia y Vietnam, que representan casi el 40 % del comercio estadounidense, seg\u00fan las cifras de mis servicios. Los dem\u00e1s pa\u00edses que registran importantes super\u00e1vits comerciales con Estados Unidos est\u00e1n sujetos a aranceles generalmente m\u00e1s elevados. El nuevo orden econ\u00f3mico, sellado en Turnberry, est\u00e1 surgiendo en tiempo real.<\/p>\n\n\n\n En la conferencia de prensa de Turnberry, Ursula von der Leyen retom\u00f3 directamente algunos elementos del discurso de Washington sobre el comercio entre la Uni\u00f3n y Estados Unidos. Mientras que la Comisi\u00f3n destacaba el car\u00e1cter relativamente equilibrado de los intercambios \u2014el comisario Maros Sefcovic declaraba as\u00ed en marzo de 2025 que \u00abla relaci\u00f3n comercial entre la Uni\u00f3n y Estados Unidos es equilibrada y muy beneficiosa para ambas partes\u00bb \u2014, las \u00faltimas declaraciones europeas respaldan la idea de que el comercio es desequilibrado, dejando de lado la cuesti\u00f3n de los servicios. Este giro va acompa\u00f1ado del abandono de la idea, planteada a principios de a\u00f1o, de utilizar el d\u00e9ficit europeo en el intercambio de servicios como palanca de negociaci\u00f3n a trav\u00e9s del instrumento anticoerci\u00f3n. La declaraci\u00f3n conjunta del 21 de agosto menciona as\u00ed una \u00abdeterminaci\u00f3n com\u00fan de resolver nuestros desequilibrios comerciales\u00bb.<\/p>\n\n\n\n De manera similar, la Uni\u00f3n rechaz\u00f3 en un primer momento la idea de que la relaci\u00f3n comercial bilateral no fuera \u00absostenible\u00bb. En su declaraci\u00f3n del 3 de abril, la presidenta de la Comisi\u00f3n destac\u00f3 los beneficios que genera el comercio transatl\u00e1ntico en t\u00e9rminos de creaci\u00f3n de empleo y reducci\u00f3n de precios, y advirti\u00f3 contra los efectos negativos de los aranceles. Hoy en d\u00eda, la Comisi\u00f3n parece aceptar plenamente su legitimidad.<\/p>\n\n\n\n Los resultados son sorprendentes. Cada a\u00f1o, desde hace 40 a\u00f1os, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos publica un informe detallado titulado \u00abNational Trade Estimate\u00bb, <\/span>6<\/sup><\/a><\/span><\/span> en el que se enumeran los diversos obst\u00e1culos a los que se enfrentan las empresas estadounidenses, en particular los elevados aranceles, la obligaci\u00f3n de producir en los pa\u00edses en los que desean operar y las restricciones a los productos agr\u00edcolas contrarias al consenso cient\u00edfico. En el pasado, el \u00fanico medio significativo de que dispon\u00eda Estados Unidos para eliminar esos obst\u00e1culos \u2014si es que dispon\u00eda de alguno\u2014 era renunciar a los aranceles que proteg\u00edan nuestro sector manufacturero. El presidente Trump ha invertido la tendencia: hoy en d\u00eda, estamos eliminando sistem\u00e1ticamente esos obst\u00e1culos en el extranjero, al tiempo que garantizamos una protecci\u00f3n arancelaria suficiente en nuestro pa\u00eds.<\/p>\n\n\n\n Indonesia reduce en un 99,3 % sus aranceles sobre las importaciones procedentes de Estados Unidos y elimina toda una serie de obst\u00e1culos no arancelarios de larga data, al tiempo que acepta un arancel del 19 % sobre sus exportaciones a Estados Unidos. Corea del Sur acepta las normas automovil\u00edsticas estadounidenses, as\u00ed como un arancel del 15 %. Por su parte, Vietnam se ha comprometido a reducir todos sus aranceles y obst\u00e1culos a cambio de una tasa del 20 %. La mayor\u00eda de los pa\u00edses con los que negociamos tambi\u00e9n han aceptado cooperar en materia de seguridad econ\u00f3mica para garantizar que nuestras cadenas de suministro esenciales sean seguras y fiables.<\/p>\n\n\n\n Los pa\u00edses tambi\u00e9n se comprometen a mejorar y aplicar mejor sus normas en materia de derecho laboral, abordando los arbitrajes que han perjudicado a los trabajadores y productores estadounidenses. Varios pa\u00edses se unir\u00e1n a Estados Unidos, as\u00ed como a la Uni\u00f3n, M\u00e9xico y Canad\u00e1, para prohibir la importaci\u00f3n de productos fabricados con trabajo forzoso. La erradicaci\u00f3n de la esclavitud en todo el mundo era un objetivo largamente perseguido por defensores y responsables pol\u00edticos: ha sido la palanca de los aranceles del presidente Trump la que finalmente ha permitido lograr avances significativos.<\/p>\n\n\n\n Del mismo modo, los pa\u00edses se comprometen a mejorar el rendimiento de los recursos y la aplicaci\u00f3n de las leyes medioambientales, incluso en los sectores m\u00e1s problem\u00e1ticos, como la tala ilegal, la pesca ilegal y el comercio ilegal de especies silvestres. El sistema comercial internacional no deber\u00eda obligar a los estadounidenses a competir con aquellos que utilizan nuestro capitalismo responsable en nuestra contra para obtener una ventaja competitiva.<\/p>\n\n\n\n Es sorprendente que el Representante Especial para el Comercio se felicite por la mejor aplicaci\u00f3n de las regulaciones medioambientales y se proclame partidario de un \u00abcapitalismo responsable\u00bb en un momento en que la administraci\u00f3n de Trump est\u00e1 llevando a cabo una pol\u00edtica que va decididamente en contra de las medidas medioambientales. A finales de julio, la Agencia de Protecci\u00f3n Ambiental (EPA) public\u00f3 un informe que cuestiona el impacto del cambio clim\u00e1tico. Al revisar su evaluaci\u00f3n del origen humano del calentamiento global y sus riesgos, eliminar\u00eda la base legal de numerosas normas. La administraci\u00f3n de Trump tambi\u00e9n ha vuelto a la lucha contra las energ\u00edas renovables promoviendo los intereses de la coalici\u00f3n f\u00f3sil bajo el lema \u00abdrill, baby, drill<\/em>\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Contrariamente a lo que sugiere Jamieson Greer, esta orientaci\u00f3n se refleja claramente en los acuerdos comerciales negociados por la administraci\u00f3n. As\u00ed, ha conseguido que Corea del Sur, la Uni\u00f3n Europea e Indonesia se comprometan a comprar productos energ\u00e9ticos estadounidenses, en particular GNL, a pesar de que el uso de estas fuentes de energ\u00eda pone en peligro directamente la consecuci\u00f3n de los objetivos clim\u00e1ticos de la Uni\u00f3n<\/a>.<\/p>\n\n\n\n Conscientes del poder que la guerra comercial otorga a Estados Unidos y de la hostilidad del movimiento MAGA hacia las regulaciones medioambientales, algunos ven en ello una oportunidad. El director general de Exxon sugiri\u00f3 as\u00ed utilizar esta palanca para conseguir la supresi\u00f3n de determinados textos europeos, en particular la directiva sobre la divulgaci\u00f3n de informaci\u00f3n sobre sostenibilidad por parte de las empresas (CSRD). <\/span>7<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Es importante se\u00f1alar que estos compromisos son viables y que Estados Unidos velar\u00e1 por su cumplimiento. En lugar de dar prioridad a los largos procesos de resoluci\u00f3n de controversias tan apreciados por la vieja guardia de los bur\u00f3cratas comerciales, el nuevo enfoque estadounidense consiste en supervisar de cerca la aplicaci\u00f3n de los acuerdos y, en caso necesario, reimponer r\u00e1pidamente aranceles m\u00e1s elevados en caso de incumplimiento. El presidente Trump es el \u00fanico que es consciente de que el privilegio de vender en el mercado de consumo m\u00e1s lucrativo del mundo es un incentivo muy eficaz. Y los aranceles son un arma formidable.<\/p>\n\n\n\n Para garantizar el control de la correcta aplicaci\u00f3n de los acuerdos, Greer rechaza cualquier mecanismo jurisdiccional. Esta postura supone una continuidad con el primer mandato de Trump, que bloque\u00f3 el nombramiento de nuevos miembros del \u00d3rgano de Soluci\u00f3n de Diferencias de la Organizaci\u00f3n Mundial de Comercio.<\/p>\n\n\n\n Ser\u00e1 la administraci\u00f3n estadounidense la que juzgue en solitario el cumplimiento o incumplimiento de los acuerdos. La sanci\u00f3n prevista en caso de incumplimiento es sencilla: aranceles m\u00e1s elevados. Sin embargo, la mayor\u00eda de los acuerdos en cuesti\u00f3n parecen incompletos y abiertos a interpretaciones contradictorias, como ya se observa en los acuerdos preliminares, en particular en lo que respecta a las promesas de inversi\u00f3n en Estados Unidos. Los acuerdos definitivos no deber\u00edan estar exentos de este tipo de problemas: seg\u00fan el secretario de Comercio, \u00abno se tratar\u00e1 de textos de 250 p\u00e1ginas\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Por lo tanto, es muy probable que estos acuerdos sirvan en realidad como palanca de presi\u00f3n de la administraci\u00f3n de Trump para exigir a\u00fan m\u00e1s concesiones.<\/p>\n\n\n\n Esta din\u00e1mica ya est\u00e1 en marcha dentro de Estados Unidos: las universidades y los bufetes de abogados que no est\u00e1n de acuerdo con la administraci\u00f3n se enfrentan ahora a una escalada de demandas.<\/p>\n\n\n\n En la Organizaci\u00f3n Mundial de Comercio, la adopci\u00f3n de reformas comerciales requiere un consenso total entre las naciones. En realidad, el \u00faltimo intento serio de reforma \u2014conocido como \u00abciclo de Doha\u00bb\u2014 fracas\u00f3 porque los pa\u00edses proteccionistas se negaron a levantar sus barreras comerciales con Estados Unidos. Adem\u00e1s, nuestros adversarios se complacen en bloquear cualquier reforma. Prefieren el statu quo<\/em>, que alimenta el d\u00e9ficit comercial estadounidense y socava el poder industrial que ha hecho y sigue haciendo de Estados Unidos una superpotencia.<\/p>\n\n\n\n Pero las reglas del comercio internacional no pueden ser un pacto suicida. Al imponer aranceles para reequilibrar el d\u00e9ficit comercial y negociar reformas importantes que constituyen la base de un nuevo sistema internacional, Estados Unidos ha demostrado un liderazgo audaz para abordar problemas que los responsables pol\u00edticos consideraban desde hac\u00eda mucho tiempo insolubles.<\/p>\n\n\n\n\n Muchos de estos acuerdos tambi\u00e9n van acompa\u00f1ados de importantes compromisos de inversi\u00f3n en la capacidad productiva estadounidense, como los 600.000 millones de d\u00f3lares de la Uni\u00f3n Europea y los 350.000 millones de d\u00f3lares de Corea del Sur. Estas inversiones, diez veces superiores al valor ajustado a la inflaci\u00f3n del Plan Marshall que permiti\u00f3 reconstruir Europa despu\u00e9s de la Segunda Guerra Mundial, acelerar\u00e1n la reindustrializaci\u00f3n de Estados Unidos. Corea del Sur contribuir\u00e1 a revitalizar la industria naval estadounidense, que se ha visto mermada por la competencia no comercial. Estas diferentes inversiones se suman a compromisos de compra que representan en total cerca de 1 bill\u00f3n de d\u00f3lares en los sectores estadounidense de la energ\u00eda, la agricultura, la defensa y los productos industriales. Esta demanda de productos estadounidenses y este f\u00e1cil acceso al capital permitir\u00e1n a la industria manufacturera estadounidense reafirmar su liderazgo en sectores estrat\u00e9gicos en los que hemos acumulado retraso.<\/p>\n\n\n\n Las promesas de inversi\u00f3n en Estados Unidos constituyen sin duda la parte m\u00e1s sorprendente y peligrosa \u2014debido a la gran incertidumbre que generan\u2014 de los acuerdos bilaterales entre Estados Unidos, Jap\u00f3n, la Uni\u00f3n Europea y Corea del Sur.<\/p>\n\n\n\n Jap\u00f3n se ha comprometido a aportar 550.000 millones de d\u00f3lares. Al parecer, el mecanismo previsto se basa en el Banco Japon\u00e9s de Cooperaci\u00f3n Internacional (JBIC) y la Nippon Export and Investment Insurance (NEXI), que podr\u00edan conceder garant\u00edas, pr\u00e9stamos y, en menor medida, aportaciones de capital para proyectos de empresas japonesas en Estados Unidos. Seg\u00fan Donald Trump y Howard Lutnick, las inversiones ser\u00edan decididas directamente por Washington y el 90 % de los beneficios ir\u00edan a parar a la parte estadounidense. Si bien los funcionarios japoneses no se atreven a contradecir abiertamente a la parte estadounidense, estas orientaciones no han sido confirmadas. Y parece dif\u00edcil que lo sean realmente.<\/p>\n\n\n\n Por su parte, la Uni\u00f3n se ha mostrado m\u00e1s cautelosa, subrayando en varias ocasiones que no dispone de ning\u00fan instrumento para cumplir las promesas de inversi\u00f3n. El comunicado conjunto del 21 de agosto se limita a se\u00f1alar que \u00abse espera que las empresas europeas inviertan 600.000 millones de d\u00f3lares adicionales en sectores estrat\u00e9gicos de aqu\u00ed a 2028\u00bb.<\/p>\n\n\n\n El caso coreano es sin duda el m\u00e1s interesante. El acuerdo bilateral menciona 350.000 millones de d\u00f3lares de inversiones, de los cuales 100.000 millones se destinar\u00e1n al plan \u00abMake American Shipping Great Again\u00bb. M\u00e1s all\u00e1 del marketing<\/em> bien concebido para seducir a los responsables pol\u00edticos estadounidenses, parece existir un inter\u00e9s real por parte de los industriales por invertir en el mercado estadounidense. Seg\u00fan la prensa coreana, los gigantes de la construcci\u00f3n naval HD Hyundai y Hanwha Ocean est\u00e1n poniendo sus ojos en el mercado de la Marina de Estados Unidos y quieren aprovechar el impulso pol\u00edtico para conseguir contratos; estar\u00edan dispuestos a invertir en Estados Unidos para ello. <\/span>8<\/sup><\/a><\/span><\/span><\/p>\n\n\n\n Los esc\u00e9pticos se\u00f1alan que los aranceles, que sin embargo formaban parte integrante de la pol\u00edtica econ\u00f3mica estadounidense, no se han utilizado de forma tan intensiva desde hace varias generaciones. Pero ahora disponemos de datos que demuestran que no utilizar aranceles o medidas de protecci\u00f3n similares ha creado una econom\u00eda con elevados costos financieros y de asesoramiento, y pobre en riqueza sostenible y seguridad, fruto de la producci\u00f3n. Incluso entre quienes comparten este diagn\u00f3stico, algunos consideran que la soluci\u00f3n propuesta por el presidente es demasiado radical o se ha aplicado con demasiada precipitaci\u00f3n, o que los aranceles tendr\u00e1n efectos demasiado perturbadores a corto plazo. No es momento de debatir detalles insignificantes. Se trata de una situaci\u00f3n de emergencia. Conocemos el problema y sabemos c\u00f3mo resolverlo. No hay tiempo que perder.<\/p>\n\n\n\n La discrepancia entre el discurso industrialista de la administraci\u00f3n de Trump y la realidad de su econom\u00eda pol\u00edtica es aqu\u00ed especialmente llamativa. Los principales responsables pol\u00edticos y los grupos m\u00e1s influyentes hoy en Washington est\u00e1n muy alejados del sector industrial. El propio Trump es especialista en el sector inmobiliario y en la explotaci\u00f3n de la renta vinculada a su nombre, incluida la creaci\u00f3n de una serie de actividades al l\u00edmite de la estafa, desde la Universidad Trump hasta su meme coin<\/em><\/a>. El secretario del Tesoro y el secretario de Comercio, Scott Bessent y Henry Lutnick, son directivos de fondos de cobertura; este \u00faltimo est\u00e1 muy involucrado en las criptomonedas y los l\u00edderes de este sector son importantes apoyos, especialmente financieros, del Partido Republicano. El sector tecnol\u00f3gico tambi\u00e9n se ha acercado a Trump. Sin embargo, Alphabet, Meta, Oracle y otros no invierten directamente en la econom\u00eda manufacturera estadounidense. Solo Elon Musk, ahora antiguo miembro de la coalici\u00f3n de Trump, est\u00e1 directamente involucrado en el sector industrial estadounidense.<\/p>\n\n\n\n Por el contrario, los grandes grupos industriales \u2014los fabricantes de autom\u00f3viles, Boeing, General Electric\u2014 no figuran entre los principales apoyos de esta administraci\u00f3n. Algunos se ven directamente afectados por la guerra comercial: General Motors y Ford estiman que los aranceles les costar\u00e1n 5.000 y 3.000 millones de d\u00f3lares, respectivamente, en 2025. Su representante, la Asociaci\u00f3n Nacional de Fabricantes, se muestra muy cr\u00edtica con la pol\u00edtica aplicada, subrayando en particular el impacto en el precio de los insumos de la industria y, por tanto, en los m\u00e1rgenes y la competitividad. <\/span>9<\/sup><\/a><\/span><\/span> Pero estos no tienen el poder financiero de los servicios financieros y la tecnolog\u00eda.<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s all\u00e1 de la posici\u00f3n de los l\u00edderes de la industria, las primeras se\u00f1ales apuntan a una desaceleraci\u00f3n de la actividad manufacturera. Para explicar esta paradoja \u2014una administraci\u00f3n que defiende un discurso industrialista, pero cuyo apoyo proviene de otros sectores y que aplica medidas criticadas por el sector manufacturero\u2014 hay que hacer un rodeo por el \u00e1mbito cultural y el papel simb\u00f3lico que sigue desempe\u00f1ando la industria para el bando MAGA<\/a>.<\/p>\n\n\n\n El presidente Trump ya ha demostrado que es capaz de imponer aranceles y otros instrumentos econ\u00f3micos para remodelar las cadenas de suministro y revitalizar la industria manufacturera. Cuando impuso aranceles generalizados durante su primer mandato, no solo no se derrumb\u00f3 el cielo, como hab\u00edan pronosticado los expertos, sino que incluso baj\u00f3 la inflaci\u00f3n. Y hoy, mientras impone aranceles a una escala a\u00fan mayor, la inflaci\u00f3n sigue bajo control. Un problema a largo plazo no se puede resolver de la noche a la ma\u00f1ana, y el proceso no siempre ser\u00e1 f\u00e1cil, pero la situaci\u00f3n exige medidas en\u00e9rgicas y decididas para fortalecer la base industrial estadounidense.<\/p>\n\n\n\n Pasaron m\u00e1s de cincuenta a\u00f1os entre la primera reuni\u00f3n en Bretton Woods y la creaci\u00f3n de la OMC. Desde entonces, han pasado treinta a\u00f1os. A menos de 130 d\u00edas del inicio del ciclo Trump, el sistema Turnberry est\u00e1 lejos de completarse, pero su construcci\u00f3n est\u00e1 muy avanzada.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" En la brutal pol\u00edtica comercial de Washington, un personaje discreto est\u00e1 definiendo las coordenadas de una nueva era.<\/p>\n Desconocido en Europa, traducimos y comentamos l\u00ednea por l\u00ednea el texto clave del representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer.<\/p>\n","protected":false},"author":17959,"featured_media":76519,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"templates\/post-speeches.php","format":"standard","meta":{"_acf_changed":true,"_trash_the_other_posts":false,"footnotes":""},"categories":[5],"tags":[],"geo":[172],"class_list":["post-76554","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-economia","staff-louis-de-catheu","geo-americas"],"acf":[],"yoast_head":"\n\n <\/picture>\n
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